A escasos días de haber asumido, el 23 de enero, el presidente Obama ha firmado un decreto que permite financiar con fondos públicos planes internacionales pro aborto. Y no lo hizo el día anterior, porque se cumplían 36 años de la sentencia “Roe vs Wade”, que en 1973 diera inicio a la legalización de esta práctica en su país.
Por Max Silva Abbott
La norma derogada prohibía financiar con fondos públicos programas internacionales que promovieran el aborto. Fue establecida por Ronald Reagan en 1984, revertida por Bill Clinton en 1993, y nuevamente restituida por George W. Bush en 2001. Por lo visto, un constante tira y afloja entre republicanos y demócratas.
De esta manera, bajo el seudónimo de ‘prácticas de planificación familiar’ y de ‘derechos sexuales y reproductivos’, empresas, fundaciones e individuos podrán financiar clínicas abortivas fuera de Estados Unidos, tanto para eliminar niños no nacidos, otorgar asesoría en estas materias y prestar los tratamientos subsecuentes originados por un aborto.
A lo anterior se añade la autorización, por primera vez, a experimentar con células madre embrionarias en seres humanos. El debate surge, como es sabido, porque para obtener estas células madre es necesario destruir embriones, esto es, seres humanos de pocos días de gestación. Así, se mata a unos para sanar a otros.
Ahora bien, cabría preguntarse por qué tiene tanto interés el gobierno demócrata en promover el aborto en otros países. Lo anterior, puesto que debe tenerse muy en cuenta que los así llamados ‘programas de planificación familiar’ están dirigidos sobre todo a los países pobres. De este modo, parece que existe un claro propósito por aminorar el crecimiento poblacional en diversos lugares del mundo, lo que a lo menos puede ser considerado una intromisión inadmisible en asuntos internos de otros países.
Lo anterior es más llamativo todavía, si se toma en cuenta que nos encontramos en plena crisis económica, lo que ha obligado a destinar miles y miles de millones de dólares para rescatar a sectores enteros de la economía norteamericana. De esta forma, parece extraño que en una época de vacas flacas exista un generoso financiamiento para estas prácticas abortivas, lo que hace suponer que no se debe sólo a razones altruistas.
Además, el debate a este respecto es cualquier cosa menos pacífico en el propio Estados Unidos. De hecho, hace algunos años, Bush prohibió el llamado ‘aborto por nacimiento parcial’, que mataba a niños no nacidos hasta de 8 meses, antes de separarse por completo del cuerpo de la madre, en atención a su manifiesta crueldad.
Sin duda, un dato importante a la hora de tomarle el pulso a la administración Obama, al constituir una peligrosa y camuflada intervención en el futuro de otros países.
El autor es doctor en derecho y profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Católica de la Ssma. Concepción de Chile
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1 comentario:
Mi más completo rechazo a todo intento por matar inocentes criaturas en el vientre de sus madres. Si el presidente Obama, es un Herodes moderno, mi más absoluta condena a sus pensamientos y actos criminales.
Oro por él, por su esposa, por sus hijas que, un día seran madres y, si el padre y la madre, hoy, permiten crimenes de niños inocentes, sus hijas también seran criminales en sus propios vientres, por el solo hecho de saciar apetitos sexuales, egoistas.
Desde este ricon, te digo, ¡hermano Obama, ¡detente!, no seas recordado por la historia como un Herodes criminal; pediré al Dios todopoderoso que, te a ungido como presidente de la más importante nación mundial, que ponga en tu corazón y en el corazón de tu esposa, buenos sentiminetos hacia los niños inocentes, indefensos, que los cuides y defiendas.
Tu hermano, servidor y amigo,
Héctor Chávez Valencia
www.jesucristoenpolitica.blogspot.com
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