viernes, 27 de febrero de 2009

Periodismo “progre” y “nacional y popular”: sinrazones y nuevas adquisiciones

En un año ciento por ciento electoral, con billetera abultada, el kirchnerismo ha salido a la caza de cuanto medio de prensa se presente. Ése es el lugar en el que se desarrollan en la actualidad las batallas más importantes por la permanencia y obtención del Poder.

Por Juan Salinas Bohil

En nuestra edición del 15 de diciembre pasado señalamos: “Ahora es posible que haga su arribo el momento mediático de la impunidad hecha persona en el periodismo argentino. El 31 de octubre el ex juez federal Gabriel Cavallo abandonó el cargo de director ejecutivo de la sociedad que edita CRÍTICA de la Argentina, sociedad que tiene un capital mínimo de 12 mil pesos. Desde el vamos, Lanata fue advertido de la imposibilidad de usar el nombre CRÍTICA en momentos que se gestaba otro proyecto editorial vinculado a los canillitas de la tarde. De acuerdo a trascendidos, los abogados del periodista-empresario habrían dicho “A Lanata no le pueden sacar nada” (por su insolvencia). Habrá que ver cómo cumple la orden judicial. Un par de periodistas atrincherados en la redacción, un director calzado con un casco militar a lo Salvador Allende con una laptop entre las manos, y un grupo Swat tomando por asalto el lugar para hacer cumplir la orden judicial es buen argumento para que el periodista escriba otra novela o para el teatro de revistas en el que actúa en horas de la noche.”

Sorprendentemente, existe vida más allá de un accidente aéreo en Holanda y el intento de robo del automóvil de la vicejefe de Gobierno de esta ciudad. Y el mundo sigue girando. Por ejemplo, Jorge Lanata, que fue inhabilitado en sendos fallos de primera y segunda instancia para usar la palabra CRÍTICA (de la Argentina) como nombre del diario que dirige, acaba de presentar una última instancia de apelación ante la Cámara correspondiente. Se hizo la luz y se sabe que el principal accionista del periódico es el español Antonio Matta, quien supo desempeñarse como presidente de Aerolíneas Argentinas. Matta se habría comunicado telefónicamente con el dueño de la marca, Javier Toro, para expresarle su deseo de llegar a un acuerdo. Ante la negativa encontrada, el español habría dicho que en realidad lo importante del diario es el nombre Lanata, lo que hizo decir a Toro: - ¿Y entonces por qué no le pusieron “LANATA de la Argentina”, así se ahorraban de causar un montón de problemas?

En un año ciento por ciento electoral, con billetera abultada, el kirchnerismo ha salido a la caza de cuanto medio de prensa se presente. Ése es el lugar en el que se desarrollan en la actualidad las batallas más importantes por la permanencia y obtención del Poder, habida cuenta que la política como tal es inexistente si se considera que no hubo llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso por parte del Ejecutivo, y que hace años que los programas de tinte político brillan por su ausencia en los canales de televisión por aire.

Dos conocidos del Gobierno y muy conocidos entre sí, Víctor Santa María y Sergio Szpolski, acaban de comprar dos radios: Am 750, uno; y Radio América, el otro. La 750 estará administrada por el acaudalado sindicato de los porteros de edificios de propiedad horizontal, aunque es de presumir, conociendo la historia de apoyos monetarios de diversos emprendimientos que ha seguido Santa María en la última década, que también se dedique a financiarlo. Dinero y contactos no le faltan. A fines del año pasado consiguió un extra 380 pesos para sus afiliados, a pagar por mitades en diciembre y enero como “premio a la permanencia”, una redundancia de aquéllas porque se supone que el trabajador debe permanecer en su lugar de trabajo.

El “convenio” fue firmado por dos entidades de administradores de edificios, una de ellas es UADI (Unión Administradores de Inmuebles), de la cual se comenta en el ambiente profesional que no tendría más de 30 afiliados. La otra se denomina AIERH (Asociación Inmobiliaria Edificios Renta y Horizontal) y su página web no cuenta con información acerca de los integrantes de la asociación pero sí que “El 10 de julio de 1990, por expediente N° 576, el Ministerio de Justicia de la Nación acordó la personería jurídica. A su vez, por expediente N° 596 del 23 de julio de ese mismo año, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social acordó a AIERH la personería gremial para intervenir en las Comisiones Paritarias”. Trece días entre un acto jurídico oficial y otro sólo podría ser posible en Argentina si se cuenta con una aceitada relación con el Poder que debería ser más profunda que la simple coincidencia en las tres últimas palabras del nombre de la asociación y el sindicato (…Edificios Renta y Horizontal –ERH)), ya que el primer presidente de AIERH, habría sido el consuegro de José Santa María, hoy casi retirado de la actividad gremial y padre de Víctor, a quien legó el sindicato; mientras que el actual presidente de la corporación de administradores sería un abogado, amigo de juventud de Víctor Santa María y que es en la actualidad –o supo ser– profesional del sindicato.

El sindicalista conoce de negocios porque en tiempos que era concejal de la Ciudad por la dupla Cavallo-Béliz depositó 18 millones de dólares del sindicato en el fundido Banco Patricios, algunos de ellos dos días antes que se conociera en forma oficial la quiebra de la entidad de la que era miembro del directorio. El escándalo fue tal que Santa María se vio obligado a renunciar a su banca.

Otro miembro del directorio del Patricios al mismo tiempo que Santa María fue el ex rabino y ex tesorero de la AMIA, Sergio Szpolsky. Mentras asistía al dueño del banco, su tío Alberto, tenía por costumbre jactarse de sus continuos viajes a Cuba para depositar dinero. Dueño de las revistas VEINTITRÉS y NEWSWEEK Argentina que poco o nada se venden; el periódico de distribución gratuita EL ARGENTINO, y ahora radio AMÉRICA y su FM ASPEN, Sergio Szpolsky, con quebraduras, fracturas, cierres e inhibiciones varias en su haber, especialmente en el campo periodístico, destila Casa Rosada a través de todas sus publicaciones. Resta saber quiénes pagan sus aventuras: aunque lo sospechamos.

Correo de Buenos Aires

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