sábado, 27 de enero de 2018

EL HORROR ESTÁ AQUÍ


¿Cuanto nos falta para que esto ocurra en nuestras escuelas?


Por Ariel Corbat

A través de la “Propuesta Tatú” la Embajada de Cuba se inmiscuye en asuntos internos de Argentina al punto de realizar adoctrinamiento comunista sobre niños. Corresponde que el Canciller Jorge Faurie analice la cuestión y la Cancillería disponga que el embajador de la dictadura Orestes Pérez sea inmediatamente expulsado del país.

En un pasaje memorable de “Apocalypse Now”, la monumental película de Francis Ford Coppola, Marlon Brando personificando al Coronel Kurtz explica magistralmente lo que significa “el horror”, con estas palabras:

"He visto el horror… horrores que tú no has visto. Pero no tienes el derecho a llamarme asesino. Tienes derecho a matarme. Tienes derecho a hacerlo… pero no tienes derecho a juzgarme. Es imposible describir el horror en palabras a aquellos que no saben lo que verdaderamente significa. Horror, horror. El horror tiene una cara… y tú debes hacer del horror tu amigo. Horror y terror mortal son tus amigos. Si ellos no lo son, entonces son tus enemigos a los que debes temer. Son en verdad tus enemigos. Recuerdo cuando estaba con las fuerzas especiales. Parece que han pasado siglos.Nos internamos en un poblado a vacunar niños. Dejamos el poblado después de haber inoculado a los niños de polio y un hombre viejo vino corriendo hacia nosotros. Estaba llorando, no podía ver. Volvimos allí y ellos habían llegado y… habían amputado cada brazo inoculado. Estaban en un montón. Un montón de pequeños brazos. Y recuerdo… yo… yo lloré. Lloré como una abuela. Quería arrancarme los dientes. No supe qué quería hacer. Y quiero recordarlo; nunca quiero olvidarlo. Nunca quiero olvidar. Y entonces me di cuenta… como si me hubiesen disparado… como si me hubiesen disparado con un diamante… una bala de diamante justo en mi frente. Y pensé: Dios mío… el genio de esto. El genio. El deseo de hacer esto. Perfecto, genuino, completo, cristalino, puro. Y entonces me di cuenta de que eran más fuertes que nosotros, porque ellos podían soportar eso… ellos no eran unos monstruos. Eran hombres… oficiales entrenados. Estos hombres que luchaban con sus corazones, que tenían familias, que tenían hijos, que estaban llenos de amor… pero tenían la fortaleza… la fortaleza… para hacer eso. Si yo hubiese tenido diez divisiones de estos hombres, entonces nuestros problemas hubiesen terminado rápidamente. Tienes que tener hombres que tengan moral… y al mismo tiempo que sean capaces de utilizar sus instintos para matar sin sentimentalismos… sin pasión… sin juzgar… sin juzgar. Porque es el juzgar lo que nos derrota"

No voy a internarme ahora en todas las complejas, entretenidas y apasionantes reflexiones que en relación a la República Argentina podrían surgir desde esas terribles palabras. Quedará para otra ocasión. Simplemente voy a concentrarme en señalar que cuando los comunistas del Vietcong mutilaron cada brazo vacunado por la solidaridad estadounidense, no estaban rechazando esa solidaridad médica, sino afirmando la concepción comunista de la “solidaridad” como algo que sólo puede existir en representación de su propia ideologia.

La dictadura castrista ha explotado ese mismo concepto, pero a la inversa, en países débiles, democráticos y desde luego incapaces culturalmente de amputar los brazos vacunados por la propaganda comunista llamada “medicina cubana”, demasiado bien pensantes para darse cuenta del germen “revolucionario” fomentando conflictos internos a partir de la “solidaridad”. Si fuera a la inversa, amputarían cada brazo vacunado con ideas de Libertad exhibiendo el mismo odio con que arrojan balseros al mar.

En la Argentina a través de la “Propuesta Tatú”, programa dirigido desde la Embajada de Cuba en Buenos Aires, los activistas comunistas, al amparo de la asistencia médica solidaria, fogonean conflictos sociales mientras adoctrinan a niños de las provincias de Buenos Aires y Santiago del Estero en las “bondades” de la “revolución cubana”, de sus movimientos guerrilleros y el culto a la personalidad del criminal Ernesto Guevara.





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