jueves, 24 de enero de 2019

LEGITIMIDAD DEL PODER POLITICO


Ya lo decía León Tolstoi: "Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados, médicos y maestros, sería oportuno saber si por ventura no se está muriendo de hambre".


Por el Dr. Jorge Enrique Alfredo Yunes (*)

Los conmocionantes hechos que están ocurriendo en Venezuela han puesto sobre el tapete el nudo gordiano del Poder Político en sí mismo.

Obviamente me estoy refiriendo a lo que en Derecho Político se describe como los dos grandes temas acerca del Poder y su consecuente Sustentabilidad.

La Legitimidad de Origen define con precisión y exactitud el mecanismo utilizado, la vía por la cual un determinado Espacio Político accede al Poder junto con sus correspondientes representantes, cuyo Mandato deviene en forma legítima y soberana de su Mandante, precisamente El Pueblo, quien a través de elecciones libres y democráticas manifiesta su decisión de erigirlo como su Mandatario.

Ahora bien, lo erige como Mandatario porque confía en que su Plan de Gobierno, seguramente manifestado con bombos y platillos durante la Campaña Electoral, es el mejor método para hacer realidad sus sueños de Ciudadano. Hasta allí la Legitimidad de Origen.

Pero hete aquí que a poco de ocupar el sillón presidencial el primer Mandatario puede ir cayendo con el transcurso del tiempo en una suerte de Amnesia Política, quizá porque los Vahos del Poder y la angurria logren marearlo y hacerle olvidar el para que se lo votó, o quizá porque confía en que la mansedumbre, desidia o apatía de su Mandante, El Pueblo, jamás le reclamará nada, ni le pedirá rendición de cuenta alguna por sus Actos de Gobierno.

En fin, no fue precisamente esto lo que ocurrió, y seguirá ocurriendo, en Venezuela. El pueblo finalmente se despertó de su letargo ciudadano e hizo tronar el escarmiento, intentando poner fin a esos gobiernos faraónicos que desoyeron el mandato del pueblo y gobernaron con mano dura y mezquina a espaldas de su legítimo y soberano Mandante.

Es decir, se pone sobre el tapete la Legitimidad de Ejercicio. Se revoca ese Mandato Popular. El Pueblo recupera su dignidad ciudadana y deja de ser un rehén de su propio Mandatario.

En particular lo celebro, porque más allá de las salvajes represiones que se cometen y las lamentables muertes ocasionadas, en un mundo donde los hechos políticos mundiales son conocidos masivamente y al instante, en donde la noticia corre como reguero de pólvora gracias a las redes sociales y a los distintos medios de comunicación masiva instalados en esta bendita gran aldea, servirán como sesuda reflexión para aquellos Mandatarios que padezcan de Amnesia Política o sufran del síndrome de Temeridad de Ejercicio.

A modo de epílogo y como reflexión ya lo decía León Tolstoi: "Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados, médicos y maestros, sería oportuno saber si por ventura no se está muriendo de hambre".


(*) Abogado; Dr. en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista Político; e-mail: estudiojuridicoyunes@gmail.com; Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina.





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