lunes, 6 de mayo de 2019

SIGUEN LOS CRUCES POR UNA GUERRA NEGADA Y REATO REACCIONA


El jueves pasado, Ceferino Reato fue uno de los presentadores de los tres tomos que publicó un Teniente Coronel, preso por “delitos de lesa humanidad”. La Fundación El Libro expresó su “repudio” y el periodista emitió una declaración. 


El jueves 2 se presentó en la Feria del Libro “Crónica de una guerra negada. Guerra revolucionaria en la Argentina”, cuyo autor, el Teniente Coronel Jorge Héctor Di Pasquale, está preso en Campo de Mayo, condenado por “delitos de lesa humanidad”. Los presentadores del libro fueron el Coronel Guillermo Viola, el escritor José D’Angelo, el Teniente (R) Pedro Güiraldes y el periodista Ceferino Reato.

El viernes por la tarde, la Fundación El Libro difundió su “repudio”


“Respecto del acto que tuvo lugar ayer jueves 2 de mayo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde el Sr. Ceferino Reato y otros apólogos del terrorismo de Estado presentaron y celebraron el libro del genocida Jorge Héctor Di Pasquale, condenado por la justicia a prisión perpetua por asesino y torturador, y donde la voz en off de este ex militar asesino se escuchó en la sala, la Fundación El Libro cree conveniente aclarar algunas cuestiones”. Y explicó que la Fundación “muchas veces NO conoce el contenido de dichos actos de antemano, más allá de lo que escuetamente declara el organizador, y no ejerce un papel controlador sobre lo que en ellos se diga ni sobre quienes estén presentes”. Y advirtió que “si se nos solicitara un espacio para hacer, de manera declarada, una apología del terrorismo de Estado o cualquier otro terrorismo, acto xenófobo o racista, o cualquier otro tipo de delito, claramente diremos que no”.

Por su parte, Ceferino Reato emitió este sábado una declaración en rechazo a este comunicado: 


“La Fundación El Libro me (des)calificó ayer como ‘apólogo del terrorismo de Estado’ debido a mi participación en la presentación de un libro escrito por un ex militar condenado por delitos de Lesa Humanidad cometidos durante la última dictadura. En primer lugar, rechazo esa (des)calificación, que me ofende como persona y pretende difamar mi trabajo como periodista y escritor. Siempre estuve en contra de la violación de los derechos humanos cometida por cualquier grupo —en especial, desde el aparato estatal—, y bajo cualquier causa, ideal, argumento o pretexto. Me parece una (des)calificación peligrosa, militante, sectaria, autoritaria; máxime proviniendo de una organización que debería estar por encima de la grieta y propiciar la libertad de expresión. Salvando la distancia, que es mucha, es como si a la Fundación El Libro se le ocurriera (des)calificar como apólogos de la corrupción pública a los presentadores del libro Sinceramente, de la ex presidenta Cristina Kirchner, quien está multiprocesada por diversos delitos de corrupción durante el kirchnerismo, en varias de esas causas con pedidos de prisión preventiva que no se han pedido efectivizar por sus fueros como senadora. Incluso, en los próximos días comenzará el primero de los juicios orales que deberá enfrentar. Reitero: es solo una comparación que intenta mostrar lo absurdo del comunicado de la Fundación El Libro. Tal como dije en la cuestionada presentación del libro, creo que la empatía y el respeto por las víctimas de la violencia política deberían sacarnos de la comodidad de la grieta, de esa división entre “nosotros” contra “ellos”, que es el mecanismo básico de todos los autoritarismos.
Citaba el conocido libro de Jason Stanley: “Cómo funciona el fascismo. La política del Nosotros y Ellos”. En ese sentido, como persona y como periodista, me importan las víctimas y los hechos; todas las víctimas y todos los hechos. Desde Laura Carlotto y su bebé hasta el soldado Hermindo Luna, acribillado a los 21 años durante el ataque de Montoneros a un cuartel del Ejército, mientras cumplía con el servicio militar obligatorio, en 1975, seis meses antes del golpe de Estado, en pleno gobierno constitucional del peronismo. Me importan todas las víctimas más allá de que los crímenes de las guerrillas hayan prescripto por el mero paso del tiempo. No las igualo; por el contrario, respeto a cada una de ellas en su particularidad, y en mis libros destaco la sevicia de la represión ilegal de la dictadura representada, no exclusivamente, en la figura estremecedora de los detenidos desaparecidos”. Así se expresó Reato en la primera parte de su declaración.


Clarín

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