Las elecciones en Santiago del Estero y su significado

El pueblo argentino tiene una vocación irrefrenable de suicidio. Las elecciones de Santiago del Estero acaban de desmentir estrepitosamente a los profetas del optimismo que anuncian la pronta caída del régimen kirchnerista.

Por el Dr. Cosme Beccar Varela

El gobernador Zamora, sirviente de la tiranía Kirchner, de otro modo llamado "radical K", acaba de recibir el 84,1% de los votos emitidos en esa Provincia para ser reelecto.

No es una mayoría "democrática": es un ataque de epilepsia política colectivo, es una burla a la inteligencia más elemental, es la consagración del soborno como método infalible para ganar una elección, es la destitución de la República, es la caída precipitada en el absurdo.

El "pueblo soberano" ha dicho que quiere un gobierno de ladrones, que no le importa la evidencia de las varias fechorías cometidas por los Kirchner y sus cómplices, que es inútil demostrarle la autoría de las malversaciones que defraudan el Tesoro nacional y el provincial, que la Justicia no le interesa, que el voto es una mercancía que cada uno de los electores está dispuesto a vender sin que le importen las consecuencias.

Es el triunfo de la sinrazón, el reconocimiento palmario de que tener derecho al voto no es lo mismo que ser ciudadano consciente de sus deberes para con la Patria sino apenas ser titular de un valor que se cotiza en el mercado de los maleantes.

Es como para desesperar de la República y darle la razón a quienes propician el golpe de Estado como única solución (sólo que esos tales no tienen ni la milésima parte de la fuerza que se necesita para dar un golpe de Estado y su desesperación no es otra cosa que la otra cara de la pereza por la cual eluden el cumplimiento de sus deberes patrióticos).

¿Cómo se puede recuperar la Patria si la masa demuestra en una forma tan patente su venalidad, o peor aún, su pertinaz negación de los más elementales principios de moral y de sentido común?

No se puede. Hemos caído demasiado bajo como para pensar en un resurgimiento.

¿Es culpa de la masa o de las "clases cultas"? En primer lugar, es culpa de las "clases cultas" y enseguida de las masas que no pueden ser excusadas de su venalidad. Todos los hombres, por incultos que sean, son inteligentes y pueden darse cuenta si un acto es contrario a la ley moral porque el conocimiento de ésta es innato.

La ley natural está escrita en el corazón de todos los hombres. Los animales cumplen con la ley natural por instinto y no hay ninguno que no conozca la ley creadora que rige su especie. Si eso hizo Dios para los animales, ¿cómo no habría de hacerlo para los hombres? Sólo que la ley natural del hombre no es un instinto sino su razón, en la cual han sido grabadas desde su nacimiento las leyes básicas de la naturaleza: no robar, no matar, acatar la existencia de Dios, no mentir, etc.

Además de esto, la gracia de Dios ayuda a reconocer los principios morales y a cumplirlos. Eso vale también para todos los hombres. En el Evangelio de San Juan esto está dicho explícitamente: " El Verbo era la luz verdadera que ilumina a TODO hombre que viene a este mundo" (S. Juan 1-9).

Luego, el más ignorante de los integrantes de la masa sabe o puede saber cuales son sus deberes y qué es lo que debe hacer o no hacer.

No hay excusa, por lo tanto, para el electorado santiagueño (que es representativo de la masa del electorado argentino). Votaron por Zamora a sabiendas de que votaban por la tiranía de facinerosos encabezada por los Kirchner.

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Sin embargo, "La Nación" dice que la abstención fue del 50% (Edic. 1/12/2008, Pág. 6). Según la agencia de noticias "Urgente 24", "el Tribunal Electoral provincial oficializó finalmente el dato de que se volcó a las urnas el pasado domingo 55,9% de los 566.210 empadronados, una cifra inferior a la esperada".

O sea, que Zamora obtuvo sólo 266.185 votos que es el 47% de un padrón de 566.210 electores, a pesar de que, según la prensa, el gobernador reelecto contrató todos los taxis y ómnibus de Santiago del Estero para llevar y traer electores a las urnas.

El resto de los escasos votos emitidos se los repartieron entre los candidatos de siete partidos de la mal llamada "oposición" que son peronistas, radicales o socialistas, confesos o apenas camuflados, de manera que el voto por ellos era una variante de lo mismo. Sólo cabe exceptuar, tal vez, a la Unión Vecinal que sacó el 0,70% de los votos, o sea. 1.863.

La abstención es similar a la que está habiendo en todo el país desde Octubre del 2001. Es decir, entre las abstenciones, los votos en blanco y los nulos (que no se informan en el caso de Santiago del Estero) los números indican un rechazo de todos los partidos, por desinterés, en todo el cuerpo electoral.

Eso deslegitima las "mayorías" cacareadas por la "dirigencia" corrupta e inepta pero no alcanza para dar la esperanza de que allí nazca una verdadera oposición. Menos aún si se recuerda que las "clases cultas", de las que deben surgir los nuevos dirigentes, han perdido todo amor a la Justicia y se han hecho incapaces de un auténtico patriotismo.

Por eso digo, todo considerado, que el pueblo argentino tiene una vocación suicida irrefrenable. Marcha hacia el abismo por soborno, por desgano o movido por ideologías perversas, pero ese es su destino.

Es el método aplicado por Chávez en Venezuela que le está dando un resultado espantoso. Es una combinación de relajamiento cívico, de fraude, abuso de poder y cinismo descarado del tirano, mientras la ciudadanía va perdiendo lentamente sus derechos y libertades y acercándose cada vez a una tiranía socialista de nueva especie, pero irreversible.

La Botella al Mar

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