El campo no olvida ni perdona

En la ciudad de Laguna Paiva (Provincia de Santa Fe) un grupo de exaltados productores agropecuarios agredieron severamente con huevazos, insultos, patadas y rotura del parabrisas del automóvil al diputado nacional Agustín Rossi.

Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe

“A Dios rogando y con el mazo dando”; es un dicho del refranero popular que se aplica a las actitudes contradictorias, cuando se busca conseguir la otorgación de un favor o beneficio de alguien a quien simultáneamente se ofende o ataca. El resultado de acción tan incongruente suele ser un tajante rechazo a las peticiones y, por añadidura, el deterioro de la relación entre las partes involucradas, señalan algunos analistas sociales.

Mientras el campo por un lado le pide a la Misericordia Divina que se apiade de su situación y derrame “lluvias abundantes sobre los campos”, según las intenciones de las Santas Misas en pueblos y ciudades de nuestra Provincia, en la ciudad de Laguna Paiva (donde también rezan por la lluvia) un grupo de exaltados productores agropecuarios agredieron severamente con huevazos, insultos, patadas y rotura del parabrisas del automóvil al diputado nacional Agustín Rossi, tras una reunión mantenida en la Municipalidad con presidentes de comunas de la zona. Su hermano Alejandro – también diputado nacional – sufrió idéntica agresión.

Definitivamente esa no es la actitud que debe asumir el sector agropecuario hacia una persona votada por la ciudadanía que no piensa igual; Rossi no considera al campo como un enemigo, defendió desde su banca una postura política que consideró beneficiosa para el gobierno al cual representa y para los propios productores. Durante los aciagos días de debate sobre la Resolución 125, el agredido diputado fue permeable a muchas modificaciones que se introdujeron al mensaje original emanado desde la Casa Rosada, para aliviar la situación de los productores, básicamente sojeros, siendo inclusive abrazado por los propios dirigentes del campo cuando terminó la votación en Diputados en la madrugada del 5 de Julio del año pasado.

Las agresiones verbales (que no viene al caso reproducirlas porque es evidente que aún resuenan en los oídos de los chacareros) que le propinó el presidente del Partido Justicialista Néstor Kirchner y la propia Presidente de la Nación en aquellos días hirieron de muerte la relación campo-gobierno kirchnerista –Frente para la Victoria y todo lo que con ello se empariente.

En la Provincia de Buenos Aires, en Córdoba y ahora en Santa Fe aquellos dignatarios del kirchnerismo está comprobado que no serán bien recibidos por “la gente del campo” que, al decir de Eduardo Buzzi suman mas de medio millón de personas en la Provincia de Santa Fe distribuidos en poblaciones de hasta dos mil habitantes.

Ingresando en las crudas y hasta inoportunas especulaciones políticas de cara a un año electoral que no se suspenderá por sequía, la actitud de los productores de Laguna Paiva, por mas reproches que reciban (sin caer en la siempre exagerada demagogia del diputado provincial Brignone que los trató de “fascistas”) es probable que se multiplique en cada lugar que visite Rossi.

La pregunta, teniendo en cuenta que aspira a renovar su banca este año, sería: ¿cómo haría Agustín Rossi para hacer campaña en los pueblos? Y en el caso de que opte por apostar a lo mediático sin caminar por la Provincia, ¿qué actitud tomarán en el Interior chacarero (y no hablemos de pueblos de hasta 2000 habitantes, sino en ciudades como Rafaela, Venado Tuerto, Reconquista) para con la boleta que lleve su nombre?

De allí la resistencia (adelantada por este Diario antes que la haga pública) del senador Reutemann -a quien también este año se le termina el mandato- para llevar en el otro cuerpo de la boleta el nombre de Agustín Rossi como candidato a primer diputado nacional tal como, dicen, quiere Néstor Kirchner.

¿Y si Rossi se lo “lleva puesto” a Reutemann? Es demasiado alto el riesgo como para correrlo, especula el senador para quien ya la propia sigla “PJ” puede llegar a ser una pesada mochila.

Mientras tanto, un ascendente jefe municipal peronista del centro sur de la Provincia que quiere ser diputado nacional mantuvo conversaciones con apoderados de un nuevo Partido político inscripto en Santa Fe: Partido del Campo; tal su sencillo, pero seductor nombre. Ya lo dijo Reutemann: “el peronismo tiene la base del 30% de votos cautivos (unos cuatrocientos cincuenta mil); hay que salir a buscar el 15% restante”; los famosos “independientes” (que lo hicieron Gobernador a Binner) repartido entre la clase media de las grandes urbes y la “clase chacarera”, no necesariamente residente en las zonas rurales.

Hacia los “independientes” saldrán a la caza el Frente Progresista de Binner (con su “pata agropecuaria”, Pampa Sur de María del Carmen Alarcón), la Coalición Cívica de Carrió (que difícilmente acuerde con Binner); quienes adscriban al novel Partido del Campo; el PJ ¿con Reutemann?. Y la pregunta del millón: ¿qué pasará con el Partido de Néstor Kirchner Frente para la Victoria?

Precisamente una de las batallas que dará el “rossismo” en la próxima reunión del Consejo Ejecutivo Provincial del PJ será pedir un Congreso partidaria para definir si el peronismo santafesino irá como tal a las elecciones de octubre o como aliado del Frente para la Victoria como hizo hasta el momento.

Es de prever que el incidente de Laguna Paiva repercutirá duramente en las acaloradas discusiones partidarias en el seno del peronismo santafesino.

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