jueves, 5 de febrero de 2009

FEDERICO MIRRÉ, UN TRAIDOR IMPUNE


Mirré, fue el embajador argentino en Londres hasta el año pasado, y poco tiempo antes de jubilarse, expresó que Argentina debería de compartir sus recursos con Gran Bretaña, es decir entregar su patrimonio. Jamás Cancillería Argentina lo desautorizó o sancionó públicamente por dichas declaraciones...

En una entrevista realizada por el diario Clarín (julio 2008), el embajador argentino en Londres, Federico Mirré expresó que Argentina debe negociar, no por la soberanía, sino por tratar de compartir los recursos de las Malvinas, de la Antártida y las aguas adyacentes.

He aquí algunas frases expresadas por el embajador:

"La única manera de aprovechar los recursos sería, ciertamente, compartirlos".

"A mí me parece urgente que haya un acuerdo en las tres áreas: pesca, hidrocarburos y Antártida."

"Gran Bretaña ya no está negociando soberanía y no hay una participación británica en conflictos de intereses de Argentina con terceros países, ni regionales."

Las políticas por la soberanía

Las polémicas declaraciones del embajador, son parte de la política implementada desde Cancillería desde hace varios años. No hablar ni negociar por Malvinas, y no por que Gran Bretaña no quiera, sino porque Argentina no busque la manera de lograrlo. Arrodillarse, y rogar por compartir migajas de los recursos no es lo correcto.

Argentina es la legítima dueña de esos territorios, no debe rogar por compartir una porción de sus recursos, pues a los argentinos nunca nos interesó los recursos, queremos a las Malvinas porque son nuestras por legítimo derecho. Y luego de 1982 hay 649 razones más para querer recuperarlas. Opiniones y actitudes como las de Mirré, solo indican una cosa: el gobierno argentino no está trabajando seriamente por la soberanía de Malvinas desde hace años.

Argentina solo intenta no "empañar" las relaciones bilaterales con Gran Bretaña para no perderse oportunidades económicas, que al fin y al cabo solo favorecen a los negocios de la Corona. Por temor, por miedo a perder unos pesos, los gobiernos sucesivos desde Menem hasta la actualidad, no han querido ni quieren tocar el tema de soberanía, no por negación de los británicos, sino por propia inacción, traición o incapacidad de las autoridades nacionales.

¿Por qué negociar por la Antártida cuando no hay sustento legal alguno que otorgue una milla cuadrada del continente blanco a Gran Bretaña? ¿Por que bajar la cabeza cuando se puede ir por la puerta grande y encarar una embestida diplomática seria que ponga en jaque los intereses de la Corona imperial?

La única negociación que debe haber entre ambos gobiernos debe ser por la soberanía, no por compartir migajas con el usurpador, pues de esa forma se estarían reconociendo derechos, legalizando la usurpación británica de 1833 y de 1982. Y lo que es peor, se legalizaría además la futura usurpación antártica. Gran Bretaña está ubicada a miles de kilómetros de la Antártida, ese territorio no le pertenece, ¿por qué habría que negociar con ellos?

El Malvinense

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