lunes, 20 de julio de 2009

Amenazas (IV)

El capitalismo, el liberalismo, la oligarquía, los pitiyanquis, como en el caso venezolano que luego de 10 años de gobierno su incapacidad se le atribuye, aun, al “gobierno anterior”, etc., el culpable siempre esta afuera, no adentro, jamás se culpan así mismos.

Por Nelson Maica C

Seguimos. Para unos cuantos analistas el gobierno de un país fracasa únicamente cuando falla en el control, que le es exclusivo por definición, de la fuerza bruta, de los medios coercitivos sobre la población.

Otros agregan, también, cuando deja de tener control sobre todo el territorio nacional, sobre todo las fronteras y sitios remotos.

El gobierno venezolano no llega a los sitios remotos. El gobierno no representa a toda la colectividad, no les asegura la vida a todos los ciudadanos, no les proporciona, en condición de igualdad, todos los servicios públicos a todos los ciudadanos y no actúa con independencia frente a otros países. Carece de capacidad e instrumentos de negociación frente a otros. Irrespeta e incumple a cabalidad la Constitución.

¿Qué pasa cuando esto sucede en una Republica como Venezuela? Lo inmediato es que el gobierno de turno y toda la dirigencia política (gobierno y oposición) pierden, se les acaba, se les agota la legitimidad y la autoridad. La población no los reconoce ni como líderes ni como autoridad en el caso de quienes estén en el gobierno. La población se coloca al borde de una conmoción y/o guerra civil. Ojo con el resultado electoral reciente: más de 10 millones de electores rechazan al gobierno y su gestión.

¿Cuáles son los síntomas que se pueden observan cuando un gobierno esta en ese estado? Aquí los analistas no están de acuerdo en un patrón; pero podemos enumerar algunos ítems: la pobreza a simple vista; el mal y/o pésimo funcionamiento de todas las instituciones –privadas y publicas-; corrupción galopante en todas las esferas y amparada por dirigentes y altos funcionarios públicos; presencia de redes terroristas, carteles de todo tipo e impunidad en connivencia, generalmente y supuestamente con el gobierno. Estas son los más visibles. ¿Algún parecido con la realidad Venezolana actual?

¿El gobierno fracasa debido, entonces, a la incapacidad y mala intención de los políticos del país, por corruptos, ladrones, inmorales, por querer perpetuarse en el poder y vivir y gozar a expensas del tesoro publico? ¿El fracaso del gobierno tiene un culpable: el actor fundamental que es el hombre, nada de circunstancias y calamidades, son sus decisiones, sus acciones, procederes, que trasmite desde la cúspide hacia abajo? Así parece que es. Estudios realizados por muchas décadas dicen que, por ejemplo, la injusticia social no ha sido ni es motivo de guerra civil; no se ha podido verificar eso. Se ha encontrado, en cambio, que los principales protagonistas de las guerras han sido personas con muy definida intención y codiciosas en demasía. Obsesión por el poder. Por otra parte si le atribuyen efecto a la proliferación excesiva de partidos políticos y al cercenamiento brutal de la libertad, así como a los bajos niveles de vida de los habitantes y a los conflictos de guerra en los países vecinos, los contaminan. El gobierno carece de eficiencia y de legitimidad.

¿Más análisis? Otras variables. Desigualdad social; abusos contra los derechos humanos. La desigualdad social, no es solamente la pobreza, aumenta la inestabilidad política, evidencia lo ineficaz del gobierno. Criminalizar a la resistencia y a la oposición es lo equivalente a que el gobierno pierda su legitimidad; las instituciones del estado, las ramas del poder público, se muestran ilegales, corruptas, ineficientes e ineficaces. Golpean los derechos fundamentales del ser humano.

La mayoría de los analistas, sobre todo, producimos, de primera mano y como adelantos, documentos cortos, para su meditación, análisis, corrección, y, en algunos casos, para la divulgación mediática, y llegamos, en algunos casos, a cuanto se ha dado en calificar de explicaciones convencionales, según las cuales sugieren sospechosos habituales: los lideres ambiciosos, abusivos, autoritarios, como los culpables de los gobiernos amenazas y fracasados. También sumamos a quienes resaltan como causas a las divisiones sociales y conflictos internos. Pero todos sentimos y no lo expresamos abiertamente que los verdaderos culpables de los estados que fracasan son sus propios habitantes, así de sencillo. Los gobiernos y las elites de los estados fracasados siempre tienen un culpable a flor de labios: el capitalismo, el liberalismo, la oligarquía, los pitiyanquis, como en el caso venezolano que luego de 10 años de gobierno su incapacidad se le atribuye, aun, al “gobierno anterior”, etc., el culpable siempre esta afuera, no adentro, jamás se culpan así mismos. Solo hay que ver y oír el, por ahora, piticubano nada más. Patético. Hasta el próximo.

Nota:
01.
Los votantes por el No sumados a los abstencionistas son mas de 10 millones de electores: rechazan el gobierno del aspirante indefinido, piticubano, aun cuando este enmiendada la constitución. Así de directo y de sencillo. La resistencia y la oposición y los abstencionistas son mayoría en el país, aun cuando una minoría tenga el gobierno y abuse con el.
02. En los países responsables, muy pocos por cierto, la dirigencia política que fracasa en una operación política (como unas elecciones), de inmediato asume su responsabilidad y se retira, en el momento, del mando y da paso a otros cuadros dirigentes; porque de no hacerlo, la asamblea inmediata los retira. ¿Por qué nuestros dirigentes que han sido derrotados el 15F no renuncian y les dan paso a otros? ¿También quieren ser indefinidos?
03. ¿Por qué tienen “retenida” contra su voluntad a la ciudadana Hilda Molina en Cuba? ¿Por qué no puede salir a otro país? ¿Por qué los demócratas que tienen relación y negocios con esa isla de la felicidad no exigen su libertad de salir donde le plazca? ¿Las democracias apoyan con su relación y negocios a las dictaduras como la cubana y siguen siendo democracias? ¿Por donde andarán las “damas de blanco venezolanas”? ¿Los medios no les dan “cobertura”?

“¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad”
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

Caracas, Venezuela

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