Esta señora, con su infame proceder, pretende incorporar nuestro país al grupo de países satélites de la Venezuela de Chávez, país rector del posible futuro imperio marxista. Los argentinos bien nacidos no lo vamos a tolerar.
Por Guillermo Díaz Aguirre
Es evidente que Chávez quiere instalar un imperio marxista en América. Ya tiene unos cuantos sirvientes dispuestos a acompañarlo, los que han expresado abiertamente su apoyo a ese proyecto. Ellos son Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Paraguay por ahora. Cuba juega, talvez, un papel de padre espiritual del proyecto. Hasta ahora le ha fallado Honduras.
Para lograr la perduración de este supuesto imperio se hace necesario lo que el presunto jefe de aquél, esperemos que esto no llegue a término, ya ha instaurado en Venezuela, su país al cual en la actualidad está gobernando tiránicamente; ello es la reelección indefinida.
Zelaya, el presidente derrocado de Honduras, violando la constitución de su país se había propuesto llamar a un referéndum pero, afortunadamente, todas las instituciones de Honduras, la Suprema Corte, el Congreso, la Iglesia y las Fuerzas Armadas se lo impidieron y lo echaron del país. Zelaya subió al poder con el voto del pueblo hondureño, es decir, con el sistema democrático, pero usó la democracia para burlarse de su patria y cumplir con un designio que fue asociarse sumisamente a Chávez en la vocación imperial de este último. Esto demuestra que la tan amada democracia muchas veces no nos lleva por buen camino. Está visto que se la puede usar como un medio no para bien de la patria sino para lograr un fin que satisfaga los intereses personales del futuro tirano.
En nuestro país pasa algo por el estilo ¿Que papel juega la dupla de Olivos en el juego siniestro que se ha armado en nuestra Patria?
Por de pronto la señora se ha sacado la careta. En un principio pretendió acompañar al derrocado Zelaya en el fracasado retorno de éste a su país. No obstante la señora, con su vocación mediática al igual que su marido meses antes en Colombia, protagonizó un show grotesco adecuado a su personalidad. No se conformó con su fracasado viaje a Honduras. En estos últimos días, aprovechando la reunión cumbre del MERCOSUR en Asunción del Paraguay y después de haber llegado, como es su costumbre, una hora tarde a la misma, lanzó una iniciativa en dicha reunión a raíz de la cual se suscribió una declaración conjunta en la que se advirtió que se desconocerá cualquier acto del nuevo gobierno hondureño, al que llaman de facto, incluyendo el llamado a elecciones.
Según La Nación del 27 de julio del 2009 esta señora declaró: “Bastaría que alguien diera un golpe cívico o militar y luego lo subsanara con la convocatoria a elecciones. Eso es una ficción democrática”. A este tipo de acciones la señora las llamó “golpe benévolo”, término que luego lo cambió por “golpe posmoderno”.
Esta sugerencia de la señora que terminó en declaración conjunta encierra, sin que ella se dé cuenta una trampa que se le vuelve en contra. Si aplicamos el concepto de la señora a los tiempos recientes de nuestro país resultaría que a todos los gobiernos posteriores al último gobierno militar habría que desconocerlos, incluyendo al que está ejerciendo ella y al anterior de su marido. Esto sería así porque las elecciones que permitieron asumir a Alfonsín en 1983 fueron convocadas por el gobierno militar y, por lo tanto, aplicando la doctrina de Cristina K, el gobierno de Alfonsín sería inválido y todos los que le sucedieron incluyendo el de ella serían también inválidos. Si la señora fuera honesta tendría que renunciar de inmediato.
Esta señora, con su infame proceder, pretende incorporar nuestro país al grupo de países satélites de la Venezuela de Chávez, país rector del posible futuro imperio marxista. Los argentinos bien nacidos no lo vamos a tolerar.
Por Guillermo Díaz Aguirre
Es evidente que Chávez quiere instalar un imperio marxista en América. Ya tiene unos cuantos sirvientes dispuestos a acompañarlo, los que han expresado abiertamente su apoyo a ese proyecto. Ellos son Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Paraguay por ahora. Cuba juega, talvez, un papel de padre espiritual del proyecto. Hasta ahora le ha fallado Honduras.
Para lograr la perduración de este supuesto imperio se hace necesario lo que el presunto jefe de aquél, esperemos que esto no llegue a término, ya ha instaurado en Venezuela, su país al cual en la actualidad está gobernando tiránicamente; ello es la reelección indefinida.
Zelaya, el presidente derrocado de Honduras, violando la constitución de su país se había propuesto llamar a un referéndum pero, afortunadamente, todas las instituciones de Honduras, la Suprema Corte, el Congreso, la Iglesia y las Fuerzas Armadas se lo impidieron y lo echaron del país. Zelaya subió al poder con el voto del pueblo hondureño, es decir, con el sistema democrático, pero usó la democracia para burlarse de su patria y cumplir con un designio que fue asociarse sumisamente a Chávez en la vocación imperial de este último. Esto demuestra que la tan amada democracia muchas veces no nos lleva por buen camino. Está visto que se la puede usar como un medio no para bien de la patria sino para lograr un fin que satisfaga los intereses personales del futuro tirano.
En nuestro país pasa algo por el estilo ¿Que papel juega la dupla de Olivos en el juego siniestro que se ha armado en nuestra Patria?
Por de pronto la señora se ha sacado la careta. En un principio pretendió acompañar al derrocado Zelaya en el fracasado retorno de éste a su país. No obstante la señora, con su vocación mediática al igual que su marido meses antes en Colombia, protagonizó un show grotesco adecuado a su personalidad. No se conformó con su fracasado viaje a Honduras. En estos últimos días, aprovechando la reunión cumbre del MERCOSUR en Asunción del Paraguay y después de haber llegado, como es su costumbre, una hora tarde a la misma, lanzó una iniciativa en dicha reunión a raíz de la cual se suscribió una declaración conjunta en la que se advirtió que se desconocerá cualquier acto del nuevo gobierno hondureño, al que llaman de facto, incluyendo el llamado a elecciones.
Según La Nación del 27 de julio del 2009 esta señora declaró: “Bastaría que alguien diera un golpe cívico o militar y luego lo subsanara con la convocatoria a elecciones. Eso es una ficción democrática”. A este tipo de acciones la señora las llamó “golpe benévolo”, término que luego lo cambió por “golpe posmoderno”.
Esta sugerencia de la señora que terminó en declaración conjunta encierra, sin que ella se dé cuenta una trampa que se le vuelve en contra. Si aplicamos el concepto de la señora a los tiempos recientes de nuestro país resultaría que a todos los gobiernos posteriores al último gobierno militar habría que desconocerlos, incluyendo al que está ejerciendo ella y al anterior de su marido. Esto sería así porque las elecciones que permitieron asumir a Alfonsín en 1983 fueron convocadas por el gobierno militar y, por lo tanto, aplicando la doctrina de Cristina K, el gobierno de Alfonsín sería inválido y todos los que le sucedieron incluyendo el de ella serían también inválidos. Si la señora fuera honesta tendría que renunciar de inmediato.
Esta señora, con su infame proceder, pretende incorporar nuestro país al grupo de países satélites de la Venezuela de Chávez, país rector del posible futuro imperio marxista. Los argentinos bien nacidos no lo vamos a tolerar.
Creo que lo que más le aflige a esta señora es que lo que ocurrió en Honduras se generalice y también le toque a ella porque en nuestro país también se dan las condiciones para que ocurra un golpe “benévolo” o “posmoderno”.
La gente que piensa bien opina que lo que ocurrió en Honduras fue un golpe producido por el propio Zelaya, dado que pisoteó el estado de derecho violando la constitución de su país lo que trajo como consecuencia lo que ocurrió después: su destitución y su posterior expulsión del país. En nuestra doliente Patria, debido a que la dupla marxista usurpó el poder en mayo del 2003, se ha estado pisoteando el estado de derecho desde el principio y, por lo tanto, estarían dadas las condiciones para que este gobierno infame sea desterrado cuanto antes.
La oposición, en lugar de sentarse a dialogar con los enemigos de la Patria, deberían iniciarle de inmediato un juicio político a esta señora para lograr su destitución y conseguir su mudanza de Olivos a un lugar enrejado y que esté allí en compañía de su marido y de todo el montoneraje que reside en la Casa Rosada y alrededores.
Regresar a PyD
Contáctenos: politicaydesarrollo@gmail.com
Para suscribirse editor_politicaydesarrollo@yahoo.com.ar
Hay que luchar por todos los medios de la razón, a este tirano que se esta queriendo imponer en américa latina. "El que no aprende de la historia, la repite" y, este "sr." venezolano, con su careta de "bolivariano", esta tratando de engatuzar a gente como él y repetir una historia-comunista, transnochada y absoleta.
ResponderEliminarDe acuerdeo con todo lo que manifiestas.
Tu hermano, servidor y amigo,
Héctor
www.jesucristoenpolitica.blogspot.com