viernes, 27 de noviembre de 2009

Por un sistema de autopistas verdaderamente federal

Este proyecto nace con la misma mirada colonizadora de 1930, y todavía algunos creen que todos los caminos deben seguir conduciendo a Buenos Aires para salir al ya reducido mercado europeo.

Por Manuel Panero Schipper

Formosa, Viernes 27 de noviembre de 2009

El pomposo nombre “Red Federal de Autopistas” consiste en un plan ideado por la Fundación Metas Siglo XXI, dirigida por Guillermo Laura, para la construcción de casi trece mil kilómetros de autopistas en nuestro país, cuyo costo final sería asumido por los consumidores que, según dicho proyecto, pagarían “solamente” la suma de dos centavos y medio por cada litro de combustible líquido o metro cúbico de GNC por cada mil kilómetros construidos (casi 35 centavos por litro o metro cúbico)

A primera vista, parece difícil pensar que alguien pudiera oponerse a semejante avance en materia de infraestructura comunicacional. El problema surge cuando uno comienza a indagar un poco más en el proyecto y se encuentra que en realidad no se propone construir nuevas vías de comunicación en nuevas trazas, sino que simplemente se propone construir las autopistas sobre las rutas existentes, en base a las trazas existentes.

A su vez, gran sorpresa asalta cuando uno ve el mapa con los proyectos de autopistas y desde luego no encuentra proyectada una autopista sobre la mítica Ruta 40 que une de punta a punta el norte con el sur y la sorpresa se acrecienta cuando al consultar personalmente vía correo a directivos de dicha fundación, se me informa que esa construcción puede quedar para otro momento.

A la hora de difundir su idea, hacen mención al sistema de autopistas de Estados Unidos de conectar “todo con todo” pero al comparar los mapas de rutas de Estados Unidos con el mapa del proyecto de esta fundación, la diferencia queda a la vista. Mientras en USA se conecta “todo con todo” a través de un fabuloso y federal sistema de autopistas, carreteras interestatales y estatales que forman un cuadriculado sorprendente y admirable, en este centralista proyecto que se sirve en vano de la palabra “federal”, podemos decir que se intenta mantener “todo conectado con Buenos Aires”, sin cuadriculado alguno y con todas las líneas de trazas llevadas a la “pampa húmeda”.

Uno de los fundamentos que exhiben cada vez que publican en forma sistemática y hace años el mismo artículo de difusión de su idea en distintos diarios del país, es que el actual sistema de rutas es obsoleto ya que fue diseñado en 1930. Sin embargo, y aquí viene la contradicción, su propuesta no solo justifica las trazas de 1930 sino que encima ahora quieren convertirlas en autopistas, manteniendo de esta manera el status quo en materia de vías de comunicación terrestre y por ende, asegurar de esta forma por lo menos otros cien años más el predominio de la región “centro” sobre las demás regiones de nuestro país.

Este proyecto nace con la misma mirada colonizadora de 1930, y todavía algunos creen que todos los caminos deben seguir conduciendo a Buenos Aires para salir al ya reducido mercado europeo, cuando algunos gobernadores visionarios han hecho en los últimos años grandes sacrificios para concluir caminos que conducen al Pacífico y poder ganar ese fabuloso mercado de miles de millones de consumidores que es Asia.

Es necesario estar a favor del desarrollo y a favor de que se construyan no 10 mil, sino 20 mil kilómetros de autopistas y vías de trenes, pero atendiendo a los principios que marca nuestra Constitución Nacional en su Art. 75 Inc. 2 donde dice que se dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional y que esto debe ser encausado en base a criterios de solidaridad y objetividad.

Actualmente, esta idea privada, se encuentra plasmada en un proyecto de ley nacional (Número de expediente 5815-D-2008) que ha tomado estado parlamentario el día 15 de octubre del 2008 debido a la firma y presentación de quince diputados nacionales, de los cuales la mitad pertenece a Santa Fe, Buenos Aires (Ciudad y Provincia) y Córdoba. No es la primera vez que este proyecto privado toma estado parlamentario ya que ha tenido presencia en ocasiones anteriores, siendo posteriormente archivado al transcurrir los dos años sin que el mismo sea aprobado.

También esta Fundación, desde sus inicios, ha buscado apoyo a nivel del Poder Ejecutivo Nacional (sin conseguirlo) y a nivel de poderes ejecutivos provinciales, y permanentemente difunde un documento de apoyo obtenido en 1998 en una reunión de ministros de obras públicas de todo el país en la Provincia de Santa Cruz, pero que no es más que eso: una intención, pero para nada ese documento implica un acto administrativo por más que quieran hacerlo aparecer como tal en las publicaciones que permanentemente realizan. Aún así, ya han pasado casi doce años y deberían buscar nuevos pergaminos que exhibir para tratar de lograr consenso.

A su vez, posiblemente, buscando ejercer presión y tratando de convocar quizá la mirada de dirigentes con responsabilidades en el Estado Nacional y/o provinciales, en los últimos meses han difundido en varios medios que cuentan con apoyos de varios bloques legislativos, cuando en realidad, basta con ver el listado de firmantes del proyecto para notar que solo se trata de apoyos unipersonales de diputados que pertenecen a esos bloques.

Para finalizar quiero citar un estudio de la consultora Avina, que se especializa en investigación para el desarrollo sostenible de América Latina a través de sus oficinas en nueve países de la región, y que publicó en marzo de 2009 en varios medios de Argentina un informe bastante desalentador donde señalaba que de no haber políticas de desarrollo en nuevas regiones “en solo treinta años, un cordón urbano se extenderá desde La Plata hasta Rosario y concentrará a casi media argentina”, mencionando también que el 50% de la población ocupará una franja que representa el 1% del territorio nacional, implicando ello la aparición de miles de asentamientos precarios sobre tierras rurales. No es para nada alejado de la realidad el pronóstico si consideramos la cantidad de población que reside hoy en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario, La Plata y el Conurbano Bonaerense.
Si es esto último lo que queremos, habrá que apoyar este proyecto privado. Pero si queremos un país con desarrollos regionales y descentralizado a nivel económico e institucional, habrá que comenzar a trabajar en otros esquemas.

Mapa – Proyecto de Autopistas de la Fundación Metas Siglo XXI (incluido en proyecto de ley con estado parlamentario)


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