Por Juana Marco
En estos días los argentinos están presenciando continuamente revueltas sociales en todo el país. Pareciera que cada vez se alienta más ocupaciones de espacios públicos y desmanes, sin poder aún conocer los verdaderos impulsores. A estos incidentes se le suma la toma de una comisaría para liberar presos, asaltos a personas conocidas internacionalmente, entre los que se encuentran los hnos. del ex futbolista Maradona.
Parece inadmisible sino contaran con algún apoyo que, personas de bajos recursos o extranjeros de países limítrofes se enfrenten y actúen con total impunidad exhibiendo en ocasiones entre el público, armas o armas blancas.
Esta falta de garantía hacia los distintos sectores de la sociedad no hace más que producir enfrentamientos y una reacción de violencia cada vez mayor, sin embargo se enfrentan con efectivos policiales desarmados por orden de las autoridades. Estas situaciones extremas y tan desproporcionadas entre unos y otros, provocan cada vez actitudes de mayor violencia y descontrol.
Por otro lado, existe una Policía metropolitana que apenas cuenta con 1800 hombres con 3 turnos, no tiene la capacidad operativa porque está en formación, es muy limitada en comparación con la Policía Federal que cuenta con aprox. 17.000 efectivos. Ahora bien, si el gobierno nacional considera que no puede controlar la estructura de esta Institución, no se comprende porque no se la quiso traspasar al gobierno de la Ciudad de Bs. As para que asumiera esa responsabilidad.
Esta nueva determinación de intervención y participación de distintas Instituciones como la Prefectura, que en ocasiones debe sustituir a la Federal, no hace más que crear enfrentamientos y debilidad en la calidad institucional. Además no se les facilita el necesario respaldo, ni se los provee de las debidas herramientas y capacitación para proceder como corresponde.
En realidad se debería haber procurado un camino para reestructurar las fuerzas del orden evitando posibles riesgos de disgusto que se puedan producir desde la sustitución de mandos.
Si continúa este desorden en los lineamientos de quienes deben garantizar la Seguridad y no se logra un orden estructural que defina funciones y obligaciones y a la vez se los envía sin el equipo personal necesario para combatir el delito o para contrarrestar pacíficamente el desorden social , entonces la población se encontrará frente a un bandas de asesinos que en cualquier momento pueden arremeter contra la vida de cualquiera sin ningún tipo de defensa, ni de contención, aun más grave que como viene sucediendo hasta ahora . Podría producirse un verdadero estallido social.
No se comprende que es lo que se está buscando con estas medidas y que es lo que se pretende tolerando cada vez mas inseguridad y desborde. Ya que si se trata de buscar un culpable para desprestigiar su imagen, sería un rapto de inconsciencia tan grave como incomprensible. Porque el riesgo de perder el control es muy alto.
Los argentinos afortunadamente tendrán una nueva oportunidad de lograr revertir esta situación, de construir una nueva esperanza para contrarrestar la actual convulsión social, Darle un marco a la Fuerzas de Seguridad con la debida capacitación, bien remunerados para poder evitar los posibles vicios y que vuelvan a ser una garantía para la defensa y contención de la población.
Es por ello que resulta imperioso saber elegir el año próximo la opción que sea capaz no solo de prometer, sino de combatir a estos grupos que encuentran un espacio fértil para desencadenar sus atropellos sin medida y que han producido varias muertes hasta el presente convirtiéndose en "bandas asesinas".
Las políticas en materia de Seguridad serán la prioridad en el 2011, aunque será indispensable exponer un proyecto viable para llevar adelante en esta materia y que resulte verosímil y confiable para toda la población.
Más información http://www.politicaydesarrollo.com.ar/
Contacto: politicaydesarrollo@gmail.com
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