sábado, 25 de diciembre de 2010

La Mole Moli, un traje a la medida del país

No hay que sorprenderse que la Mole Moli, un ignoto personaje surgido del gran circo de Showmatch se haya consagrado ganador de un programa que teniéndolo como uno de los personajes favoritos lo han convertido en un traje a medida del país de los argentinos.
Por Jorge Héctor Santos

En medio de un país donde la violencia está a la orden del país y el verbo que se hizo famoso con este gobierno sea ‘crispar’ no es extraño que un circo montado sobre la base de las peleas armadas, palabrotas, escándalos, renuncias, regresos de renuncias ficticias, difamaciones, etc. haya sido el preferido de la audiencia masiva a la hora de ver TV en 2010.

Con 39.2 puntos de rating en la final de un supuesto concurso de baile -el mejor registro del año- se despidió Showmatch o Bailando por un sueño en su versión 2010.

Una marca fenomenal para un programa de TV si uno no lo asocia al envío con todas las características deplorables que el mismo supo explotar.

Si se analiza lo ocurrido en este programa de TV este ha tenido la “virtud” de poner en pantalla lo peor que le está ocurriendo a la sociedad argentina.

La alteración de las normas, la decadencia de valores, los insultos, las difamaciones, por citar a algunas de las calamidades que atrofian la calidad de vida de este país es el espejo que reflejó Tinelli de una sociedad que está muy enferma, que la agobian pero eso mismo es lo que la entretuvo -con más de los mismo- 4 noches por semana en la pantalla del 13.

Más del 25% de las horas semanales de la TV argentina se alimentaron de este producto, lo que demuestra a las claras que la gente demandaba parte de la droga que consume de los políticos, de las tomas de tierras, de la clase dirigencial, de la presidente de la nación, de sus ministros. La misma adicción a lo más perverso que se respira en la calle, en muchas familias, en las escuelas, en las universidades.

Tinelli supo aprovecha la enfermedad social reproduciendo con tono humorístico buena parte de ese flagelo que envuelve a un pueblo que trata de obviar un destino incierto.

La Mole Moli era número puesto que ganaría el programa, eso es lo de menos, en él no se premió el talento. El talento en la argentina se desprecia. No sirve. Los talentosos no llegan a lugares destacados para hacerle bien a la gente. Los honestos tampoco.
La Mole Moli y Showmatch han sido una buena combinación, resultaron un traje hecho a medida del país que ambos habitan.

Lamentablemente, nada hace avizorar en el horizonte que Showmatch y la Mole Moli, u otro personaje similar, no puedan seguir siendo lo más visto de la TV vernácula en 2011.

Esta conclusión es mala, especialmente, en épocas donde se desea lo mejor para un año nuevo.

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