Por
Nelson Maica C
La
ideología es importante en la lucha por la toma del poder; pero para los
socialistas comunistas, conocidos hasta el presente y, en especial para este
comisario de los hermanos castros, es algo que se “funde” con los “medios para
tomar el poder” (alcanzar y conservar el poder) y casi nada tiene que ver con
los “fines socialistas comunistas”. Es parte de uno más de los mitos socialistas
comunistas.
Parece
que Stalin nunca se refería a la “doctrina” y, más bien advertía contra la
tentación de tomar al pie de la letra los eslóganes ideológicos. ¿Semejanza?
¿Por
qué? Porque al reconocer la supremacía de los principios ideológicos crearía
cierta forma de legitimidad (fidelidad a la doctrina) que sería “independiente”
de la voluntad del totalitario, del comisario mayor. Algo así como profanar el
monismo totalitario.
¿Acaso
no lo observamos de cerca en el comisario político de los hermanos castros en
Venezuela?
Observamos
que no tiene escrúpulos al contradecir los supuestos dogmas propagados por el
mismo, y sus afirmaciones, y por eso tiene que reescribir permanentemente la
historia de todo y, por si fuera poco, rotar a cada momento sus colaboradores
y, hasta donde le ha sido posible, eliminar a sus viejos “camaradas”,
“silenciarlos” y/o “tenerlos muy cerca” para controlarlos mejor.
¿Por
qué eliminar a los viejos camaradas? Porque recuerdan el pasado y reivindican
los principios defendidos en “aquellos tiempos”. Los jóvenes deben su
“movilidad y ubicación” a la sola voluntad del comisario político de los
cubanos castros y la sumisión es incondicional. La única finalidad del
comisario político es tener y conservar el poder y la ideología es un medio
para él.
Se
observa como cierta afinidad en las alianzas internacionales y en especial con
el “eje del mal internacional”. Lo que cuenta para el comisario político es
“tener el poder” y “acabar con USA y sus aliados”. Pero cuando se trata de
“obtener dólares” sostiene que el suministro de petróleo a USA “está
garantizado” y la “importación de gasolina desde USA” y el “bloqueo de páginas
web de USA”, también.
Se
observa que la ideología del socialismo comunismo, del socialismo del siglo XXI,
para este comisario político de los castros, es como una “mascara en los
tiempos de carnaval”, que puede ser útil y peligrosa.
Se
observa que dice con frecuencia “seremos una potencia”, “quien no es chavista
no es venezolano”. Eso recuerda a Hitler cuando sostenía la superioridad racial
germana; además, ofende a vecinos, socios y amigos, etc., al establecer, de
llano, una supuesta superioridad. La injerencia directa económica y política
que hemos observado en todo el continente y más allá y denunciada públicamente.
Se traiciona así mismo. ¿Carece de sindéresis y/o le falla la “mollera” y/o a
los demás les falta valor para actuar?
Se
observa como el comisario político de los castros proclama el amor, la
igualdad, la paz; pero en la práctica, durante 13 años, ha impuesto la “lucha
de clases”, la coacción, represión, terror y crimen, “la guerra”, y le exige a
sus colaboradores, allegados, seguidores, mantenidos, relacionados, etc., la
sumisión, la relación amo-esclavo, nos recuerda a los “caporales de hato” de
siglos pasados. Compra y distribuye armas a granel (desaparecen de los
almacenes) y poco o nada hace para garantizarle seguridad a la población.
Se
observa las instrucciones dadas, recientemente, para desaparecer y no mencionar
los eslóganes de la muerte, destrucción, pulverización, quema de cabezas en
aceite hirviendo, aplastamientos, desapariciones, etc., porque es
contraproducente, asusta a los indecisos, espanta a los aliados; pero el “mal”
esta hecho, van 13 años haciéndolo, y ya mostro “el tramojo”. Todos lo
abandonaran, porque quieren y necesitan vivir en “libertad” y, sobre todo,
“volver a pensar por sí mismos”. La ideología para el comisario político de los
castros y sus rojitos se ha reducido y seguirá reduciéndose.
¿Cómo
afecta al pueblo, al ciudadano, a la persona, tales comportamientos de un
gobierno totalitario? ¿La afiliación al socialismo comunismo es ahora y/o se ha
convertido en un rito más? ¿La proclaman pero no creen en ella? Ojo, pero
tienen que ser incondicionales del comisario político esclavo de los cubanos.
La colonización (cubanización) de Venezuela es real, es efectiva, esa
dominación es un hecho.
Observamos
que este ciudadano común, persona, supuestamente socialista comunista, rojito,
generalmente no es fanático, es tal como lo vemos actuar aquí, ahora, escoja
usted la distinción (descarado, desvergonzado, insolente, procaz, cara dura,
falso, hipócrita, audaz, etc.), un oportunista (trepador), que hace lo que hay
que hacer para acceder a una posición privilegiada y asegurarse una vida de
mejor ingreso, no siempre de mejor calidad. Su impulso en la vida social, por
sus actos, carece de fe en un ideal, tiene solo la voluntad de disfrutar,
pocos, de poder.
Observamos
que la seguridad del comisario político rojito le es indispensable (rodeado de
agentes extranjeros) para hacer funcionar al régimen que sin uno o varios
aparatos represivos caería “de media noche pa´l dia”.
Observamos
que el objetivo de la seguridad del comisario político de los castros son los
inocentes (ej. Brito, Policías, Jueza, la Medico reciente, etc.), no los
criminales. A los inocentes los acosa con el temor, el terror, para usarlos en
el mantenimiento de una sociedad bajo vigilancia, control casi total sobre la
población, sobre las personas. Y, pronto, hasta con “chips”.
Observamos
que todos los agentes de seguridad y demás funcionarios carecen de respeto a la
Constitución Nacional y Leyes de la Republica, Instituciones, etc., porque
según ellos, su voluntad triunfa sobre ellas. Todo se acomoda y arregla. La
excepción es primera.
Observamos
que el nepotismo (a la vista pública) y favoritismo (tipo partidos en el poder
incluyendo el pasado y el presente) es de libre curso (caso fresco: Ejecutivo,
AN, empresas del estado, etc.) es la forma de gestión cotidiana del comisario
político de los castros y rojitos criollos.
Observamos
que la tan mentada “igualdad de todos” es una fachada, tipo mito Potemkim,
igual a la de una “sociedad de castas”, de “círculos”, “anillos”, alrededor del
núcleo del poder (ejecutivo-partido). Al ascender en la jerarquía de castas se
acerca al poder, a los privilegios: mayor y mejores ingresos (manos libres),
mudarse a una mejor urbanización, hijos a mejores instituciones educativas,
becas, misiones, créditos (no pagables), compras en mejores tiendas y locales,
carro nuevo – sin esperar cupo y turno, viáticos, posiblemente chofer,
placenteras vacaciones en instalaciones oficiales y sin costo, viajes al
exterior, divisas fáciles, etc. Pero es también, fácil y rápido todo lo
contrario.
Observamos
que bajo un régimen totalitario, como el presente, no se puede ser indiferente.
Observamos
que el régimen es el único que ofrece trabajo para vivir (lea las altas cifras
de ingresos a las nominas del estado); hay que acudir a él. Se pierde la libertad,
el gobierno totalitario se apodera de la conducta y del pensamiento del
ciudadano. Durante un tiempo las personas ajustan su conducta a la vigilancia,
al control, a la coacción, a la represión, al terror y al crimen; pero no todo
el tiempo y ante todo el mundo. La vida requiere comunicación y al hacerlo se
asume un riesgo.
Las
personas rojitas solo reciben “migajas de privilegios” como si formaran parte
de un tour por otro país, a cambio entregan hasta su alma porque se les exige
sumisión incondicional y disposición a traicionar a su patria y hasta a su
mamá.
El
ciudadano solo tiene una vida y se siente obligado a vivirla donde esta; por
eso la idea de irse del país es poco probable; pero no descartable. Algunos lo
hacen.
Observamos,
así las cosas, que los trepadores piensan que dominan las nuevas reglas, las
tienen en un bolsillo, las aceptan sin protesta y cumplen con el ritual
impuesto para lograr beneficios. La mayoría obediente, sin voluntad, llena de
miedo, terror, represión, crimen, se inmoviliza, no acciona, no actúa, porque
cree que así no le pasa nada, no le toca la coacción, la represión, el terror,
el crimen. Pero ambos, los trepadores y los obedientes, no se dan cuenta que
son igualmente victimas del comisario político de los castros, que los ha
convertido en hipócritas, se han olvidado de sus aspiraciones y no saben, ya,
distinguir entre “ser” y “parecer”. Recelan, envidian, calumnian, para evitar a
los vecinos y rivales. El miedo los ha hecho indiferentes ante el sufrimiento
ajeno, huyen de todo debate y buscan refugio en el comportamiento común,
estándar. Lógicamente su conciencia está dañada, su espíritu esta casi muerto y
su destino en “veremos”.
Observamos
que los controladores y vigilantes de seguridad del comisario político de los castros,
para los políticos y resto de la población, son casi todos, delatores
(sicofantes, judas, soplones). Es muy endeble la línea entre vigilados y
vigilantes. Casi siempre los vigilantes son soplones porque buscan que se les
perdone “algo”, relacionado con el pasado y/o régimen anterior, por eso
“colaboran” con el régimen totalitario.
Observamos
que la seguridad del comisario político practica el “chantaje” sin rubor.
“Vista gorda” a las denuncias públicas en su contra. Cuando declaran a los
medios es con la esperanza de que los cambien de cargo. Otros se dedican a su
tarea con toda la “mala fe” del mundo, es su consuelo por una existencia
fracasada.
Observamos
que el totalitarismo crea las condiciones para que la represión, el terror y el
crimen alcancen su plenitud; por eso es imposible vivir bajo tal régimen. Por
eso fracaso el socialismo comunismo. Atenta contra la naturaleza humana.
¡Los
venezolanos queremos y necesitamos un cambio de gobierno! ¡Actuemos para
conseguirlo!
Lema
histórico de Venezuela: “Dios y Federación”. Orquídea. Estado Monagas: Palma de
Moriche.
“Los regímenes
comunistas no fueron una infortunada aberración, una desviación histórica del
ideal socialista. Son la expresión mayor, libre de presiones democráticas y
electorales, de lo que el socialismo realmente es. En pocas palabras, el estado
lo es todo y el individuo no es nada”, Margaret Thatcher.
Caracas,
Venezuela
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