lunes, 16 de julio de 2012

Vivir

¿Vivir en un régimen socialista comunista? ¿Totalitario? ¿Cómo es eso? ¿Analizar y/o conocer la ideología socialista comunista es suficiente para entender cómo se vive en ellos? No es suficiente.

Por Nelson Maica C

La ideología es importante en la lucha por la toma del poder; pero para los socialistas comunistas, conocidos hasta el presente y, en especial para este comisario de los hermanos castros, es algo que se “funde” con los “medios para tomar el poder” (alcanzar y conservar el poder) y casi nada tiene que ver con los “fines socialistas comunistas”. Es parte de uno más de los mitos socialistas comunistas.

Parece que Stalin nunca se refería a la “doctrina” y, más bien advertía contra la tentación de tomar al pie de la letra los eslóganes ideológicos. ¿Semejanza?

¿Por qué? Porque al reconocer la supremacía de los principios ideológicos crearía cierta forma de legitimidad (fidelidad a la doctrina) que sería “independiente” de la voluntad del totalitario, del comisario mayor. Algo así como profanar el monismo totalitario.

¿Acaso no lo observamos de cerca en el comisario político de los hermanos castros en Venezuela?

Observamos que no tiene escrúpulos al contradecir los supuestos dogmas propagados por el mismo, y sus afirmaciones, y por eso tiene que reescribir permanentemente la historia de todo y, por si fuera poco, rotar a cada momento sus colaboradores y, hasta donde le ha sido posible, eliminar a sus viejos “camaradas”, “silenciarlos” y/o “tenerlos muy cerca” para controlarlos mejor.

¿Por qué eliminar a los viejos camaradas? Porque recuerdan el pasado y reivindican los principios defendidos en “aquellos tiempos”. Los jóvenes deben su “movilidad y ubicación” a la sola voluntad del comisario político de los cubanos castros y la sumisión es incondicional. La única finalidad del comisario político es tener y conservar el poder y la ideología es un medio para él.

Se observa como cierta afinidad en las alianzas internacionales y en especial con el “eje del mal internacional”. Lo que cuenta para el comisario político es “tener el poder” y “acabar con USA y sus aliados”. Pero cuando se trata de “obtener dólares” sostiene que el suministro de petróleo a USA “está garantizado” y la “importación de gasolina desde USA” y el “bloqueo de páginas web de USA”, también.

Se observa que la ideología del socialismo comunismo, del socialismo del siglo XXI, para este comisario político de los castros, es como una “mascara en los tiempos de carnaval”, que puede ser útil y peligrosa.
Se observa que dice con frecuencia “seremos una potencia”, “quien no es chavista no es venezolano”. Eso recuerda a Hitler cuando sostenía la superioridad racial germana; además, ofende a vecinos, socios y amigos, etc., al establecer, de llano, una supuesta superioridad. La injerencia directa económica y política que hemos observado en todo el continente y más allá y denunciada públicamente. Se traiciona así mismo. ¿Carece de sindéresis y/o le falla la “mollera” y/o a los demás les falta valor para actuar?

Se observa como el comisario político de los castros proclama el amor, la igualdad, la paz; pero en la práctica, durante 13 años, ha impuesto la “lucha de clases”, la coacción, represión, terror y crimen, “la guerra”, y le exige a sus colaboradores, allegados, seguidores, mantenidos, relacionados, etc., la sumisión, la relación amo-esclavo, nos recuerda a los “caporales de hato” de siglos pasados. Compra y distribuye armas a granel (desaparecen de los almacenes) y poco o nada hace para garantizarle seguridad a la población.

Se observa las instrucciones dadas, recientemente, para desaparecer y no mencionar los eslóganes de la muerte, destrucción, pulverización, quema de cabezas en aceite hirviendo, aplastamientos, desapariciones, etc., porque es contraproducente, asusta a los indecisos, espanta a los aliados; pero el “mal” esta hecho, van 13 años haciéndolo, y ya mostro “el tramojo”. Todos lo abandonaran, porque quieren y necesitan vivir en “libertad” y, sobre todo, “volver a pensar por sí mismos”. La ideología para el comisario político de los castros y sus rojitos se ha reducido y seguirá reduciéndose.

¿Cómo afecta al pueblo, al ciudadano, a la persona, tales comportamientos de un gobierno totalitario? ¿La afiliación al socialismo comunismo es ahora y/o se ha convertido en un rito más? ¿La proclaman pero no creen en ella? Ojo, pero tienen que ser incondicionales del comisario político esclavo de los cubanos. La colonización (cubanización) de Venezuela es real, es efectiva, esa dominación es un hecho.

Observamos que este ciudadano común, persona, supuestamente socialista comunista, rojito, generalmente no es fanático, es tal como lo vemos actuar aquí, ahora, escoja usted la distinción (descarado, desvergonzado, insolente, procaz, cara dura, falso, hipócrita, audaz, etc.), un oportunista (trepador), que hace lo que hay que hacer para acceder a una posición privilegiada y asegurarse una vida de mejor ingreso, no siempre de mejor calidad. Su impulso en la vida social, por sus actos, carece de fe en un ideal, tiene solo la voluntad de disfrutar, pocos, de poder.

Observamos que la seguridad del comisario político rojito le es indispensable (rodeado de agentes extranjeros) para hacer funcionar al régimen que sin uno o varios aparatos represivos caería “de media noche pa´l dia”.

Observamos que el objetivo de la seguridad del comisario político de los castros son los inocentes (ej. Brito, Policías, Jueza, la Medico reciente, etc.), no los criminales. A los inocentes los acosa con el temor, el terror, para usarlos en el mantenimiento de una sociedad bajo vigilancia, control casi total sobre la población, sobre las personas. Y, pronto, hasta con “chips”.

Observamos que todos los agentes de seguridad y demás funcionarios carecen de respeto a la Constitución Nacional y Leyes de la Republica, Instituciones, etc., porque según ellos, su voluntad triunfa sobre ellas. Todo se acomoda y arregla. La excepción es primera.

Observamos que el nepotismo (a la vista pública) y favoritismo (tipo partidos en el poder incluyendo el pasado y el presente) es de libre curso (caso fresco: Ejecutivo, AN, empresas del estado, etc.) es la forma de gestión cotidiana del comisario político de los castros y rojitos criollos.

Observamos que la tan mentada “igualdad de todos” es una fachada, tipo mito Potemkim, igual a la de una “sociedad de castas”, de “círculos”, “anillos”, alrededor del núcleo del poder (ejecutivo-partido). Al ascender en la jerarquía de castas se acerca al poder, a los privilegios: mayor y mejores ingresos (manos libres), mudarse a una mejor urbanización, hijos a mejores instituciones educativas, becas, misiones, créditos (no pagables), compras en mejores tiendas y locales, carro nuevo – sin esperar cupo y turno, viáticos, posiblemente chofer, placenteras vacaciones en instalaciones oficiales y sin costo, viajes al exterior, divisas fáciles, etc. Pero es también, fácil y rápido todo lo contrario.

Observamos que bajo un régimen totalitario, como el presente, no se puede ser indiferente.

Observamos que el régimen es el único que ofrece trabajo para vivir (lea las altas cifras de ingresos a las nominas del estado); hay que acudir a él. Se pierde la libertad, el gobierno totalitario se apodera de la conducta y del pensamiento del ciudadano. Durante un tiempo las personas ajustan su conducta a la vigilancia, al control, a la coacción, a la represión, al terror y al crimen; pero no todo el tiempo y ante todo el mundo. La vida requiere comunicación y al hacerlo se asume un riesgo.

Las personas rojitas solo reciben “migajas de privilegios” como si formaran parte de un tour por otro país, a cambio entregan hasta su alma porque se les exige sumisión incondicional y disposición a traicionar a su patria y hasta a su mamá.

El ciudadano solo tiene una vida y se siente obligado a vivirla donde esta; por eso la idea de irse del país es poco probable; pero no descartable. Algunos lo hacen.

Observamos, así las cosas, que los trepadores piensan que dominan las nuevas reglas, las tienen en un bolsillo, las aceptan sin protesta y cumplen con el ritual impuesto para lograr beneficios. La mayoría obediente, sin voluntad, llena de miedo, terror, represión, crimen, se inmoviliza, no acciona, no actúa, porque cree que así no le pasa nada, no le toca la coacción, la represión, el terror, el crimen. Pero ambos, los trepadores y los obedientes, no se dan cuenta que son igualmente victimas del comisario político de los castros, que los ha convertido en hipócritas, se han olvidado de sus aspiraciones y no saben, ya, distinguir entre “ser” y “parecer”. Recelan, envidian, calumnian, para evitar a los vecinos y rivales. El miedo los ha hecho indiferentes ante el sufrimiento ajeno, huyen de todo debate y buscan refugio en el comportamiento común, estándar. Lógicamente su conciencia está dañada, su espíritu esta casi muerto y su destino en “veremos”.

Observamos que los controladores y vigilantes de seguridad del comisario político de los castros, para los políticos y resto de la población, son casi todos, delatores (sicofantes, judas, soplones). Es muy endeble la línea entre vigilados y vigilantes. Casi siempre los vigilantes son soplones porque buscan que se les perdone “algo”, relacionado con el pasado y/o régimen anterior, por eso “colaboran” con el régimen totalitario.

Observamos que la seguridad del comisario político practica el “chantaje” sin rubor. “Vista gorda” a las denuncias públicas en su contra. Cuando declaran a los medios es con la esperanza de que los cambien de cargo. Otros se dedican a su tarea con toda la “mala fe” del mundo, es su consuelo por una existencia fracasada.

Observamos que el totalitarismo crea las condiciones para que la represión, el terror y el crimen alcancen su plenitud; por eso es imposible vivir bajo tal régimen. Por eso fracaso el socialismo comunismo. Atenta contra la naturaleza humana.

¡Los venezolanos queremos y necesitamos un cambio de gobierno! ¡Actuemos para conseguirlo!

Lema histórico de Venezuela: “Dios y Federación”. Orquídea. Estado Monagas: Palma de Moriche.

“Los regímenes comunistas no fueron una infortunada aberración, una desviación histórica del ideal socialista. Son la expresión mayor, libre de presiones democráticas y electorales, de lo que el socialismo realmente es. En pocas palabras, el estado lo es todo y el individuo no es nada”, Margaret Thatcher.

Caracas, Venezuela

Más información www.politicaydesarrollo.com.ar

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