lunes, 9 de enero de 2017

ADELANTE PRESIDENTE, BAJE LA IMPUTABILIDAD




“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces”
. Evangelio según San Mateo, 7-15).

Por Carlos E. Viana


La propuesta más valiente de su gobierno

Una de las iniciativas más importantes de los últimos treinta tres años y la máxima en cuanto a Derechos Humanos, ha sido la del Gobierno del Presidente Macri de tratar la edad de imputabilidad de menores. Es el primer gobernante que toma en serio este gravísimo problema que amenaza todas las garantías que declara la Constitución, pero que fundamentalmente sigue los diez mandamientos, al parecer hoy postergados por un materialismo que parece carcomer nuestra Nación.

Además el proyecto se ha presentado para que pueda ser debatida y acordada, cosa olvidada por todos los gobiernos desde hace 70 años a esta parte, que además propusieron los jueces abolicionistas de la “La puerta giratoria” y que apoyaron todas las doctrinas de Zaffaroni, Gil Laavedra, Arslanian y otros. En buena parte debido a estas doctrinas, desde 1983 ya van cerca de 40.000 asesinados por la delincuencia común.

El asesinato reciente de Brian Aguinaco de 14 años de edad por un delincuente de 16, nos pone ante el dilema urgente, de a quien protegemos, a las futuras víctimas o al asesino y esto implica medidas inmediatas para hacer valer las garantías de nuestra Constitución para todos los habitantes del suelo argentino.

Lo inmoral y anticristiano es que se critique esta propuesta en vez de hacerlo con la demora en tratarlo, con las consecuencias criminales que estamos sufriendo.

Pena de Muerte

La pena de muerte existe en Argentina y la tienen en sus manos los delincuentes, pero esto es permitido por los que dejan un vacío del Estado, cuya principal función es mantener la seguridad.

Margarita Stolbizer, que según ella defiende los derechos humanos, declaró al respecto: “Hubiera sido bueno que el Presidente empezara el año con el propósito de mejorar la escuela secundaria y no de meter más chicos presos”. Muy bueno lo de mejorar la escuela primaria, pero los asesinados que seguramente tendremos este año, en parte por mano de menores, utilizados debido a su inimputabilidad; por delincuentes mayores, merecen un tratamiento inmediato de este tema. Claro, “se me olvidaba que”, para la Diputada algunos tienen licencia para matar y otros no tienen derechos humanos.

Sergio Massa en agosto de 2015, había dicho con mucho criterio: “Los chicos dicen que alguien que tiene 15 años puede perfectamente distinguir si matar está bien o está mal, con lo cual es absurda esa discusión que quieren plantear si la edad tiene que ser a los 16 o 14”. El Diputado manteniendo su palabra, ha aclarado que en su espacio hay disidencias y me parece bueno, que dentro de un área en buena medida peronista se comience a debatir considerando el disenso, pero reiteramos que este es un asunto urgente y por un prurito de respetar la ininputabilidad de unos, se está condenando a muerte a otros.

El mandamiento olvidado: No Matar


La Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia que coordina el Padre José María Di Paola (Destacado héroe en la lucha contra el narcotráfico), reaccionaron negativamente y declararon: “No pareciera razonable en un año electoral y para dar respuesta estatal a hechos delictivos de trascendencia mediática”.

¿Y los que van a ser seguramente asesinados, porque todos somos víctimas potenciales de los delincuentes? ¿Que debemos decir: “César, los que van a morir te saludan”?

Este es un año en que si no se toman medidas urgentes mas habitantes de la Nación van a ser asesinados y menores que van a ser inducidos al asesinato.

¿Más que racional, es justo que la Comisión Episcopal pida que no se debata porque es un año electoral?

Esto ya no es razonable, va contra el 5to mandamiento de la Ley de Dios: No Matar.

Se acuerdan ahora y piden implícitamente postergar la medida, cuando llevan varias décadas en que no enfrentaron los asesinatos, robos, violaciones.

Citan después a al entonces Monseñor Bergoglio, allá por 2005: “Frente a esta realidad, aparece una actitud falsamente normativa y de supuesto bien común que reclama represión y creciente control que va, desde la baja de la edad de imputabilidad penal hasta su forzada separación familiar, en ocasiones sometiendo injustamente al sistema judicial situaciones de pobreza familiar o bien promoviendo una discrecional y abusiva institucionalización”.

Con todo respeto le preguntamos a Su Santidad: ¿Cuántas vidas se hubieran salvado de haberse aprobado en 2005 una ley como la ahora propuesta?

Los asesinados también fueron separados brutalmente de su familia y eran pobres y ricos, pero la mayoría humildes. Al asesino de 16 años, ¿qué pierde si lo separan de su familia, con un padre acusado de narcotráfico, una madre que lo encubrió y una banda de delincuentes? Además no parecen pobres si pudieron pagarle a su hijo un pasaje aéreo a Chile.

¿Qué solución se propone? Porque el tema involucra vidas humanas y por ende recordamos dos Mandamientos: No Robar y No Matar.

Otro punto recordado por la Comisión de las declaraciones de Su Santidad: “Si bien existe una demanda social muy fuerte a favor de la institucionalización, los tratamientos con larga privación de libertad no han logrado buenos resultados”

Bueno, lamentablemente es cierto y esto hay que reformarlo, pero no dieron resultado en cuanto que hubo un alto porcentaje de reincidencia, pero las penas largas salvaron muchas vidas de inocentes, porque quien está preso no puede volver a matar ni a robar.

Una parte de Argentina sin conciencia, esta procediendo como la muchedumbre que condenó a Jesús, cuando Pilatos le preguntó si liberaba al Salvador o a Barrabas: “Quítale y suéltanos a Barrabás, el cual ha sido encarcelado por un motín ocurrido en la ciudad y por homicidio” (Evangelio según San Lucas, 23-18-19).

Perdonemos como cristianos a estos Barrabas de todas las edades, pero que los jueces actúen en defensa de la vida y de la honestidad, manteniendo los delincuentes en prisión si son condenados, para que no vuelvan a matar y robar a nuestros hermanos y después nos encargaremos de reeducarlos.

Bajar la edad de imputabilidad, es salvar a los chicos de quienes los usan y terminan asesinando y o muertos en un enfrentamiento, como parece ser este caso del niño asesino citado. Aunque a Su Santidad no le guste, llamemos las cosas por su nombre, los delincuentes como el niño citado, son enemigos sociales y la misión es transformarlos, pero primero lo urgente, no más asesinatos y recordemos las palabras del Maestro: “el que escandalizare a uno de estos pequeñuelos que creen en mi, mas le valiera que colgasen al cuello una piedra de molino de asno y le hundieran en el fondo del mar” (San Mateo 18, 6).

Respeto profundamente la interpretación de la Biblia, no su reforma

Con todo el respeto que tengo por Su Santidad, por el Padre José María Di Paola; a quien admiro por su valentía; y la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, no puedo acompañarlos en sus apresuradas declaraciones, porque respeto a la Iglesia como interprete de las Sagradas Escrituras, pero no en la reforma de estos textos Sagrados.

Mi humilde propuesta es que os fijéis más en la Biblia y menos en El Capital.

“Vosotros sois la sal de la Tierra”, la única fuente de sabiduría espiritual y no debéis mezclaros con el materialismo.

La crisis argentina no es de pobreza ni esta es la fuente de delincuencia, el motivo fundamental es la inmoralidad y el olvido del espíritu; y la Iglesia es la institución que puede liderar la reconquista de la moral cristiana. ¿Que otra explicación hay para que en el país principal productor de alimentos del mundo en base a su número de habitantes, haya hambre? 
Se ha perdido la cultura del trabajo, se ha olvidado la Biblia y la solución es producir más riqueza, no repartir pobreza y, para no seguir rumbo a Sodoma, debemos penar a los delincuentes. Lamento disentir, pero me quedo con la palabra de Cristo.

Adelante, Presidente

La propuesta del Presidente no es una condena, es para salvar a los chicos y las víctimas. Lástima que no podemos preguntarle a Brian Aguinaco, pero si podemos evitar que otros caigan como él y que el otro Brian, el asesino, que sabe manejar muy bien una pistola y ha practicado puntería, es decir tiene plena conciencia de sus actos, esté adentro para que no vuelva a matar
Mientras, se planearán las medidas de educación y ayuda social, que llevarán un largo tiempo en dar resultados.

No estoy dentro de la conciencia del Presidente Macri para saber si hay o no un cálculo electoral en él, pero sí sé que es una medida para el Bien imprescindible y urgente y celebro que el Diputado Massa coincida. 

¡Adelante Presidente!, esto es coraje político, moral y espiritual. Con respecto a quienes se oponen, “por sus frutos los conoceréis” o mejor, ya los conocéis.

Profesor Dr. Carlos E. Viana
Politólo

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