miércoles, 17 de mayo de 2017

EL MACRISMO CONTINÚA LA POLÍTICA DE REVANCHISMO Y ODIO DEL KIRCHNERISMO


Alejandro Biondini, Presidente del Partido Bandera Vecinal en el orden nacional y candidato a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires por el Frente Nacionalista opinó sobre la cuestionada ley del 2x1.

Desde hace varios días se revolucionó el ámbito político por un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que emitió una sentencia mediante la cual resolvió que la polémica ley del 2x1 es también aplicable a quienes están presos por su actuación durante el último gobierno de facto. La decisión de los jueces del máximo tribunal del país es absolutamente lógica y fundada: nuestra Constitución Nacional proclama en su artículo 16 que todos los ciudadanos somos iguales ante la ley, por tanto si existe en el fuero penal el principio de aplicar la legislación más benigna, y si esa norma estaba vigente al momento del proceso al que fueron sometidos los condenados, la única respuesta jurídica válida es que dichos detenidos reciban el mismo tratamiento que el resto de los presos del país.

Personalidades de diferentes espacios, que nada tienen que ver con el sector castrense, como los abogados constitucionalistas Jorge Vanossi y Gregorio Badeni, apoyaron la decisión de la CSJN, explicando que la misma está acorde a lo previsto en el art. 18 de nuestra Carta Magna y en el art. 2 del Código Penal, además de estar ajustada a lo ordenado por los distintos tratados internacionales de Derechos Humanos que suscribió nuestro país. En tal sentido también se pronunció la ex miembro de la CONADEP, madre de un desaparecido y ex Senadora y Diputada Nacional, Graciela Fernández Meijide.

La reacción destemplada, cargada de odio y de falta de criterio democrático, provino nuevamente desde los espacios de la ultraizquierda y del kirchnerismo, quienes apuntaron contra los jueces y rechazaron que los presos militares o vinculados con causas relacionadas con el último régimen castrense sean tratados en forma igualitaria. 

Lo más grave, sin embargo, fue la respuesta del gobierno de Mauricio Macri. El presidente y su equipo, que demostraron en forma permanente no tener el más mínimo conocimiento de leyes ni tampoco poseer el carácter que se necesita para gobernar al país, cedieron ante las primeras presiones y de apuro acaban de sacar una ley en el Congreso Nacional que le conculcó a un pequeño grupo de ciudadanos sus derechos civiles más básicos y elementales, colocándolos en una suerte de estatus especial, negándoles cualquier tipo de garantía procesal.

La ley “interpretativa” que sancionó el Senado es manifiestamente inconstitucional. Se arroga una retroactividad penal, lo cual es una aberración jurídica, se alza desde el Poder Legislativo contra una sentencia del Poder Judicial, y pretende desconocer lo ordenado por el Código Penal y por el propio Estatuto de Roma (que es el tratado internacional mediante el cual se trajo a la Argentina la figura de los “delitos de lesa humanidad” y su imprescriptibilidad), el cual también incorpora el principio de aplicar la ley penal más benigna. 

En su artículo 18, la Constitución expresamente dice que “quedan abolidos para siempre” toda especie de “tormento”, y que las cárceles de la Nación son para la seguridad y no para el castigo de los reos. Los legisladores claramente ignoraron por completo el texto de nuestra ley fundamental. En síntesis, los acólitos del presidente Macri acaban de proclamar en el país la desigualdad y la exclusión, que hoy le corresponde a los presos militares, pero que mañana éste o cualquier otro gobierno puede imponerle a otros ciudadanos que no sean de su agrado. La situación es peligrosa y las consecuencias son imprevisibles.

Párrafo aparte merece la celeridad que tuvieron los diputados y senadores nacionales. Las leyes realmente importantes, como el proyecto que preveía la extinción de dominio para quitarles los bienes malhabidos a los funcionarios corruptos y que fue rechazado por el Senado bajo la excusa de ser “inconstitucional”, no son tratadas, pero esta norma que viola principios y garantías básica de nuestra Carta Magna y de tratados internacionales tuvo un tratamiento y aprobación express. Mientras tanto, la ex presidente Cristina Kirchner todavía puede pasear por Europa y vivir en el lujo, ningún juez se atreve a encarcelarla y el presidente Macri sigue mostrando su faceta más débil y cobarde ante ella.

Desde el Nacionalismo siempre hemos criticado la existencia de la ley del 2x1, pero también hemos sido respetuosos del Estado de Derecho. O las normas se aplican a todos o no se aplica a nadie. Como lo manifesté más de una vez, vamos a ser auténticamente libres el día que seamos esclavos y servidores del cumplimiento de la Ley, nos guste o no. Las interpretaciones antojadizas y sectarias de las leyes siempre han sido patrimonio de las dictaduras, lo hemos visto en el pasado y lo vemos en el presente con tiranías sangrientas como la de Maduro en Venezuela o el régimen comunista de China. 

¿Quo Vadis “cambiemos”?...

Lo que hoy algunos voceros del oficialismo y de la oposición califican como “un triunfo de la democracia” es exactamente lo contrario. Estos dislates y atropellos no hacen más que seguir horadando la ya deteriorada estructura institucional de nuestro país y ponen una vez más en evidencia la crisis de autoridad y representación que padece nuestra amada Argentina.

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