martes, 16 de enero de 2018
OSCAR ALBERTO RAMAYO, ¿JUSTICIERO O SICARIO?
"Testigo" de los sucesos del 19 de enero de 1977 en Ituzaingó y Las Heras de la Ciudad de Santa Fe.
Justiciero: Que observa y hace observar estrictamente la justicia.
Sicario: Se dice de la persona que actúa por dinero o por encargo, torturando y asesinando a individuos específicamente indicados por aquellos que pagan por los servicios.
Oscar Alberto Ramayo, (a) Cacho, nació el 18 de mayo de 1949. En su adolescencia practicaba basket. Ya adulto, tenía una gomería. Luego mas tarde, también ejerció como profesor de educación fisica. Hoy, jubilado, con cabello cano y bigote blanco, con marcadas ojeras, tiene un aire al "Turco" Jorge Asis.
En el sitio
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-53289-2016-02-15.html , fechado el Lunes, 15 de febrero de 2016, se lee: "Uno de los testigos, Oscar Alberto Ramayo, aseguró haber visto a un hombre y a una mujer que salieron desarmados (1) a la calle y cayeron acribillados por el grupo de tareas".
Y mas adelante, la nota agrega: "Ramayo atendía una gomería a 20 metros de Ituzaingó y Las Heras, (2) se movilizaba en bicicleta y así pudo sortear el cerco policial y llegar a su negocio. Intentó abrir las puertas, pero un militar le dijo que las cerrara. Eran casi las cuatro de la tarde. Se cruzó enfrente, a un galpón que utilizaban conocidas líneas de ómnibus y que el Ejército había transformado también en centro operativo. "Le pregunté al soldado que estaba de guardia y me dijo que habían detectado una célula terrorista. Y ya habían abatido a uno de ellos, que se asomó al balcón".
Y agregó: Quedó "impactado" por dos hechos que relató hasta con detalles ante el Tribunal. El primero, cuando vio caído a un hombre que no se explica cómo había logrado atravesar la barrera militar sobre Ituzaingó. "Era un muchacho blanquito, menudito", lo recordó. Y describió que tenía una de las piernas quebradas por un impacto. El segundo lo vio desde otro ángulo y era "una chica que salió con las manos en la cabeza, cruzó la vereda y la acribillaron. Ella salió con los brazos en alto, la vi bien, estoy seguro", dijo.
Hasta aquí vemos a un ciudadano testigo de una masacre, que en un primer momento, y posiblemente, ante el temor a represalias de los "grupos de tareas" de la dictadura militar, silenció lo que vio. Restablecida la democracia, por comodidad o por cobardía, siguió callando lo que había presenciado. Pero ante el auge de las denuncias por "violaciones a los derechos humanos", le salió del alma, el justiciero que llevaba dentro de sí, averiguó donde debía declarar y se presentó a manifestar "lo que había presenciado".
Pero los medios afines a las supuestas "victimas", tergiversan los dichos del "testigo". Él no declaró que vió "a un hombre y a una mujer que salieron desarmados a la calle y cayeron acribillados por el grupo de tareas". Tampoco la gomeria se encontraba ubicada a 20 metros de Ituzaingó y Las Heras.
Pero en sus dichos, Ramayo incurre en falso testimonio al afirmar que el occiso que estaba muerto en la calle solo tenia una prenda similar a un calzoncillo o "boxer". El Pelado Piotti, vestía pantalón y remera. Y sus dichos sobre la muerte de la "Negra" Gomez, tampoco coinciden con los dichos de otros testigos.
Graciela Carlen, hija de otra víctima, ajena a los hechos, manifestó que había visto a un montonero muerto en la vereda y arriba de su pecho a un bebé acurrucado que lloraba.
Ramayo no habría visto al bebé sobre el pecho de Piotti.
Y si nos remitimos al sitio:
http://www.robertobaschetti.com/biografia/p/141.html, leemos que Jorge Luis Piotti (Nombres de Guerra:
“Zapa”, “Mario”, “Pelado” y “Pelado Mario”) era un ex seminarista del Seminario Menor de Jesús María, que participó activamente en el copamiento de la localidad cordobesa de La Calera –su ciudad natal- en 1970 y luego de esa acción guerrillera puso en su búsqueda a todos los organismos militares y sus respectivos servicios de inteligencia. Él con otro guerrillero se refugiaron en la casa de un compañero de la Juventud Argentina para la Emancipación Nacional (JAEN), en el residencial barrio de La Lucila, en provincia de Buenos Aires.
Estuvo implicado en los homicidios de Augusto Vandor (junio 1969), José Alonso (agosto 1970) y el cónsul norteamericano J. Egan (Córdoba, febrero 1975).
Al momento de su muerte era secretario político de Montoneros y oficial mayor de dicha organización. La misma ocurrió, cuando fue emboscado con otros compañeros, en una casa operativa, en Santa Fe, el 19 de enero de 1977, por tropas del Ejército al mando del General Galtieri. No quiso entregarse con vida y murió combatiendo junto a su segunda compañera, Ileana Beatriz Gómez.
Es decir, que además de reconocer que era un asesino de la banda terrorista Montoneros, se afirma que murió combatiendo.
Y en el sitio que refiere a militantes del peronismo revolucionario uno por uno
http://www.robertobaschetti.com/biografia/p/141.html se detalla: "El 19 de enero de 1977 fuerzas conjuntas dependientes del Comando del II° Cuerpo de Ejército rodearon la vivienda ubicada en la esquina de las calles Ituzaingó y Las Heras de la ciudad de Santa Fe. En el lugar se encontraban Ileana Beatriz “La Negra” Gómez con sus dos chiquitos, Jorge Luis Piotti, Carlos Mario Frigerio y otro compañero apodado Cholo, todos montoneros. La idea de los genocidas, como siempre, era que los ocupantes se rindieran para capturarlos con vida y despedazarlos luego en tiritas con el fin de lograr su delación y degradación. Pero he aquí que los compañeros decidieron resistir. Los varones sostuvieron la defensa de la vivienda en tanto Ileana protegía a sus hijos dentro de un placard entre varios colchones. Hubo un largo tiroteo hasta que los de adentro se quedaron sin balas. Muertos los hombres, ella tomó una decisión pocas veces vista en las mujeres; Ileana fue a la puerta de la casa con un arma en la mano a enfrentarse hasta morir y sabía perfectamente lo que ello significaba” ".
Si se considera que se trataba de delincuentes de la cúpula montonera en Santa Fe, cabe sospechar que las fuerzas militares trataran de capturarlos con vida para interrogarlos. Y debido a la jerarquía que ostentaban en la banda y por los antecedentes de estos delincuentes, es absurdo creer que estaban desarmados.
Otro pequeño gran detalle de lo que declaró Ramayo ante el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, en febrero de 1976, es que después de ver muerto a Piotti, se trasladó hasta Gobernador Candioti y Las Heras, desde donde vio como era muerta la "Negra" Gomez. No tuvo en cuenta que la "Negra" fue abatida antes que el "Pelado". Y si se rectificara sobre la secuencia de los hechos, habría visto salir a Piotti, del mismo modo que vio salir a la Gomez, si estaba mirando desde la esquina de Gobernador Candioti y Las Heras.
Es muy probable que Ramayo desde la esquina de su gomería haya alcanzado a ver el cadáver de Piotti, o no, ya que Piotti al intentar escapar, vestía pantalón y remera; y que "alguien" lo haya instruido (escuela de testigos), para que relatara lo que no vio (la muerte de la "Negra" Gomez)
Y si Ramayo mintió, cabe sospechar que lo hizo a modo de sicario que actúa por dinero o por encargo, torturando y asesinando a individuos específicamente indicados por aquellos que pagan por los servicios. Varios de los que enfrentaron a esos criminales terroristas, sufren la "tortura" de estar injustamente privados de su libertad y "condenados" a morir en prisión.
Ramayo ¿es justiciero o sicario?
That is the question
La vida te da sorpresas
sorpresas te da la vida
A los pocos días de su declaración, el modesto jubilado, Oscar Alberto Ramayo realizó un viaje de placer a Egipto, acompañado por su esposa. ¿Casualidad?
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
Notas del editor:
(1) El testigo no declaró haber visto al hombre salir desarmado. Es falsa la información Página 12.
(2) La gomería estaba ubicada a una cuadra de Ituzaingó y Las Heras. Es falsa la información de Página 12.
http://orlando-gauna.blogspot.com.ar/
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