Por el Dr. Jorge Enrique Alfredo Yunes (*)
A nadie se le ocurre discutir hoy en día que la administración Kirchner, que duró doce largos e ininterrumpidos años, fue de neto corte populista. La política de Planes Sociales a diestra y siniestra implementada dio sus frutos en las urnas, no así en las arcas del Estado Nacional que quedaron virtualmente diezmadas. La valerosa clase media, motor de este País, la sigue viendo pasar como un espectador de lujo al que se le hace pito catalán permanentemente. Nunca le toca en esta repartija de beneficios. Y no le toca porque no es pobre. Pero tampoco le toca porque no es rico ni poderoso. Eso sí, a la hora del esfuerzo patriótico para sacar al País del estancamiento político, social y económico, está siempre en la primera línea de batalla.-
La administración Macrista, cargó sobre las espaldas de la clase media, una vez más por cierto, todo el esfuerzo de la recuperación del País. El “enamoramiento” forzado del Pueblo por su nuevo Presidente concluyó hace rato. Lo único que lo sostiene es la sed de Justicia de un pueblo que se vio vejado por la corrupción “K” y que pretende al menos que estos delincuentes de guante blanco paguen por sus delitos cometidos.-
Ésta es la burbuja de oxígeno político con la que cuenta Macri. No hay otra. Es el Poder Judicial el que tiene ahora la llave maestra de la estabilidad política, económica y social. Aunque no la quiera tener. Aunque se proclame a voz en cuello la consabida división de poderes de la que nos hablaba Charles Louis de Montesquieu en su obra maestra “El Espíritu de las Leyes”, verdadero emblema de la Teoría Política.-
En definitiva, es esa esperanza del pueblo en ver realizado el valor Justicia lo que sostiene al gobierno de Macri, no otra cosa.-
La tremenda inflación que resulta imparable y que no respeta Paritaria alguna. La inseguridad que nos acecha día y noche. La impunidad criminal que se nos ríe a carcajadas en la cara, para seguir cometiendo delitos sin solución de continuidad. La escasez de puestos de trabajo que ahuyenta a nuestros jóvenes hacia nuevos horizontes de realización personal. La tristeza de la clase pasiva observando que sus esfuerzos de tantos años no sirvieron de mucho. La educación, que como un barco a la deriva hace agua por los cuatros costados. Las pymes que hacen malabares para seguir subsistiendo y no tener que bajar definitivamente sus persianas.-
Todo este cuadro de situación tiene un límite, y ese límite está marcado por la esperanza de la que hablábamos. Si toda esta movida judicial termina finalmente siendo sólo una puesta en escena, un simple “acting”. Si esta verdadera cruzada de la Justicia culmina con un auto de falta de mérito, o lo que sería peor aún, con un auto de sobreseimiento del hasta ahora corrupto detenido, sólo habrá servido para blanquear su situación frente a la justicia, como el caso del Ex Vicepresidente Amado Boudou, y la esperanza del pueblo habrá finalmente concluido, y con ella, el frágil sustento político de la administración Macrista.-
(*) Abogado; Dr. en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista Político;
Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina.-
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