sábado, 23 de marzo de 2019

GAUNA VS. SCHULMAN

José Ernesto Schulman, viejo militante del partido comunista y secretario de la Liga Argentina por los derechos del hombre supo publicar un libro “Los laberintos de la memoria”, donde entre otras cosas, cuenta que haciéndose pasar por epiléptico, eludió cumplir con el deber cívico del servicio militar obligatorio.

Por 
Orlando Agustín Gauna Bracamonte

También relata que, desde antes del golpe de estado de 1976, andaba con un revolver 38 en la cintura día y noche.
José Schulman, con el CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS, quiso sacar su tajada y aprovechar la oportunidad para tomar venganza contra tres policías que lo habían detenido en el año 1977, y a los que había identificado.
Entonces en estos inventados juicios de LESA HUMANIDAD, acusa falsamente a esos tres policías, Eduardo Ramos, Juan González y Víctor Hugo Cabrera, de ser los mismos que lo detuvieron en un allanamiento presuntamente ilegal, realizado en su domicilio en 1976; de haberle puesto una bomba en su anterior domicilio en el año 1975 y de haberlo detenido en 1973. Todos procedimientos realizados en la Ciudad de Santa Fe. 

Pero, según consta en los legajos policiales de los tres acusados, que obran en el expediente judicial, en el año 1973 Eduardo Ramos cursaba como cadete en la Policía de la Provincia de Santa Fe, en la ciudad de Rosario. Y como cadete no podía participar en procedimientos. Y Cabrera y González, aún no habían ingresado a la Policía, su ingreso a la repartición se produjo al año siguiente. 

La autoría de la colocación de la bomba es una “verdad revelada”, ya que Schulman no vio quien colocó la bomba ni aportó testigos

En tanto que a la fecha del procedimiento denunciado como ocurrido en el año 1976, según consta en los legajos de los imputados, Ramos, estaba en situación de Pasiva, privado del uso de arma y credencial, por estar bajo un sumario judicial, Cabrera con licencia médica y González cumplía funciones en una comisaría, sin competencia en procedimientos contra terroristas subversivos.


Pero, a pesar de tener en sus manos los legajos que acreditan la falsedad de las imputaciones, un Juez prevaricador, no dudó en dictar el procesamiento de los acusados

No dudé en dar trascendencia a tamaña injusticia y desde agosto de 2017, la denuncié públicamente a través de mi blog y por las redes sociales. 

También lo hice ante la justicia, con el lógico resultado: Ni cinco de bola. 

A los pocos días tomé conocimiento que Schulman me había denunciado ante la justicia, por el delito de “amenazas”. Me enteré que no le daban curso a su denuncia por carente de fundamentos. 

Schulman insistía y al cabo de un año, el Juez interviniente, Reinaldo Rodríguez, decide excusarse por cuanto yo lo había denunciado penalmente por prevaricato y le había pedido el juicio político, además de haber encabezado un acto frente a su juzgado, donde a través de un equipo de sonido, a viva voz le reclamaba respuestas por distintos delitos que yo le imputaba. 

Excusado el Juez Rodríguez pasa el expediente a su par en la ciudad de Santa Fe, quien rechaza los argumentos de la excusación y se gira el expediente a la Cámara de Apelaciones que resuelve que intervenga en la causa, el juez a quien yo había denunciado.

Denuncia de impunidad judicial para aquellos que me amenazaron de muerte en agosto de 2017. Responsabilidad del Juez Federal Reinaldo Agustín Rodríguez a cargo del Juzgado Federal Número Uno de Santa Fe

El asustado "amenazado"

Este 22 de marzo fui citado por el magistrado a quien yo imputaba de prevaricato, para prestar declaración en la causa caratulada “S/AMENAZAS E INCITACIÓN A LA VIOLENCIA COLECTIVA”.

Concurrí con la asistencia del defensor oficial (para qué gastar pólvora en chimangos) y me hacen conocer los hechos punibles que me imputan: Haber comentado en Facebook: “A este hay que colgarlo, VAYAN”.

Con mis años, la memoria me falla y no recordaba este comentario, entonces reclamo que me muestren en qué contexto estaba hecho. Y se ve el juez obligado a mostrarme el posteo que yo había publicado en mi muro de Facebook y dice: NO OLVIDAR. compartan hasta que se viralice y se entere de lo que yo afirmo 

José Ernesto Schulman 
Teléfono: 1153298757 
No se olviden nunca de esta persona. Este es el rostro de quien goza haciendo falsas imputaciones por supuestos delitos de "Lesa humanidad". Ojalá viva muchos años, para que en su momento, la JUSTICIA le haga pagar con cárcel el injusto daño que causa a personas totalmente ajenas a los hechos que imputa. 

A lo que alguien comentó “Cárcel no. A este hay que colgarlo” y yo respondiendo a ese comentario, propio de los guapos de computadora e incapaces de dar la cara o por lo menos visitar a nuestros camaradas presos, respondí con el “A este hay que colgarlo, VAYAN”. Como un reproche a ese comentario. Lo que aclaré en mi declaración, para que entendieran que no era una incitación a la violencia colectiva. 

Como decía el Principito, de Antoine de Saint-Exupéry:
 


“Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones”.


Pero había otra “grave amenaza” contra el camarada Schulman. 

A otro comentario de colgarlo de un árbol, yo respondí en la misma red social: “Cómo me gustaría”

Entonces declaré que era una simple expresión de deseo e hice asentar la siguiente comparación: Si con unos amigos, en la vía pública vemos a una mujer demasiado atractiva, y alguno comentara “qué lindo sería acostarse con esa mujer”, yo seguramente acotaría: “¡Cómo me gustaría!”, y eso no significa que tenga intenciones de violarla, ni nada parecido.
Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas… 

Y con esas explicaciones, creo haberle aclarado al Dr. Reinaldo Rodríguez, que no he amenazado al camarada Schulman ni he incitado a la violencia colectiva. 

Pese a todo, no me sorprendería que este Juez prevaricador, me dictara el auto de procesamiento y hasta la prisión preventiva. Pero esos, son gajes del oficio. Riesgos propios de quienes luchamos por JUSTICIA.

En esas actuaciones judiciales se gastan nuestros impuestos.
Con estos denunciantes y con estos jueces, se encarcelan a quienes cumplieron con el deber de combatir al terrorismo.

Orlando Agustín Gauna Bracamonte


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