viernes, 18 de marzo de 2016

EL DESCUBRIMIENTO DE CRISTOBAL


Esa deuda surge por la retención indebida del impuesto a la transferencia de combustibles (ITC), que debía girar la empresa Oil Combustibles a la AFIP, pero que empleó para financiar la expansión de su grupo económico. Se trata de sumas de dinero que abonan los consumidores al cargar combustible y que las empresas perciben por cuenta y orden del organismo recaudador.

 
Diputados nacionales de Cambiemos han señalado que se presentarán ante la Justicia para que impulse la investigación por presunta asociación ilícita contra los Kirchner, López, Lázaro Báez y otros.


En el mismo sentido, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que la AFIP va a embargar activos de la empresa evasora, y que de ninguna forma adoptar  medidas sobre el particular puede considerarse una maniobra de persecución política.


Lo insólito es que Fabián De Souza, ex socio de Cristóbal López, pretendió que esa operación era legal. Preguntado por un diario: "¿Usted dice entonces que dejar de pagar impuestos para financiarse no es ilegal?", respondió: "Es absolutamente legal. Lo que hemos hecho es tomar en los momentos que correspondían los planes de pagos a largo o a corto plazo que necesitábamos para obtener recursos financieros por quebrantos de la compañía o para alguna decisión de inversión que correspondiera a generar mayor valor en el Grupo. Son todos planes que quedaron vigentes. Y esta es una operatoria que hacen todas las empresas", aseguró.


Esta increíble declaración solo puede concebirse a partir del sentimiento de impunidad que le dieron tantos años de usar al Estado como conducto para los más turbios negociados. Es imposible que una práctica como esa, realizada por una gran empresa a lo largo de un extenso período, no fuera conocida por las autoridades de la AFIP. Hay mecanismos excepcionales que las empresas en crisis pueden emplear, pero en este caso se trató de una práctica realizada a lo largo de muchos años.


El hecho es un ejemplo más de los miles que abonan la existencia de un capitalismo de amigos, propio de un país corporativo y retrógrado. El capitalismo, con reglas claras, sin privilegios y con efectiva competencia, es un sistema económico que favorece más que ningún otro la creación de riqueza. Combinado con una diligente actuación estatal destinada a impedir los monopolios y a favorecer la equidad social, genera sociedades dinámicas, con alta calidad de vida. Su contracara es el modelo de los Kirchner, destinado a que ellos y un grupo de amigos se apropien de los resortes de la vida económica y destruyan los incentivos para las inversiones genuinas, sin las cuales no aumenta el empleo ni suben los ingresos de los trabajadores. Los López, los Báez y tantos otros son la grotesca caricatura del empresariado creativo, innovador y sano que necesitamos.


Este escándalo no puede permanecer también impune. No se trata de perseguir a nadie. Se trata de garantizar el principio de igualdad ante la ley, base de la República.

Una investigación periodística del diario “La Nación”determinó que el empresario Cristóbal López, uno de los más allegados a Néstor y Cristina Kirchner, adeuda unos ocho mil millones de pesos a la AFIP. 









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