¿Cuando será el día en que los defectos de un país no jueguen paradójicamente a favor de un gobierno apartado de la ley y que debería dar explicaciones serias a la sociedad?, ¿cuando, también, un gobierno de esa naturaleza dejará de pensar como el ladrón que cree que todo el mundo es de su condición?
Lo digo en relación a los rutilantes comentarios de Aníbal Fernández y de Florencia Randazzo que aseguraron que la investigación del fiscal Tom Mulvihill en Miami es un a campaña orquestada por el gobierno de Bush a través del FBI para perjudicar al gobierno argentino.
El argumento es igual al que utilizó Chávez en Caracas y constituye una profundización de la teoría de la "operación basura" que Cristina denunció a los pocos días de asumir el gobierno, como originada en Washington.
Es increíble que no puedan entender el simple hecho de que en los países serios la Justicia es realmente un poder independiente que funciona por fuera de las órdenes del Ejecutivo y que sus investigaciones no tienen que ver con las relaciones bilaterales de los países. Es burdo el hecho de que la inimputabilidad en la que creen vivir los lleve a cometer hechos visiblemente corruptos a la luz del día y luego pretendan echarle la culpa de esos actos al tercero que trata de aclararlos.
El financiamiento de la campaña de Cristina Presidente va tomando ya los ribetes de un escándalo que, en cualquier lugar más o menos organizado, pondría en serios apuros institucionales a un gobierno al que le faltan tres años y medio de gestión.
La exigencia de explicaciones públicas del origen de fondos que se relacionan con gobiernos extranjeros, agencias de inteligencia, fuerzas paramilitares y narcotraficantes que aparecen muertos en zanjones, sería de tal magnitud que tal gobierno debería poner en blanco sobre negro la situación rápidamente o sufrir una erosión de su poder de dimensiones trascendentes.
En la Argentina, paradójicamente, el escaso apego de la sociedad al Estado de Derecho y al imperio de la ley, juega a favor de estos gobiernos que descaradamente salen a hacerle creer a la gente que son blanco de una campaña conspirativa internacional.
¿Pero es que alguien en su sano juicio va a creer que la Argentina ocupa un lugar tan importante en el Universo como para que la maquinaria política de la primera potencia mundial se ponga en funcionamiento para influir en los procedimientos legales de su Poder Judicial para mancillar el honor del gobierno de los Kirchner?... ¡¡¡Por favor..!!!... Por lo demás, ¿quien embarcó la valija?, ¿de quien era el avión que la trajo?, ¿a qué gobierno pertenecían los funcionarios que eran sus pasajeros?, ¿con las autoridades de qué país se reunió el "maletero"?
Como sea, la plata de Chávez (con mucha probabilidad de que su origen sea, a su vez, los réditos de los negocios con bonos argentinos que hacen los Kirchner con Caracas) será un poroto al lado de los fondos de campaña que ahora sabemos que aportaron los asesinados de Gral Rodriguez.
Esta gente que ingresó -hasta donde se sabe- mas de $ 400.000 en efectivo a los bolsillos del "Frente para la Victoria" hacia negocios con efedrina importada en exceso para ser usada como precursora de drogas prohibidas y ser comercializada por cárteles mexicanos que ya avanzaron a sus sicarios a la Argentina.
Aníbal Fernández y Randazo le harían un enorme favor al país si en lugar de seguir mintiendo salvajemente se pusieran a disposición de la Justicia que intenta llevar luz a este caso. Con caras de circunstancia, gestos de enojados como si ellos fueran las víctimas y "embarres" de cancha para que nadie entienda nada, solo contribuirán a que la Argentina siga siendo un país en donde la falta de justicia sea, paradójicamente, más un valor que un disvalor.
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