martes, 3 de febrero de 2009

Un Capitán de tonada española

Papá me contó, que mi abuelo cuando era chico; conoció a un tal don Luis, un anciano que contaba su historia, de cuando había sido soldado, en su primera batalla. Decía que allá por el 1813, cuando él era muy joven se había unido a un grupo como soldado, que se alistaba en el Retiro de Buenos Aires.

Por Martin Schinner

"La cabeza de ese ejército era un joven capitán de tonada muy española. Se había quedado tan encandilado con ese Capitán, porque con él aprendían a luchar con muy distintas armas, pero, de a caballo.
Su persona le daba una seguridad, que bajo su mando se sentían capaces de grandes proezas.
Un día, reunió a 140 de nosotros, y partimos reventando caballos y casi sin parar, llegamos a un convento cerca del río Paraná, siendo aún de noche. Cuando se fue haciendo el día, vimos a nuestro enemigo. La tropa nos mirábamos desesperados, había ocho barcos de guerra, a lo lejos, en el río como con treinta cañones apuntándonos. En tierra, quizás ya había 260 soldados españoles, con sus armamentos y uniformes mucho mejores que los nuestros. Nuestro Capitán, subido al campanario del convento, observaba desde antes del alba con sus catalejos. Cuando baja nos encara, apenas asomaba el sol, y nos dice: “Atacaremos, de a caballo “a sable y lanza”. Nos quedamos helados ¿Atacar en minoría, a barcos con soldados con fusiles y cañones? ¿De a caballo y a sable y lanza? Nos miramos desesperados ante “tal locura”, pero el avance español era irremediable, ¡No podíamos escapar! Había que pelear y nunca habíamos peleado, ¡Solo éramos unos pocos criollos de a caballo!
Hubo acuerdo mudo en seguir a nuestro Capitán ¡Porque huir, aunque nadie lo pensó, hubiera sido la muerte segura! ¡El Capitán, se puso al frente del ataque! Pensamos: ¡Él debe saber muy bien lo que hace, porque se puso en el lugar de más riesgo! ¡Sentimos que eso nos daba toda la fuerza! Nos había entrenado a los sones del clarín, lo que debíamos hacer. A poco de partir en furiosa carga, que solo 126 de nosotros partimos; porque hubo muchos heridos en la marcha forzada desde el Retiro; sonó el clarín para detenernos, al tiempo que los treinta cañones de los barcos vomitaban fuego y muerte: ¡Allí viene nuestra muerte; pensamos mudos; y la derrota!
La feroz descarga cayó muy cerca, pero adelante nuestro, ¡Solo unos pocos fuimos alcanzados! Entonces, sonó el clarín de carga, y allí partimos. ¡Solo 100 quedamos contra los 260 españoles con fusiles y dos cañones Ese malón enfurecido que éramos, a sable y lanza, no les dimos tiempo que recargaran los cañones de los barcos para volvernos a disparar, y que los fusileros solo pudieran hacer una descarga. Después me enteré que fueron 17 minutos, desde que sonó el clarín de la carga, hasta que los españoles se rindieron. ¡No podíamos creer lo que nuestro Capitán había planeado!
La batalla solo se podía ganar: ¡Si duraba 17 minutos! ¡100 criollos sin experiencia de guerra, de a caballo a sable y lanza, contra 260 soldados españoles con fusiles, apoyados con ocho barcos de guerra, con 30 cañones! ¡…Y habíamos vencido! …"

Allí casi terminaba el relato, en que don Luis se paraba, y sacaba de un viejo ropero, una caja cilíndrica y de adentro emergía un aún reluciente sombrero de Granadero. Y allí nos decía, con los ojos húmedos de emoción y orgullo: “Esa fue la batalla de San Lorenzo, nuestro Capitán era Don José de San Martín, y él hizo de mí un glorioso granadero”.

Hoy 3 de Febrero de del 2009, HACEN 196 AÑOS QUE SE INICIO LA CAMPAÑA LIBERTADORA DE TODA AMERICA.

¡Que vergüenza, mi General San Martín...!

Pero aunque el Gobierno actual de SU PATRIA, lo quiera olvidar; EL PUEBLO AUN VIBRA Y SE PONE DE PIE, CUANDO ESCUCHA:
GENERAL SAN MARTÍN ¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!!

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