Frente a este panorama de anarquía y desintegración encontramos pensamientos sensatos entre los vecinos (¿oligarcas?) de las Torres edificadas frente al parque, o mejor dicho frente a la “VILLA NK”
Por Carlos Alberto Falchi
Como observamos en La anarquía hecha costumbre “No nos encontramos ante un caso de inexistencia de Gobierno, este existe y opera todos los resortes del poder fomenta la anarquía porque conviene a sus planes.”
“No es casual que organizaciones funcionales a la “banda” que detenta el poder provoquen el caos y la anarquía mientras las autoridades proclaman que no se debe “criminalizar la protesta”, fiscales no promuevan la acción penal correspondiente para castigar a los responsables.”
Como tantas veces, anteriormente, agrupaciones funcionales al oficialismo realizan actos destinados a promover el desorden, la anarquía, con el fin de alcanzar objetivos tácticos o estratégicos de su “pequeña política”.
Como hubiera dicho Leonardo Castellani “para eliminar un mosquito, decidieron atropellarlo con un Tranvía…”. En este caso desarrollan una complicada operación de desplazamiento poblacional con la cortina musical de un coro “políticamente correcto”, coordinado por la Señora Presidente, entonando consignas de desaprobación a la xenofobia.
En tanto algunos solistas como el barítono (originario….de Villa Crespo) Eduardo Epsztein, expresando la indignación patriótica sur-americana pronuncia su célebre pensamiento y lo envía por su cuenta de TWTTER demostrando su altísima capacidad tecnológico- intelectual:
“Llegan de Italia empresarios chorros y después tienen hijos en el país, cerremos la frontera, Sra. Presidenta”.
Ya a esta altura de los acontecimientos no queda duda, todo este operativo villero ha sido cuidadosamente planificado y ejecutado por punteros del Frente para la Victoria.
La dirigencia partidocratica? Bien gracias, tranquila las jugosas dietas les permiten andar en paseos de compras, haciendo mutis por el foro.
Corrientes de opinión, que podemos denominar extraparlamentarias como la Iglesia Católica, la Comunidad Israelita, las iglesias Cristianas, etc. Se han limitado a sumarse al coro políticamente correcto.
La izquierda, como siempre, organiza sus típicas comparsas de “Obreros y Estudiantes, unidos y adelante”, que tanto apreciaban los integrantes de la Unión Democrática: 100 participantes y 200 pancartas y/o banderas, vociferando “No pasaran…!” y consignas pasadas de moda contra el FACISMO.
Otros grupos como los “nacionalistas tradicionales” en estos días muy contentos con el tema del feriado del 20 de Noviembre han demostrado, una vez más, su incapacidad para comprender la Argentina y a su pueblo ante la anarquía imperante, en forma entusiasta se dedican a enchastrar el ciber espacio con un envió referido a “El panteón de los Anchorena en el Cementerio de La Recoleta”.
Considero al aludido apellido criollo, mal que les pese a una legión de resentidos que se escudan detrás de ideologías importadas, para los que son portadores del mismo mi desagravio
Frente a este panorama de anarquía y desintegración encontramos pensamientos sensatos entre los vecinos (¿oligarcas?) de las Torres edificadas frente al parque, o mejor dicho frente a la “VILLA N. K.”.
La ocupación de un espacio público no puede permitirse. “dura lex, sed lex” la ley debe ser cumplida inexorablemente, sin “protocolos” y aunque no sea del agrado del Juez Gallardo.
Mauricio Macri acaba de manifestar, acertadamente, que “cuando abandonamos la ley, abandonamos la libertad”. Comparto plenamente lo expresado a pesar de las críticas o el disenso respecto de su política.
El estado debe identificar a los ocupantes y trasladarlos, por la fuerza- si fuera necesario-, a distintos Albergues, Cuarteles Hospitales, Asilos, o Manicomios según el caso y despejar inmediata mente el espacio público.
La identificación y el listado deberá efectuarse en el momento del traslado, el censo es una forma de dilatar la aplicación de la ley, es inservible como quedo demostrado en el caso del Albergue Warnes.
No estamos ante la discusión acerca de la función social de la propiedad, el espacio público ya está cumpliendo una función social para la totalidad del pueblo, en consecuencia no puede ser usurpado por una minoría.
La dirigencia “partidocratica”, elite oligárquica se refiere a “LA GENTE”, adopta la misma actitud de María Antonieta. Utilizan la denominación “LA GENTE” como si fuera un grupo extraño al que “ellos” no pertenecen, ellos son los que discriminan entre los “elegidos” y la gente.
En el día de ayer en “Perfil” se publico una nota de Abel Posse, comparto muchas de sus observaciones por esta razón cierro estas reflexiones concitando el comienzo de dicha publicación, cuya lectura recomiendo: “Argentina va en carreta hacia la catástrofe. La carreta de los condenados sumisos. Desde la educación hasta la más elemental exigencia de orden público, vemos el desbarrancamiento del Estado en anarquía. Anarquía para nada, ni siquiera con fibras de transformación. Todo lo vemos desde nuestro pacto de resignación con los ojos inertes de las vacas que miran desde el alambrado pasar los camiones por la ruta. Todo lo registramos como los notarios eunucos del Celeste Imperio en una infinita crónica sin decisiones.”
Carlos Alberto Falchi.
Buenos Aires, 12.12.2010.
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