miércoles, 18 de julio de 2012

El modelo no cierra, cuentas en rojo



Déficit fiscal del 75%, van por las Obras Sociales.


Por el  Arq. José M. García Rozado


El desequilibrio del Tesoro cristinista trepará a más de $ 85 mil millones, ni con los fondos de la ANSeS, el BCRA, el PAMI y la Lotería Nacional se logra tapar semejante agujero. Ante esta realidad “la sintonía fina del modelo” pasará por hacerse de las Obras Sociales. La realidad pasa a ser la “única verdad”, invirtiendo el apotegma peronista.

El “modelo nacional y popular, y su sintonía fina” no cierra, las cuentas públicas nacionales pasaron del naranja al rojo vivo estando mucho más complicadas que las finanzas provinciales, con lo cual  si observamos cómo van las cosas, aquello que pronostican los especialistas y que varios de nosotros previéramos hace ya más de un año atrás, está sucediendo. El déficit fiscal primario se pone de manifiesto como nunca antes, pues es el primer año donde existirá, éste se engrosará ampliamente una vez cumplido con los pagos de los intereses de la deuda a lo que se le debe sumar el déficits de las provincias.

El déficit fiscal, una vez pagados los intereses de la deuda, del año 2011 fue de $ 30,7 mil millones, con lo cual el déficit primario del presente año de $ 55 mil millones se ha incrementado en un 75% respecto del año anterior; pero si se suman a éste los déficits provinciales el mismo ya bordea un 3% del PBI nacional, lo que nos lleva a razonar que en estos 9 años pasamos de un superávit fiscal del 3% del PBI a un déficit fiscal del 3% o sea se está retrocediendo  en un 6% del PBI nacional, un cifra sumamente significativa y que deja en claro la magnitud del retroceso que se ha producido entre el gobierno Néstor y el de Cristina.

Siendo consciente que la economía ha crecido en términos reales a tasas muy significativas durante estos 7 años -2003/2010-, también debemos serlo al reconocer que durante el 2011 y el presente mucho de lo crecido se ha despilfarrado. “Según las estadísticas oficiales, el PIB argentino habría crecido un 5,2% en el primer trimestre del año en relación al mismo período del año anterior. Esta expansión muestra un marcada desaceleración del nivel de actividad -de 3,7puntos porcentuales o de un 40%- con respecto al crecimiento promedio del año pasado (8,9% a/a). Pero, además, pone de manifiesto un enfriamiento aún mayor en una variable clave como la inversión, que se incrementó sólo un 2,8% a/a en el primer trimestre del año; mientras que el año pasado lo hacía a una tasa promedio de 16,6% a/a”, según la fuente de Economía & Regiones.

Las cifras varían según quien las difunde o estudia y van desde los $ 42 mil millones básicos, del Estado Nacional a los $ 63 mil millones, o sea que existe una marcada amplitud entre los mismos especialistas pues el déficit contiene una variación de casi un 50% según quien lo haya definido o estudiado, lo que muestra a las claras que existen una serie de variables muy poco claras y producto de la desinformación que genera el propio Gobierno Cristinista. Esto que sucede con el déficit también sucede con las cifras del INDEC y las de pobreza, indigencia, desempleo, etc. por lo que se hace muy difícil realizar un análisis serio de la situación nacional ante la coyuntura económica global, regional y nacional. El problema más grave es que la caída de la inversión, reflejada en reducción de la producción, terminará inexorablemente afectando el nivel de empleo. Si bien la tasa de desocupación se ubica en torno al 7%, el menor nivel de actividad con menos inversión complica el futuro del mercado de trabajo.

Ya en los últimos años, la capacidad de generar nuevos puestos de trabajo se redujo significativamente; es decir la elasticidad empleo-PBI del 2010-2011 (0,3%) fue la mitad que la del promedio 2003-2006 (0,6%). En otras palabras, la demanda de trabajo no sólo crecía menos que proporcionalmente en relación a la expansión del producto, sino que cada vez respondía menos frente al incremento del nivel de actividad. Según la elasticidad empleo-PBI del primer trimestre de 2012 (0,1%) se necesita que el PBI crezca 10% para que el empleo aumente 1%. Esto sucede a pesar del avance de la demanda de trabajo del sector público de los últimos años. A modo de ejemplo, en el consolidado de provincias, la demanda de trabajo se habría incrementado aproximadamente un 21,3% entre el 2006 y 2012, lo que implica un aumento de 15 puntos porcentuales respecto del crecimiento vegetativo del período (6%). Así, en las provincias, la cantidad de empleados públicos cada 1.000 habitantes ascendió de 40 (2006) a 47 (2012).

En la esfera Nacional, el avance del empleo público fue aún más significativo, dado que los puestos de trabajo del sector se incrementaron un 31% en el mismo período. En pocas palabras, el Estado tiene una participación cada vez mayor en el mercado de trabajo: actualmente, el conjunto de empleados públicos representa aproximadamente el 15% de la PEA, el 16% del total de ocupados y el 6% de la población del país. No obstante, ni el sector público Nacional ni los Gobiernos Provinciales tienen margen para seguir aumentando su nómina de empleados y, así, compensar la reducción de la demanda privada de trabajo: las restricciones fiscales impiden que el Estado siga absorbiendo empleo. La restricción es aún mayor a nivel provincial donde la masa de gasto salarial alcanza en promedio al 50% del gasto total. En síntesis, la demanda agregada de trabajo -tanto pública como privada- estaría mostrando síntomas de enfriamiento. Por un lado, la absorción de trabajo del sector privado se reduce de la mano de la inversión y de la producción, y el rojo fiscal de Nación y Provincias, impide que el Estado pueda compensar la caída de la demanda de trabajo privada.

De este modo, suponiendo que la economía se comportara, de acá en más, como lo hizo durante los últimos 6 meses, estimamos un crecimiento promedio del 1,2% y una caída de -0,9% para 2012 y 2013 respectivamente. Replicando la elasticidad empleo-PBI del primer trimestre de este año, estimamos una tasa de desempleo similar al promedio del año pasado para el 2012 (7,3%), aunque un incremento de la desocupación para el 2013 que superaría el 8,1%. Estas cifras sumadas a las que Nadin Argañaraz expone al decir “si a este déficit –que lleva el desequilibrio fiscal al 2,5% del PBI, y al 3,3% neto de extraordinarios-, se agregan los vencimientos de capital de este año de la deuda pública, del orden de $ 44 mil millones (la mitad en moneda extranjera muy escasa por cierto), las necesidades financieras totales durante todo el 2012 que debería cubrir el Estado Nacional  se ubicarían entre los $ 86 mil millones y los $ 107 mil millones”, teniendo cubiertos con el BCRA, Banco Nación, ANSeS y Lotería nacional $ 62mil millones, quedando aún una brecha de entre $ 24 mil millones a $ 45 mil millones que una parte podría ser cubierta por los Adelantos Transitorios del BCRA”.

Es por estos datos y muchos otros más, como la inflación cada vez más desatada debido al valor de la moneda paralela que ayer alcanzó el récord –por ahora- de $ 6,31 por dólar y que ya impacta en la suba de muchos productos, pues los comerciantes comienzan a palpar con demasiada asiduidad que más temprano que tarde la economía se va a terminar acomodando a la nueva realidad monetaria, aunque para el sector bancario el valor de equilibrio del dólar sea de $ 5,30 (o sea 41 más que el oficial); que los economistas del Banco Ciudad , entre otros muchos, plantean que “estos datos muestran como no sólo las provincias se encuentran fiscalmente ahogadas, sino que las finanzas nacionales también sufren por el marcado deterioro de la situación económica. La pequeña (gran) diferencia pasa porque el Gobierno Nacional cuenta con el BCRA para cubrir sus brechas financieras, mientras que los principales distritos no pueden acceder a una ventanilla de liquidez equivalente para hacer frente a una situación más que compleja”.

Una inflación que no baja del 24% anual, un cepo cambiario y un korralito a las importaciones de bienes de capital en muchos casos, generaron un “mercado paralelo” con una brecha de más del 30% y que se sigue alimentando con el goteo de depósitos retirados de los bancos por los ahorristas y por los dineros no declarados por los empresarios llevando las reservas a menos de US$ 43,5 mil millones para fines del presente año, otros US$ 3 mil millones menos que los que existían a fines de 2011 y muy lejos de los US$ 52 mil millones del 2009. La escasez de la economía ha pasado a ser un verdadero problema político pues tiene raíces de crisis económica, si no hay dinero, las tensiones se trasladan del bolsillo a las relaciones de poder.

El Gobierno Cristina adoptó un discurso frente a la crisis económica mundial y su impacto local que explicaba: 1º criticando el ajuste ortodoxo que impulsan el FMI y la UE en países como Grecia, Portugal, España señalando que los recortes de gastos llevan a mayor recesión (algo que compartimos); 2º este discurso implica que los ajustes pautados en la llamada “sintonía fina” no son posibles de aplicar, y por lo tanto se deben mantener los subsidios –una verdadera barbaridad-, los planes sociales y una negociación salarial y del salario mínimo vital y móvil que acompañe como mínimo la inflación, aunque esto depare agigantar el déficit fiscal. Pero entre la postura adoptada ante la crisis internacional y la realidad interna vemos como el “discurso-relato” se desengancha de aquellas dos posturas e impone a las provincias los ajustes de lo más ortodoxos, los mismos que le critican al FMI y a la UE.

Provincias que aumentan los impuestos, salarios con tope de negociación paritaria por debajo de la inflación (que licuan el poder adquisitivo), impuesto a las ganancias a los sueldos que equivalen a apenas US$ 1 mil mensuales (según valor equilibrio de los bancos), subas de luz y transporte en las provincias por caídas de los subsidios, o sea “la tercerización del ajuste”  o como otros lo llaman “Federalización de la sintonía fina”, sintonía que por supuesto la Nación comenzó a aplicar a principios de año pero que luego, al ver que esto repercutía en la imagen presidencial –caída de cerca de 30 puntos de la imagen positiva- frenó totalmente, para pasar a una política de subsidios crecientes, o sea que con los votos propios no se juega, que el costo lo paguen los sindicalistas, o los gobernadores. Moyano, Scioli y Macri son tres claros ejemplos de la tercerización del ajuste.

CFK viene separándose de sus históricos aliados –Moyano, Scioli, el peronismo bonaerense que adoptó el modelo kirchnerista de crecimiento sin desarrollo- relegándolos a la vereda de los que deben pagar el costo del ajuste (escasez) que ella se niega a pagar, así como falazmente habla de desendeudamiento. Mientras la deuda crece mes a mes y año tras año, ella se niega a tomar deuda, que igual se toma –BCRA adopta la costumbre de pedir adelantos a corto plazo a la banca europea-, pero obligando a las provincias a colocar letras y bonos para pagar hasta sueldos. Este es sólo otro quiebre económico del “discurso-relato del cristinismo”, un discurso político, y dos universos que hoy colisionan brutal y abiertamente, tapados por las peleas generadas por las espadas cristinistas –Boudou, Fernández, Mariotto, Randazzo- quienes permanentemente atacan y desestabilizan a gobernadores, intendentes, sindicalistas, medios y todo aquel que adopte una postura contraria al “modelo cristina”, un supuesto modelo que de tal no tiene absolutamente nada.

Para completar la tercerización del ajuste, y como paliativo final del desaguisado reinante gubernamental que implica un déficit fiscal cuasi desmadrado –se perdieron ya 6% del PBI- el Gobierno Cristina inicia el camino de la escalada sindical, cuesta creer que justo “ella” se quede con el conglomerado de gremios y dirigentes, cuyo común denominador es el de haber sido la pata oficialista del gremialismo menemista de los denostados 90, y que sólo se abrazan por su rencor con Hugo Moyano, conociendo el paño y luego de haber logrado hacer trizas la unidad del movimiento obrero –3 CGT y 2 CTA- y con toda la iconografía del supuesto progresismo local como único telón de fondo, resulta verdaderamente grotesco el cuadro de veteranos sindicalistas “gordos” como aliados y adalides del “modelo” y ahora convertidos en la nueva “columna vertebral” de este pseudo peronismo cristinista.

Pocos, o quizás muchos de ellos, mantienen las lógicas prevenciones por las futuras políticas oficialistas respecto de los gremios y en especial de las “Obras Sociales Sindicales”, la próxima caja sobre la que se asestará irremediablemente un golpe para apoderarse casi del último reducto de donde munirse de plata fresca. (Ver notas sobre el tema sindical del 29 de Julio de 2009, la del 25 de Noviembre de 2011 y las del 15 y del 23 de Mayo del presente año) Quitarles las Obras Sociales es asestarles un golpe casi letal al control gremial, proyecto que siempre ha sido meneado por las dictaduras y por los gobiernos antiperonistas, como un arma de destrucción del aparato sindical peronista. ¿Con que cara van a mirar a sus afiliados los “gordos” cuando éste proyecto avance? ¿Recién entonces tomarán conciencia de a donde los llevó “ella”? ¿Son tan infantiles o existe otro tipo de negociación espuria por detrás?

¡Como ya lo hicieron con la ley de medios, ahora van a volver esgrimir que lo hacen para “democratizar y pluralizar”! “¡El nuevo eslogan será Salud para Todos… y Todas!” El proyecto ya ha causado polémica en el área de Salud, pues contemplaría que el grueso de las prestaciones complejas “sean manejadas por el Estado”, mientras que el resto siga estando –por lo menos inicialmente- en manos de las organizaciones sindicales; el objetivo político del plan es golpear en la profundidad del aparato sindical, reduciendo y convirtiendo en insignificante su influencia y avanzando sobre una caja multimillonaria, imprescindible para poder sostener una política que cada vez más necesita de recursos de donde fuere para sobrevivir. Las OS siempre han sido la piedra angular de la relación entre el poder político y el poder sindical, el cambio provocará resistencias, conflictividad y confrontación creciente que, para ser legitimada, será camuflada  con reivindicaciones sociales.

Buenos Aires, 16 de Julio de 2012.
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL –

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