domingo, 29 de mayo de 2016
LA ESPERANZA EN UNA BARRICADA
Por Enrique Guillermo Avogadro
Cristina Elisabet Fernández tenía razón cuando decía, entre mohines, que "todo tiene que ver con todo". Lo peor y más recalcitrante del kirchnerismo residual ha decidido desestabilizar a María Eugenia Vidal y, en una suerte de carambola, intentar hacer algo similar con el Presidente Macri. Pienso que las acciones puestas en marcha tienen como fin último hacer dudar a los jueces federales ante la disyuntiva de avanzar en las causas de corrupción o desensillar hasta que aclare; no vaya a ser que, si hubiera un retorno después de la caída del Gobierno con la que se ilusionan Ricardo Foster y tantos otros, los encuentre del lado errado.
La huelga salvaje -no respondió a ningún reclamo gremial- que realizaron los maestros bonaerenses el martes, encabezados por Roberto Baradel, un confeso cultor de la "noble viuda", a cuyo calor medró durante la última década, fue una señal clara de lo que viene. Fuentes informan que, en una reunión entre él y otros dirigentes "pesados" que responden a la ex mandataria, se habría acordado avanzar hasta lograr la destitución de la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, ejerciendo distintas modalidades de entorpecimiento aleatorio del dictado normal de clases; hasta se habría hablado de atacar establecimientos educativos.
Tampoco es casual el recrudecimiento de los secuestros express, que buscan inquietar a una ciudadanía ya justificadamente preocupada por la inflación. En paralelo, resultó sumamente llamativa la fotografía de Luis ¡Amor, amor! D'Elía, con Fernando Garrote Esteche, jefes de organizaciones violentas que disponen de gran cantidad de armamento y munición, "robados" a los arsenales militares, con Néstor Segovia, el "metrodelegado" kirchnerista que tanto ha hostigado al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, reunidos con Guita-rrita Boudou, riéndose de una Justicia que lo mantiene en libertad pese a los innumerables procesamientos que se dictaron en su contra.
A ese esfuerzo golpista se ha sumado Cristóbal López con sus medios periodísticos, solventados por la enorme fortuna que Don Timba nos ha birlado a todos los argentinos; ya se ve en la pantalla de C5N y se escucha en emisoras afines, como Radio del Plata, una agresión permanente a Mauricio Macri y su equipo, para reforzar la barricada contra los jueces.
Claro que, el jueves, la temperatura subió y la realidad alcanzó el grado de ebullición con la extraña presentación de un hijo de Lázaro Bóvedas Baez, no imputado aún en la causa que mantiene preso a éste y complicado a un hermano, pese a disponer de un patrimonio inexplicable para su extrema juventud; pidió el apartamiento del Juez Tortuga Casanello -ahora curiosamente respaldado por el Fiscal Marijuán, cuyos pedidos de medidas fueron desoídos por el lento magistrado durante tres años- y, confirmando que su padre era un mero testaferro de don Néstor (q.e.p.d.), pidió que se avanzara sobre todos sus deudos supérstites y ex funcionarios. Conocedor de la suerte que habitualmente corrieron quienes se atrevieron a denunciar a los Kirchner o a interponerse en la marcha de sus "negocios", solicitó inmediata protección.
A la noche, el periodista Eduardo Feimann dijo que Tortuga había recibido tres millones de pesos mensuales de Bóvedas durante ese lapso para no avanzar en su contra, y dio detalles acerca de las reuniones de Casanello con Cristina en Olivos; claro que el Juez sabe que los tiempos han cambiado en el país, que ahora nadie parece conocer al preso y que, en estas condiciones, demorarse podría costarle el cargo y, quizás, hasta la cárcel.
Pero la preocupación más grave de nuestra abogada exitosa no pasa por la corrupción y, ni siquiera, por el asesinato de Nisman, pese a estar en ambos casos muy complicada, sino con el encubrimiento a los iraníes, memorandum mediante, es decir, con la denuncia que el Fiscal hiciera antes de morir, porque puede ser reactivada a partir de una resolución de la Sala II de la Cámara Federal: si avanzara, doña Cristina no encontrará un lugar en el mundo donde refugiarse, porque nadie tolera la protección al terrorismo.
Elisa Lilita Carrió, hoy la política con mejor imagen del país, está culminando un recorrido por los Estados Unidos del que promete traer, como recuerdos turísticos, nuevas pruebas contra los Báez, contra Anímal Fernández en la causa del narcotráfico y, también, contra Daniel Lancha Scioli, de quien podrá mostrar un enorme enriquecimiento patrimonial, traducido en campos y otras propiedades, dentro y fuera del país.
Mauricio Macri, que no ignora la legítima inquietud social por la situación económica -Marcos Peña reconoció que "estamos en el peor momento"- retomó la iniciativa y anunció el viernes un paquete de medidas vinculadas con el blanqueo, los impuestos y las jubilaciones que, amén de corregir una ancestral injusticia, tenderán a fortalecer el consumo. Claro que, en realidad, se trata de proyectos de ley, que deberán contar con la aprobación del Congreso para entrar en vigencia, pero no creo que haya dificultades en ese sentido, ya que no imagino a parlamentario alguno adoptando una posición obstruccionista que lo convertiría, automáticamente, en un bonzo.
La coyuntura es complicada, ciertamente; basta pensar que los mayores ingresos, producto de la mejora en los precios de la soja, del trigo y del maíz, se habrán ido en pagar los contratos de venta de dólar a futuro, la monumental estafa por la que están procesados Chiquito Kiciloff y Chapuza Vanoli, y que terminará por embadurnar a la responsable última, nuestra arquitecta egipcia. Pero mi optimismo se basa en que ha comenzado a reducirse la inflación y se han destrabado los créditos destinados a mejorar la educación y la infraestructura, dos brutales deudas del kirchnerismo con la sociedad, y el lanzamiento de las inminentes licitaciones de obras públicas generará los empleos necesarios para transferir a la construcción muchos de los ñoquis que aún quedan en el aparato del Estado, disminuyendo el déficit público.
El Papa, infelizmente, ya había comparado el gobierno de Cambiemos con la Revolución Libertadora -hubiera sido más justo establecer un parangón entre Cristina Kirchner y Nicolás Maduro- y el viernes, tal como se temía, recibió en una prolongada audiencia a la delincuente Hebe de Bonafini, quien se explayó sobre la "dictadura" de Mauricio Macri. SS Francisco no puede ignorar a esta altura de su pontificado cuánta repercusión política tienen en la Argentina sus gestos vinculados a nuestra realidad y, por ello, presumo su intencionalidad. Entonces, ratifico mi posición: lo obedezco en materia de dogma pero, en todo lo demás, lo veo simplemente como un Jefe de Estado que, como otros extraviados, considera al populismo una virtud.
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