domingo, 29 de mayo de 2016
MALVINAS: LESA TRAICION
Por Carlos E. Viana
La muerte de dos prisioneros, enemigos entre sí
Comparemos dos prisioneros de guerra que murieron bajo arresto: la Oficial Montonera Laura Estela Carlotto y el Contralmirante Carlos Alberto Büsser.
Oficial Laura Estela Carlotto
Su madre, Estela Barnes de Carlotto, declaró en la causa 2955 “Almeida y otros” del Tribunal Oral Criminal Federal Nº 1 de La Plata, el 08/05/2012, que su hija Laura Estela pertenecía a la organización guerrillera Montoneros y, dentro de ésta, al aparato de prensa. El nombre de guerra de Laura era “Rita”.
El 18 de junio de 1976, una compañera de estudios del Instituto de Lenguas Vivas y amiga y camarada en montoneros de Laura Estela, Ana María González, de 18 años de edad, colocó una bomba de 700 gramos de trotyl bajo la cama del Jefe de la Policía Federal, General Cesáreo Cardozo, que le causó la muerte, así como graves heridas a su esposa Susana Beatriz Rivas Espora.
Montoneros dio gran difusión a este atentado, elogiando el hecho como una hazaña. Recordemos que Laura Estela Carlotto era miembro del aparato de prensa que hizo la apología del crimen.
El 2 de julio de 1976, Montoneros produce el atentado con explosivos en el Comedor de Seguridad Federal de la Policía Federal Argentina, matando a veintitrés personas. Fue el peor atentado terrorista sufrido por el país, sólo superado por los operados posteriormente por el gobierno iraní contra la Embajada de Israel y la AMIA. Con respecto al atentado contra el comedor de la Policía Federal, Laura Estela Carlotto habría sido partícipe necesaria y además, desde el aparato de prensa, le dio amplia y elogiosa difusión.
El 16 de diciembre de 1976, a las 19:15, Laura fue partícipe necesaria en el atentado al microcine del Ministerio de Defensa, que produjo la muerte de 14 personas y 30 heridos. El artefacto explosivo fue colocado por un miembro de Montoneros, el sociólogo José Luis de Dios, alias “Jerónimo”, empleado como asesor del Ministerio de Defensa y con más de 10 años de antigüedad en el cargo. El procedimiento fue dejar en el centro del salón su maletín con la bomba activada y darse a la fuga. Laura Estela Carlotto, encargada del aparato de prensa de la organización terrorista, hizo la apología del hecho.
Posteriormente, tanto José Luis de Dios, lo mismo que Laura Estela Carlotto, fueron considerados como desaparecidos por la CONADEP y sus familias indemnizadas por el Estado, con 250.000 dólares a cada uno por su hazaña.
Muchos otros atentados y asesinatos produjo la organización Montoneros, de los cuales Laura, como agente de prensa, se encargaba de la apología pública de los mismos. Éste es un aspecto distintivo de los crímenes políticos de la década de 1970, la apología de los mismos por las organizaciones guerrilleras.
Contrariamente a lo ocurrido en más de un siglo, los asesinatos políticos se elogiaban como hechos de guerra.
Entre los crímenes que Montoneros y sus aliados del ERP reivindicaron figuran más de 29 niños, desde 9 meses hasta 15 años de edad.
Laura cayó prisionera a fines de 1976 y fue ultimada aparentemente en 1977. No compartimos moralmente este hecho ilegal y comprendemos el dolor de su madre.
Contralmirante IM Carlos Büsser
Soportando el frío de la borrasca, el Contralmirante Carlos Büsser oteaba la costa malvinense. Era el 2 de abril de 1982.
Él no había participado en la decisión política de la reconquista de las islas pero, como oficial superior de Infantería de Marina, cumplió con dos juramentos: el de cumplir las órdenes, comandar las fuerzas conjuntas que desembarcaron, y el de arriesgar su vida frente al enemigo.
La avanzada de las tropas argentinas cercó la residencia del gobernador. Comenzó un tiroteo intenso, donde se produjo la primera baja del conflicto, el Capitán de Corbeta IM Pedro Giacchino, quien al frente de sus infantes fue herido mortalmente, mientras que esquirlas de granada hirieron de gravedad al Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina.
El contraalmirante Büsser, comandante del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos británicos y la resistencia era más fuerte de lo esperado.
Finalmente, el Gobernador Rex Hunt, con su residencia baleada, decidió rendirse. El operativo inicial de recuperación de las islas Malvinas y Georgias había sido un éxito táctico, bajo la hábil conducción del comandante conjunto de las mismas, Contralmirante Carlos Alberto Büsser.
En 2009, el héroe cayó prisionero, por otra guerra, debido a su presunta participación en el interrogatorio de un espía chileno y por la desaparición de tres personas durante el gobierno militar. Se le dictó prisión, a pesar que en la época en que se produjeron estos hechos el Contralmirante revistaba en otro destino militar, que no tenía relación con los sucesos aludidos.
El Contralmirante falleció tres años después prisionero de guerra, pero en parte de otra guerra, la guerra fría que fue caliente en Argentina. Sus jueces violaron flagrantemente la ley, que dice que nadie puede ser mantenido en prisión preventiva más de dos años sin condena y que estos mismos jueces sí aplicaban diligentemente con los asesinos más peligrosos.
El Contralmirante estuvo presente en las dos guerras argentinas del siglo XX: la guerra fría que aquí fue caliente y la de Malvinas. Murió prisionero del enemigo de la primera y encubiertamente del segundo.
Vidas no paralelas
Laura Estela Carlotto fue asesinada sin respetar su condición de prisionera de guerra, pero de ninguna manera esto quiere decir que fue una heroína. Ella participó de los aberrantes atentados terroristas mencionados, asesinando inclusive a civiles que no participaban del conflicto. Ella violó sistemáticamente el 5° Mandamiento de la Ley de Dios, no matar, y además, fue -como lo reconoció su propia madre- encargada de prensa de Montoneros, haciendo desde ese cargo la apología de crímenes políticos aberrantes inclusive de niños.
El Contralmirante Carlos Alberto Büsser participó de una guerra que había comenzado en 1964, durante el gobierno del Presidente Arturo Illia, cuando guerrilleros financiados por la Unión Soviética atacaron el Noroeste argentino, en el marco de la guerra fría, que en nuestra Nación fue caliente. Posteriormente, como ya describimos brevemente, se desempeñó con brillo en las operaciones iniciales de la guerra de Malvinas. En la primera guerra cumplió como militar su juramento de defender a su patria; en la segunda, siguió las órdenes de la superioridad para recuperar las Malvinas y, por segunda vez, cumplió con su juramento de defender la bandera bajo riesgo de vida. Murió tristemente como prisionero de guerra a los 84 años de edad, acusado por instituciones supuestamente de derechos humanos, que son financiadas en parte por el gobierno británico. Como él, más de 60 héroes de Malvinas están como prisioneros de guerra, algunos ya muertos en la cárcel. Éste es uno de los hechos de Lesa Traición que pesan sobre la conciencia Argentina.
La Moral de Cristo no es “ni olvido ni perdón”
“Ama a tu prójimo como a ti mismo” es el segundo mandamiento de Jesucristo. En flagrante contraste, el terrorismo difunde abiertamente su doctrina “Ni olvido ni perdón”, mientras hace la apología de sus asesinatos. Como parte de esta campaña, se esgrime el dolor de las madres.
El amor de una madre es similar al amor de Dios, es incondicional. Es por ello que entiendo el dolor, tanto de la Señora Estela de Carlotto, como el de la Señora Hebe de Bonafini. Sin embargo, estas madres de la plaza no comprenden el dolor de otras madres cuyos hijos fueron asesinados por sus propios hijos.
Los derechos humanos son universales, pero en la Argentina de hoy, algunos tuvieron licencia para matar y otros no tienen derechos humanos. Lo peor es que políticos, jueces, periodistas y gente de la cultura, que reivindican la soberanía nacional, se prestan inconscientemente a las maquinaciones indirectas del gobierno británico para desmoralizar completamente a las Fuerzas Armadas Argentinas y eliminar cualquier posible hipótesis de conflicto por Malvinas. Esto, además de una injusticia, constituye un Crimen de Lesa Traición. Que Dios los perdone.
Carlos E. Viana
Informador Publico
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