Por Jorge Azar-Gómez
Todos sabemos de la existencia de “Manuela”, la perra presidencial, la cual se ha tenido que ir adaptando a los vaivenes del humor de su amo el señor Presidente de la República, ha compartido charlas importantes del Presidente, ha dialogado también con él en su personal idioma, ha acompañado al presidente a pasar revista a las tropas, se deleitó también con los trozos de asado que el Presidente saboreaba en sus visitas oficiales y privadas, y hoy es una fiel guardiana de la seguridad de la chacra del Presidente.
Todo esto y mucho más, llevó a la Manuela de la chacra del Presidente a conocerlo bien, y es así que, cuando lo ve llegar cabizbajo y gruñón, sabe que debe meterse debajo de la cama, cuando llega de buen humor juega a su alrededor y goza de sus caricias, cuando lo interrumpe en la grabación de su audición, sale aullando por los efectos de un puntapié, cuando su amo está feliz, ella salta y con sus esforzadas tres patas hace piruetas que divierten al Presidente, cuando le tiran un huesito sale contenta a su cucha a saborear el premio por su lealtad disfrazada de obsecuencia y hasta llega a morderle los talones a su amo el Presidente.
Algo similar sucede con las “Manuelas” que integran el “entorno” del Presidente, su gabinete y su Parlamento.
Es así que podemos poner algunos ejemplos de los reflejos de las “Manuelas” del Presidente fuera de su chacra, o sea en su gobierno y ver como asimilan sus puntapiés, como se van con la cola entre las patas, como disfrutan cuando el Presidente les tira algún huesito y salen corriendo a sus despacho, como soportan sus desprecios y hasta alguna Manuela disfruta cuando le muerde los talones al Presidente.
Recordemos, como cuando la ficción del Video, en el Ministerio del Interior y Defensa, las Manuelas tuvieron que bailar alrededor del Presidente al son de sus palmadas y se metieron bajo sus escritorios cuando amagó con la punta del zapato.
Así pasó también cuando el intento de “anulación de la Ley de caducidad” primero le tiró el “huesito” a las Manuelas del Ministerio de Relaciones Exteriores y corrieron obsecuentemente a sus despachos a elaborar un texto, que luego el Presidente se encargó encajonar y después, por escaparse, recibieron el puntapié que muchas veces recibió la Manuela canina y al igual que ella salieron corriendo en silencio (ni aullaron) a sus respectivas “cuchas”.
Cuando el Presidente fue a votar en las elecciones del BPS, y no lo pudo hacer ni como Presidente ni como floricultor se refirió en términos muy fuertes a sus Manuelas del directorio del BPS, ellos hicieron como la Manuela de la chacra, se metieron bajo su escritorio, temiendo la llegada del puntapié.
El Presidente Mujica, en su momento había ordenado el descuento en los haberes de los bancarios y de los municipales, por una extensa y peligrosa huelga, pero ahí las Manuelas del BROU, le pegaron el tarascón en los tobillos al presidente y desoyendo su orden, obsecuentes a los sindicatos, pagaron peso a peso todos los días no laborados por motivo de la huelga.
Recientemente cuando el Presidente intentó privatizar las dunas del Cabo Polonio, las Manuelas del Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente, le dialogaron en su idioma al presidente y le hicieron ver que eso era imposible, lo que obligó a su amo a especificar bien que zona era la que él quería privatizar.
Tampoco se salvaron las Manuelas del Ministerio de Turismo y Deportes, quienes no pudieron saborear con el Presidente, como lo hace su Manuela canina, la sabrosa carne del asado que disfrutó su amo con los jugadores de Peñarol, ni del asado que organizaron Casal y Gutiérrez en el restaurante El Pistacho, dicen que después de los asados, Mujica llevó huesitos para su Manuela y para las del Ministerio de Turismo y Deportes, quienes al otro día saltaron a su alrededor agradeciéndoles la atención.
Cuando Mujica improvisó su idea de poner impuestos al campo, las Manuelas del Ministerio de Ganadería, de Economía y de la OPP, saltaron rabiosas pues el presidente no les avisó de su decisión y menos que “no se iba a bajar de ella”, pero estas Manuelas, si bien amenazaron con irse de la chacra del gobierno, con el instinto canino, dieron vueltas y vueltas alrededor del despacho y se las ingeniaron para morderle los tobillos al Presidente rajándole el pantalón, haciéndolo bajar de su postura “indeclinable”.
La molestia ("calentura" para muchos) de las Manuelas de Economía y de Ganadería por cómo Presidencia manejó el tema del impuesto a la tierra es enorme. Ambos siguen en sus cargos (en este gobierno nadie renuncia), pero es posible que a fin de año los abandonen, mientras tanto, durante estos meses, saltarán alrededor de su amo demostrándole su "alegría".
Entre las Manuelas de Salud Pública, elaboraron un complejo sistema al que bautizaron Fonasa, intentando que la atención pública de la salud se pareciera a la de las instituciones privadas, es tanta la improvisación, que han logrado que hoy la atención en las instituciones privadas se parecen a las públicas, además de perjudicar con sus abusos de poder, entre otros, al centro oncológico nacional que lo han desmantelado y rapiñado.
El 19 de junio vimos a la Manuela de Salud Pública, en la Plaza Independencia, con su indecorosa presencia, discutiendo con los escribanos, sobre su ingreso al Fonasa, saliendo luego con una excitación inducida, a saltar alrededor de su amo.
Hasta las Manuelas del Comando del Ejército recibieron su huesito, cuando lo convencieron de sancionar a los ocho generales que habían visitado a un Coronel preso, cuando dos días antes el Presidente había manifestado por intermedio de su Manuela del Ministerio de Defensa que no habría sanción para ellos, con el huesito entre los dientes, corrieron al Comando a comunicar las sanciones mientras saboreaban el premio recibido, sin olvidar las marcas que aún tienen de algún puntapié recibido del Presidente.
Para peor, ahora el señor Presidente se queja de que diversas Manuelas de su gobierno, le están poniendo los huesos que él les tiró para que coman, en las ruedas y no le permiten actualizar AFE en comunidad con los privados, ni le permiten que sus ideas tomen cuerpo en el Gobierno, es que Mujica prefirió ser el Presidente de un partido político y no de todos los uruguayos.
Sería injusto no mencionar en esta colección de Manuelas gubernamentales , a la Manuela comunista de la Intendencia de Montevideo, que mantiene la ciudad de su amo repleta de mugre y organiza un concurso para el ingreso de funcionarios, que es discriminatorio con los que estudian y con los gordos no permitiéndoles presentarse al mismo; se junta a ella la Manuela de UTE, que nos tiene a todos vigilados y espiados, además de haber recibido su puntapié cuando contrató a familiares de altos jerarcas de la Torre Ejecutiva.
Ahora, desde la misma Torre Ejecutiva, salen las Manuelas a cuestionar a la prensa, diciendo que no se puede hacer prensa con conversaciones que no son abiertas, olvidándose que el límite de la prensa es el Código Penal, siempre que hablemos de las reglas en un país libre y democrático.
La Primera Dama, reclama un medio de difusión para el gobierno, no voy a detallar la decena de medios partidarios del gobierno y del Presidente, pero sí decirle a la Primera dama, que el mejor y democrático medio de difusión que puede tener un presidente, es una seria y responsable conferencia de prensa quincenal, donde todos los medios de difusión puedan escuchar y consultar al señor Presidente y verá que ahí sí la opinión presidencial, se verá reflejada en todos los medios independientes y en los paralelos al gobierno.
No hay que olvidar a las Manuelas del Mides, que poco a poco le van comiendo los talones al señor Presidente y silenciosamente se van quedando con los huesitos (votitos) que él les tira.
Queda para el final las Manuelas que integran el Ministerio de Educación y Cultura, que a esta altura son como muñequitos de torta en el gabinete presidencial, pues son ignorados en todas las decisiones que en lo referente a la educación se toman y ya han recibido por parte del Presidente los amagues de sus zapatos.
El señor Presidente sabe, que si bien tiene muchas Manuelas rodeándolo, ninguna es una fiel guardiana de su gestión, como lo es su Manuela canina de la seguridad de su chacra presidencial.
Todas estas situaciones y otras más que se han dado con las Manuelas que proliferan en el Gobierno y el entorno del Presidente, nos hace sugerir a la gente que cuando hable el Presidente Mujica, no lo escuchen, bajen el audio del televisor, y lean los labios del Pepe Mujica, porque no se puede impostar ser populista.
(*) Ex representante de Uruguay ante O.N.U.
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