¿Despertará?

El Diablo juega a ser a mujer o tal vez sea al revés. Con traviesa sonrisa anuncia a su compañero de fórmula en el aquelarre político. Aplauden exaltadas las brujas de pañuelos blancos pues el Elegido tiene los antecedentes que ellas exigen, el desfalco de veinte millones de pesos desaparecidos destinados a viviendas de pobres.


Por Darío

Schoklender está más presente que nunca.
La sacerdotisa suprema dice sentir la presencia de la Muerte cuando corre un frío sureño, exclama –él está aquí- y todos aplauden de nuevo, algunos sienten un escalofrío pensando que puede ser cierto que el espíritu maligno del fallecido haya venido del infierno.
Jocosa comenta su último tropiezo luego de bajar algunos escalones cual diva de la televisión, majestuosamente asistida por dos hombres que serviles le daban sus manos, al escuchar los vivas de sus seguidores se dirigió graciosa a saludarlos pero cual chica de barrio las luces de la televisión la encandilaron y cayó golpeando la reja.
Una amiga recordando a Néstor le dijo –es una señal- , algún verdadero juez en su casa habrá pensado lo mismo.
Comenta risueña con frivolidad demagógica que ha ordenado que el partido de River – Belgrano se juegue con público a pesar del riesgo, más que le importa la seguridad de la gente que está acostumbrada a arriesgar su vida diariamente en manos de los delincuentes.
Luego del anuncio vinieron los besos, abrazos, felicitaciones, mitad sinceros mitad falsos.
Hoy los diarios mostraban en primera plana cual protagonistas de película a estrenar a ella y a él mirándose sonrientes, abrazándose.
Esos mismos medios mañana mostrarán los graves incidentes que dejaron cincuenta heridos en la cancha de River.
¿El luto lo lleva por Néstor o por los argentinos?
Todos presienten que al disfraz de viuda le queda poco tiempo, aunque sea un color elegante que adelgaza la figura. Siempre hay funerales donde deberá acudir y esta vez el viento trae reminiscencias de Cuba y Venezuela.
Pero ahora todo es alegría ante el venturoso porvenir kirchnerista no hay razón para temer a un pueblo adormecido.
Claro que existe el riesgo que despierte en Octubre.
¿Despertará?


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