Por Patricio Roberto Anderson
Mañana de llovizna, fría y gris; como es tradición y vieja costumbre, sin dormir, trasnochado, sin haber cobrado el adicional, con hambre y sueño…me siento a tomar un cafecito y se me llena el alma de recuerdos, y reflexiones.
¡Fuimos Policías!
Pero tambien fuimos Ejercito de Línea… de ahí venimos, cuando en esas bisagras de la Historia Argentina, el Gral. Roca desde su despacho en el cielo o quizás, desde su montura allá en el desierto pampeano, y cabalgando invisible seguido de cojonudos fantasmas azules…citó a tantos otros JEFES con mayúscula, para que conduzcan la segunda Campaña del Desierto…Ya en estos tiempos…
Y así renacieron los fortines patrios fronterizos, porque quien puede negar que cada comisaría fue un fortín patrio, donde no fue casual que cada una de ellas haya tenido y tenga a la Virgencita de Lujan en su entrada y tampoco es casual que Ella haya llegado a los pagos Bonaerenses de Lujan en una carreta, manejada por gauchos criollos…
Y fuimos Policías…! Para aniquilar al delito, – no para contenerlo –, para detener y encarcelar al delincuente -no para “aprehenderlo”-, cambiando la denominación “delincuente” por “persona que delinque”… fuimos Ejército de Línea… fuimos Policías.
Fuimos Policías, sin necesidad de “llamar a un 911”, ni “pedir refuerzos”, porque solo valía el “Mensaje a García” (1), y en el medio de la nada oscura, solo nos acompañaba la Virgen y un cartucho en recamara, para apechugar la que se venga…¡Fuimos Policías!
Fuimos Policías… porque sirvió el facón gaucho para parar a la indiada en las previas de la Independencia, para frenar a los malones, como la “charrasca” (2) o la “varita” ante el ataque de un cuchillero cuando sacar el arma de fuego era de “ventajero” y probar la hombría del vigilante, era moneda corriente en las viejas pulperías o más acá en el tiempo, los boliches de campo o las cuadreras.
¡Fuimos Policías! … Cuando llegábamos con los borcegos embarrados a cada llamado, y en especial a aquellos QLQ, en donde los “verdes” nos decían, “cuando Uds. andan cerca nos quedamos tranquilos, gracias” y con los borcegos y/o zapatos embarrados siempre llenos de tierra, de la tierra del conurba profundo, de las llanuras pampeanas, de las serranías de Tandilia, de los puertos de Bahía o Marpla, donde se forjaban los policías todo terreno, en toda la geografía de la Provincia, hoy sobre el asfalto, mañana en la llanura de Trenque Lauquen, Pergamino, Carmen de Patagones o las Islas del Delta.
Fuimos Policías… porque llevábamos y llevamos en nuestra sangre la estirpe fortinera, y pensamos que no se puede engañar a quien anduvo por el Cielo alguna vez, no se puede asustar a quien camina, vive, convive y es amigo de la muerte cada día…
Que nos pueden “enseñar” a quienes nos peleábamos por ser los primeros en patear la puerta del “aguantadero”, sin medir consecuencias y a quienes no nos íbamos de franco – ni se nos hubiese ocurrido pedir franco - cuando caía un camarada, durmiendo en el piso o apilados en un móvil, hasta que se esclarecía y caían los autores…. cuando al sonar la alarma de un Banco, nos atropellábamos en la puerta del casino para subir al móvil y ser los primeros el llegar al lugar.
Fuimos Policías, pero también enfermeros, médicos parteros, Psiquiatras cuando de algún Centro Hospitalario nos enviaban por “seguridad” personas insanas, o debíamos acudir a custodiarla al Hospital.
Fuimos Policías, los llamados “Patas Negra” bautizados por nuestros primos de la Federal, por las medias negras que formaban parte del uniforme, aquel de color arena, medias azules los oficiales, negras los “vigis”.
Fuimos Policías… y dicen que los patas negras no mueren… ¡renacen como leyendas!
Vale repetirlo carajo…!
LOS PATAS NEGRAS NO MUEREN… ¡RENACEN COMO LEYENDAS!
Fuimos Policías… cuando no necesitábamos antecedentes computarizados, para saber quién era el que teníamos enfrente, bastaba ver las manos callosas del “laburante honesto”, con su ropa de trabajo, su explicación y su mirada franca… y al “caco”… a ese no se le pedía documentos... Para que? si lo olfateábamos y sabíamos quién era… ¿adonde estuviste preso? era la pregunta de rigor y tirate al piso, de un empujón subirlo al móvil ¿y el resultado?… decenas de hechos esclarecidos… en menos tiempo de lo que tardaban en darnos una orden de allanamiento.
Fuimos Policías… cuando se solucionaba de palabra o con una simple exposición civil, empeñada de ambas partes, los conflictos sociales y familiares o matrimoniales, haciendo más que los asistentes sociales, asesores matrimoniales o Comisarías de la Mujer… cuando al igual que ahora, el gobierno ausente – o cómplice – en los problemas familiares, nos los tiran a los policías, total, no tienen nada que hacer…
¡Fuimos Policías! Cuando para hablar con el Comisario, había que pedir parte y esperar dos o tres días para que te atienda… pero allí estaba presente, cuando el personal tenía un problema familiar, de servicio o de salud, y no te hablaba, solo te ponía unos mangos en el bolsillo y te decía "tómese franco una semana, cuando solucione su problema vuelva"… y cuando le ibas a devolver el dinero prestado, te respondía "¿que? usted a mí no me debe nada"… y era el primero en estar al lado del personal ante un problema jurídico-legal… y te hacía sentir que la dependencia era tu segundo hogar…
El Comisario era Dios y te temblaban las piernas cuando lo veías venir… ¿el Jefe de Calle? Era San Jorge con su lanza… y más valía que te cuadres y el saludo uno sea enérgico al saludarlo, pero te respondía cubriéndote las espaldas en algún enfrentamiento y te hacia sentirte valorado… tan distinto a los actuales “jefes de calle” que se matan por 10 horas cores, mientras transcurre su servicio entre wasaps, wifi, Facebook y mensajes de texto…
¡Fuimos Policías! Cuando sin esperar órdenes y tomando la iniciativa propia de la personalidad y carácter de la Bonaerense… (que nos costó que nos castiguen y que hoy estemos como estamos) ….le aguamos la “fiesta y gran estrategia” al terrorista Gorriarán Merlo y sus secuaces, y con el poder de fuego inimaginado y nunca evaluado seriamente, – porque no se la esperaban – de 300 Pistolas Brownings 9 mm actuando al unísono, tronchamos la penúltima intentona terrorista de copar la Argentina y destruir nuestra vida democrática… y fue sin recibir ordenes o directivas “estratégicas”… fue la iniciativa y personalidad de la heroica Bonaerense, la que, aún creo persiste en cada efectivo, sin distinción de jerarquías… pese a algunos paracaidistas que no sabemos – ¿o sí ? – de donde cayeron…
Digo penúltima intentona, porque a la luz de los acontecimientos en el sur, aún queda la última y no falta mucho, el pata negra, viejo sabueso, conocedor y olfateador y sin esperar ordenes, con la iniciativa propia, esa que cada “vigi” y cuando digo Vigi, es sin distinción de jerarquías, como me dijo un Jefe, Vigis somos todos, debemos sentirnos Vigis; lleva en su sangre, en su esencia y en su estirpe, saldrá a “leerle sus derechos” bien fuerte para que oigan a los que intenten alguna aventura alocada de subvertir el orden y la tranquilidad de los ciudadanos…
A mi el “Jefe” aun no me quiere conceder la licencia y menos el retiro, el Jefe de la guardia celestial Don Miguel, Arcángel de las milicias celestes – o azules – no me firma la licencia ni el retiro… me quiere acá abajo por un tiempo más… “por algo será…”
¿Quien dice que no hayamos sido la reencarnación de aquellos guerreros Templarios…? esos que fueron formados, entrenados y preparados para proteger a los Peregrinos que viajaban a Jerusalén por caminos solitarios, a conocer y encontrarse con el Santo Sepulcro de nuestro Señor y eran atacados y asaltados por bandas de bandidos y forajidos… en los Misterios insondables de Dios… todo puede ser posible.
Estamos entrando en la historia grande y por su puerta más honrosa. La sociedad que nos recuerda, nos defiende y nos honra, así lo esta signando esa sociedad que anhela ver a su Policía, actuando como Policías, no paseando por la calle hablando por celular, con la botellita de agua (nueva moda) y ahora, tomando mate mientras patrullan. Esa sociedad que nos quiere pateando puertas de aguantaderos y bunkers de drogas, llevando delincuentes presos a tonfasos en el lomo, no leyéndole “derechos” que ellos no respetan cuando asesinan a un ciudadano honesto.
Esa sociedad que ya entendió, comprendió, asimiló y experimentó en carne propia, que de nada valen litros de tinta gráfica gastada en vano, miles de horas de palabrería en la TV, decenas de “proyectos comunales” – con su buena intención a veces – cuando la realidad indica que el tan mentado problema de la “inseguridad” se soluciona con dos ítems: Que se cumplan las leyes, que ya están y que se vaya a buscar a los chorros a sus ranchos y aguantaderos, se los lleve a los calabozos y si se resisten… ¡pobres de ellos!
Y no crean los “aprendices truchos” del roñoso Pablo Escobar, que acá van a crecer… primero: acá son unos pobres infelices que la van de “altos narcos” y solo subsisten porque les liberan las fronteras… segundo: porque las Policías tienen las manos atadas por los funcionarios corruptos y la politiquería mafiosa que les cobran “peaje”…
Y no crean los “aprendices truchos” del roñoso Pablo Escobar, que acá van a crecer… primero: acá son unos pobres infelices que la van de “altos narcos” y solo subsisten porque les liberan las fronteras… segundo: porque las Policías tienen las manos atadas por los funcionarios corruptos y la politiquería mafiosa que les cobran “peaje”…
No duden que, cuando la Bonaerense y otras policías comiencen a operar con apoyo de un gobierno honesto y de una Justicia Independiente, el tan mentado “ajuste y muerte de la corbatita colombiana”, la “venganza mara”, la tan temida “venganza narco” …etc. etc. etc., se la tendrán que bancar en el fondo de los intestinos, cuando conozcan a la Bonaerense en plena acción; la tan mentada “violencia narco” agonizará en los calabozos de las alcaldías y la “ferocidad narco” servirá de leña para el asadito dominguero en las dependencias policiales y cada “cocina o bunker” servirá de baño químico para el personal que salga de operativo…
Veinte narcos para los que crean novelas de TV como si fueran grandes estrellas, no le llegan a la suela de los borcegos a un “pata negra”… y ojala que quieran averiguarlo, porque cuando llegue el momento, no habrá situación jurídica, laboral o legal que impida que tanto a ellos, como a la horda corrupta y mafiosa que los apaña y ampara, y a aquellos “discípulos del pelado Gorriarán y el delator serial Firmenich”, serán arrastrados a patadas hasta los tribunales para que rindan cuentas a la sociedad a la que devastaron con sus tropelías.
Veinte narcos para los que crean novelas de TV como si fueran grandes estrellas, no le llegan a la suela de los borcegos a un “pata negra”… y ojala que quieran averiguarlo, porque cuando llegue el momento, no habrá situación jurídica, laboral o legal que impida que tanto a ellos, como a la horda corrupta y mafiosa que los apaña y ampara, y a aquellos “discípulos del pelado Gorriarán y el delator serial Firmenich”, serán arrastrados a patadas hasta los tribunales para que rindan cuentas a la sociedad a la que devastaron con sus tropelías.
Retirados, jubilados y en actividad, les vamos a caer encima, en sus propias cuevas y que Dios se apiade de ellos y tenga misericordia. Nosotros, en tanto, guerreros cristianos en batalla, no tendremos misericordia…
Y vale repetirlo una y un millón de veces…
¡LOS PATAS NEGRAS NO MUEREN… RENACEN COMO LEYENDAS!
Patricio Roberto Anderson
1) https://es.wikipedia.org/wiki/Un_mensaje_a_Garc%C3%ADa
2) Sable Policial
Prisionero en Argentina
Y vale repetirlo una y un millón de veces…
¡LOS PATAS NEGRAS NO MUEREN… RENACEN COMO LEYENDAS!
Patricio Roberto Anderson
1) https://es.wikipedia.org/wiki/Un_mensaje_a_Garc%C3%ADa
2) Sable Policial
Prisionero en Argentina
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