sábado, 31 de enero de 2009

Reflexiones


En la familia esta el eje del presente del futuro de la Argentina, por tanto, si queremos una Patria Feliz, todos estamos comprometidos a proteger y promover los valores familiares.

Por el Lic. Raul A. Villasuso

Justicia:

La lucha por la Justicia no es una lucha ante la cual uno puede quedarse neutral porque esto equivaldría a ponerse a favor de la Injusticia y sin embargo lo toleramos con impotencia.
La administración de una Justicia independiente nos encaminaría, sobre bases estables, hacia la consolidación de un Estado de pleno derecho.

Todo puede resolverse entre Argentinos:

Somos los argentinos los que tenemos que resolver los problemas entre nosotros, dentro de la Argentina.
Somos nosotros los que tenemos que preguntarnos seriamente ¿porque que hay tantos argentinos que quieren irse y se van de su patria? ¿Porque renuncian algunos dentro de su misma patria a su propia ciudadanía para acogerse en algunos casos a una ciudadanía extranjera…? ¿Porque el argentino se va de su tierra siendo tradicionalmente tan “casero”?

“Un hombre fuera de su patria es como un árbol en el mar”, y que “algo hay de buque naufrago en toda casa extranjera” (José Marti) ¿porque?, en fin, no intentar resolver nuestro problema, junto con todos los argentinos, desde nuestra perspectiva nacional, sin que ningún poder foráneo pretenda erigirse en único defensor de nuestros intereses o en arbitro para nuestros problemas, con soluciones en las que a veces, tal parece que los únicos que pierden son los Nacionales.

La situación en nuestro País:

Nadie puede cerrar su corazón a la situación actual de nuestra Patria; tampoco los ojos para reconocer con pena y vergüenza que Argentina esta en necesidad.
Las cosas no van bien, este tema esta en la calle en medio del mismo Pueblo. Hay descontento, incertidumbre, desesperanza en la población. Los discursos oficiales, las comparencias por los medios de comunicación social, los artículos de la prensa algo comentan, pero el empeoramiento es rápido y progresivo y la única solución que parece ofrecerse es la de resistir sin que pueda vislumbrarse la duración de esa resistencia.
Brillando por su ausencia la unidad de una oposición que contrarreste la “endemia” que afecta a nuestra Nación, prevaleciendo por sobre la castigada Nación, la mezquindad partidaria.

En el orden económico las necesidades materiales elementales están en un punto de extrema gravedad. El suelo bello y fértil de nuestro país ha dejado de ser la madre tierra. Como cansada ahora e incapaz de alimentar a sus hijos a causa de la necedad imperante gubernamental y castigada por el orden natural. Otrora con sus dobles cosechas de los frutos más comunes, que hicieron celebre a nuestro suelo feraz.
El pueblo se pregunta, ¿como es posible que escaseen estas cosas y cuesten tanto…?
Lo que se dice del sector agrícola y ganadero se puede decir también de otros sectores y servicios.

Condiciones para una solución:

Cabe señalar el rumbo que debe tomar la economía del país , pero debemos apelar a un balance sereno y sincero , con la participación de todos los argentinos, sobre la economía y su dirección, mas que medidas coyunturales de emergencia se hace imprescindible un proyecto económico de contornos definidos , capaz de inspirar y movilizar las energías de toda la Nación. No excluimos la posibilidad de que exista dicho proyecto, pero su desconocimiento no contribuye a generar confianza para potenciar las energías reales de los hombres y mujeres de nuestro país, como así mismo a los escrutadores y recelosos ojos de los inversores.
Somos concientes de la grave e inquietante situación del descalabro financiero internacional.

Los aspectos políticos:

El carácter excluyente y omnipresente de la ideología oficial, que conlleva la identificación de términos que no pueden ser unívocos.
Este papel, centralista y abarcador de la ideología, produce una sensación de cansancio ante las repetidas orientaciones y consignas, habiendo ya trasvasado las fronteras nacionales.

El deterioro de la moral:

Otro aspecto al cual debemos prestar atención es el deterioro del clima moral en nuestra Patria. Los padres y madres, educadores, sacerdotes, agentes del orden público y las autoridades se sienten con frecuencia desconcertados por el incremento de la delincuencia: robos, asaltos, asesinatos, violaciones, la extensión de la prostitución y la violencia, por causas generalmente desproporcionadas. Estos comportamientos son, muchas veces la manifestación de una agresividad reprimida que genera una inseguridad personal, en la calle o aun en el hogar, favorecen a un clima de tensión que en ocasiones nos hace desconocido al argentino, naturalmente pacifico y cordial. Hay un apremiante llamado a nuestra ciudadanía para que no sucumba a la peligrosa tentación de la agresividad que podría generar males mayores, considerando que esta podría ser fomentada por agentes del caos. en procura de réditos propios…

Los altos índices de alcoholismo y drogadicción revelan, entre otras cosas, la presencia de factores de depresión y evasión de la realidad. Los medios de comunicación social reconocen a veces estos hechos, pero no siempre tocan fondo en el análisis de las causas. Ciertamente se hace muy difícil alcanzar un clima moral fundado solo en lo relativo y no en lo absoluto. Pero es necesario también que nos preguntemos serenamente en que medida la intolerancia, la vigilancia habitual, la represión , van acumulando una reserva de sentimientos de agresividad en el animo de mucha gente , dispuesta a saltar al menor estimulo exterior.

Con más medidas punitivas no se va a lograr otra cosa que aumentar el numero de los transgresores, esto lo saben muy bien los padres de familia. Es muy discutible el valor del castigo, para humanizar, sobre todo cuando este rigor se ejerce en el ámbito de la simple expresión de las convicciones políticas de los ciudadanos.

Queremos pues dirigir también un insistente llamado a todas las instancias del orden público para que no cedan tampoco ellos a los falsos reclamos de la violencia.
Repetimos, creemos que es posible afrontar los problemas con serenidad y en el clima de cordialidad que generalmente nos ha caracterizado como Nación.

Los valores de nuestra cultura:

Han sido grandes los esfuerzos realizados, para promover la cultura nacional. Pero por otra parte se están perdiendo valores fundamentales de la cultura argentina.
Una de las perdidas mas sensibles es la de los valores familiares. Al romperse la familia se ha dejado de tener una unidad sólida para fragmentarse dolorosamente: jóvenes separados del hogar, hombres y mujeres que trabajan lejos de sus casas, tanto fuera como dentro del país, etc.
La nupcialidad prematura es una señal de poco equilibrio social, los divorcios aumentan en forma alarmante, poniendo punto final a una unión que debiera ser para toda la vida. Más de la mitad de los que se casan ya se han separado al poco tiempo y hay muchos hijos que adolecen de la convivencia de su padre (tan importante en su desarrollo psíquico).

Hoy vemos con naturalidad permisiva de nuestros hijos dejen su hogar para compartir en concubinato la formación de una familia, no es una norma generalizada pero si en gran porcentaje (basándose en “que es mejor asi, para que puedan conocerse…”)
Con angustia y resignación observamos la perdida de valores y códigos que heredamos de nuestros mayores. Es el alto precio del modernismo frívolo que pagamos con la perdida de valores conceptuales.

EPILOGO:

No obstante estas constataciones y reflexiones negativas, en la familia esta el eje del presente del futuro de la Argentina, por tanto, si queremos una Patria Feliz, todos estamos comprometidos a proteger y promover los valores familiares.
La gravedad de la situación económica, aunque esta sea desmentida. Tiene también implicaciones políticas, pues lo político y lo económico están en estrecha relación.

Nos parece que, en la vida del País junto a grandes cambios económicos, deberían erradicarse algunos políticos irritantes, lo cual produciría un alivio indiscutible y una fuente de esperanza en el alma Nacional

Lic. Raul A. Villasuso
Consultora R. Villasuso & Asoc. Internacional
Relaciones Institucionales

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