Los medios de comunicación informan que fue capturado esta semana, el represor Alberto Jaime por la unidad de investigaciones de la Gendarmería Nacional, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Está imputado del “homicidio doblemente calificado por ser cometido con alevosía y en concurso premeditado de dos o más personas” en perjuicio de la militante montonera Yolanda Rosa Ponti.
Lo que no cuentan los medios, es que la que llaman “militante”, era una terrorista.
Y que el “homicidio doblemente calificado por ser cometido con alevosía y en concurso premeditado de dos o más personas”; no fue tal, sino que la occisa provocó un enfrentamiento.
En la tarde del 1 de diciembre de 1976 el sargento 1ro OSCAR ALBERTO CABEZAS integraba una patrulla que seguía de cerca a un grupo de terroristas en el centro de la ciudad de Santa Fe. En ese cometido, detuvieron un colectivo de la línea 3. Decidieron seguir a la terrorista Oscar Cabezas y un acompañante, con órdenes de ir desarmados para estar obligados a evitar cualquier enfrentamiento que pudiera causar víctimas inocentes, abordando el mismo colectivo en la esquina de 25 de Mayo y Lisandro de la Torre.
La terrorista, que resultó ser Yolanda Rosa Ponti, al verse descubierta, abrió fuego, impactando tres disparos contra el sargento 1ro del Ejército Argentino OSCAR ALBERTO CABEZAS, causándole la muerte.
La homicida volvió a disparar contra el acompañante de Cabezas que estaba en el estribo del colectivo, pero el proyectil impactó contra la espalda del conductor del colectivo ARNALDO MARTINAZZO, que aterrorizado por la situación y abandonando el volante, trataba de descender del ómnibus... El acompañante de Cabezas, se alejó rodeando el colectivo, hacia el auto en el que se desplazaban los intervinientes. La terrorista, pasando sobre los cuerpos de Cabezas y Martinazzo, descendió del colectivo y arrojó una granada por sobre el techo del colectivo, tratando de matar al acompañante de Cabezas, pero las esquirlas provocaron la muerte de ROBERTO HERRERA, un señor jubilado como ordenanza de la Casa de Gobierno de Santa Fe y que ayudaba a su sustento económico como cuidacoches en el lugar.
La montonera luego de haber arrojado la granada, fue alcanzada por un disparo efectuado por otro integrante del grupo militar. Y como la intención del personal no era la de asesinar, se solicitó una ambulancia para asistirla y fue internada en el Hospital José María Cullen, falleciendo la homicida al cabo de varios días.
Hoy, a esta asesina se la pretende hacer pasar como una heroína, ocultando su accionar criminal.
Y si los diarios de la época pueden ser criticados y puestos en duda por no ajustarse su información a los deseos de quienes pregonan “memoria, verdad y justicia”; podemos hurgar en los archivos del no tan honorable Senado de la Nación, donde se puede encontrar que
El Senado de la Nación
DECLARA
De interés el proyecto “Memoria en la pared” a desarrollarse en las ciudades de Rafaela, San Cristóbal y Sunchales de la provincia de Santa Fe, organizado por el “Espacio de la Memoria” de la ciudad de Rafaela, durante el período 2018-2022.
Proyecto presentado por el ahora candidato a Gobernador de la Provincia de Santa Fe, Omar A. Perotti y aprobado por ese no tan honorable Senado, el 4 de setiembre del año pasado; en el que se rinde homenaje a 22 supuestas “víctimas” del “terrorismo de estado”.
A estas supuestas “víctimas”, mencionadas con nombre y apellido, se las señala como “asesinada”, “desaparecida”, “fallecida” (¿?), “fusilada”; y Yolanda Rosa Ponti (muerta en situación de enfrentamiento el 1 de diciembre de 1976)
Más claro, echale agua.
Por esta muerta en situación de enfrentamiento el 1 de diciembre de 1976, se encuentra privado de su libertad por una justicia prevaricadora, Alberto Jaime.
Y fue indagado por el Juez Federal Nº 1 de la Ciudad de Santa Fe, Dr. Reinaldo Rodríguez, el mismo que fue cuestionado por los generosos amparos que concedía en la época del “corralito”; el que dejó prescribir la causa contra la mafia del transporte de colectivos, el que dejó librada a su suerte a dos víctimas de explotación sexual, el que dejó en libertad al narcotraficante Ignacio Salvador Principatto, chófer del camión que encontraron en Arroyo Leyes con más de mil quinientos kilos de marihuana.
Alberto Jaime, es otra víctima del prevaricato como instrumento de venganza.
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
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