lunes, 18 de marzo de 2019

PINOCHO PRESIDENTE


Creo que el título de esta nota de opinión invita a trazar un paralelismo del Presidente Mauricio Macri con el entrañable personaje de Carlo Collodi, Pinocho, ya porque la sinceridad nunca fue su fuerte, o bien porque su relación con el electorado, el pueblo, siempre fue de madera.

Por el Dr. Jorge Enrique Alfredo Yunes (*)

Lo cierto es que el Ingeniero prometió pobreza cero. Juró y perjuró que si llegaba al sillón de Rivadavia no iba a haber tarifazos, ni impuestazos de ninguna naturaleza. Prometió un crecimiento económico sostenido que sería la envidia de cualquier país europeo. Garantizó conservar los puestos de trabajo y acrecentarlos en un millón más. Ilusionó al pueblo con la derrota concluyente de la inflación, la corrupción y la inseguridad. Nos vendió un paraíso en la tierra y en definitiva estamos metidos todos en un gigantesco caldero, cuyo fuego es atizado permanentemente por un viejo demonio conocido, el Fondo Monetario Internacional, quien supervisa con ojo de águila toda la política económica del país, en franco detrimento de nuestra soberanía.

Cambiemos a rifado la confianza del electorado. El Presidente Mauricio Macri se ha transformado en un verdugo de la esperanza de los argentinos. Se extinguió para siempre esa llama de la empatía política entre el pueblo y su gobernante que suele existir durante los primeros meses de gobierno. Se le escapó la tortuga. Se durmió en los brazos de Morfeo. Finalmente mostró la hilacha.

El daño es políticamente enorme, porque no sólo afecta a la parcialidad Macrista, sino que compromete a los otros partidos políticos opositores, quienes en este año especialmente electoral, deberán comprometer toda su confianza y esforzarse hasta lo indecible para lograr seducir a un electorado agobiado y sin ilusión alguna en este horizonte político que es un verdadero cambalache, al decir del genial Enrique Santos Discépolo.

"Herrare Humánum Est", reza el viejo aforismo latino. Tan cierto como ello, es su inaplicabilidad al gobierno de Mauricio Macri, porque gobierna de espaldas al pueblo. Es una administración sorda a cualquier reclamo genuino de la sociedad. Su único mecanismo de defensa ante la incontrastable realidad, es su estúpida y caprichosa terquedad política, que se esmera en señalar tozudamente que "éste es el camino correcto". Camino neoliberal del endeudamiento externo y el empobrecimiento generalizado.

Sr. Presidente, todavía no comemos vidrio. Sus viejas recetas neoliberales nunca resultaron sanas ni aplicables para la Argentina. Sólo sirvieron para enriquecer aún más a los grupos económicos concentrados, esa poderosa casta minoritaria y nefasta a quien nunca le importó el pueblo trabajador ni sus penurias para poder subsistir en un país pergeñado para unos pocos privilegiados.

Ya lo dijo el Papa Pablo VI en su Encíclica “Populorum Progressio” del 26 de Marzo de 1967: "El desarrollo integral de la persona humana, es el nuevo nombre de la Paz". Creo que Ud. Sr. Presidente, aún no se enteró.


(*) Abogado; Dr. en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista Político; e-mail: estudiojuridicoyunes@gmail.com; Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina.



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