El subcomisario Patti, llevado en camilla ante los tribunales |
Como ya hemos comentado otras veces en este sitio, los mal llamados “juicios de lesa humanidad” en la Argentina, no son otra cosa que un enorme negocio que intenta no sólo terminar de postrar a las Fuerzas Armadas (como parte de la política de desmalvinización –es decir, había que postrar a Argentina por haber luchado por sus Islas-) sino de desmoralizar por completo a quienes, en su momento, dieron la vida para que nuestro país no se convirtiera en Cuba o en Venezuela.
Parece que recién ahora, cuando son cientos los prisioneros de guerra (porque eso son los septuagenarios que aún siguen detenidos por haber luchado contra el marxismo) que mueren sin la asistencia debida en las cárceles, algunos países se están dando cuenta de que todo era una venganza. Según se nos cuenta, es el caso de Francia, donde por iniciativa del profesor Mario Sandoval, se ha creado una asociación sin fines de lucro denominada: «Comité de Ayuda y Solidaridad con los Prisioneros Políticos en Argentina» (CASPPA), cuyo sitio web puede consultarse aquí: www.casppafrance.org.
No son “prisioneros políticos”, pero vaya y pase. Son prisioneros de guerra.
Es decir: se ve que la cosa es tan burda que ya no se puede tapar ni en el exterior…
Desde noviembre de 2018, un pequeño grupo de ciudadanos franceses se han organizado para dar nacimiento a esta entidad que procura velar por la defensa de los militares presos que combatieron contra el terrorismo marxista en Argentina.
El reconocimiento jurídico de CASPPA se hizo efectivo con la publicación en el Boletín Oficial francés en marzo de este año. Entre los objetivos de esta organización están ayudar a garantizar y proteger ante las instituciones argentinas e internacionales, los principios de legalidad y la seguridad jurídica violados por los presos argentinos acusados de haber cometido “crímenes de lesa humanidad” durante la década del ’70 en Argentina (una realidad que los más jóvenes ni saben que existió).
“La guerra de los ’70” fue una guerra sucia que no fue ni buscada ni querida por los militares argentinos. Debería haberse hecho de otra manera, pero de allí a pensar que todos fueron enfermos, torturadores, violadores y come-niños, hay un abismo infinito que ni los inicuos juicios de Nüremberg se animaron a afirmar de los jóvenes oficiales nacional-socialistas.
Es el “curro de los Derechos Humanos” del que hablaba el liberal Macri, pero que no tuvo los cojones de abortar.
Todo miembro del poder judicial, funcionarios públicos, actores políticos en general, o militantes que reivindiquen la acción de los grupos terroristas de los ‘70 en Argentina que promuevan la venganza con los presos políticos, podrán ser denunciados ante los tribunales europeos cuando realicen viajes en algún país de esa región.
Asimismo, la Asociación podrá a partir de ahora, representar y asistir en los procedimientos judiciales ante los tribunales argentinos y extranjeros, así como a las instancias nacionales e internacionales, como observador, amicus-curiae u otro estatus reconocido.
Que de Francia vino la terrible Revolución Francesa.
Pero también puede venir algo bueno cada tanto.
P. Javier Olivera Ravasi, SE
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