domingo, 22 de febrero de 2009

ABORTO: ESTADO DEL DEBATE EN LOS ESTADOS UNIDOS

En el inicio de 2009 un intenso debate en torno al aborto se verifica en los Estados Unidos de América, centralmente en torno a dos grandes cuestiones: la abolición de la llamada Política de México referida al financiamiento de programas de aborto en el extranjero y la pretensión de sancionar una ley de libertad de Elección (Freedom of Choice Act – FOCA).

1) Financiamiento para aborto en países extranjeros: en los Estados Unidos funciona desde 1961 la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID). En virtud de la llamada Política de la ciudad de México, la regulación interna de esta agencia establecía que ningún fondo disponible bajo programa de USAID podía ser utilizado para sufragar costos de la práctica del aborto como método de planificación familiar, o para motivar o forzar a cualquier persona a practicar el aborto (22 U.S.C. 2151b (f)(1)). Pues bien, el 23 de enero de 2009, a través de un memorandum dirigido al Secretario de Salud el Presidente de los Estados Unidos revocó esta disposición ordenando a la Agencia USAID que quite estas condiciones de los préstamos existentes y futuros.

Ello ha despertado un importante debate en los Estados Unidos, ya que significa que los recursos económicos estatales se destinarán a financiar el aborto en los países menos desarrollados. De esta manera, y en estos tiempos de inédita crisis internacional, la ayuda financiera que los Estados Unidos otorga a países para su desarrollo podrá incluir la promoción del aborto, lo que constituye una forma de impulsar la marginación y discriminación de los pobres, de la manera más drástica que es su eliminación.

Ante esta situación, el Cardenal Francis George, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, escribió una carta al Presidente de los Estados Unidos donde le señalaba que "La política de la Ciudad de México, establecida en 1984, ha sido equivocadamente acusada de ser una restricción a la ayuda internacional para planificación familiar. En realidad, no ha reducido para nada dicha ayuda, sino que ha asegurado que los fondos de planificación familiar no se desvíen a organizaciones dedicadas a realizar y promover abortos en lugar de reducirlos... El cambio hacia la promoción del aborto en los países en desarrollo va a incrementar la desconfianza hacia los Estados Unidos en esas naciones, cuyos valores y culturas con frecuencia rechazan el aborto, en momentos en que nosotros necesitamos su confianza y respeto".

2) Ley de libertad de elección (FOCA): Se trata de un proyecto de ley presentado en el Senado de los Estados Unidos (S.1173) y la Cámara de Representantes (HR 1964) en 2007 que establece como "política de los Estados Unidos que toda mujer tiene el derecho fundamental de elegir gestar a un niño, terminar con un embarazo antes de la viabilidad fetal o terminar con un embarazo luego de la viabilidad fetal cuando sea necesario para proteger la vida o la salud de la mujer". Si se aprueba el proyecto, el gobierno no podrá denegar o interferir con el derecho de la mujer a elegir según lo antes indicado ni podrá el gobierno discriminar contra el ejercicio de estos derechos en la regulación de de beneficios, facilidades, servicios o información.

La crítica de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos señala que esta ley podría pretender derogar cientos de leyes favorables a la vida que existen actualmente. La preocupación, expresada por el Cardenal Justin Rigali, Presidente del Comité para las Actividades Pro-vida, también se extiende a la posibilidad de que algunas de esas leyes vayan siendo progresivamente derogadas. Entre las leyes que están en juego se señalan: la enmienda Hyde y otras medidas similares que protegen a los contribuyentes norteamericanos de contribuir forzosamente a subsidiar abortos; la enmienda Dickey/Wicker que previene la utilización de fondos federales para financiar investigaciones en las que se crean, dañan y destruyen embriones humanos; y la enmienda Kemp-Kasten que previene que organizaciones de financiamiento estadounidenses apoyen o ayuden en la administración de programas de aborto coercitivo o de esterilizaciones involuntarias.

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