Antes del fallo de la Corte Suprema sobre despenalización del consumo de drogas, una historia que comenzó hace un año con palabras del ministro Aníbal Fernández, las Madres y Familiares de Víctimas de las Drogas hicieron un último pedido de una audiencia pública para debatir sobre esta medida que "no sólo se encuentra lejos de traer una solución al problema sino todo lo contrario".
Esta historia comenzó hace casi un año, cuando el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, anunció en una conferencia en el Consejo Económico y Social de la ONU que el Gobierno de los Kirchner tenía intenciones de avanzar en la despenalización del consumo de drogas.
La idea es reformar la legislación vigente y dejar de perseguir penalmente a quienes consumen.
Desde entonces se viene hablando en el Congreso del día que llegue el proyecto.
Mientras tanto, la Justicia avanza. La Sala I de la Cámara Federal declaró inconstitucional la penalización del consumo individual, porque entra en disonancia con el artículo 19 de la Constitución Nacional, que dice que los actos privados de los hombres no pueden ser juzgados sino por Dios. Con esta decisión, quedarían fuera de la Justicia Federal de la ciudad de Buenos Aires las causas de aquellos que son perseguidos penalmente sólo por llevar en el bolsillo un cigarrillo de marihuana.
Pero claro que la medida debe ser ratificada por la Corte Suprema de Justicia y eso se produciría ahora en febrero.
Por eso, la agrupacion "Red de Madres y Familiares de Víctimas de las Drogas" solicitó ayer a la Corte Suprema de Justicia que llame a audiencia pública para debatir sobre la despenalización de la tenencia de estupefacientes para consumo personal, en momentos en que se está por dictar un fallo en ese sentido.
En el pedido presentado en la mesa de entradas, la entidad afirmó que el fallo que prepara la Corte "no sólo se encuentra lejos de traer solución al problema sino todo lo contrario, agravará y profundizará un avance en la oferta de droga y condicionará un incremento en su demanda".
"Lo que ustedes quieren hacer supone el desconocimiento de la naturaleza del fenómeno y de sus múltiples niveles de determinación" , según el escrito de la agrupación, de la cual forma parte el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre.
Además, consideraron que "si se despenaliza la tenencia, la población conocerá con nombre y apellido quiénes serán los responsables del genocidio que sabemos que se avecina".
"El consumo es una práctica que, ya sea ésta privada o pública, individual o colectiva, en todos los casos es más que evidente que afecta a terceros y al conjunto de la sociedad", agregaron.
Por ello, pidieron a los jueces que "expliquen qué ciencia los asiste a la hora de encontrar en el consumo de drogas una acción que no afecta a terceros".
Al ser consultado por la prensa, el ministro de la Corte Carlos Fayt evitó dar detalles sobre cuando darán a conocer la resolución sobre la despenalización del consumo de drogas.
"La Corte va a dictar sentencia. No sabría decir cuándo. Esa pregunta hágansela a (el presidente de la Corte, Ricardo) Lorenzetti", aseguró.
En tanto, Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema, dijo en declaraciones radiales no poder confirmar que el pronunciamiento sobre la tenencia de droga para consumo personal sea "en forma inminente". Tampoco manifestó saber "cómo vienen los votos" de los siete miembros del Tribunal Supremo, pero anticipó que "el fallo es igual a la jurisprudencia que rigió desde 1984 hasta 1990: es decir, no es punible la tenencia de una cantidad razonable para el consumo propio".
Zaffaroni reiteró que la decisión tendrá "una incidencia importante" en el combate contra las drogas, porque "va a ahorrar esfuerzos inútiles" al permitir que "todos los cañones se concentren sobre el tráfico" de estupefacientes y "en especial en el paco".
Desde la vereda de enfrente, la Iglesia expresó su "total rechazo". "La Iglesia se seguirá oponiendo a todo lo que atente contra la vida humana, nuestro rechazo es total", dijo el titular de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, el laico Eduardo Serantes.
El referente del organismo asesorado por el obispo Jorge Casaretto, presidente de
Comisión Episcopal de Pastoral Social, advirtió que "no es una novedad que el flagelo de la drogadicción mata, sea cual sea el grado de consumo" de una persona. Serantes, haciéndose eco del reclamo de los obispos, exhortó a convertir la lucha contra el narco-negocio en "política de Estado" y criticó que "en lugar de tolerar las drogas, no se ponga mayor énfasis en el tratamiento de los consumidores y en la captura de traficantes y productores”.
Asimismo, reiteró que la Iglesia "seguirá trabajando" en su campaña de prevención de las adicciones.
En tanto el proyecto no a dejado de sumar opositores. Hace unas semanas, el vicepresidente Julio Cobos su voto "no positivo" a la legalización del consumo de drogas.
Y, en consonancia con la opinión del gobernador Celso Jaque, remarcó que: "Hay que trabajar mucho en la prevención y en campañas educativas, para no caer en un mal mayor".
También Mauricio Macri y buena parte de los gobernadores peronistas están en contra de las iniciativas sobre la legalización del consumo personal.
Es que con números de consumidores de marihuana y de cocaína en vigoroso aumento en todo el país, buena parte de los mandatarios oficialistas piensan en los graves problemas que ocasionará en sus distritos la despenalizació n del uso de drogas. Están alarmados. Se oponen al intento del Gobierno y alertan a la Corte Suprema sobre las derivaciones de un fallo que habilite la libertad de elección sobre las drogas.
La posición del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, es bien conocida. Ya tuvo roces con Aníbal Fernández, por rechazar la permisividad sobre las drogas. Pero el bonaerense no está solo.
Mauricio Macri (ciudad de Buenos Aires), Juan Schiaretti (Córdoba), Daniel Peralta (Santa Cruz), Mario Das Neves (Chubut), José Luis Gioja (San Juan), Luis Beder Herrera (La Rioja), Julio Alperovich (Tucumán) y Celso Jaque (Mendoza), entre otros, también rechazan la tolerancia hacia el consumo de drogas.
"A Santa Cruz nadie le preguntó si estaba de acuerdo o no con la despenalización de la droga. Nosotros tenemos nuestra propia problemática", explicó Peralta.
El gobernador Das Neves también pidió que las provincias sean consultadas antes de tomar decisiones en la Casa Rosada. Su provincia tiene el mayor porcentaje de consumo adolescente de cocaína en el país, con el 5,3% de los chicos en escuelas secundarias, según un sondeo de la Sedronar de 2007.
Scioli fue de los primeros en hacer pública su diferencia con aquellos que pretenden imponer como algo habitual el consumo de drogas: "Estoy en contra de despenalizar el consumo de cualquier droga. Detrás de los hechos de inseguridad en los que vemos una ferocidad incomprensible generalmente hay drogas. Por eso no hay que legalizarlas”.
El cordobés Schiaretti siguió a Scioli y se plantó fuerte, al igual que lo hizo en la controversia sobre las retenciones al campo. "Estoy en contra de cualquier ley que facilite el acceso de narcóticos a la población", afirmó.
Alperovich mantiene su tajante negativa a tolerar el uso de drogas: "Estoy totalmente en desacuerdo con la despenalización. Cuanto más cueste consumir drogas, mejor".
En las provincias del Norte hay coincidencia en oponerse a la despenalización de las drogas. "Para mí no es una solución", aseveró el vicegobernador salteño Zottos.
Y en Jujuy fue el secretario provincial de prevención de las adicciones, Eduardo
Alderete, el que expuso la opinión: "Estoy de acuerdo con humanizar los tratamientos de adicciones, pero no en despenalizar el consumo".
Jaque fijó la posición en Mendoza: "No es aconsejable. No es penalizar para que la persona vaya presa, es para que la Justicia, con el auxilio del Estado, tenga un correcto acompañamiento para salir de un flagelo que está haciendo mucho daño".
José Luis Gioja dijo: "No me gusta el tema de la despenalización, si bien nadie quiere perseguir al que consume, no creo que se vayan a entender los límites".
Su colega Beder Herrera les comentó a los periodistas riojanos que la propuesta de despenalizar el uso de drogas "es uno de los pocos puntos" que lo separan del Gobierno.
Pero, para contar con opiniones aún más calificadas sobre la despenalización o no del consumo de drogas, nada mejor que los padres o ex adictos.
Un diario provincial consultó a Carlos (37), un ex adicto, recuperado en un Centro de Adicciones Nacional después de cinco años de internación y tratamiento externo, padre de dos chicos y empleado de comercio, quien opinó que "es un riesgo demasiado grande. El consumo por si mismo se realiza en una situación de descontrol.
Creo que no estamos maduros socialmente y que las instituciones no muestran la transparencia suficiente para creer que va a ser bueno. No estoy de acuerdo".
Elena, profesional de psicología vinculada a recuperación de adictos y a violencia familiar, opinó. "No estoy de acuerdo. Creo que va a ser como 'abrir la tranquera para que pase todo'. No tenemos condiciones para contener eso. La lucha es permanente y las soluciones no surgen con desentendernos de lo que no podemos resolver".
Carmen, madre de una adicta menor de edad internada actualmente en un Centro, consideró: "No saben de que habla. Pareciera que la legalidad o no solucionará algo.
Por el contrario, creo que allanará el paso al gran comercio y negocio que hacen con chicos indefensos a los que le arruinan la vida mientras muchos viven a lo grande mediante el dinero sucio de la droga. Por supuesto que no estoy de acuerdo".
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