Déficit fiscal del 75%, van por las Obras Sociales.
Por el Arq. José M. García Rozado
El desequilibrio del Tesoro cristinista trepará a más de
$ 85 mil millones, ni con los fondos de la ANSeS, el BCRA, el PAMI y la Lotería
Nacional se logra tapar semejante agujero. Ante esta realidad “la sintonía fina
del modelo” pasará por hacerse de las Obras Sociales. La realidad pasa a ser la
“única verdad”, invirtiendo el apotegma peronista.
El “modelo nacional
y popular, y su sintonía fina” no cierra, las cuentas públicas nacionales
pasaron del naranja al rojo vivo estando mucho más complicadas que las finanzas
provinciales, con lo cual si observamos cómo
van las cosas, aquello que pronostican los especialistas y que varios de
nosotros previéramos hace ya más de un año atrás, está sucediendo. El déficit
fiscal primario se pone de manifiesto como nunca antes, pues es el primer año
donde existirá, éste se engrosará ampliamente una vez cumplido con los pagos de
los intereses de la deuda a lo que se le debe sumar el déficits de las
provincias.
El déficit fiscal, una vez pagados los intereses de la
deuda, del año 2011 fue de $ 30,7 mil millones, con lo cual el déficit primario
del presente año de $ 55 mil millones se ha incrementado en un 75% respecto del
año anterior; pero si se suman a éste los déficits provinciales el mismo ya
bordea un 3% del PBI nacional, lo que nos lleva a razonar que en estos 9 años
pasamos de un superávit fiscal del 3% del PBI a un déficit fiscal del 3% o sea
se está retrocediendo en un 6% del PBI
nacional, un cifra sumamente significativa y que deja en claro la magnitud del
retroceso que se ha producido entre el gobierno Néstor y el de Cristina.
Siendo consciente que la economía ha crecido en términos
reales a tasas muy significativas durante estos 7 años -2003/2010-, también
debemos serlo al reconocer que durante el 2011 y el presente mucho de lo
crecido se ha despilfarrado. “Según las
estadísticas oficiales, el PIB argentino habría crecido un 5,2% en el primer
trimestre del año en relación al mismo período del año anterior. Esta expansión
muestra un marcada desaceleración del nivel de actividad -de 3,7puntos
porcentuales o de un 40%- con respecto al crecimiento promedio del año pasado
(8,9% a/a). Pero, además, pone de manifiesto un enfriamiento aún mayor en una
variable clave como la inversión, que se incrementó sólo un 2,8% a/a en el
primer trimestre del año; mientras que el año pasado lo hacía a una tasa
promedio de 16,6% a/a”, según la fuente de Economía & Regiones.
Las cifras varían según quien las difunde o estudia y van
desde los $ 42 mil millones básicos, del Estado Nacional a los $ 63 mil
millones, o sea que existe una marcada amplitud entre los mismos especialistas
pues el déficit contiene una variación de casi un 50% según quien lo haya
definido o estudiado, lo que muestra a las claras que existen una serie de
variables muy poco claras y producto de la desinformación que genera el propio
Gobierno Cristinista. Esto que sucede con el déficit también sucede con las
cifras del INDEC y las de pobreza, indigencia, desempleo, etc. por lo que se
hace muy difícil realizar un análisis serio de la situación nacional ante la
coyuntura económica global, regional y nacional. El problema más grave es que
la caída de la inversión, reflejada en reducción de la producción, terminará
inexorablemente afectando el nivel de empleo. Si bien la tasa de desocupación
se ubica en torno al 7%, el menor nivel de actividad con menos inversión
complica el futuro del mercado de trabajo.
Ya en los últimos años, la capacidad de generar nuevos
puestos de trabajo se redujo significativamente; es decir la elasticidad
empleo-PBI del 2010-2011 (0,3%) fue la mitad que la del promedio 2003-2006
(0,6%). En otras palabras, la demanda de trabajo no sólo crecía menos que
proporcionalmente en relación a la expansión del producto, sino que cada vez
respondía menos frente al incremento del nivel de actividad. Según la
elasticidad empleo-PBI del primer trimestre de 2012 (0,1%) se necesita que el
PBI crezca 10% para que el empleo aumente 1%. Esto sucede a pesar del avance de
la demanda de trabajo del sector público de los últimos años. A modo de
ejemplo, en el consolidado de provincias, la demanda de trabajo se habría
incrementado aproximadamente un 21,3% entre el 2006 y 2012, lo que implica un
aumento de 15 puntos porcentuales respecto del crecimiento vegetativo del
período (6%). Así, en las provincias, la cantidad de empleados públicos cada
1.000 habitantes ascendió de 40 (2006) a 47 (2012).
En la esfera Nacional, el avance del empleo público fue
aún más significativo, dado que los puestos de trabajo del sector se
incrementaron un 31% en el mismo período. En pocas palabras, el Estado tiene
una participación cada vez mayor en el mercado de trabajo: actualmente, el
conjunto de empleados públicos representa aproximadamente el 15% de la PEA, el
16% del total de ocupados y el 6% de la población del país. No obstante, ni el
sector público Nacional ni los Gobiernos Provinciales tienen margen para seguir
aumentando su nómina de empleados y, así, compensar la reducción de la demanda
privada de trabajo: las restricciones fiscales impiden que el Estado siga
absorbiendo empleo. La restricción es aún mayor a nivel provincial donde la
masa de gasto salarial alcanza en promedio al 50% del gasto total. En síntesis,
la demanda agregada de trabajo -tanto pública como privada- estaría mostrando
síntomas de enfriamiento. Por un lado, la absorción de trabajo del sector
privado se reduce de la mano de la inversión y de la producción, y el rojo
fiscal de Nación y Provincias, impide que el Estado pueda compensar la caída de
la demanda de trabajo privada.
De este modo, suponiendo que la economía se comportara,
de acá en más, como lo hizo durante los últimos 6 meses, estimamos un
crecimiento promedio del 1,2% y una caída de -0,9% para 2012 y 2013
respectivamente. Replicando la elasticidad empleo-PBI del primer trimestre de
este año, estimamos una tasa de desempleo similar al promedio del año pasado
para el 2012 (7,3%), aunque un incremento de la desocupación para el 2013 que
superaría el 8,1%. Estas cifras sumadas a las que Nadin Argañaraz expone al
decir “si a este déficit –que lleva el
desequilibrio fiscal al 2,5% del PBI, y al 3,3% neto de extraordinarios-, se
agregan los vencimientos de capital de este año de la deuda pública, del orden
de $ 44 mil millones (la mitad en moneda extranjera muy escasa por cierto), las
necesidades financieras totales durante todo el 2012 que debería cubrir el
Estado Nacional se ubicarían entre los $
86 mil millones y los $ 107 mil millones”, teniendo cubiertos con el BCRA,
Banco Nación, ANSeS y Lotería nacional $ 62mil millones, quedando aún una
brecha de entre $ 24 mil millones a $ 45 mil millones que una parte podría ser
cubierta por los Adelantos Transitorios del BCRA”.
Es por estos datos y muchos otros más, como la inflación
cada vez más desatada debido al valor de la moneda paralela que ayer alcanzó el
récord –por ahora- de $ 6,31 por dólar y que ya impacta en la suba de muchos
productos, pues los comerciantes comienzan a palpar con demasiada asiduidad que
más temprano que tarde la economía se va a terminar acomodando a la nueva
realidad monetaria, aunque para el sector bancario el valor de equilibrio del
dólar sea de $ 5,30 (o sea 41 más que el oficial); que los economistas del
Banco Ciudad , entre otros muchos, plantean que “estos datos muestran como no sólo las provincias se encuentran
fiscalmente ahogadas, sino que las finanzas nacionales también sufren por el
marcado deterioro de la situación económica. La pequeña (gran) diferencia pasa
porque el Gobierno Nacional cuenta con el BCRA para cubrir sus brechas
financieras, mientras que los principales distritos no pueden acceder a una
ventanilla de liquidez equivalente para hacer frente a una situación más que
compleja”.
Una inflación que no baja del 24% anual, un cepo
cambiario y un korralito a las importaciones de bienes de capital en muchos
casos, generaron un “mercado paralelo” con una brecha de más del 30% y que se
sigue alimentando con el goteo de depósitos retirados de los bancos por los
ahorristas y por los dineros no declarados por los empresarios llevando las
reservas a menos de US$ 43,5 mil millones para fines del presente año, otros
US$ 3 mil millones menos que los que existían a fines de 2011 y muy lejos de
los US$ 52 mil millones del 2009. La escasez de la economía ha pasado a ser un
verdadero problema político pues tiene raíces de crisis económica, si no hay
dinero, las tensiones se trasladan del bolsillo a las relaciones de poder.
El Gobierno Cristina adoptó un discurso frente a la
crisis económica mundial y su impacto local que explicaba: 1º criticando el
ajuste ortodoxo que impulsan el FMI y la UE en países como Grecia, Portugal,
España señalando que los recortes de gastos llevan a mayor recesión (algo que
compartimos); 2º este discurso implica que los ajustes pautados en la llamada
“sintonía fina” no son posibles de aplicar, y por lo tanto se deben mantener
los subsidios –una verdadera barbaridad-, los planes sociales y una negociación
salarial y del salario mínimo vital y móvil que acompañe como mínimo la
inflación, aunque esto depare agigantar el déficit fiscal. Pero entre la
postura adoptada ante la crisis internacional y la realidad interna vemos como
el “discurso-relato” se desengancha de aquellas dos posturas e impone a las
provincias los ajustes de lo más ortodoxos, los mismos que le critican al FMI y
a la UE.
Provincias que aumentan los impuestos, salarios con tope
de negociación paritaria por debajo de la inflación (que licuan el poder
adquisitivo), impuesto a las ganancias a los sueldos que equivalen a apenas US$
1 mil mensuales (según valor equilibrio de los bancos), subas de luz y
transporte en las provincias por caídas de los subsidios, o sea “la tercerización del ajuste” o como otros lo llaman “Federalización de la sintonía fina”, sintonía que por supuesto la
Nación comenzó a aplicar a principios de año pero que luego, al ver que esto
repercutía en la imagen presidencial –caída de cerca de 30 puntos de la imagen
positiva- frenó totalmente, para pasar a una política de subsidios crecientes,
o sea que con los votos propios no se juega, que el costo lo paguen los
sindicalistas, o los gobernadores. Moyano, Scioli y Macri son tres claros
ejemplos de la tercerización del ajuste.
CFK viene separándose de sus históricos aliados –Moyano,
Scioli, el peronismo bonaerense que adoptó el modelo kirchnerista de
crecimiento sin desarrollo- relegándolos a la vereda de los que deben pagar el
costo del ajuste (escasez) que ella se niega a pagar, así como falazmente habla
de desendeudamiento. Mientras la deuda crece mes a mes y año tras año, ella se
niega a tomar deuda, que igual se toma –BCRA adopta la costumbre de pedir
adelantos a corto plazo a la banca europea-, pero obligando a las provincias a
colocar letras y bonos para pagar hasta sueldos. Este es sólo otro quiebre
económico del “discurso-relato del cristinismo”, un discurso político, y dos
universos que hoy colisionan brutal y abiertamente, tapados por las peleas
generadas por las espadas cristinistas –Boudou, Fernández, Mariotto, Randazzo-
quienes permanentemente atacan y desestabilizan a gobernadores, intendentes,
sindicalistas, medios y todo aquel que adopte una postura contraria al “modelo
cristina”, un supuesto modelo que de tal no tiene absolutamente nada.
Para completar la tercerización del ajuste, y como paliativo
final del desaguisado reinante gubernamental que implica un déficit fiscal
cuasi desmadrado –se perdieron ya 6% del PBI- el Gobierno Cristina inicia el
camino de la escalada sindical, cuesta creer que justo “ella” se quede con el
conglomerado de gremios y dirigentes, cuyo común denominador es el de haber
sido la pata oficialista del gremialismo menemista de los denostados 90, y que
sólo se abrazan por su rencor con Hugo Moyano, conociendo el paño y luego de
haber logrado hacer trizas la unidad del movimiento obrero –3 CGT y 2 CTA- y
con toda la iconografía del supuesto progresismo local como único telón de
fondo, resulta verdaderamente grotesco el cuadro de veteranos sindicalistas
“gordos” como aliados y adalides del “modelo” y ahora convertidos en la nueva
“columna vertebral” de este pseudo peronismo cristinista.
Pocos, o quizás muchos de ellos, mantienen las lógicas
prevenciones por las futuras políticas oficialistas respecto de los gremios y
en especial de las “Obras Sociales Sindicales”, la próxima caja sobre la que se
asestará irremediablemente un golpe para apoderarse casi del último reducto de
donde munirse de plata fresca. (Ver notas sobre el tema sindical del 29 de
Julio de 2009, la del 25 de Noviembre de 2011 y las del 15 y del 23 de Mayo del
presente año) Quitarles las Obras Sociales es asestarles un golpe casi letal al
control gremial, proyecto que siempre ha sido meneado por las dictaduras y por
los gobiernos antiperonistas, como un arma de destrucción del aparato sindical
peronista. ¿Con que cara van a mirar a sus afiliados los “gordos” cuando éste
proyecto avance? ¿Recién entonces tomarán conciencia de a donde los llevó
“ella”? ¿Son tan infantiles o existe otro tipo de negociación espuria por
detrás?
¡Como ya lo hicieron con la ley de medios, ahora van a
volver esgrimir que lo hacen para “democratizar y pluralizar”! “¡El nuevo
eslogan será Salud para Todos… y Todas!” El proyecto ya ha causado polémica en
el área de Salud, pues contemplaría que el grueso de las prestaciones complejas
“sean manejadas por el Estado”, mientras que el resto siga estando –por lo
menos inicialmente- en manos de las organizaciones sindicales; el objetivo
político del plan es golpear en la profundidad del aparato sindical, reduciendo
y convirtiendo en insignificante su influencia y avanzando sobre una caja
multimillonaria, imprescindible para poder sostener una política que cada vez
más necesita de recursos de donde fuere para sobrevivir. Las OS siempre han
sido la piedra angular de la relación entre el poder político y el poder
sindical, el cambio provocará resistencias, conflictividad y confrontación
creciente que, para ser legitimada, será camuflada con reivindicaciones sociales.
Buenos Aires, 16 de Julio de 2012.
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL –
No hay comentarios:
Publicar un comentario