Es mi deber hacerle llegar mi humilde opinión que se resume a una única palabra: los motivos por los cuales no reaccionamos a semejantes vejámenes a los cuales están siendo sometidos nuestros camaradas, tanto en Uruguay, Argentina y Chile, y en definitiva nuestras propias Patrias que es: DOCTRINA.
Por Álvaro Casariego Náder
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Sr. Brig. (R) Alberto Simari:
Como Usted solicita en el articulo “Las Palabras”, con todo el respeto, siento que es mi deber hacerle llegar mi humilde opinión que se resume a una única palabra: los motivos por los cuales no reaccionamos a semejantes vejámenes a los cuales están siendo sometidos nuestros camaradas, tanto en Uruguay, Argentina y Chile, y en definitiva nuestras propias Patrias que es: DOCTRINA.
La lucha que muchos emprendimos a temprana edad allá por inicio de la década del 70 contra lo que pensábamos que era nuestro principal enemigo fue lo que congregó a un grupo de guerreros con nobleza incomparable. Solo que a mi entender fuimos perfectos ANTI-Comunistas, ANTI Marxistas y no nos dimos cuenta o no quisimos ver que nuestro enemigo en común era simplemente un tentáculo del pulpo, descuidando de esa manera los demás tentáculos y el propio cerebro centralizador.
Si tuviéramos DOCTRINA hubiéramos aniquilado al pulpo entero
Si tuviéramos DOCTRINA nunca hubiéramos permitido ni un de nuestros soldados ni pasar cerca de una cárcel
Si tuviéramos DOCTRINA estaríamos en la clandestinidad defendiendo a nuestra doctrina y por consecuencia a nuestros camaradas a si sea con nuestras propias vidas.
Recuerdo a pocos años atrás los primeros Militares pisaron por primera vez las prisiones, ¿cuál fue nuestra reacción? Quedamos impresionados por dos o tres semanas hasta que todo volvió a la normalidad y ellos PRESOS.
¿Cuál fue nuestra reacción cuando partieron nuestros tres camaradas Uruguayos extraditados a CHILE? Quedamos impresionados por dos o tres semanas y después todo volvió a la normalidad solo que ellos ya tienen mas de 3 años privados de ver a sus familias, presos por nuestros enemigos. Ya murieron varios argentinos en las cárceles y lo mismo, nada de reacción. Y de seis en seis meses vamos a algún centro Militar a inflar nuestros pechos como gallos de riña solo para sentirnos bien con nuestras conciencias. Sabemos muy bien que no es ese el camino… ¿Será que nos falta doctrina para defender?
Pregunto yo, si nuestros camaradas no estuvieran presos, ¿estaríamos también en casa viendo como la Patria es destruida?
Yo felicito algunos militares Brasileros que hasta el momento han tenido la firmeza de por lo menos no permitir hasta hoy que ningún militar sea juzgado.
A Continuación, copio uno de los últimos comunicados recibidos del Grupo Brasilero Guararapes formado por Militares e Civiles el cual pertenezco!!
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SIM, NÓS TAMBÉM PODEMOS! Doc. nº 22 – 2009 WWW.FORTALWEB.COM.BR/GRUPOGUARARAPES
Sim, nós também podemos! Podemos hoje, enxergar, sem medo, que a esperança de continuarmos a ter uma Pátria de todos nós brasileiros era apenas uma ilusão. Antigamente, não havia, índios, negros, brancos, homossexuais e lésbicas e, sim, a boa cepa formada do caldeamento de raças do nosso Brasil. Na verdade, hoje, temos brasileiros com muito preconceito contra quem trabalha e produz e defende esta nação.
Sim, nós também podemos! Podemos ver e ouvir uma jornalista de uma rede de televisão difundir a infeliz comparação do nosso primeiro “companheiro” com o presidente eleito dos EUA, por suas origens humildes, querendo insinuar que um preparado Presidente, bolsista de Harvard, se compara ao nosso ilustre apedeuta, que menospreza quem estuda.
Sim, nós também podemos! Podemos conquistar o poder! Colocando na cadeia este bando de terroristas e larápios do erário que, a soldo de ideais espúrios e ultrapassados, teima em nos vender esperanças e nos humilhar com falsas promessas. Fora com os marqueteiros do dinheiro público que iludem a massa, se apoderam dos cargos públicos, desvirtuam os fatos e vendem ilusões!
Sim, nós também podemos! Podemos levar todos às barras da justiça e fazê-los devolver, com juros e correção monetária, cada centavo surrupiado do povo brasileiro. Cada indenização milionária e indevida paga para financiar quadros incompetentes e despreparados é um acinte à nossa coragem. Sim, nós devemos rever as milionárias aposentadorias de bandidos de ontem e que hoje, apenas mudaram o “modus operandi” e mandá-los para o lugar de onde nunca deveriam ter saído – a cadeia - como fizeram os italianos.
Sim, nós também podemos! Podemos e acreditamos estar perto o fim da farsa destes esquerdistas, travestidos de falsos ideais que querem reescrever, com mentiras, a História deste país.
Sim, nós também podemos! Podemos derrotá-los mais uma vez na luta urbana e na guerrilha rural, porque nossa causa é pelo Brasil e ele não tem preço nem nos vendemos por qualquer mensalão.
Sim, nós também podemos! Podemos e devemos dar um basta a este bando de corruptos que constrangem os poderes da República e que sob as ordens de Valérios e Dantas destroem a Nação Brasileira.
Sim, nós também podemos e devemos desculpas aos cubanos covardemente deportados para a ilha da mentira e aos próceres do povo italiano, pelo acobertamento de terrorista em solo Pátrio que não é nem nunca foi, alcova de gigolôs da esquerda internacional.
ESTAMOS VIVOS! GRUPO GUARARAPES! PERSONALIDADE JURÍDICA sob reg. Nº 12 58 93, Cartório do 1º registro de títulos e documentos, em Fortaleza. Somos
1.614 CIVIS – 48 da Marinha – 461 do Exército – 47 da Aeronáutica; total
2.170. In memoriam32 militares e 2 civis. batistapinheiro30@yahoo.com.br
3 de fev. 2009
QUEM NÃO DESEJAR RECEBER NOSSOS DOCUMENTOS, FAVOR AVISAR
VIDA À VERDADE! MORTE À MENTIRA!
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A continuación copio un extracto interesante de las memorias de José Antonio Primo de Rivera, que creo bien oportuno
6. PELIGROS DE LA INTERVENCIÓN MILITAR
Puestos los destinos de España en manos del Ejército, son de prever dos escollos contrarios capaces de malograr la prueba. Son estos dos escollos el exceso de humildad y el exceso de ambición.
1. Exceso de humildad – Es muy de temer que el Ejército se asigne a sí mismo el papel, demasiado modesto, de mero ejecutor de la subversión y se apresure a depositar el Poder en manos ajenas. En este caso, son previsibles dos soluciones igualmente erróneas:
a) El Gobierno de notables, o reunión de eminencias, requeridas por sus respectivas reputaciones, sin consideración a los principios políticos que profesen. Esto frustraría la magnífica posibilidad nacional del instante. Un Estado es más que el 'conjunto de unas cuantas técnicas; es más que una buena gerencia: es el instrumento histórico de ejecución del destino de un pueblo. No puede conducirse a un pueblo sin la clara conciencia de ese destino. Pero cabalmente la interpretación de ese destino y de los caminos para su cumplimiento es lo que constituye las posiciones políticas. El equipo de ilustres señores no coincidentes en una fe política se reduciría a una mejor o peor gerencia, llamada a languidecer sin calor popular en tomo suyo.
b) El Gobierno de concentración, o reunión de representantes de los diferentes partidos que se prestaran a participar en el Gobierno. Esta solución añadiría, a la esencial esterilidad interna de la solución anterior, la de no constituir en la práctica sino una recaída en la política de partidos; concretamente, en la de los partidos de derecha, ya que es patente que los de izquierda no iban a querer intervenir. Es decir, que lo que hubiera podido ser el principio de una era nacional prometedora vendría a quedar reducido, una vez más, al triunfo de una clase, de un grupo, de un interés parcial.
Estos serían los peligros de un exceso de humildad; pero también lo contrario es temible. Vamos a considerarlo.
2. Exceso de ambición – No, entendámonos, de ambición personal en los militares, sino de ambición histórica. Esto ocurriría si los militares, percatados de que no basta con una buena gerencia, sino que es necesario suscitar la emoción de una tarea colectiva, de una interpretación nacional del momento histórico, quisieran ser ellos mismos quienes la suscitaran. Es decir, si los militares, ejecutores o coadyuvantes en el golpe de Estado, se propusieran descubrir por sí mismos la doctrina y el rumbo del Estado nuevo. Para un intento así, los militares no cuentan con una suficiente formación política.
Si yo tratara –como tantos– de adular al Ejército, le atribuiría, sin más, todas las capacidades. Por lo mismo que sé lo que representa el Ejército, el inmenso acervo de virtudes silenciosas, heroicas e intactas que atesora, me parecería indecente adularle. Pienso, en cambio, que es lo leal poner a su servicio un esfuerzo de lucidez. Por eso digo estas cosas como las pienso: el Ejército, habituado a considerar que la política no es su misión, tiene en lo político un ángulo visual incompleto. Peca de honrada ingenuidad al propugnar soluciones políticas. Así, no logra atraer, por falta de eficacia doctrinal, de sugestión dialéctica, asistencias populares y juveniles persistentes. No olvidemos el caso del general Primo de Rivera: lleno de patriotismo, de valor y de inteligencia natural, no acertó a encender entusiasmos duraderos por falta de una visión sugestiva de la Historia. La Unión Patriótica, escasa de sustancia doctrinal, se quedó en una vaguedad candoroso y bien intencionada.
Si la Providencia pone otra vez en vuestras manos, oficiales, los destinos de la Patria, pensad que sería imperdonable emprender el mismo camino sin meta. No olvidéis que quien rompe con la normalidad de un Estado contrae la obligación de edificar un Estado nuevo, no meramente la de restablecer una apariencia de orden. Y que la edificación de un Estado nuevo exige un sentido resuelto y maduro de la Historia y de la política, no de una temeraria confianza en la propia capacidad de improvisación.
7. GLORIA DE LA INTERVENCIÓN MILITAR.
No sólo purgará el Ejército su pecado de indisciplina formal, sino que se cubrirá de larga gloria si, en la hora decisiva, acierta con la levadura exacta del período que empieza. Europa ofrece ricas experiencias que ayuden a acertar: los pueblos que han encontrado su camino de salvación no se han confiado a confusas concentraciones de fuerzas, sino que han seguido resueltamente a una minoría fervientemente nacional, tensa y adivinadora. En torno de una minoría así puede polarizarse un pueblo; un amorfo agregado de personas heterogéneas no puede polarizar nada. El Ejército debe esperar en aquellos en quienes encuentre más semejanza con el Ejército mismo; es decir, en aquellos en quienes descubra, junto al sentido militar de la vida, la devoción completa a dos principios esenciales: la Patria –como empresa ambiciosa y magnífica– y la justicia social sin reservas –como única base de convivencia cordial entre los españoles–. Así como el Ejército es nacional, integrador y superclasista (puesto que en él conviven orgánicamente, al calor de una religión del servicio patrio, hombres extraídos de todas las clases), la España que el Ejército defienda ha de buscar desde el principio un destino integrador, totalitario y nacional. Eso no es cuestión de recetas (casi todos los partidos, aun los más fofos, insertan ya en sus programas algún principio corporativista a la moda), es cuestión de temperatura; las recetas sin fe no son nada, igual que en el Ejército de nada servirían la táctica y los reglamentos interiores sin un acendrado espíritu de servicio y de honor.
Poco importaría que los depositarios del Poder fueran pocos y no muy avezados en las artes de la administración. Las técnicas administrativas son profesadas por expertos individuales fáciles de reclutar. Lo esencial es el sentido histórico y político del movimiento: la captación de su valor hacia el futuro. Eso sí que tiene que estar claro en la cabeza y en el alma de los que manden.
8. ANUNCIO.
Pronto, por mucho que nos retraiga de la decisión última el supremo pavor de equivocarnos, tendremos que avanzar sobre España. Los rumbos abiertos a otros países superpoblados, superindustrializados, convalecientes de una gran guerra, se abrirían mucho más llanos para nuestra España semipoblada y enorme, en la que hay tanto por hacer. Sólo falta el toque mágico –ímpetu y fe– que la desencante. Como en los cuentos, España está cautiva de los más torpes y feos maleficios; una política confusa, mediocre, cobarde, estéril, la tiene condenada a parálisis. Ya se alistan paladines para acudir en su socorro, y una mañana –oficiales, soldados españoles– los veréis aparecer frente a vuestras filas. Ese será el instante decisivo; el redoble o el silencio de vuestras ametralladoras resolverá si España ha de seguir languideciendo o si puede abrir el alma a la esperanza de imperar. Pensad en estas cosas antes de dar la voz de "¡Fuego!". Pensad que por encima de los artículos de las Ordenanzas asoman, una vez cada muchos lustros, las ocasiones decisivas en la vida de un pueblo. Que Dios nos inspire a todos en la coyuntura. ¡Arriba España!
JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA,
Jefe de la Falange Española de las J.O.N.S.
(Madrid, noviembre de 1934)
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¡Hay! ¡Si tuviéramos DOCTRINA! Estamos a tiempo, la Doctrina está ESCRITA solo hay respetarla y defenderla.
Le saluda muy atentamente,
Álvaro Casariego Náder
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1 comentario:
Lyndon LaRouche ha construido uno de los grupos privados de inteligencia y contrainteligencia más importantes en el mundo.
Lyndon LaRouche realiza operaciones encubiertas por cuenta y orden del Pentagono (no del FBI, no de la CIA, no de la ANS, todas ellas agencias rivales de la agencia de las fuerzas armadas estadounidenses).
Lyndon LaRouche se especializa por infiltrarse, en grupos antiimperialistas y nacionalistas con el fin de intoxicarlos y desinformarlos y desviarlos y/o neutralizarlos de sus ataques contra Estados Unidos.
Por eso Lyndon LaRouche ha inventado de manera artificial como enemigo numero 1 a Gran Bretaña (que es un imperialismo secundario al servicio de los Estados Unidos e Israel) y otros grupos ocultistas.
Lyndon LaRouche no es ningun demagogo ni ningun desequilibrado mental. Es uno de los mejores agentes de inteligencia del Pentagono.
Lyndon LaRouche es uno de los mas temibles y perversos enemigos de la independencia de los paises latinoamericanos.
En cuanto a la totalidad de las teorias (historicas, religiosas, economicas y politicas) desarrolladas por Lyndon Larouche no son mas que desarrollos teoricos de intoxicacion y desinformacion ideologicas con el fin de confundir a todos los movimientos latinoamericanos que buscan la independencia de sus paises del imperialismo norteamericano.
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