Por el Dr. Francisco Benard
La diferencia entre el hombre y el animal es que el hombre nace con historia y esta historia nos obliga a actuar con honorabilidad y honestidad.
Hay muchos que no comprenden lo que estoy diciendo y tiran por la borda muchas cosas que eran importantes en otros tiempos de la vida argentina: El honor propio y familiar.
Un empresario muy poderoso amigo mío un día me preguntó: "¿Estás enojado con tu padre porque no te haya dejado una fortuna?", para él, un tema relevante y que comprendo bien, porque cuando se es empresario, lo importante es "facturar" y "ganar la mayor cantidad de dinero posible". Yo le respondí: "Papa me dejó mucho más que eso, "un tendal de amigos" que lo respetaban y lo querían y gracias a ello logré muchas cosas que me parecían imposibles".
La honestidad es un valor muy respetado por la gente de bien -que la hay- y que desgraciadamente, se aleja de la política.
No hace mucho escribía una nota titulada "La Herencia Moral de los Kirchner", una espantosa herencia para sus hijos, sus nietos y sus futuros descendientes. Poco falta para que toda esa familia esté en el banquillo de los acusados por corrupción y actos incompatibles con el ejercicio de la función pública. En Inglaterra una reciente ley obliga a los ciudadanos a "probar el origen de sus fortunas" y el que no lo hace, es tildado de "delincuente".
En la vida de los hombres hay siempre una suerte de batalla entre lo material y lo espiritual y uno tiene que ser lo suficientemente equilibrado, los hijos se merecen también, dentro de lo posible, ser destinatarios de una herencia económica que los ayude, así también como a sus descendientes. Lo que no es posible admitir es que se ponga en juego el "honor familiar", el buen nombre y perder el respeto de la sociedad.
El inolvidable General Manuel Belgrano, orgullo nacional, murió pobre y con un "reloj de oro" como único patrimonio, pero dejó un legado o herencia moral de invalorable valor, representativo en la sociedad argentina.
Un ex- Presidente de Sudáfrica Mbeki, gran amigo del gran Nelson Mandela, dijo por cadena oficial "Sudafricanos: yo sé que quieren salir de la pobreza pero no lo hagan en forma deshonesta". ¿Quién sería capaz en la Argentina de decir lo mismo?. Lamentablemente, una Argentina donde los jóvenes dicen "Si acá todos roban".
No nos olvidemos de los sabios consejos de San Martín y de Belgrano y ahora los corruptos, sepan que el creador de la bandera dijo "La vida sin libertad no tiene sentido alguno". Ahora los corruptos van "presos" y no saben que hacer para no pasarse larguísimos años en las cárceles. Ahora están presos "sin dinero" y con su nombre "mancillado por el deshonor de haber robado". Las decisiones son personales, yo seguiré lo que aprendí de mi padre.
Dr. Francisco Benard
Abogado y Periodista
Partido UNIR
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