miércoles, 30 de agosto de 2017

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE MACRI


Sr Presidente de la Nación Argentina
Ing. Mauricio Macri

Como ciudadano que lo votó y depositó la confianza en su gobierno, me pregunto:

- ¿Sabe Ud. la situación de los presos políticos en las cárceles de la Argentina?

- ¿Sabe Ud. que en las parodias de juicios, amañados y con testigos adoctrinados previamente y algunos claramente falsos, se aplican leyes en forma retroactiva en contra de la Ley?

- ¿Sabe Ud. que se viola permanente y sistemáticamente la Ley, al no cumplir con lo que ella dispone en lo referente a los tiempos de prisión preventiva sin condena y a la edad de detención en penales que carecen de lugares de atención médica y sanitaria adecuados para su correcta atención?

- ¿Sabe Ud. que tiene héroes de Malvinas, reconocidos hasta por los británicos por su heroísmo y comportamiento durante los combates en suelo de Malvinas, encarcelados sin causa y/o por juicios viciados de nulidad absoluta?

- ¿Sabe Ud. que hay jueces con manifiesta y declarada parcialidad a cargo de muchos de estos juicios, a los que hago aquí referencia?

- Ud. es la cabeza del Estado Argentino y suya es la obligación de poner las cosas en JUSTO ORDEN.

Tenga en cuenta sus responsabilidades y hágase cargo.

De no ser así las futuras generaciones SE LO RECLAMARÁN.

Belisario Saravia


domingo, 20 de agosto de 2017

VOLVIMOS AL FUTURO


"Cuantas veces a un envido con un cuatro dije ¡Quiero!...
y otra vez me fui a baraja teniendo las treinta y tres"
Celedonio Flores.

Por 
Enrique Guillermo Avogadro

Léase como se quiera, el domingo pasado Esteban Bullrich y Gladys González, de Cambiemos, casi dos desconocidos, dos "cuatro de copas" en la política de la Provincia de Buenos Aires le ganaron nada menos que al mayor cuco de la Argentina, Cristina Elisabet Fernández quien, acompañada por el terrorista montonero Jorge Taiana, obtuvo menos votos que Daniel Scioli o Anímal Fernández. El escrutinio oficial, que comenzó esta semana, carece de importancia pues se trató sólo de primarias.

A ese resultado de Cambiemos se sumó el triunfo en los bastiones opositores de Córdoba, Entre Ríos, Santa Cruz y San Luis, y el empate en Santa Fe; este dramático hecho que, con absoluta certeza, se consolidará el 24 de octubre en las verdaderas elecciones de medio término, pero permite ya a nuestro país volver a pensar en una agenda de futuro.

Uno de los primeros efectos se percibe en los Tribunales Federales de Comodoro Py, con la llegada de los efluvios de una nueva realidad a la extremadamente sensible nariz de los magistrados. Hasta entonces, muchos habían esperado cobardemente antes de acelerar la marcha de expedientes en los que se investiga la gigantesca corrupción del pasado gobierno, ignorando el masivo reclamo que, en las marchas del 20 de junio y del 3 de agosto, les formuló la sociedad. Pero ahora, con el ladrón de Eduardo Freiler suspendido como miembro de la Cámara Federal y varios más en capilla, la velocidad es otra y nada menos que Julio de Vido irá a juicio oral a partir de septiembre; con este nuevo ritmo, las probabilidades de que recalen en prisión grandes personajes del kirchnerismo durante lo que resta de la campaña electoral se han incrementado exponencialmente.

Espero que se empiece a corregir, también, la situación que afecta a los dos mil presos políticos, ancianos cuyas vidas se extinguen miserablemente en cárceles de todo el país por falta de atención médica y la violación de todas las garantías constitucionales.

Al respecto, mi habitual indignación superó todo lo anterior cuando, el miércoles, le fue concedida la prisión domiciliaria -aún no efectivizada- a Milagro Sala, una mujer que llegó a constituir un estado mafioso dentro del Estado, procesada ahora en muchas causas por corrupción, amenazas, defraudación al Estado, lesiones, usurpación, etc.. Esta "señora" no tiene la edad para acceder a ese beneficio y, además, es obvio que puede poner en riesgo las investigaciones o fugarse, ya que su organización -la Tupac Amaru- continúa siendo poderosa, pero la presión de los organismos de derechos humanos tuertos, incluyendo los internacionales, parece ser demasiada para los maleables integrantes de la Justicia argentina.

Y no pude menos que indignarme porque, el mes pasado, al igual que había sucedido hace poco con el Cnel. Hugo Delmé, de 83 años y con más de cuatrocientos militares, murió en cautiverio el Tte. Coronel Julio César Meroi, imputado en la causa armada en relación con el Operativo Independencia, mediante el cual y bajo un gobierno constitucional, el Ejército combatió para impedir que el ERP declarara un estado independiente; contemporáneamente, falleció su mujer. Tres días después, harta de un Tribunal compuesto por asesinos togados que nunca había siquiera escuchado a su padre, su hija Sandra se suicidó.

A la luz de los dolorosos sucesos de Barcelona, una ciudad entrañable para todos nosotros, resurgió una vieja polémica: la calificación de los terroristas en función de su servicio a la "causa". En Cataluña, actuaron sin duda los malos, y merecieron la unánime condena social; aquí, sin embargo, como se ve, a quienes intentaron asaltar el poder a sangre y fuego en los 70's y que dejaron casi veinte mil víctimas civiles nunca reconocidas, se los reivindica como "jóvenes idealistas" y aún hoy se los premia con suculentas indemnizaciones, cargos y canonjías.

Volviendo al título de esta nota, los ítems que debieran componer la agenda del futuro los conocemos todos, pero es necesario enumerarlos para que los políticos de todos los colores los incorporen a las suyas y los transformen en políticas de estado. La conformación que tendrán las cámaras del Congreso a partir de diciembre, en las cuales nadie dispondrá de mayorías propias, obligará a la permanente negociación, una de las bases fundamentales de la democracia. El Frente para la Qué?, mutado ahora en Unión Ciudadana, protagonista de la más cerril y cínica oposición, quedará muy deshilachado y perderá peso, pero el justicialismo más racional, en todas sus formas, ha probado en estos dos años ser capaz de colaborar con la gobernabilidad.

Creo que el primero en la lista de grandes temas tiene que ser la educación en todos sus niveles, en especial el terciario, al cual me he referido en varias notas anteriores con propuestas concretas (vgr: http://egavogadro.blogspot.com.ar/2011/03/estupida-universidad.html). Es absurdo y suicida que sigamos enseñando con métodos del siglo XIX y maestros y profesores del siglo XX en esta época, marcada por la informática, la competitividad y el desarrollo de los servicios como industria; también lo es que el Estado no intervenga para decidir qué carreras universitarias debe privilegiar e incentivar para cubrir las necesidades de un país que pretende reinsertarse en el mundo.

Pero también deben formar parte de las prioridades las reformas tributaria y laboral, la responsabilidad fiscal, el financiamiento de los partidos políticos, la modificación del sistema electoral, el federalismo, la limitación en los mandatos, la división de la Provincia de Buenos Aires, la modificación en los códigos procesales penales, la composición del Consejo de la Magistratura, la introducción del voto para los jueces de menor cuantía y los jefes policiales de las pequeñas comunidades, la lucha contra el narcotráfico, la renovación de las fuerzas armadas y la seguridad de nuestro territorio y sus fronteras, la política migratoria, la responsabilidad penal empresaria, la extinción del dominio en los casos de corrupción.

El Gobierno, que hoy se encuentra en un inmejorable escenario político, debe ponerse al hombro esa agenda, porque ella será la que determine el verdadero cambio que la ciudadanía escogió hace dos años y, como se ve, pretende seguir apoyando y eligiendo. Significa una enorme responsabilidad y un gigantesco desafío para el Presidente Mauricio Macri, la Gobernadora María Eugenia Vidal y todo el equipo que se encuentra en el puente de mando de esta complicada nave que es nuestro impaciente y extraño país. Si consigue enmendar el rumbo de decadencia e insignificancia que hemos mantenido férreamente durante tantas décadas, su éxito será de y para todos, pero también nos pertenecerá el fracaso si no lo logra.

Esa responsabilidad es compartida con todos aquellos a los cuales el trabajo, el ingenio o la mera suerte puso en condiciones de ocupar un lugar preponderante en la sociedad, un rol del cual abdicaron también hace muchos años, cuanto entregaron la administración de nuestro bien más preciado, la propia Argentina, a verdaderos cafres. Ahora es el momento de apostar al futuro, invirtiendo para crear trabajo, para producir y exportar y, con ello, devolver a la sociedad en su conjunto un merecido bienestar.

Espero que Dios recuerde que, alguna vez, fue argentino.

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado


viernes, 18 de agosto de 2017

SEGUNDA CARTA DE EMILIO NANI AL NUNCIO APOSTÓLICO


En el día de la fecha, se entregó una 2º carta al SER Monseñor Emil Paul Tscherring (Nuncio Apostólico), de parte del Tte Cnel Emilio Nani, la cual se da a conocer a continuación.


BUENOS AIRES, 14 de Agosto de 2017

SER

Monseñor Emil Paul Tscherring

Nuncio Apostólico

PRESENTE

De mi mayor consideración:

Habiendo transcurrido más de tres meses desde que le solicitara mi pedido de asilo diplomático, sin que Ud. tuviera la mínima deferencia de esbozar una escueta respuesta a los aspectos considerados en la nota presentada ante la Nunciatura, sin albergar demasiadas esperanzas, vuelvo a escribirle, para ver, si en algo, logro conmoverlo.

El 95 % de los presos políticos somos católicos y, por lo tanto, merecedores de algo más que la indiferencia.- En reiteradas y estériles oportunidades hemos recurrido a nuestros pastores en búsqueda de cristiana protección, ante la cada vez más evidente ausencia de garantías constitucionales y jurídicas para quienes tuvimos la responsabilidad de participar en la guerra contraterrorista que le evitó a nuestro país las consecuencias de todos aquellos que tuvieron la desgracia de caer bajo las garras de regímenes totalitarios comunistas, en todas sus variantes, o como mínimo padecer lo que hoy sufre nuestro hermano pueblo venezolano, ante el silencio hipócrita de izquierdas y derechas.

Hoy recibimos las visitas de jefes de Estado (como Obama, Hollande o Merkel) quienes, como una cruel ironía hipócrita, se acercan al mal llamado “monumento de la memoria” para arrojar flores al Río de la Plata para rendir homenaje a los terroristas que ensangrentaron nuestra Patria, para luego reunirse con el presidente argentino con la finalidad de abogar por una lucha conjunta contra el terrorismo.

¿Acaso existen dos tipos diferentes de terrorismo, uno muy malo que es el que padecen los países del llamado Primer Mundo, al que hay que destruir utilizando los métodos más crueles posibles, como vemos a diario por los medios de comunicación, y otro muy bueno, que es el que padecimos y padecemos, los países de segunda categoría, que merece todo tipo de reconocimiento, reparación y recompensas?.

El doble estándar con que se miden estas cosas, asquea por su cinismo y por su hipocresía.

¿Cuántos muertos le ha costado al pueblo venezolano el silencio cómplice del “mundo desarrollado”, la Hispanoamérica impúdica y falsaria y la “progresía” sinvergüenza, para que, ante la tragedia que vemos por los medios de comunicación, haya provocado que, tibiamente, comiencen a escucharse algunas voces de conocidos militantes de las izquierdas nacional e internacional?.

¿Por qué los cínicos e hipócritas periodistas e intelectuales de izquierda, recién ahora alzan sus voces contra Maduro y su criminal régimen, cuando guardaron ominoso silencio durante el gobierno de Hugo Chávez, que en poco o nada se diferenciaba del actual y lo continúan haciendo con los padecimientos del pueblo cubano, que en nada se hubieran diferenciado por los sufridos por el pueblo argentino, de no haber sido por la acción de quienes hoy nos vemos despreciados, calificados como genocidas, represores, violadores de los derechos humanos o perpetradores de delitos de lesa humanidad?

En mi nota de solicitud de asilo diplomático (que le adjunto como Anexo 1 a la presente, para el caso que no recuerde su contenido, la haya perdido o, simplemente, la haya destruido), desarrollé unos pocos fundamentos para explicarle por qué considero que nuestro país es una Venezuela light, en el que no existen las menores garantías constitucionales y jurídicas, tales como que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, además de estar sospechado de graves hechos de corrupción, como lo vienen denunciando la diputada nacional Elisa Carrió y la periodista Natalia Aguiar, en su libro “El señor de la Corte”, en cuyos capítulos 2 y último, además lo acusa de haber pertenecido a la organización terrorista Montoneros, como también numerosos políticos, jueces, periodistas, intelectuales, empresarios, religiosos, que utilizan sus encumbrados cargos para continuar sembrando odios y discordias entre los argentinos, para mantener abiertas las heridas del pasado, lo que pone en evidencia la existencia de una guerra inconclusa, a la que estos gerontes canallas, pretenden impulsar a las nuevas generaciones, tal como lo hicieron con ellos en el pasado (Ver el Anexo 2).

Cuando se escucha a los políticos y comunicadores sociales hablar de “juicios justos” o de dejar todo en manos de la justicia, cuando se sabe que los juicios se caracterizan por violaciones a cuanta norma jurídica existe, en manos de jueces que han hecho del prevaricato su metodología para negar Justicia, convirtiéndola en espectáculos circenses de ajusticiamiento, uno no puede sentir menos que una dolorosa falta de respeto hacia el Estado de Derecho que tanto reclaman, no sólo el pueblo argentino, sino todos aquéllos que todavía ven a la Argentina como tierra promisoria en la cual invertir, creando las fuentes de trabajo que tanto está necesitando nuestro hambreado pueblo (ver Anexos 3 y 4).

En los denominados “juicios de lesa humanidad”, son querellantes los estados nacional y provinciales, querellas que, con total cinismo, ignoran sistemáticamente las violaciones constitucionales y jurídicas que aquí cito, mientras que –en representación de sus mandantes- apoyan el avasallamiento de los derechos humanos de ancianos septua, octo y hasta nonagenarios detenidos, a los que, sin ningún pudor, llevan a la muerte como ha sucedido con la mayoría de los más de 400 presos políticos ya fallecidos

Como le expliqué en la nota que Ud. tan groseramente ignoró, países como España, Italia y Estados Unidos, nos han dado lecciones de lo que es el apego al derecho, negando extradiciones a tres militares requeridos por la “injusticia ilegítima argentina”, alegando que los delitos invocados para el logro de sus rastreros propósitos, eran inexistentes, debido a que el invocado Estatuto de Roma, no se encontraba vigente en el momento de la supuesta comisión de los hechos que se les pretendían imputar, por lo que se constituían en figuras inexistentes, debido a que se les estaría aplicando la norma en forma retroactiva. Lo curioso de todo esto es que los que estarían incursos en la comisión de delitos de lesa humanidad, son los propios jueces que los invocan, tal como queda desarrollado en los Anexos 6, 7 y 8 adjuntos a la presente nota.

Clara diferencia entre los Jueces que son fieles a su respeto por el Derecho y otros que se encuentran muy lejanos de hacerlo.

También, como le expliqué en la nota que Ud. no tuvo intención de tener en cuenta, ni en el seno de la Santa Iglesia Católica hemos encontrado el cobijo, la contención y la piedad que reclamamos, hasta el punto que, la inmensa mayoría de los presos políticos asesinados en el marco del Plan Sistemático de Exterminio de un sector de la población instrumentado por la corrupta corporación político judicial, ni siquiera tuvieron acceso a recibir los Santos Óleos.

Otra gran duda que tengo, es cómo logra, la jerarquía eclesiástica, convivir con el pasado tenebroso del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo que tantos niños y adolescentes enviara a matar y morir y el presente igualmente tenebroso del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, que lejos de buscar la reconciliación y la concordia que tanto estamos necesitando, cumpliendo con el mensaje de amor y paz de Nuestro Señor Jesucristo, se constituyen verdaderos difusores de proclamas cargadas de odio y violencia, llegándose al extremo que en el Año de la Misericordia, la única ausente para nosotros fue, precisamente, la misericordia.

Debido a su inaceptable e inexplicable silencio ante la nota que le enviara solicitándole asilo diplomático, necesito insistir en una de las preguntas que le hiciera: ¿qué piensan los obispos que hubiera sucedido con los religiosos y religiosas, si el proyecto socialista de los Montoneros (con su anunciada masacre de 300.000 argentinos) o del Ejército Revolucionario del Pueblo (con su millón de muertos, según lo previsto por Mario Santucho), hubiera tenido éxito?

¿Qué hubiera sido de los millones de argentinos que hoy caminan libremente por la calle?. ¿Qué creen, los políticos, jueces, sindicalistas, docentes, periodistas, intelectuales, empresarios, religiosos de todos los credos y el resto de la sociedad, que hubiera sucedido con ellos, si el proyecto socialista del ERP/MTP o Montoneros hubieran tenido éxito?

Le reitero lo expresado en el artículo que le adjunto como Anexo 2, a la presente nota:

• Algunos (muy pocos) habrían sido miembros de Comité Central del régimen totalitario instalado;

• Muchos otros hubiéramos sido fusilados;

• Otros hubieran sufrido eternas privaciones de su libertad en cárceles horrorosas (de los cuales, con el correr de los días, mucho también hubiesen sido asesinados);

• Otros habrían terminado en granjas colectivas (¡¡¡qué colegio Newman, ni diarios La Nación, Perfil o Clarín; ni Bridas, ni Arcor, ni SOCMA; ni PRO, ni PJ, ni UCR, ni Coalición Cívica; qué Comisión Episcopal, ni obispados, ni arzobispados, ni sinagogas o mezquitas, ni ocho cuartos!!!);

TODOS estarían haciendo largas colas en los depósitos para recibir las migajas del régimen, para poder alimentarse y sus hijas prostituidas para poder sobrevivir;

Y ABSOLUTAMENTE TODOS, HABRÍAN PERDIDO SU LIBERTAD, la libertad que quienes están presos, les aseguraron hasta estos días, libertad que se les ha conculcado a los libertadores.

¡Qué triste que es ver en mi país que se repudie a quiénes les evitamos tales padecimientos y se arrastren ante aquéllos que intentaron llevarlos a tales oprobios!.

¡Qué triste que es ver a una jerarquía eclesiástica que adula a los Maduro, los Chávez, los Castro, los Ortega, los Morales, los Timochenko, los Kirchner y tantos otros tiranos, corruptos y terroristas que han sometido a sus pueblos en las peores felonías!

Creo que ha llegado el momento de decir la Verdad y dejar de ser hipócritas, para que los argentinos, de una buena vez por todas podamos construir un país en el que la PAZ sea una realidad.- Si Uds. no están dispuestos a ello, que Dios se apiade de sus almas.

Sin otro particular, lo saludo reiterándole mis expresiones de respeto y consideración,

Emilio Guillermo Nani

Teniente Coronel (R)

Veterano de Guerra

PRESO POLÍTICO

PD.: Todo ésto hubiera preferido decírselo personalmente, pero Ud. eligió el camino de la indiferencia, que es el peor camino. Para el caso que decida actuar correctamente, le comunico que me encuentro encarcelado en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, donde con mucho placer me gustaría recibirlo.


martes, 15 de agosto de 2017

CAMBOYA: UNA VISITA A LOS CAMPOS DE LA MUERTE

En este país del sudeste asiático fueron asesinadas 2 millones de personas en los 70. Los campos de exterminio son ahora atractivos turísticos. 

Sábado a la mañana en Phnom Penh. En la calle, muchos caminan hacia la avenida Preah Sisowath, la zona más turística, a orillas del Río Tonlé Sap. Esta ciudad es capital del Reino de Camboya, país del sudeste asiático que formaba parte de la Indochina Francesa (con Laos y Vietnam). “¿Vas a los bang bang bang?”, pregunta el taxista imitando con sus brazos una ametralladora en acción. Su risa resulta desagradable: parece desconocer su propia historia. El hombre deduce adónde voy: a los campos de la muerte.


El terror en los huesos, exhibidos en el museo. Foto: Lorena Samponi
A 15 kilómetros de la capital se encuentra un pasado sombrío y brutal que, poco a poco, se volvió punto turístico. Los campos de la muerte –The Killing Fields– cada día reciben a cientos de personas que visitan el lugar donde funcionó uno de los 300 centros de tortura durante la dictadura que comenzó en 1975. Este campo de exterminio, conocido como Choeung Ek, está alejado de la ciudad. Para llegar, el tuctuc –triciclo motorizado que funciona como taxi en Asia– se abre paso a toda velocidad por un camino de tierra todo poceado. El calor es sofocante. “Es mejor llegar temprano para recorrerlo”, aclara el taxista. La primera imagen en las afueras de la capital es poco grata. Cada tanto, los olores son tan nauseabundos que nos obligan a taparnos la nariz. En Camboya la desigualdad se respira a cada paso. Es el reflejo de un país que se recupera, pero a cuenta gotas. “Cuidado con la mochila”, me aconseja el taxista.

En el Choeung Ek hay rastros de pasado, como son los árboles de la palma de azúcar cuyas hojas eran utilizadas para cortar la garganta de los prisioneros. En la tierra abundan los pozos que, según la gente del lugar, “es porque ahí hubo tumbas”. Todavía hay cadáveres escondidos. Cuando llueve es frecuente que harapos, huesos y dientes asomen a la superficie. También el lugar conserva “El árbol mágico”, de donde se colgaban los parlantes que emitían las marchas comunistas. El audioguía que alquilé a la entrada del predio asegura que “es el tipo de árbol donde Buda se sentó cuando alcanzó la iluminación”. Cada noche, sobre ese gran árbol, los soldados estrellaban cabezas de los bebés y niños que llegaban al campo de exterminio. Las madres eran obligadas a observar los asesinatos. Tenían prohibido llorar.


Testimonio de la cama de tortura. Foto: Lorena Samponi

Cuando el Choeung Ek se volvió museo, a metros de la entrada, se construyó una gran estupa de forma budista. Hay que descalzarse para entrar. Adentro de esa estructura de cemento, hay poco espacio para moverse. Nos sumergimos a través de vidrieras que en su interior contienen unos cinco mil cráneos divididos según edad y sexo. En ese lugar, cada 20 de mayo se realiza una ceremonia para conmemorar El día de la ira, mientras cientos de monjes budistas rezan.

El comienzo del horror

El ideólogo, en principio desde el anonimato, fue Pol Pot, un hijo de acomodados terratenientes formado en Francia, que durante su estadía en París pensó cómo Camboya podía dejar de ser una colonia. Así se acercó a las ideas comunistas y junto con otros compatriotas que estudiaban con él decidió formar el Partido Comunista Camboyano. Cuando la idea de revolución era un hecho, Pol Pot volvió a su país y se unió a los norvietnamitas, una alianza que duró poco. En la jungla fronteriza con Vietnam se fortalecieron los Jemeres Rojos, aldeanos vueltos revolucionarios bajo el liderazgo de Pol Pot, que en cuatro años asesinaron a más de dos millones de personas.


Templo para recordar a los asesinatos. Contiene 5 mil cráneos. Foto: Lorena Samponi

El dictador prohibió el uso de la moneda, la religión, la cultura, la educación, las manifestaciones artísticas y el deporte con el sólo objetivo de tener “una sociedad autosuficiente”. La caída de la capital de Camboya fue en la mañana del 17 de abril de 1975. Las tropas Jemeres marcharon triunfales por las calles de Phnom Penh. La gente festejaba porque creía que se terminaba el gobierno de Lon Nol, quien presidía el país desde hacía tres años. Pero ese día la ciudad fue vaciada y muchos murieron en la larga procesión al campo. Paradójicamente, mientras el país se convertía en el máximo productor mundial de arroz, los camboyanos pasaban hambre.

Mirada argentina

María Soledad Palmero, profesora de Dibujo y Pintura Artística, oriunda de Chubut, trabajó como voluntaria en distintos jardines pertenecientes a la diócesis de Battambang, además de capacitar a docentes. La argentina dice que en Camboya valoran mucho a los profesionales porque “casi no hay”, fueron asesinados durante la dictadura: “Es una generación que ha sido aplastada”. Su relación con los camboyanos le dejó la certeza de que son gente espiritual, agradecida y respetuosa pero que tienen que “recuperar los vínculos afectivos, la idea de familia.

Durante su estadía en este país asiático, la docente no dejó de sorprenderse de algunas cotidianidades de sus habitantes. “Tiene costumbres muy diferentes a las nuestras. Creen en la reencarnación, por eso creman los cuerpos, fallece una persona y la familia quema el cuerpo en el patio de la casa o al aire libre. Cada tanto se siente el olor a que se está quemando un cadáver”, describe. Lo que le impactó de este país es que existe mucha prostitución infantil y que es frecuente que algunos padres “vendan” la virginidad de sus hijas. “Se lleva a la nena a un hospital público donde se certifica que la nena sea virgen”, cuenta.

El museo de la muerte

En el que actualmente es el Museo de los Crímenes Genocidas funcionó la S-21, una cárcel para “prisioneros especiales”. El lugar, que fuera originalmente una escuela, todavía conserva el antiguo patio del recreo, que está rodeado de plantas, árboles y varios bancos. El patio está rodeado por tres edificios de paredes grises y sucias. Las galerías y ventanas conservan las rejas y alambres de púa que fueron colocados para evitar que los prisioneros se escaparan o se suicidaran. Debían ser torturados hasta que se creyeran lo que los Jemeres les hacían repetir. También firmaban confesiones que los vinculaban con la CIA estadounidense o a las fuerzas vietnamitas. En tiempos de Pol Pot, la S-21 se convirtió en una cárcel de máxima seguridad donde fueron asesinados más de 14.000 prisioneros. Sólo siete personas sobrevivieron.

Unas escaleras anchas y oscuras conducen a cada uno de los tres pisos que tiene cada edificio. Las celdas pueden visitarse pero no ser fotografiadas, aunque muchos no cumplen con esta regla del museo. “¡Cómo hay gente sacácandose selfies!”, se queja una turista valenciana, Sara. Al entrar a una de las aulas, una mujer que está sacando fotos gira hacia la puerta y con cara de espanto me dice: “La sensación es que todo se cae encima. Las marcas en las puertas son de la época, el pizarrón, este lugar carga una energía de lo que pasó. Todo está tal cual, todo lo que se usó”. La mujer saca otras fotos y luego se pierde.

En otras aulas más amplias del edificio B están colgadas las fotos en blanco y negro de los detenidos, muchos de ellos con su número de ingreso. Cuando llegaban al S-21, los prisioneros eran registrados y fotografiados. Mujeres, hombres y niños: las caras de horror se repiten. Las escaleras manchadas nos llevan al último edificio, el C. Allí hay otras aulas que tienen gabinetes angostos de madera –similares a confesionarios– y pequeñas celdas construidas con ladrillos huecos y revoque desprolijo. De ahí hay que irse rápido: la oscuridad intimida.

A los veinte minutos, vuelvo al patio. El taxista parecía apurado. “Tengo otro viaje”, se excusa. ¿Irá otra vez a los bang bang bang? De sólo pensarlo, el olor nauseabundo me envuelve .

CLARIN


PRIMER FALLO A FAVOR DE UN NIETO RECUPERADO QUE SOLICITÓ MANTENER EL APELLIDO DE LA FAMILIA QUE LO ADOPTÓ


Hilario Bacca tiene 39 años y quiere conservar el nombre que lo identifica y con el que lo bautizaron sus padres adoptivos. Denunció presiones de "organizaciones de derechos humanos".


Hilario tiene 39 años. A los cuatro sus padres le contaron que era adoptado. Cuando estaba llegando a la adolescencia le insistieron para que comience la búsqueda de la verdad sobre sus padres biológicos.



Eduardo Cagnola y Liliana Pereyra

En octubre de 1977, la pareja de MONTONEROS Eduardo Cagnola y Liliana Pereyra fueron detenidos en una pensión de la ciudad de Mar del Plata. Estuvieron presos en la base de buzos tácticos de la ciudad balnearia hasta que Liliana fue trasladada a la ESMA y en febrero de 1978 dio a luz un niño.

El matrimonio que adoptó al niño -José Bacca y Cristina Mariñelarena- no tenía vínculos con el gobierno cívico-militar. Según declaró el propio Hilario, en el juicio al que injustamente fueron sometidos sus padres, ellos no estaban al tanto de la situación que vivía la Argentina por aquellos días. 

Hilario además, denunció que la agrupación H.I.J.O.S. lo "persiguió varios años". "Me aprietan, me aprietan hasta que un día les digo: hagan lo que tengan que hacer pero yo voluntariamente no tengo interés de ir a buscar nada de esto".

Pese a que se entrevistó con el juez federal Jorge Ballesteros para manifestarle su decisión de no averiguar quiénes eran sus padres biológicos, el magistrado ordenó que le allanaran la casa para tomar en forma compulsiva una muestra de material biológico, a fin de realizarle un examen de ADN

"A las 5 de la mañana me golpearon la puerta, me dijeron que si no les abría, la tiraban. Era personal del Ejército armado, la jefa del Hospital Durán y dos testigos. Fue terrible. Se llevaron un par de medias, un cepillo de dientes y el resultado lo sacaron de una maquinita de afeitar".

Después de un largo proceso, la justicia se dignó a dar a Hilario Bacca lo que él deseaba: conservar el nombre que lo identifica y con el que lo bautizaron sus padres adoptivos.

"Esto no significa desconocer la realidad de mi historia pero a esta altura de la vida –con casi 39 años– era un delirio que por un fallo judicial me desaparezcan nuevamente en democracia y se apriete un botón y aparezca alguien que para mí no existe, con un nombre y un apellido que no me identifica", dijo Hilario en diálogo con Infobae.

Todo comenzó en el año 2008 cuando los padres adoptivos de Hilario fueron sometidos a un ilegal juicio y condenados a pesar de ser inocentes


Recién el año pasado, la Cámara confirmó la sentencia y ordenó que se inscriba con el nombre que le había puesto su madre biológica

Llegado a ese punto, Hilario acudió a la justicia y explicó que no tenía intenciones de cambiar su nombre. Además, solicitó que el Estado le designe un abogado para que lo represente teniendo en cuenta que era el propio Estado el que lo había metido en la situación en la que se encontraba

En un primer momento se lo negaron pero luego la defensoría aceptó que uno de sus letrados defendiera los intereses de Hilario. 
  
Durante el trámite judicial -según le contó a Infobae- Hilario recibió muchas presiones para que desistiera de su solicitud, fundamentalmente de la asociación de abuelas de Plaza de Mayo.

Finalmente, el tribunal oral federal Nro. 4 aceptó los argumentos de Hilario y le permitió seguir usando el nombre que le pusieron sus padres adoptivos. 


La sentencia no está firme y, en caso de ser apelada, será la Cámara Federal la que deberá decidir si tiene que cambiar su nombre o si sigue siendo quien es desde hace 39 años: Hilario Bacca.
 

Leer el fallo contra los padres adoptivos de Hilario:
https://drive.google.com/file/d/0B7Ywu09Mm3ZqNnpGNmhPbnRpZzA/view?usp=sharing