jueves, 31 de enero de 2019

FEMINISTAS VS. SOCIEDAD ARGENTINA


La sociedad argentina por lo general vive aferrada a sus creencias religiosas, cultura y tradiciones. 

Anhela tener trabajo, una mínima capacidad de ahorro para poder vacacionar y progresar paulatinamente, además de poder brindar a sus hijos un estudio para alcanzar un futuro mejor. 

Y vivir en paz y con seguridad.
Las feministas desprecian la religión y las tradiciones. Se aferran a culturas foráneas y sienten total desprecio por la vida ajena.

Consideran valiosos el aborto y las relaciones homosexuales. 

Muchas se dicen peronistas y no reconocen que Juan D. Perón estaba contra el aborto. La mayoría se dice castrista y guevarista, y no reconocen que el gobierno castro comunista persigue a los homosexuales. 

Las feministas se reconocen como una minoría y practican el entrismo. 

Buscan embanderarse con los justos reclamos de la sociedad a la que desprecian, para aparentar ser mayoría. 

Su bajeza llega a extremos insospechados. 

El lunes 14 de enero, la sociedad de la Ciudad de Esperanza, conmovida por el vil asesinato de Agustina Imvinkelried, convocaba a una marcha en solidaridad y acompañamiento a la familia de la víctima.

Enteradas las feministas, se convocaron para copar el acto. Hicieron montar un escenario con el correspondiente equipo de sonido y se pusieron al frente de la marcha. 


La sociedad esperancina no sospechaba que iba a ser “usada” por las feministas. Cuando se inicia la concentración, ya era tarde. Las feministas se habían adueñado de la marcha, y como dueñas del acto, ni siquiera permitieron el uso de la palabra a un sacerdote. 

La familia de la victima profesa la religión católica. Las feministas la desprecian. 

Sin respetar el dolor de la familia ni las convicciones religiosas de la sociedad esperancina, las feministas gritaban “Iglesia – Estado – asunto separado”, además de consignas a favor del aborto y de la Educación Sexual Inclusiva. 

Varias personas increparon a las feministas por la politización de un sincero dolor. Pero el respeto por el duelo hizo que no se produjeran incidentes.

La sociedad de la ciudad de Esperanza, 24 horas después, pudo realizar su propia marcha de silencio, acompañados con velas, miles de personas caminaron alrededor de la plaza central y terminaron delante de la Basílica Natividad de la Santísima Virgen, donde colocaron junto a un velón, la fotografía de Agustina.

No era un acto partidario. No había consignas partidarias.
Las feministas no concurrieron ni al sepelio de Agustina, ni a esta nueva marcha.



A ellas no les importan las victimas, solo defienden sus intereses partidarios.

Ellas están enfrentadas con una sociedad a la que desprecian.


Orlando Agustín Gauna Bracamonte


miércoles, 30 de enero de 2019

CRISTINA ES MADURO

Hoy está más claro que nunca: Cristina es Maduro. O Maduro es Cristina, como usted prefiera. Después de las elecciones, nadie podrá alegar que fue engañado por los chupamedias de Cristina que dicen que ella cambió, que ahora es “dialoguista” y “republicana.

Por Alfredo Leuco

Juan Grabois llegó a decir que Cristina maduró. Le pifió por un acento. Cristina no maduró, Cristina es Maduro. Por más que se disfrace de cordero patagónico, sigue siendo un lobo feroz. O mejor dicho, una loba feroz. Quiso instalar el chavismo en Argentina y la mayoría de los ciudadanos se lo impidió con sus votos.

Pero Cristina no se rinde. Quiere volver por todo. Para reformar la Constitución y colonizar definitivamente a la justicia, para expropiar los medios de comunicación y para gobernar con mano dura y autoritarismo. Eso es chavismo kirchnerista. Por eso le digo que Cristina es Maduro. Y a las pruebas me remito.

El bloque de diputados que responde a Cristina emitió un comunicado de respaldo al dictador Nicolás Maduro y denunció que está en marcha un golpe de estado impulsado por el imperialismo norteamericano. Andrés Larroque (a) “El Cuervo” el comandante de La Cámpora dijo lo mismo con todas las letras. Esa postura dejó absolutamente aislado al cristinismo.

Solamente fue compartida por la izquierda radicalizada que, con viento a favor, suele sacar alrededor del 4 % de los votos en las elecciones nacionales. El resto de los sectores políticos, incluido el peronismo federal de Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto fueron muy explícitos en repudiar la ilegalidad represiva de la tiranía chavista.

Cristina es Maduro porque sólo Cristina y su tropa, apoyó a Maduro. Los K quedaron del lado de los países más jurásicos y autoritarios de la región como la Nicaragua de Daniel Ortega y la Cuba de los Castro, más allá de la muerte de Fidel y por gobiernos muy cuestionados por la mano dura con la disidencia y la falta de libertades individuales como Rusia y China.

A la hora de la verdad, cuando hay que elegir, Cristina mostró su verdadero pensamiento: quedó del lado de la violación a los derechos humanos con presos políticos, de la censura feroz a los medios de comunicación, de la miseria con ausencia de comida y medicamentos, inflación estratosférica, corrupción descontrolada y del lado de una dictadura militar y narco que sostiene a un títere que está tan podrido que se cae de Maduro.

Cristina es Maduro porque Luis D’Elía salió con los tapones de punta a aplaudir a Maduro. Le recuerdo que en su momento le recomendó que fusilara a los opositores. Que no cometiera el mismo error que cometió Perón en su momento cuando fue derrocado por la Revolución Libertadora.

Hay que tener odio en las venas para pedir fusilamientos de los que piensan distinto. De todos modos, Maduro le está haciendo caso porque ayer nomás hubo 14 muertos en las calles. Y porque la suma de muertos por la represión y los grupos de choque para policiales que reportan al régimen es estremecedora.

La Conferencia Episcopal de Venezuela, a contramano del silencio del Papa Francisco, denunció que Maduro “busca perpetuarse en su mandato en forma ilegítima, ilegal e inmoral”.

Las parroquias registran la pobreza extrema que se transformó en hambruna y tragedia humanitaria y de una fachada de economía que este año va a tener una inflación del 1.700.000 % y que según el FMI va a trepar a 10.000.000 % en este año. Si escuchó bien.

El chavismo dejó al país sin moneda y un sueldo alcanza para comprar apenas una gaseosa y un pedazo de pan. Una tiranía feroz en nombre de los pobres y de la revolución bolivariana. En lugar de combatir la pobreza, combatieron a los pobres que escapan como pueden de Venezuela.

Ya hay 3 millones de venezolanos que huyeron y las Naciones Unidas estiman que durante este año esa cifra escalofriante va a escalar a 5 millones 400 mil personas que se van a exiliar y refugiar en otros países.

¿Escuchó estas cifras? Miles y miles de venezolanos están luchando en la calle para restablecer la democracia plena y este año va a llegar casi 5 millones y medio de ciudadanos que se escaparon de ese drama social y político.

Y los Kirchner y los representantes de la degradación del marxismo que gobierna Nicaragua y Cuba insisten con que es Donald Trump y el imperio el que impulsa a Juan Guaidó como presidente.

¿Y a los millones de personas en las calles, y a los millones de personas que se van de su tierra, quien los manipula? ¿Pelean en las calles o se van del país por orden de Trump o porque ya no aguantan más al peor gobierno de la historia venezolana?

Hay que ver las calles de Caracas patrulladas por tanques y camiones. Igual que el modelo cubano que lo inspira. De hecho, hay muchísimos militares presos y torturados por oponerse a Maduro y las Fuerzas Armadas están sembradas de oficiales de inteligencia cubanos.

Hoy ya fallecieron pero está claro históricamente que Hugo Chávez fue el heredero de Fidel Castro. Y Cristina apoya eso. Y quiere volver a ser presidenta para reflejarse en esos espejos. Por eso le digo que Cristina es Maduro.

Maduro tiene el apoyo de Irán y también de Diego Maradona que en su momento le regaló un reloj valuado en 60 mil dólares. Hoy Diego, dice que “los traidores y el imperialismo quieren gobernar Venezuela”.

De hecho cuando los K estuvieron en el poder, las relaciones carnales que establecieron con Venezuela fueron muy intensas y por supuesto, sazonadas con negociados sucios y delictivos de todo tipo. Es un régimen típico del pasado estalinista, donde está prohibido pensar distinto. O mejor dicho, está prohibido pensar.

Es bueno que los argentinos nos miremos en el resultado de Venezuela porque hacia allí nos quisieron llevar e insisto, aún nos quiere llevar Cristina y su banda de ladrones. Nunca vamos a olvidar lo que el chavismo y el kirchnerismo hicieron para estafar a ambos pueblos.

Préstamos de dinero a tasas del 15 % que nos perjudicaron muchísimo. Bicicletas con el dólar en el mercado negro. La valija de dólares sucios de Antonini Wilson que llegó para la campaña de Cristina. Los negociados de Julio de Vido con el tema petrolero y los barcos que nadie sabe cuántos fueron ni cuánto nos costaron.

Y las coimas que hubo que pagar con la maquinaria agrícola. ¿Se acuerda de la embajada paralela de los negocios y negociados? La encabezó Claudio Uberti hoy arrepentido y que en su momento fue eyectado del gobierno porque había dejado los dedos pegados por todos lados y porque lo primero que hizo cuando llegó en el avión con Antonini fue llamar a Néstor Kirchner.

Néstor Kirchner y Hugo Chávez quisieron quedar en la historia como San Martín y Bolívar, los proceres de la Patria Grande. Pero a medida que se conoce información más detallada de las corrupciones colosales que Néstor y Chávez cometieron, van rumbo a convertirse en el Gordo Valor y La Garza Sosa, los ladrones de la Plata Grande.

Los presuntos libertadores de América en realidad se hicieron millonarios, como los estafadores de América, porque se quedaron con mucho dinero de los argentinos y venezolanos más pobres.

Uberti confesó ante la justicia que en una operación trucha realizada con bonos de la deuda argentina en 2007, Néstor y Chávez se quedaron con 25 millones de dólares cada uno. Y que la parte del presidente argentino llegó al país en billetes verdes en aviones especialmente fletados.

Y como si esto fuera poco, entre el chavismo y el kirchnerismo construyeron un puente de plata (en el más amplio sentido de la palabra plata) con Irán. Los matones del chavismo acostumbran a entrar al Congreso a palazos limpios contra los diputados opositores y con capuchas para cubrir sus rostros.

Llenaron de sangre y vergüenza el recinto sagrado donde se votan las leyes. Millones de venezolanos esparcidos por el mundo denuncian el asesinato de la libertad, la república y la justicia en su país. La rebeldía pacífica siempre es sana.
Nadie debería rendirse frente a un ejército opresor interno. Hay que ponerse de pié y no dejarse arrodillar por los autoritarios.

Para construir un país para todos. Para repudiar a los salvajes antidemocráticos y ladrones. Tanto en Venezuela como en Argentina. Para vivir en paz. Para la libertad… Para que no haya más ningún Maduro. Para que Cristina lo sepa.


martes, 29 de enero de 2019

GOBIERNO, ECONOMÍA Y EDUCACIÓN

Es en las escuelas y universidades estatales donde se enseñan las bondades del mal llamado "estado benefactor" o "de bienestar".

Por Gabriel Boragina ©

Es casi un lugar común considerar que la educación debe prioritariamente estar a cargo del gobierno. Existe un consenso generalizado en cuanto a este aspecto. La función de educar se piensa esencialmente tarea a cargo del "estado" y sólo subsidiariamente de los particulares. Es posible que esta convicción resida en el hecho de que la educación se cree una actividad "no económica". Es bastante discutible este último aserto si lo observamos desde el ángulo de que quien se educa lo hace principalmente con el objeto de adquirir conocimientos que le den competencia en el campo laboral y le permitan no sólo subsistir financiando sus necesidades cotidianas, sino además darle mayores oportunidades de progreso que -necesariamente- se van a reflejar en lo económico. Por supuesto que, la educación no solamente sirve para conseguir buenas colocaciones laborales, sino también para obtener satisfacciones intelectuales y hasta espirituales. Pero una cosa no excluye la otra, y resulta -a nuestro juicio- apresurado descartar sin más los resultados económicos de la educación desde el punto de vista individual.

Lo mismo cabe decir -desde un enfoque praxeológico- de la "medicina, previsión social, arte, ciencia" etc. Sin embargo, hay autores que defienden la propiedad privada y que hacen esas distinciones. Citamos al respecto el siguiente párrafo:

"Propiedad privada. El éxito en educación, medicina, previsión social, arte, ciencia y otras actividades no económicas, se basa en los mismos dos principios anteriores. Por eso la propiedad privada, sostén y garantía de todas las libertades, debe ser respetada por todos, gobernantes y gobernados, no sólo en economía y finanzas, sino también en enseñanza y cultura, salud y deportes, cajas de jubilaciones y pensiones; y en los ámbitos de familias, partidos, iglesias y demás instituciones privadas." [1]
Debemos recordar que la propiedad privada es una institución fundamentalmente económica, que nace de un hecho natural como es el de la escasez de bienes y servicios. Si bien los valores últimos perseguidos por los seres humanos no son siempre ni completamente económicos, resulta innegables que los medios indispensables para concretar esos valores si lo son, mal que les pese a quienes discurran que la economía sólo se trata de una ciencia de números, gráficos y ecuaciones.

Iglesias, partidos y familias ("y demás instituciones privadas") necesitan de la economía para poder sostenerse y continuar creciendo, y más aún si pretenden desarrollarse. No se trata de un enfoque materialista el que hacemos, sino que reconocemos a la economía una función instrumental como medio idóneo para que el ser humano pueda desplegar sus facultades, tanto físicas, intelectuales, como espirituales. Es decir, la economía es el medio que permite al ser humano perseguir aquellos valores no económicos. No obstante, todas las actividades (y siempre desde el enfoque praxeológico) son económicas.

Pero si incluimos un análisis cataláctico, podemos preguntarnos: si los costos, tanto monetarios como de oportunidad para educarse, sea que lo afronten los padres del estudiante o el estudiante mismo, no son económicos ¿Qué tipo de costos son? ¿Cómo podría -en tal caso- considerarse la educación fuera del mundo económico?

"Los Gobiernos han usurpado funciones para las cuales sus rasgos esenciales son disfuncionales. ¿Cómo ha sido? ¿Cuándo comenzaron? 1) Empezaron en el s. XVIII con la educación, asumiendo que los padres no enviarían a sus hijos a la escuela si no fuesen forzados a hacerlo; que la educación estatal sería “gratuita”; y además “neutral” en materia religiosa. El primer supuesto es históricamente falso: por siglos los padres han enviado a sus hijos a la escuela sin ser obligados. La gratuidad no es tal, es financiamiento con impuestos. La neutralidad tampoco: Es catequización en la religión del Humanismo secular iluminista, evolucionista, idólatra y políticamente estatista. Además, la calidad de la educación estatal ha sido y es muy pobre en todos los países: los niños de primaria no salen bien en las pruebas de lectoescritura y comprensión, ni de aritmética elemental. Tampoco los bachilleres en las de ciencia y cultura general. Y la formación profesional de los universitarios es harto defectuosa." [2]
Compartimos completamente los conceptos que se vuelcan en el párrafo citado, y lo conectamos con nuestros comentarios previos en cuanto a las funciones e implicaciones económicas de la educación. ¿Por qué los gobiernos se comportaron -y aun lo hacen- como indica el autor en comentario? Pensamos que porque los gobiernos han comprendido que manejando la educación podían (y efectivamente pueden) manipular los recursos económicos de la gente que es gobernada. Sólo mediante la educación estatal logra convencerse al futuro ciudadano de la bondad y "necesidad" de -por ejemplo- pagar puntualmente los impuestos como si estos fueran una "necesidad social" o peor aún, una "obligación moral", señalando a quien los evade como el máximo de los delincuentes sociales. Es en las escuelas y universidades estatales donde se enseñan las bondades del mal llamado "estado benefactor" o "de bienestar" (verdadera contradicción en términos al decir del profesor Alberto Benegas Lynch (h) acertadamente); donde se instruye que la solidaridad sólo puede ser pública (o sea, estatal) y desafortunados conceptos por el estilo, que hoy en día casi nadie cuestiona o se lo hace en muy escasa medida.

¿Cuál es, pues, el objeto de los gobiernos al tomar (por si o por otros) las instituciones educativas e inculcar estas perniciosas doctrinas si no es el convencer a la gente de que entregue de buena gana el fruto de sus esfuerzos laborales al fisco a efectos de alimentar sus voraces arcas, siempre ávidas de fagocitar más y más recursos? ¿no es acaso económico? Creemos que sí. Y es en esto en que basamos nuestro convencimiento de la economicidad de la educación o si se quiere la de sus fines económicos.

Claro que la educación estatal no presenta ni expone tales fines de los gobiernos de la manera descripta en el párrafo anterior. En su lugar, hablará de "justicia social" solidarismo, confraternidad, conciencia social, y completará todo sustantivo posible con el adjetivo "social" que, como dice el fenomenal Friedrich A. von Hayek, no es sino la palabra comadreja que, como ese animal hace con el huevo lo vacía de contenido sin siquiera romper la cascara.


[1] Alberto Mansueti. Las leyes malas (y el camino de salida). Guatemala, octubre de 2009, pág. 40

[2] Mansueti A. ibidem. P. 89