Hoy limpiando el archivo, encontramos una “joyita” que nos enviara un abogado amigo y la cual lamentablemente se nos traspapeló. Aprovechamos para ofrecerles nuestras disculpas por ese error involuntario y transcribimos lo que nos envió el 5 de agosto de 2011.
“Hay quienes no saben, o no recuerdan, que ocurría en los años setenta. Hemos asistido a una catarata de mensajes del gobierno y de los llamados “organismos de derechos humanos” que nos dicen, por años, que se persiguió y mató a una “juventud maravillosa”.
Pero hay gente que da la sensación que piensa distinto: Uno es el actual juez de la Corte Suprema, el doctor Eugenio Zaffaroni.
En 1977 el Dr. Zaffaroni era juez federal en la ciudad de Buenos Aires. Durante la sustanciación de un recurso de habeas corpus a favor de una persona desaparecida, el 9 de septiembre de 1977 el Dr. Zaffaroni redactó, firmó y dio curso a un pedido de informes a diferentes destinatarios (Ministerio del Interior, Policía Federal y Comandante del Ejército Argentino) que se adjunta a continuación.
Vale la pena resaltar que en ese escrito, el Dr. Zaffaroni dice:
“…y considerando que el país vive una etapa de convulsión motivada en la cobarde agresión de que es víctima, lo que lógicamente conlleva un estado de sobrecarga en la labor de las fuerzas de seguridad que son el principal blanco de esta agresión…”
Teniendo en cuenta lo que ha hecho en la Corte Suprema, hay algo que no cierra, ¿no?
Por otra parte, si dice que no tuvo más remedio que escribir eso dada “las circunstancias opresivas de la dictadura” o cualquier justificación que se le ocurra, ¿no me cubre a mí también? ¿Porqué él si y yo no? Las circunstancias ¿no eran las mismas para todos?
Además, ¿esto no es “apología de la dictadura”? Creo que hasta hicieron una ley que lo prohíbe. A lo mejor hasta es delito de “lesa humanidad”.
Ya que estamos, sigamos echando leña al fuego, agregamos otra nota del mismo amigo, que estaba junto a la anterior:
"A continuación les envío dos artículos muy interesantes, especialmente dedicados a los señores Magistrados Federales que por gracia de Dios, como broma que nos hizo el Supremo, nos mandó a los argentinos.
Uno de ellos es el benemérito Dr. Gonzalez Macías y el otro es el excelente periodista y amigo Horacio Verbitsky.
Lean en la nota con detenimiento las siguientes expresiones del "Perro"
" ... Para Verbitsky, eso no es ninguna casualidad, y aseveró que en nuestra provincia hay un plan deliberado para que los juicios no se produzcan y que los cabecillas de llevar adelante ese plan son los camaristas federales Luis Miret y Otilio Romano. De hecho, el escritor aseguró que ambos lo hacen en defensa propia, porque, de llegar a una instancia de juicio oral, “sin dudas habrá un desfile de testigos que contarán el papel que ambos magistrados desempeñaron durante la dictadura”. En tanto, también hizo referencia a los dichos de Miret en la entrevista concedida a El Sol y que se publicó en su edición de ayer. En ella, el magistrado dijo que había grupos que iban por él para ocupar su cargo. Frente a esas expresiones, Verbitsky no sólo explicó que iba contra él, sino también contra todos los funcionarios judiciales que colaboraron con la dictadura militar..."
Lo dice bien claro "VA POR TODOS LOS JUECES QUE COLABORARON CON LA DICTADURA". Pero ¿y el amigo Zaffaroni?
Bueno pero eso no es nada, a continuación hace una férrea defensa de su amigo el Juez Juan Antonio González Macías y dice muy claro:
"... El titular del CELS también se refirió a la recusación que sufrió el presidente del Tribunal Oral Federal Nº1, Juan Antonio González Macías, que provocó que el juicio que tenía previsto comenzar el 11 de marzo se suspendiera.
El periodista aseguró que los argumentos que se utilizaron contra el magistrado son “absolutamente notables”, y nombró, a modo de ejemplo, que se haya utilizado como excusa el hecho de que el juez hubiera intervenido en otros casos de violaciones de derechos humanos y haya declarado inconstitucional la Ley de Obediencia Debida en 1987.”
Pero digo yo, ¿El Perro no integraba el aparato de inteligencia de Montoneros? ¿No hace inteligencia ahora para Kristina?, Es increíble que no investigara a su amigo González Macías, que sí declaró inconstitucional la ley de obediencia debida. Es muy interesante el argumento por la cual la declara inconstitucional.
Creo que el Perro se equivocó, ya que su amigo Gonzalez Macías dijo:
"... Pero si es oportuno decir que esta ley ofende a las Fuerzas Armadas y de Seguridad que se batieron con valentía y honor contra un enemigo solapado y artero"
"...las Fuerzas del Orden que lucharon en defensa de la ley y dentro de su marco no pueden ni deben sentirse gratificadas, en cuanto ello importa aceptar la comisión de un delito..."
Es decir, si yo no entiendo mal, este Juez "DEL PROCESO" -a quien el Perro defiende- en la sentencia del 07 de octubre de 1983 declara inconstitucional la ley pero PORQUE LAS FFAA Y LAS FFSS NO COMETIERON DELITO EN LA LUCHA CONTRA LA SUBVERSIÓN. ¿NO ES CÓMICO?
Este juez ahora está juzgando y condenando a los que el en el 83 les dijo VALIENTES Y HONORABLES.
Esto es la Biblia y el Calefón. La gorda Hebe ahora sale en defensa del mismo al que insultó en el mismo Palacio de Justicia. Perdón pero yo entiendo cada vez menos.
Por favor les pido difundan estas notas, pues alguien me lo podrá tal vez explicar, en una de esas el mismo Perro o el Juez me lo pongan en claro.
Es para destacar que el ex magistrado de la Cámara Federal de Apelaciones, con jurisdicción en Mendoza, San Juan y San Luis, Dr. Otilio Romano, se prófugo el 24 de agosto pasado viajando a Chile, país al que solicitó “Asilo Político”.
Si un Juez se fuga porque la justicia lo investiga, no da para pensar que al conocer muy bien el sistema optó por el mal menor. Por huir y no presentarse a derecho se lo acusa de delitos de "lesa humanidad", por haber sido fiscal y juez subrogante entre 1975 y 1983.
¿Y entonces que hacemos con Zaffaroni? Cuando en el Senado de la Nación se debatió el pliego para su designación en la Corte, y se le objetara:
Que desde 1969, durante el gobierno militar de entonces, fue juez de la Cámara de Apelaciones de la provincia de San Luis, para lo cual juró por el Estatuto de la “Revolución Argentina”.
Que en 1976, en el último gobierno de facto, juró por el “Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional” cuando fue designado juez en lo criminal de sentencia en la Capital Federal.
Que, según el senador Rodolfo Terragno que objetó su pliego, en ese Juzgado ingresaron, entre 1976 y 1983, 128 hábeas corpus, 38 correspondían a infracciones policiales, 6 fueron desistidos; pero de los 84 restantes, cuando había detención, Zaffaroni solía disponer la libertad. En cambio, en los casos de desaparición de personas, en 27 casos rechazó la acción y remitió las actuaciones a la Cámara del Crimen de la Capital o al Juzgado de Instrucción competente de la provincia de Buenos Aires, para que se investigase la privación de la libertad. “No he encontrado ningún ejemplo de actividad judicial de Zaffaroni que haya puesto en aprietos a las autoridades o permitido salvar una vida”, aseguró Terragno. En el caso “Ollero Inés”, Zaffaroni rechazó el hábeas corpus, y ese fallo, confirmado por la Cámara, fue revocado por la Corte Suprema de Justicia (25/4/78), reprochándole no “extremar la investigación adoptando las medidas necesarias” a fin de esclarecer qué había pasado luego de la detención de la desaparecida.
Que en 1980 Zaffaroni escribió el libro Derecho Penal Militar en el que sostuvo que en determinadas circunstancias, como ser un “hipotético estado de necesidad” en el que sucediera la “desaparición de cualquier autoridad o siendo incapaz la que resta”, un grupo militar podía “usurpar justificadamente la función pública”; y esboza asimismo nociones técnicas como: “derecho penal militar de excepción”, “circunstancias especiales”, “necesidad terrible”, “necesidad terribilísima”, “bando militar como ley material”, “bando militar como tipificador de delitos”, “excepcional necesidad de dar muerte al delincuente”, o “muerte por legítima defensa cuando el delincuente haga armas contra la autoridad”. Ese libro está actualmente agotado.
En su descargo ante el Senado Zaffaroni dijo: “Juré por el Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional, juré por el Estatuto de Onganía, juré por la Constitución reformada por Lanusse en 1973, juré por la Constitución Nacional de 1853 y juré por la Constitución reformada en 1994”, lo que en vez de ser un atenuante mejor pareció un agravante.
También dijo que: “Comparto [esto] con toda mi generación. [Yo] no era un militante político. Era un abogado, un juez, un funcionario. Lo tomábamos como una profesión.” (…) “Nací y me crié en medio de convulsiones políticas y de tipo institucional, como toda la gente de mi generación”. “Estábamos habituados a ver como normal lo que era anormal” (…) “Los que nacieron o se criaron en los últimos veinte años quizá no lo entiendan. Es una vivencia por la que asumo la responsabilidad, pero junto con toda mi generación”.
Trasladar sus culpas personales a una generación, tampoco nos satisfizo, y no quisiéramos escuchar un descargo parecido para explicar, ahora, lo de la prostitución en sus departamentos.
Los jueces del Proceso fueron calificados de partícipes del sistema represivo por la “doctrina del paralelismo” elaborada por los fundadores del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), al que después de 1983 Zaffaroni se incorporó.
A su vez, las Madres de Plaza de Mayo, presididas por Hebe de Bonafini, denunciaron por “conniventes y funcionales a los designios de los usurpadores” a 437 jueces que juraron por los “Objetivos Básicos del Proceso de Reorganización Nacional” entre 1976 y 1980, como “represores del Poder Judicial”; en esa lista, publicada entonces en la página web de esa Asociación, figuraba Zaffaroni en el puesto 435.
Pacificación Nacional Definitiva (29 de septiembre de 2011)