martes, 22 de noviembre de 2011
ABOMINABLE HISTORIA REVISIONISTA
Fue tanto el amor y el respeto por la libertad, que cuando Sarmiento gobernaba, la prensa tuvo con él crueldades terribles.
Por Nélida Rebollo de Montes
* Inconcebible e injustificable justificación del Doctorado “Honoris Causa”, otorgado recientemente en la Universidad Nacional de San Juan a Osvaldo Bayer. El nombrado rehabilitó la condena a los héroes que lucharon por la libertad y la educación y fueron constructores de la Argentina contemporánea.
* Un factor particularmente sintomático fue la malevolencia reiterada en el agravio a Sarmiento, que ha causado desaprobación en los que poseen nobleza moral y conciencia histórica.
Sarmiento alzó frente a la política uniformadora, centralista y despótica del gobierno de Buenos Aires (Juan Manuel de Rosas) la imagen de la Argentina profunda, amante de la libertad y de la dignidad de la persona expuesta con energía moral y verdadero bálsamo para consolidar los cimientos de la nacionalidad amenazada por la decadencia cívica.
Leopoldo Lugones señala la excelencia de su libro “Recuerdos de Provincia” del cual dice: “Es el libro más sobrio y maduro, el mejor de Sarmiento literalmente hablando. “Facundo” y “Recuerdos de Provincia” son nuestra “Ilíada y Odisea”.
Tras el episodio protagonizado en San Juan por Osvaldo Bayer, escritor y apologista de la abominable historia revisionista ratifica que han instaurado en nuestro país un puñado de seudo revisionistas indocumentados.
Los dardos fueron esta vez contra Domingo Faustino Sarmiento quien levantó la bandera de la educación popular; la educación para todos con otros miembros de su generación, entre ellos, Juan Ignacio Gorriti, Esteban Echeverría y Juan Bautista Alberdi. Juntos elaboraron su pensamiento en el destierro y se inspiraron en la doctrina democrática de Mayo. Entendía Esteban Echeverría que tras la Revolución de Mayo de 1810 éramos independientes pero no libres. Pensaban, asimismo, que se imponía la formación interna del país; el surgimiento de la nacionalidad; la reforma radical de las costumbres por medio de la educación.
Sarmiento publica en 1849 el libro “De la educación popular” el cual encierra una doctrina y una práctica de la educación del pueblo. Evidentemente su mensaje fue el de un Civilizador. No en vano, la sociedad cumple todos los años con la tradición de honrar la memoria de su ilustre comprovinciano que nos dejó una herencia de pensamiento y acción.
Este año los homenajes fueron varios, puesto que se cumplió el Bicentenario de su Nacimiento, el 15 de febrero de 1811. En algunos círculos se recordó la sesión especial dedicada a Sarmiento por la Academia Argentina en San Juan, el 15 y 16 de agosto de 1988 y el 11 de septiembre de 1993, en oportunidad de ser huéspedes los académicos del Dr. Prof. Leovino Eduardo Brizuela Aybar.
Vale recordar, que el Dr. Brizuela Aybar fue uno de los más sobresalientes decanos que ha tenido la Universidad Nacional de San Juan. Pues, realizó una actividad cultural intensa con la presencia de eminentes escritores, investigadores, intelectuales quienes desarrollaron diversas jornadas culturales con la proyección de los más excelsos literatos y sus obras. Esas eminencias reconocieron que Sarmiento sintió los latidos de su tierra y comprendió el alma de su ciudad natal de la cual recibió el impulso para su empresa de Civilizador. Fue San Juan donde gestó su constante lucha por la Nación organizada, una de sus grandes pasiones.
Su misión entonces fue hacer surgir de la realidad histórica, el orden y el alma de una civilización como imperativo de la urgencia de la hora. Sarmiento se sintió el vocero de la Revolución de Mayo de 1810 en la que imperó la generación de la libertad. Se propusieron desde el poder la transformación de la patria naciente, con leyes para vencer el atraso. Esa gran aspiración estaba profundamente enraizada en la realidad de su pueblo, pues conocía profundamente su tierra y su historia. De ahí que pudo abrir paso a la evolución respondiendo al llamado de la realidad que jamás dejó de reflejar en sus libros ni en sus campañas intelectuales, lo que le permitió enrolarse en su pasión por la verdad histórica de nuestra nacionalidad. Con el empuje que lo caracterizaba tuteló su iniciativa de continuar la empresa inicial de los hombres de Mayo y también el sueño civilizador de Bernardino Rivadavia, malogrado por la tiranía.
La visión de Sarmiento le dio el estímulo para construir una viva Nación Argentina donde imperara el orden, la sociedad, el Estado, contando con el esfuerzo de los proscriptos. Sarmiento y sus compañeros de lucha aportaron un sistema de instituciones apropiadas al estilo de nuestro pueblo para salvarlo del avasallamiento de la barbarie. La iniciativa de los proscriptos fue crear una comunidad orgánica, por el imperio de instituciones democráticas y leyes civilizadoras. Ese sueño lo cumplieron con el establecimiento de leyes e instituciones, verdaderos poderes morales, para el desenvolvimiento de una civilización nacional sin dejar de perfeccionar la naturaleza natural de nuestro pueblo que se asimilaría con los inmigrantes que llegaron para incorporarse al trabajo y al progreso moral y material de la República que acababa de constituirse.
El trabajo ímprobo y continuado en épocas de regresión o de paralización espiritual impuso la necesidad de continuar incansablemente con el ímpetu del otro civilizador que fue Juan Bautista Alberdi; y, fue, precísamente Sarmiento, el propulsor de la inmigración europea pues estaba de acuerdo con Alberdi de que Gobernar es Poblar.
Sarmiento convirtió sus ideas en hechos. Pero su gran pasión, que nadie ha podido disputarle fue la educación popular, la educación para todos. Su intensa y prolongada batalla pedagógica la inició en Chile, en el destierro. Fiel a la tradición de 1810 no reconoció otra soberanía que la del pueblo. Era consciente Sarmiento que al pueblo había que alejarlo de la montonera, capacitándolo para el ejercicio de las instituciones republicanas. Convirtió así el ideal democrático en un problema moral, un problema de educación.
Fue tanto el amor y el respeto por la libertad, que cuando Sarmiento gobernaba, la prensa tuvo con él crueldades terribles. Sus enemigos no entendían qué era civilizar. Pero Sarmiento desde el poder nunca se sintió mandatario para reprimir la prensa –como dijo Lugones-, pero sí se sintió periodista para contestarles. Es imposible demostrar de una manera más alta el respeto que sintió Sarmiento por la institución periodística independiente. Le angustiaba que la gente cayera en el error y por eso se dedicó a desenmascarar posturas políticas falsas desalentando las fuerzas que conducen a la mentira a través de la perversa astucia de los tiranos y sus seguidores.
El periodismo de Sarmiento exteriorizaba su actitud ante la vida; en la atención que prestaba a los problemas de su patria; en su valentía para salir al encuentro de la difamación que perseguía la finalidad de desacreditarlo ante sus propios compatriotas, no obstante su probidad ejemplar. De ahí que esgrimiera argumentos concebidos por su inteligencia, puesta siempre en acción, arremetiendo con su estilo comparable a un aluvión que no se detiene. Su estilo le da también identidad propia a su lenguaje, pleno también de ternura y desbordada emoción en sus páginas íntimas de evocación familiar o histórica en su bregar sin descanso por la Argentina y América. Esta es la calidad del hombre que fuera groseramente agraviado por don Osvaldo Bayer con manifiesta malevolencia.
Vale entonces reiterar que la Academia Argentina de Letras sesionó en Homenaje a Sarmiento en dos oportunidades en 1988 y en 1993 con la asistencia de todos sus académicos quienes visitaron su Casa Natal. Se trasladaron a Zonda para releer su frase célebre: “Las ideas no se degüellan”.
Han glorificado a Sarmiento infinidad de intelectuales, investigadores, escritores, entre ellos, Leopoldo Lugones, Miguel de Unamuno, Jorge Luis Borges; el estudio de su vida, sus escritos, libros, artículos periodísticos realizado por más de ochenta escritores cuidadosamente seleccionados, permitiendo esta conclusión: “Nadie es más típicamente argentino que Sarmiento; y nadie es más típicamente en nuestro país ni más humano ni más universal”.
Miembros de la Academia Argentina de Letras en un coloquio con la periodista invitada Profesora Nélida Rebollo de Montes, en el decanato de la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes dependiente de la Universidad Nacional de San Juan con motivo de su visita a esta provincia
El académico Gastón Gori en diálogo con la periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes
La periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes durante un reportaje con el Dr. Carlos Alberto Ronchi March
El crítico literario Enrique Pezzoni, asistente al III Congreso Nacional de Literatura Argentina realizado en San Juan, en cordial entrevista con la periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes
El Dr. Raúl Héctor Castagnino, presidente de la Academia Argentina de letras conversa con la periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes
El decano de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes Prof. Leovino Eduardo Brizuela Aybar
El académico francés Dr. Paul Verdoye, autor de un libro sobre Sarmiento, comentando su obra a la periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes
En oportunidad del III Congreso Nacional de Literatura Argentina realizado en la provincia de San Juan del 11 al 15 de septiembre de 1984, el escritor Jorge Luis Borges, tras su llegada a San Juan, en amable diálogo con la con periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes. Reunión en la que la Universidad Nacional de San Juan lo distinguió con el doctorado “Honoris Causa”.
El prestigioso escritor argentino Jorge Luis Borges durante una entrevista con la periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes en oportunidad de recibir un premio en San Juan
El poeta argentino Jorge Luis Borges en coloquio con la periodista Profesora Nélida Rebollo de Montes
Nélida Rebollo de Montes, Profesora y periodista, distinguida con el Premio Benefactora de la Cultura. Ingresó en la Academia Provincial de la Historia con el trabajo titulado “Mujeres de mayo y prácticas electorales de 1816”. Con el voto unánime ingresó a la Sociedad Argentina de Escritores, institución que la distinguió con la “Pluma de Oro”, con la “Faja de Honor” y el “Gran Premio de Honor”. Autora del libro “Nuestro Tiempo y Nuestras Razones”, que incluye artículos periodísticos, afrontando la difícil tarea del comentario sobre lo que considera más importante de la realidad. El libro figura en las Universidades de Yale; de Columbia y en el catálogo online de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos de Norteamérica. Esta información está en internet.
Su Ensayo “Rosalía de Castro. Antonio de la Torre : dos testimonios de la pasión poética” fue incluido en la Biblioteca de la Universidad de Santiago de Compostela (España); en la Biblioteca Pública de Nueva York y en la Universidad Stony Brook de Nueva York de Estados Unidos de Norteamérica. Fue galardonada, en 1986, con el premio internacional “Honoris Causa”, otorgado por la Acción Católica Argentina con sede en Los Ángeles, Estados Unidos de Norteamérica. En el mismo año, la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA) la premió en el año internacional de la Paz. Fue elegida, en 1990, “Ciudadana Ilustre” por la Municipalidad de la Capital de San Juan; y, condecorada, en 1994, por el Diario la Razón como periodista destacada del interior del país. El Centro de Artistas Plásticos de San Juan la consagró, en el mismo año, “Benefactora del Arte”. Tres veces premiada, en 1997, 2001 y 2005, por ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas de la Argentina) y, en 1990, con el “Santa Clara de Asís”.
La Dra. Rebecca Ann Bill de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos), contratada por FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia de la República Argentina) consultó como fuente de de información un artículo periodístico de la Profesora Nélida Rebollo de Montes (Argentina) titulado “La Suprema Corte de Justicia en la Presidencia de Mitre” y fue seleccionada conjuntamente con el Dr. Harold J. Berman (estadounidense) de la Universidad de Cambridge y profesor emérito de la Universidad de Harvard. De ambos autores la Dra. Bill utilizó datos para su obra de investigación: “Medición de la autonomía judicial. Juzgado Federal de primera instancia en lo penal de la República Argentina".
Contacto: politicaydesarrollo@gmail.com
viernes, 11 de noviembre de 2011
Si tuviésemos políticos como Zaleuco de Locris, otra seria la historia
Zaleuco de Locris, siglo VII a.C., fue uno de los primeros legisladores griegos que hoy en día, lamentablemente, no tendría cabida en el ámbito político.
Si la política fuese una balanza en la que se pesase la RESPONSABILIDAD, podríamos poner a un lado todos los políticos del último siglo y al otro a Zaleuco, y la balanza se inclinaría del lado del griego.
Un hijo de Zaleuco fue acusado y condenado por un delito -hay varias versiones robo, adulterio...- cuya pena era la pérdida de ambos ojos. El pueblo pidió a Zaleuco que le perdonase y... "Perdonaré a medias a mi hijo, ya que no es él el único culpable, y mandaré que le saquen sólo un ojo; el otro me lo sacaré yo, pues siendo su padre debí haberlo educado mejor, y así se dará cumplimiento a la ley, ya que ésta nada dice sobre qué ojos hay que sacar".
Pero además de este acto de responsabilidad extrema también fue un político ingenioso. Para erradicar de Locris la ostentación, la suntuosidad y ciertas costumbres propuso lo siguiente:
A una mujer libre que no le acompañe más que una sirvienta, a no ser que esté ebria.
Que las mujeres no salgan de la ciudad por las noches, a no ser que vayan a cometer adulterio.
Que las mujeres no vistan ropas doradas ni vestidos bordados, a no ser que sean prostitutas.
Que los hombres no lleven anillos dorados ni vestido semejante al milesio (habitantes de Mileto), a no ser que frecuenten prostitutas o vayan a cometer adulterio.
Más información http://www.politicaydesarrollo.com.ar/
Contacto: politicaydesarrollo@gmail.com
Si la política fuese una balanza en la que se pesase la RESPONSABILIDAD, podríamos poner a un lado todos los políticos del último siglo y al otro a Zaleuco, y la balanza se inclinaría del lado del griego.
Un hijo de Zaleuco fue acusado y condenado por un delito -hay varias versiones robo, adulterio...- cuya pena era la pérdida de ambos ojos. El pueblo pidió a Zaleuco que le perdonase y... "Perdonaré a medias a mi hijo, ya que no es él el único culpable, y mandaré que le saquen sólo un ojo; el otro me lo sacaré yo, pues siendo su padre debí haberlo educado mejor, y así se dará cumplimiento a la ley, ya que ésta nada dice sobre qué ojos hay que sacar".
Pero además de este acto de responsabilidad extrema también fue un político ingenioso. Para erradicar de Locris la ostentación, la suntuosidad y ciertas costumbres propuso lo siguiente:
A una mujer libre que no le acompañe más que una sirvienta, a no ser que esté ebria.
Que las mujeres no salgan de la ciudad por las noches, a no ser que vayan a cometer adulterio.
Que las mujeres no vistan ropas doradas ni vestidos bordados, a no ser que sean prostitutas.
Que los hombres no lleven anillos dorados ni vestido semejante al milesio (habitantes de Mileto), a no ser que frecuenten prostitutas o vayan a cometer adulterio.
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18 de Noviembre: Homenaje al Coronel Ibarzábal
La Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del terrorismo en Argentina, adhiere e invita al Homenaje que en memoria del Coronel Jorge R. Ibarzábal, realizarán sus compañeros de Promoción.
El mismo, se llevará a cabo el próximo 18 de Noviembre a las 18:30 hs. en las instalaciones del Círculo Militar, Avda. Santa Fe 750, Ciudad de Buenos Aires.
Más información http://www.politicaydesarrollo.com.ar/
Contacto: politicaydesarrollo@gmail.com
El mismo, se llevará a cabo el próximo 18 de Noviembre a las 18:30 hs. en las instalaciones del Círculo Militar, Avda. Santa Fe 750, Ciudad de Buenos Aires.
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domingo, 6 de noviembre de 2011
Editorial de Horizonte Sur del 5 De Noviembre De 2011
La Argentina ha ido a Cannes a bajar línea como se dice vulgarmente, soberbia, fatua y pagada de sí misma, hija conversa de una Europa en crisis, vanagloriándose de sus éxitos provincianos que tienen en definitiva, relación con un modo sesgado y parcial de ver lo propio…
Alguien bien intencionado y tan incauto y confiado como suelen tener fama de ser los argentinos, me envía un documento que ha preparado y en el cuál uno de sus párrafos dice “La Ley de Medios Audiovisuales abrió la posibilidad de hacer escuchar voces distintas, investigar temas vedados y —en definitiva— potenciar la palabra de quienes, teniendo mucho que aportar al hecho científico y tecnológico, han sido históricamente excluidos del banquete comunicacional”. Mi respuesta desde ya fue bastante dura. No solo porque personalmente, hemos sido víctimas del modo sesgado en que esta clase de progresistas viven la libertad de prensa, y me refiero cuando en enero del 2010 los directivos designados por la Sra. Presidente para conducir la Radio Nacional , bajo la dirección de María Seoane , nos censuraron… también fue dura mi respuesta, porque no recuerdo en la historia que he vivido, otras situaciones semejantes a las actuales en cuanto a homogenización de los discursos y hegemonización del poder comunicacional, como si los monocultivos de soja que abruman los horizontes rurales argentinos, se hubiesen replicado de alguna manera en el territorio de las comunicaciones. No se escuchan voces que disientan con un modo de ver el mundo y eso va bastante más allá de lo que significa respaldar o no a ciertas políticas. Es el caso de que tantos y tantas, tal como banalmente se ha puesto de moda decir en estos tiempos, que parecen convencidos que el drama de la Argentina es atravesado por la confrontación entre el Gobierno y el diario Clarín… Tantos por otra parte, como cuántos al mencionar a las corporaciones refieren concretamente al diario Clarín… Que nadie duda que Clarín sea una corporación, pero en verdad, pienso que si una buena parte de la población supuestamente ilustrada se convenció de que Clarín es la Corporación que más debería preocuparnos, y de manera espontánea y desde sectores de clase media alta son capaces hasta de tirarle objetos a Lanata gritándole: “gordo, te vendiste a Magnetto…”, tal como ha ocurrido en estos días, me temo que muchos sufren por la vía de su adhesión a ciertos pensamientos binarios, de una muy seria discapacitación intelectual… Esta cuestión ya ha dejado de ser política en la Argentina. Y digo que ha dejado de ser política porque la banalización extrema del pensamiento a que se ha llegado, ha dejado hace mucho de constituir pensamientos políticos… De lo que se trata, en definitiva es de una manera solapada de ver el mundo, y hoy esa mirada urbana y a la vez provinciana, se cuela por todos los intersticios, por todas las pantallas y por todos los micrófonos… lo que alguna vez llamamos esa parla de señora gorda de los barrios paquetes hoy se expresa en la radio pública, en Télam o acaso en los discursos de la Presidente cuando se les reclama a los pueblos originarios inteligencia, mientras naturalmente se los menoscaba como a menores carentes de responsabilidad civil o se los embrolla y confunde en las demandas y reivindicaciones por DDHH, con los grupos que expresan a las diversas minorías sexuales… Se trata en definitiva de un modo citadino de ver el mundo, tal como si se lo viera tan solo desde la ventana de un departamento y se ignoraran absolutamente otras maneras de poblar la tierra , un modo de interpretar la cultura con minúscula tal como la veía el anterior Secretario de Cultura de la Nación que pretendía llevar cultura al interior haciendo llegar a las provincias exposiciones de pintura sobre telas… Pero, alguna vez lo comentamos en estos editoriales, la responsable cultural de Lilita decía y proponía las mismas cosas, y estoy seguro que un sector importante de los intelectuales y dirigentes partidarios lo ven de igual manera, y esto nada tiene que ver con la política ni con el marxismo de muchos izquierdistas que son tanto a más modernizantes, urbanos y clasemedieros que los de derecha, desde ya que, siempre que derechas e izquierdas en este cambalache discepoliano, todavía signifiquen algo en la Argentina …
Nuestra Presidente, con el enorme aval que le da la masa de votos recibida y que el resto de Presidentes envidia, y probablemente con el fantasma de alguno de los personajes del difunto Fernando Peña que la guía en sus exposiciones, le ha dicho al mundo en Cannes que lo que se necesita es un Capitalismo en serio, y que esto que ahora vivimos sería acaso no más que un “anarcocapitalismo financiero”, ha dicho, que debemos volver al Capitalismo y que el mundo, Dios nos guarde, debe aprender de la Argentina. Horacio González, nuestro máximo bibliotecario, y muchos de sus adláteres en carta abierta, han dicho más de una vez que Cristina es una máquina de lanzar desafíos conceptuales. Me gustaría ver o escuchar ahora como digieren intelectualmente semejantes exabruptos, solo veladamente panegíricos. (1) La Argentina ha ido a Cannes a bajar línea como se dice vulgarmente, soberbia, fatua y pagada de sí misma, hija conversa de una Europa en crisis, vanagloriándose de sus éxitos provincianos que tienen en definitiva, relación con un modo sesgado y parcial de ver lo propio… Habría bastado que cualquiera le recordara a nuestra Presidente el enorme costo social que pagamos en vidas y en salud de los habitantes, así como en destrucción de los ecosistemas, por los supuestos éxitos que se desplegaron ante el G20, para que esa serie de jactancias y fantasías que constituye el discurso de nuestros progresistas se derrumbara. Lamentablemente, exponen en una burbuja en que se reflejan y regodean, ante muchos otros referentes tanto o más discapacitados. Es lo que denominamos un pensamiento no situado o una cultura sin arraigo, no surgen de una geografía ni menos aún de un suelo dado, sino que se apoyan en los universos propios del discurso. Esos discursos podrían colocarse asimismo en Australia o en otros países que estuvieran dispuestos a vender su alma y comprometerse en un proyecto tardío y universal de modernidad. Resulta irrisorio que desde un país periférico al Capitalismo y subsidiario de los mercados globales como el nuestro, vayamos al G20 a darles lecciones de lo que deberían hacer desde los propios intereses del Capitalismo Global, que no tengamos vergüenza ajena por ello, que no tengamos conciencia de nuestro papel de aprendices agrandados, gracias al respaldo de las enormes Corporaciones granarias y biotecnológicas que alimentan esa vanidad.
Que hagamos por lo demás, de maestros ciruelas del Capitalismo Global a nombre de una cierta interpretación del Peronismo, alertando a Europa acerca de que la primavera árabe no va detrás de los mismos sueños supuestamente democráticos que hacen a la historia de la Revolución Francesa , resulta un escarnio sin cuento para todos aquellos que alimentamos el rescoldo de las luchas pasadas y expone con procacidad las nuevas conversiones de ciertos sectores medios progresistas que, más allá de sus orígenes marxistas, parecieran retomar el papel que ante las metrópolis asumieron los pretorianos de la Argelia francesa. Conversos, jactanciosos, pretendidos herederos de un legado, supuestos europeos trasplantados en América, tratando de materializar una revancha histórica a nombre de los abuelos expulsados por el hambre y la miseria, el sueño del indiano que vuelve a las aldeas y construye una piscina con palmeras en tierras campesinas, entre vacas montaraces y ejidos comunitarios, tal como lo vi. en Asturias y en otros lugares de la España profunda. Volvamos nosotros con Rodolfo Kusch en cambio, a generar un pensar en América, un pensar en que se conjuguen las herencias y el espíritu de la tierra. Tal como enseñaba el maestro, los europeos han alcanzado el ser pero olvidaron su estar, mientras nosotros permanecemos en el estar porque no nos dejan ser… Esa es la dependencia colonial contra la que luchamos. Lo terrible es que, nuestras dirigencias pertenecen asimismo a una realización del propio ser que ha extraviado su estar en el mundo. Orillan lo ridículo porque están en América, pero parecen no haberse dado cuenta de ello; en realidad son semejantes a los europeos a quienes menosprecian en nombre de modos de vida norteamericanos o sea que menosprecian lo europeo, pero desde las perspectivas de pretender haber alcanzado un más allá en los mismos proyectos de modernidad que hoy fracasan estrepitosamente en el viejo continente. Basta escuchar el informe de Cristina ante el G20, enorgulleciéndose de que la Argentina habría alcanzado más de un noventa por ciento de urbanización, y acerca de que tendríamos unos doscientos eventos transgénicos que estarían por ser liberados al mercado productivo, para comprender los enormes riesgos que entrañan los liderazgos neocolonizados, así como los caminos que nos proponen y que fueran ratificados en las últimas elecciones, con un enorme respaldo electoral de la población. Los próximos meses no serán fáciles, los cambios climáticos que tenemos por delante no se solucionan con tecnologías de riego tal como piensa con un cierto candor casi inimputable nuestra señora Presidente. Las crisis energéticas y financieras que nos amenazan, tampoco se enfrentan con discursos, al menos si uno desea no repetir la historia penosa del Quijote y los molinos de viento. Me temo que tendremos como Pueblo, exámenes muy serios por delante, exámenes que pondrán a prueba nuestra entereza y la capacidad que tengamos de crear e innovar en escenarios sumamente difíciles y hasta hostiles. Ojala podamos nosotros, en medio de las terribles situaciones de crisis que se anticipan en el mundo, generar conducciones con arraigo a la tierra y con un pensamiento situado, tal como nos enseñaba Rodolfo Kusch. Es nuestro deseo y nuestra lucha.
(1)
Jorge Eduardo Rulli
Evocación “pos mortem” de Monseñor Laguna
Testimonio de una gran responsabilidad con vocación de paz
Por Nélida Rebollo de Montes
“Para un cristiano el judío no es prójimo, es parte de nosotros. El judío es mi propia historia, es mi raíz”. (Juan Pablo II)
“Acá hay un grave error, que es creer en la violencia guerrillera, que fue horrenda. Usted no la vio como la vi yo, yo vi matar a cinco policías, que hacía dos días habían ingresado a esa función y no habían torturado, pero fueron asesinados desde una cornisa vecina a la Curia. Por años a esos policías injustamente muertos se les pusieron flores. Yo sé de lo que son capaces, los que son estas gentes dispuestas a matar por matar”. (Monseñor Justo Laguna, Diario de Cuyo del domingo 22 de noviembre de 1998)
¿A qué necesidad responde el culto retroactivo de demonizar a las Fuerzas Armadas por haber sido convocadas a aniquilar el terrorismo en los años 70 en nuestro país?
Esta categórica pregunta emanada de dos religiosos jerárquicos: Monseñor Justo Laguna, Obispo de Morón, recientemente fallecido, y Mario Rojzman, rabino de Buenos Aires quienes participaron de una entrevista periodística publicada el 22 de noviembre de 1998 en San Juan con la Redactora Jefa de las secciones Educación y Cultura y el Suplemento dominical “Notas, Artes y Letras” de Diario de Cuyo, profesora Nélida Rebollo de Montes.
La inquietud procede del deseo de incrementar la lucidez histórica y política de los ciudadanos. Ambos dignatarios religiosos anhelaban sembrar la paz, reflexionando seriamente sobre el culto religioso de cada uno de ellos.
Tras conocer el fallecimiento de Monseñor Justo Laguna consultamos el contenido de lo dicho en la entrevista de referencia. Conmueve la vigencia de su opinión sobre el sendero de la paz en el curso de conferencias de prensa, sin considerarse infalible y siempre equitativos; y, sin eludir la verdad histórica como un verdadero culto a esa verdad que nada tiene en común con la venganza que se efectiviza y se sigue persiguiendo.
Antes de la presentación del libro "Todos los caminos conducen a Jerusalén y a Roma", los distinguidos invitados por la Universidad Nacional de San Juan, el obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, y Mario Rojzman, rabino de Buenos Aires, mantuvieron una entrevista con la periodista Nélida Rebollo de Montes. Se manifestaron con una conciencia crítica y rectificadora.
Lucidez crítica
Con lucidez crítica puntualizaron que: * Este milenio nos encuentra más juntos a judíos y cristianos.
* La reconciliación es un tema de educación.
* La paz es el gran ideal.
* Condenan la violencia.
* Con vocación de paz "lograremos un mundo mejor".
* Ningún país civilizado utiliza los "escraches".
Se ha logrado una interna armonía fundada en sentimientos comunes y en el respeto a la fe religiosa de cada uno.
EL DIÁLOGO
-PERIODISTA: El Papa, que es la más alta autoridad espiritual para los católicos, debe estar feliz de que ustedes promuevan el respeto a la fe religiosa de los demás.
-RESPUESTA: Monseñor Laguna: Nuestro viaje con Mario Rojzman, entrañable amigo y hermano, no fue una lucubración sino un ejemplo de la reconciliación de dos credos que tuvieron diferencias a través de la historia, porque los católicos hemos crucificado durante mucho tiempo al pueblo judío, con historias equívocas, a veces inventadas pero sacadas, de contexto. De pronto, esto se logra gracias a la acción de Juan Pablo II y del Papa Juan XXIII, quien tuvo expresiones notables. También mucho antes que ellos Pío XI dijo, en el mismo momento que empezó la persecución a los judíos en Alemania, que "somos espiritualmente semitas".
Yo creo que si Pío XI hubiera vivido un poco más, la historia hubiera sido distinta. Era un hombre muy valiente y de muy mal carácter, por eso nadie habla de hacerlo santo. Creo que Juan Pablo II ha tenido un mérito muy singular, que es haber puesto en hechos la reconciliación con el pueblo judío.
Al respecto quiero decir una frase que leímos hoy en el avión: “Para un cristiano el judío no es prójimo, es parte de sí-mismo, no es lo mismo que otras religiones con las que podemos tener contacto. El judío es mi propia historia, es mi raíz”. Al respecto hay una frase de San Pablo, frase bíblica y revelada: “Somos nosotros el olivo silvestre injertados en el viejo árbol”.
-PERIODISTA: La actitud de ustedes promueve el respeto a las nobles convicciones del hombre...
RESPUESTA: Rabino Mario Rojzman: La reacción ante lo que usted dice es la siguiente: Nosotros somos unos convencidos de que lo mejor que le puede pasar a un cristiano es ser un cristiano leal y fiel a sus convicciones; y lo mejor que le puede pasar a un judío es ser fiel a sus convicciones. Por eso esta Iglesia nueva, que está liderando Juan Pablo II y de la cual monseñor Laguna en la Argentina es un representante de los más dignos, ha pasado de una cultura y de una teología del desprecio a los judíos para cultivar una cultura del aprecio hacia los judíos, usando términos teológicos Esto es lo que nos permite que hoy estemos en San Juan hermanados en la convicción de que cada uno tiene que ser aquello en lo que cree ser, porque así nos enriquecemos mutuamente.
Nosotros vemos que la creación es una especie de sinfonía en la cual cada uno debe tocar su instrumento con lealtad y, si algún instrumento falta, la sinfonía resulta desarmada. Por eso hacen falta judíos fieles a los judíos y cristianos fieles a los cristianos, que es la mejor manera de honrar el propósito divino.
-PERIODISTA: Ante las perspectivas aterradoras que a veces se abren a la humanidad, percibimos que la paz y la comprensión constituyen la única lucha que vale la pena entablar, pues pareciera que la opción es elegir entre el infierno y la razón.
RESPUESTA: Monseñor Laguna: Yo soy un entusiasta de la paz. Quiero decirle que la única guerra santa es la paz, no hay guerras santas. Ni del Islam ni del judaísmo ni del cristianismo. La paz es el gran ideal. Yo sé que algún teólogo católico se aterraría, porque dicen que en vez de hablar de las verdades de la fe nosotros hablamos nada más que de la paz, como si eso fuera una especie de entelequia. Yo creo mucho en la paz.
Hoy es un día particularmente feliz, porque después de haber llegado a una tensión muy fuerte en el Medio Oriente, en la situación entre judíos y árabes, después de haber firmado en Estados Unidos el tratado de paz, se ha avanzado mucho. Aunque no es precisamente un ídolo para mí, tengo que reconocer que Netanyahu es muy valiente, porque no son quienes lo votaron los que le piden que entregue las tierras que tiene que dejar por el tratado, y Arafat ha vuelto atrás de todos los disparates que dijo acerca de la fuerza de las armas. Cuando me desperté y lo leí en el diario dio a mi alma todo el día una paz particular. Yo creo que sin paz en el Medio Oriente, en concreto entre Israel y Palestina, no habrá paz en el mundo.
Rabino Mario Rojzman: Construyendo sobre estas verdades que dice monseñor, quiero agregar que en hebreo la palabra paz se dice "shalom" y la expresión "shalom" viene de otra palabra hebrea "shilemut", que es integridad.
Luego se preguntó el rabino: "¿Cuándo uno tiene paz?" y se respondió a sí mismo: “Cuando uno no solamente es íntegro puede trabajar por la integridad del otro".
Mientras haya pueblos que no coman todo lo que tienen que comer, mientras haya gente que ocupa territorios que no le pertenecen, mientras haya quienes piensan que hay sangre que vale más que otra, no hay paz, tampoco hay un anhelo de paz. Los políticos a veces cierran los ojos ante guerras gratuitas, pero en general hay unas, provocadas. Precisamente la función de los religiosos es promover el "shilemut", para llegar al "shalom".
-PERIODISTA: En la Argentina hubo gente entregada a todos los desgarramientos de la violencia, incapaz de ningún control e indiferente a la justicia; sin embargo, ahora se condena solamente a una parte involucrada en repelerla. ¿No habrá llegado el momento de una conciliación para no seguir provocando sufrimientos desproporcionados a los familiares cuyos hijos, esposos, hermanos también murieron en esta violencia?
RESPUESTA: Monseñor Laguna: Acá hay un grave error, que es creer en la violencia guerrillera, que fue horrenda. Usted no la vio como la vi yo; yo vi matar a cinco policías, que hacía dos días habían ingresado a esa función y no habían torturado, pero fueron asesinados desde una cornisa vecina a la Curia. Por años a esos policías injustamente muertos se les pusieron flores. Yo sé de lo que son capaces, los que son estas gentes dispuestas a matar por matar.
Yo no soy ningún defensor de la violencia guerrillera que hizo mucho daño, pero considero que el Estado debe custodiar la ley. Yo creo que la represión fue muy legítima porque fue hecha por el Estado que tiene que custodiar el derecho a la verdad, a la justicia. Lo grave es haber planeado un plan perverso hasta con los que figuraban en alguna libreta, sin haber hecho nada, haciéndolos desaparecer. Pero en algo coincido con usted plenamente: en que hay que conciliar. No podemos estar toda la vida echándonos culpas y pongo un ejemplo muy práctico, me refiero a España, donde Franco gobernó cuarenta años y cuando ya no estuvo a nadie se le ocurrió ir a buscar a quién le había matado a la abuela.
El país empezó otra vida y al rey, que le sucedió, lo había elegido y lo educó Franco. No había motivos para aceptar al sucesor Juan Carlos, el verdadero heredero era su padre. Sin embargo, el rey se convirtió misteriosamente en un sistema de unidad de los españoles.
Creo que una vez que se sepa la verdad en nuestro país podríamos empezar a reconciliarnos entre los argentinos. El tema de las armas, desgraciadamente, ha complicado todo de nuevo, aunque a lo mejor no tiene nada que ver. Es necesario buscar un camino, donde no estemos todo el tiempo reprochándonos viejas cosas. En la actualidad hay un recrudecimiento de encono que se manifiesta, entre otras actitudes, con los "escraches". A mí los “escraches” no me hacen gracia y en ningún país civilizado los hacen.
Rabino Rojzman: Yo creo que la reconciliación no es por decreto sino que se trabaja por lograrla, es un tema de educación. También, como soy un creyente ferviente en la justicia divina, creo que también debe haber justicia humana. Esto significa que aquellos que han hecho daño y han matado deben pagar un precio; primero, porque es lo que corresponde y, segundo, porque es educativo para el resto de la sociedad. Quien mató, no importa a qué lado haya pertenecido, debe pagar un precio para cumplir con la sociedad, ya sea con trabajo voluntario, ya sea con cárcel.
Coincido con Monseñor Laguna en que cuando esto nace desde el Estado tiene una gravedad, porque es el que tiene el poder real y que debe administrar justicia. Pero también es siniestro cuando jóvenes en nombre de ideales contradicen esos ideales, matando, tirando bombas, con las que mueren policías del mismo pueblo que ganan trescientos pesos por mes y quieren llevar comida a sus casas; buena gente, pero terminan pagando el precio del horror, que también es un terror. Por eso digo que aquel que mató debe pagar un precio, porque nosotros queremos caminar por las calles sabiendo que nuestros hijos no van a ser asesinados. Entonces, aquel que puso bombas, quien cobró para matar, no nos da lo mismo que aquel que se levanta a la mañana para construir el país.
Monseñor Laguna: Yo quiero aclarar que estoy totalmente de acuerdo con él y está lejísimo de mí creer que la impunidad ayuda a reconciliarse. Todo delito impune prepara otro delito. No podemos seguir insistiendo para que los hijos, los nietos y los bisnietos salden cuentas que no son de ellos. Me parece macabro que los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA sigan sin autores.
Hubo autores, esto es muy grave y creo que Memoria Activa cumple un gran papel recordando los lunes con lluvia, con viento, con calor, que hay dos crímenes de mucha gente, absolutamente impunes, y a mi entender y seguramente al del Rabino, sin camino de solución todavía.
-PERIODISTA: El espíritu de ustedes como altos dignatarios religiosos da pruebas de un gran valor en la lucha común, sabiendo que están del lado del bien. ¿Podrían dar cada uno un breve mensaje que traduzca sus sentimientos, usted como obispo y usted como rabino?
RESPUESTA: Monseñor Laguna: Los hombres tenemos dentro nuestro fuerzas contradictorias; pero pensar que el hombre nace bueno como creía Rousseau es la cosa más imbécil de filosofía que se ha dicho. El hombre nace con fuerzas distintas, nace bueno y malo; entonces, una de las grandes funciones que tenemos los hombres religiosos, quienes tenemos fe, es salvar del hombre aquellos elementos que nos permiten convivir y para lograrlo es absolutamente indispensable respetar al otro. Cuando digo el otro, digo todo otro, no me estoy refiriendo al judaísmo ni a los musulmanes, me estoy refiriendo a todo el que no es igual a "mí" ni piensa como yo. Si yo no respeto al otro nunca habrá de verdad, en nuestro país ni en el mundo, una paz estable.
Rabino Mario Rojzman: Martín Buber, uno de los filósofos modernos más importantes, decía que para llegar a Él con mayúsculas hace falta un yo y un tú. Quién es ese tú, generalmente no es el que cree como yo. Es fácil amar al que piensa como yo, al que cree como yo, al que se viste como yo, al que habita mi ciudad; lo más complicado es querer, amar, respetar, valorar al que piensa tan distinto a vos. A lo mejor ése es el desafío de este milenio, que nos encuentra a judíos y cristianos tan cerca, porque hay gente valiente como el Papa, que puede pedir perdón, y hay judíos dispuestos a aceptar y es tan desafiante una cosa como la otra. Los nietos de aquellos que fueron quemados en el Holocausto (de Hitler) vemos con beneplácito que un Papa tenga las agallas y que diga, como lo hizo en el último Vía Crucis de Roma, que "durante muchos siglos los hemos crucificado". O como dijo monseñor Laguna, el 18 de marzo de 1998 en la Catedral de Morón –por eso siento que es mi hermano- que “si los cristianos nos hubiésemos parado arriba de las tejas de los techos, a sonar las campanas, no hubiese habido Holocausto".
Bueno, no pasó tanto tiempo. Pasaron menos de sesenta años y todas estas frases, que no son meras frases sino que son surcos en el camino para la hermandad, son el futuro promisorio que nos espera, cristianos viviendo con orgullo su cristiandad; judíos viviendo con orgullo su judaísmo, para poder, sí, seguir desafiando a aquellos que nos dicen que tenemos mucho más distinto que mucho más en común.
Rabino Mario Rojzman, Monseñor Justo Laguna con la periodista Nélida Rebollo de Montes durante el coloquio
Nélida Rebollo de Montes, Profesora y periodista, distinguida con el Premio Benefactora de la Cultura. Ingresó en la Academia Provincial de la Historia con el trabajo titulado “Mujeres de mayo y prácticas electorales de 1816”. Con el voto unánime ingresó a la Sociedad Argentina de Escritores, institución que la distinguió con la “Pluma de Oro”, con la “Faja de Honor” y el “Gran Premio de Honor”. Autora del libro “Nuestro Tiempo y Nuestras Razones”, que incluye artículos periodísticos, afrontando la difícil tarea del comentario sobre lo que considera más importante de la realidad. El libro figura en las Universidades de Yale; de Columbia y en el catálogo online de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos de Norteamérica. Esta información está en internet.
Su Ensayo “Rosalía de Castro. Antonio de la Torre : dos testimonios de la pasión poética” fue incluido en la Biblioteca de la Universidad de Santiago de Compostela (España); en la Biblioteca Pública de Nueva York y en la Universidad Stony Brook de Nueva York de Estados Unidos de Norteamérica. Fue galardonada, en 1986, con el premio internacional “Honoris Causa”, otorgado por la Acción Católica Argentina con sede en Los Ángeles, Estados Unidos de Norteamérica. En el mismo año, la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA) la premió en el año internacional de la Paz. Fue elegida, en 1990, “Ciudadana Ilustre” por la Municipalidad de la Capital de San Juan; y, condecorada, en 1994, por el Diario la Razón como periodista destacada del interior del país. El Centro de Artistas Plásticos de San Juan la consagró, en el mismo año, “Benefactora del Arte”. Tres veces premiada, en 1997, 2001 y 2005, por ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas de la Argentina) y, en 1990, con el “Santa Clara de Asís”.
La Dra. Rebecca Ann Bill de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos), contratada por FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia de la República Argentina) consultó como fuente de de información un artículo periodístico de la Profesora Nélida Rebollo de Montes (Argentina) titulado “La Suprema Corte de Justicia en la Presidencia de Mitre” y fue seleccionada conjuntamente con el Dr. Harold J. Berman (estadounidense) de la Universidad de Cambridge y profesor emérito de la Universidad de Harvard. De ambos autores la Dra. Bill utilizó datos para su obra de investigación: “Medición de la autonomía judicial. Juzgado Federal de primera instancia en lo penal de la República Argentina".
jueves, 3 de noviembre de 2011
AMENAZA NUCLEAR: FISIÓN Y FICCION
La radioactividad es parte de nuestro mundo y ha existido desde sus orígenes. Materiales radioactivos naturales están presentes en la corteza terrestre, en los pisos y en las paredes de nuestras casas, de las escuelas u oficinas y en los alimentos y bebidas. En definitiva, el hombre ha estado siempre expuesto a la radiación natural surgida de la tierra o proveniente del espacio exterior.
Por Mario R. Féliz
“Nothing in life is to be feared,
It is only to be understood”
Marie Sklodwska-Curie (1)
Introducción
En la costa nordeste de Japón, el fondo marino se precipita abruptamente hacia uno de los abismos más profundos del planeta y, a no más de 150 kilómetros mar adentro, hacia el oriente, la hondura alcanza los 10.000 metros.
A lo largo de la fosa oceánica de Japón, la placa del pacífico se introduce debajo de la norteamericana, sobre la que se encuentra parte del archipiélago, y se hunde en dirección oeste debajo de Asia.
Desde aquellas profundidades, en pleno invierno boreal, emergió un terremoto de magnitud 9 (2), el más grande de la historia de el país Nipón.
A la cercana prefectura de Fukushima llego con una intensidad de grado 6. Sin embargo, la gran ola -Tsunami- que alcanzó alturas de hasta 10 metros, se abalanzó sobre la tierra arrasando todo a su paso, incluida la usina eléctrica que contaba con 6 reactores nucleares. El terremoto dejo sin electricidad el sistema de enfriamiento de algunos reactores y la ola puso fuera de servicio la refrigeración de emergencia.
El fenómeno natural produjo grandes daños y alrededor de 40 mil víctimas fatales. Sin embargo, ninguna persona fue afectada por la crisis que envolvió a los reactores nucleares. A pesar de ello, la atención de la prensa estuvo focalizada en el “potencial peligro radioactivo” enterrando rápidamente, en el olvido, la verdadera tragedia ocasionada por el seísmo.
No siempre la radioactividad fue mirada con desconfianza y temor. Ciertamente, cuando a fines del siglo XIX y principios del XX, fue descubierta (y estudiada) la radiación ionizante que emitían algunas sustancias naturales, el hallazgo produjo gran entusiasmo. Los trabajos de Marie Curie (3) -entre cuyos resultados estuvo el descubrimiento del radio (Ra) y del polonio (Po), obtenidos a partir de minerales uraníferos, tuvieron enorme repercusión en el mundo científico y social. Efectivamente, cuando Marie, en 1921, viaja a Estados Unidos es despedida con un multitudinario acto en la Opera de París y, al llegar a New York, recibida en el puerto por una muchedumbre entusiasmada.
Muchos años después comenzó a crecer el mito, alimentado por algunos y aceptado por muchos, que hoy se encuentra fuertemente instalado. Desde luego, existen razones objetivas para sustentarlo pero, como siempre, hay muchas exageraciones y falsedades.
Se ha escrito que: “Desde cierto punto de vista, mito y ciencia cumplen una misma función. Los dos proporcionan al espíritu humano una representación del mundo y de las fuerzas que lo animan. Los dos delimitan el campo de lo posible” (4). En este ejercicio, trataré de llevar a quien lo lea la realidad de los hechos y sus consecuencias, el punto de vista de la ciencia y no el del mito.
Recuerdos de la bomba
Un día radiante de verano el Enola Gay (5) cruzaba un cielo claro y azul. Transportaba una única bomba. Aquella mañana, apenas pasadas las ocho, Little Boy (6) estallaba cuando aún faltaban 600 metros para tocar el suelo.
Sadako Okuda recuerda esa jornada de agosto: “Me encontraba en Osaki-shimo, una tranquila isla en el mar interior de Hiroshima. Y aunque estaba a sesenta kilómetros de la ciudad fue claro que algo terrible había sucedido…No importó que estuviera tan lejos del sitio de la devastación –el resplandor enceguecedor dañó mi visión y mi oído”.
Tiempo después, cuando ya tenía 93 años, sus recuerdos fueron publicados fuera de Japón (7) y en un breve prólogo de aquel libro Sadako decía al lector: “Quiero que sepas cuanto creo en un mundo en paz…y cuanto lamento que Japón haya comenzado la guerra.”
Se ha estimado (8) que, hacia fines de 1945, unas 140.000 personas habrían muerto en Hiroshima y otras 70.000 en Nagasaki, como consecuencia de las explosiones atómicas.
Una inmensa bola de fuego vaporizó los cuerpos de aquellos que se encontraban en el hipocentro de la explosión. La vasta mayoría de las muertes se debieron a quemaduras, por el extremo calor producido por la bomba, y a la sofocación originada en la tormenta de fuego que consumió el oxígeno del aire.
Sin embargo, aquel apocalipsis fue sólo el acto final de una guerra cruel –como todas- que costó entre 50 y 70 millones de muertos. De aquellos solamente un tercio formaban parte de las tropas en conflicto. La mayoría de las víctimas fueron niños, mujeres, ancianos, hombres comunes que murieron bajo las bombas o de hambre, por enfermedades o asesinados, dentro y fuera de campos de concentración. Millones sufrieron imperdonables torturas y vejaciones…
Sin duda, “las grandes tragedias de la historia, con frecuencia, fascinan a la gente por la proximidad del horror. Paralizados, no encuentran que hacer y sólo esperan. Y mientras esperan, un día, el Gorgon (9) los devora. Sin embargo, me gustaría convencerlos… de que la fuerza del corazón, la inteligencia y el coraje son suficientes para detener el destino y revertirlo.” (10)
Invierno nuclear
Los primeros en alarmarse, por los imaginables resultados de una guerra nuclear, fueron algunos científicos “atómicos”. Entre ellos el mismísimo Einstein quien, en 1939, escribiera una carta al Presidente Roosevelt (13) informándolo de que los alemanes estaban embarcados en la fabricación de una bomba atómica e impulsándolo para que USA se movilizara en un esfuerzo similar. Aquella carta fue, seguramente, el acta de nacimiento del Proyecto Manhattan (14).
Sin embargo, en el primer semestre de 1946 Einstein y otros académicos formaban el Comité de Emergencia de Científicos Atómicos (15) y su primer acto sería una declaración donde se leía: “Nuestro mundo enfrenta una crisis aún no percibida por aquellos que poseen el poder de tomar las grandes decisiones, para bien o para mal. La liberación del poder del átomo ha cambiado todo excepto nuestros modos de pensar y así nos dirigimos hacia una catástrofe sin paralelo.
Los científicos que liberamos ese inmenso poder tenemos la abrumadora responsabilidad, ante esta lucha global entre vida y muerte, de dominar el átomo para beneficio de la humanidad y no para su destrucción.”
El objetivo inicial del Comité, llevar a la ciudadanía el conocimiento de los simples hechos sobre la energía atómica y de sus implicancias para la sociedad, fue posteriormente ampliado. Un protagonista principal de la gesta fue uno de sus miembros. Linus Pauling (16) extendió sus desvelos hasta convertirse en un activista de la lucha por la paz y por la suspensión de todas las pruebas con armas nucleares. De tal forma, en 1958, presentaría ante las Naciones Unidas una petición firmada por 11.000 científicos. Esta y otras acciones condujeron al primer tratado sobre prohibición de tales ensayos acordado, entre Kennedy y Khrushchev, (17) en 1963. Por sus muchas contribuciones a la paz Pauling fue premiado con el Nobel.
A pesar de aquel tratado y otros posteriores, desde la primera prueba en 1945, se realizaron más de 2000 explosiones nucleares experimentales, en una docena de sitios diferentes, alrededor del mundo. El test nuclear más reciente se llevó a cabo en Corea del Norte en mayo de 2009.
El peligro de un holocausto nuclear no ha desaparecido. Tal vez algún día la amenaza se extinga definitivamente. Mientras tanto vale la pena recordar las palabras de Pauling ante el Comité Nobel: “Trabajando para abolir la guerra, también trabajamos por la libertad del hombre, por los derechos individuales de cada humano. La guerra y el nacionalismo, junto con la explotación económica, han sido los grandes enemigos de cada hombre. Creo que, sin guerra en el mundo, habrá un mejoramiento de los sistemas sociales, políticos y económicos en todas las naciones, para beneficio de toda la humanidad.”18
Esperando a Godzilla
El atolón de Mururoa, la isla del gran secreto de la Polinesia Francesa, puede verse desde el cielo como un óvalo irregular formado por una cinta que se extiende a lo largo de 28 kilómetros, encerrando una laguna azul.
Allí se realizaron, entre 1966 y 1974, 41 pruebas nucleares atmosféricas y, desde entonces hasta 1995, 137 ensayos submarinos.
En la actualidad el ejército francés mantiene en el atolón un dispositivo de vigilancia de la evolución geológica y radiológica de la región. ¿Cuáles son los rastros que hoy quedan de aquella actividad?
A pedido del gobierno francés, la Agencia Internacional para la Energía Atómica (IAEA) organizó un estudio de la situación radiológica del atolón. En el trabajo, que se extendió por 2 años, participaron 55 expertos de 21 países y el material recogido en el lugar fue analizado en 18 laboratorios de 12 países.
Las conclusiones finales de aquellas investigaciones, informadas en 1998, permitieron concluir que ninguna acción de remediación es necesaria para proteger los suelos ahora o en el futuro y que no se necesitan más mediciones con el propósito de protección radiológica. En consecuencia, observamos que después de un bombardeo sistemático con artefactos nucleares -de fisión y fusión- durante 30 años, y luego de transcurridos apenas 15 desde la última explosión, no quedaban rastros de radiación en las playas y las aguas del atolón.
Mururoa pudo ser, quizás, el hogar de Godzilla. Aquel monstruo de apariencia jurásica, nacido de una simpática iguana verde afectada por la radiación nuclear. Un mito, seguramente, porque nadie le ha visto, aún.
Radiante universo
Recuerdo alguna noche de verano, en la quinta de Jonte (19), alejada convenientemente de la ciudad de forma que el resplandor de sus luces era imperceptible. Allí me veo, recostado en una reposera, bajo un cielo sin nubes y sin luna, envuelto en la oscuridad. Oscuridad que el infinito manto de estrellas, que me cubría, impedía que fuese completa. Así, desde este rincón de sus arrabales, disfrutaba de la vista de la Via Láctea (20). Mientras tanto, desde ella y otras galaxias, remotas e invisibles a los ojos, llegaba la lluvia cósmica (21).
Los rayos cósmicos, que bañan continuamente nuestro planeta, incluyen esencialmente iones de todos los elementos de la tabla periódica. Alrededor del 89% son núcleos de hidrógeno (protones), 10% núcleos de helio (partículas alfa), y el restante 1% está constituido por elementos más pesados. Los más abundantes son iones de carbono (C), oxígeno (O), magnesio (Mg), silicio (Si) e hierro (Fe). Esas partículas llegan a la tierra, día y noche, con energías tan altas que son proyectiles capaces de producir gran daño a las moléculas de la vida. Sin embargo, vivimos bajo el cielo sin advertir su presencia y sin que nadie nos atemorice con los terribles efectos de la radiación… cósmica.
Al llegar a las capas superiores de la atmosfera la mayor parte de las partículas provenientes del cosmos colisionan con los átomos (en realidad, con sus núcleos, donde se concentra su masa), de los gases que componen la atmosfera (nitrógeno y oxígeno), y en esos choques ceden buena parte de su energía originando una lluvia de nuevas partículas y radiación electromagnética (fotones gamma). Algunas de tales partículas (y/o radiaciones) secundarias llegan a la superficie de la tierra con energías muy inferiores a las originarias. Más del 70% -de las partículas que alcanzan el nivel del mar- son muones (22), alrededor del 9% neutrones y el resto fotones. La atmósfera cumple, así, el rol de escudo protector. Pero, no es el único. El campo magnético terrestre hace lo suyo, también.
La danza de los espíritus
Las valquirias montadas en sus caballos y armadas con lanzas brillantes, transportan su carga hasta el Valhalla. Los guerreros, recogidos en el campo de batalla y convertidos en einherjar (23), servirán en el ejército de Odin que afrontará el Ragnarök, la batalla final (24), donde casi todo el universo será destruido.
Durante el viaje, los extraños destellos luminosos multicolores que desprenden sus armaduras cubren el cielo boreal y forman lo que los hombres conocen como aurora.
En realidad todos los pueblos que viven en las proximidades del círculo polar cuentan historias sobre el origen de las luces del norte. Los habitantes del ártico, Inuits y Saamis (25), tienen diversas explicaciones para el fenómeno. Algunas atribuyen las luces a los espíritus de sus antepasados. Una visión que es compartida por la nación Cree (26), cuyos miembros consideran a la aurora como la danza de los espíritus.
Lo cierto es que los rayos cósmicos antes de llegar a la atmosfera se topan con el campo magnético terrestre y, debido a su carga eléctrica, son desviados por este hacia los polos y aún fuera de la tierra. Algunas partículas, de alta energía, chocan con los núcleos de los átomos de la atmósfera terrestre y producen los rayos secundarios. Unas pocas llegan hasta la superficie terrestre. La mayoría son desviadas a lo largo de las líneas de fuerza del campo magnético. En consecuencia, el número partículas cósmicas que alcanzan la alta atmósfera en latitudes próximas al círculo polar ártico es mucho mayor que las que llegan al ecuador.
Por otra parte, los rayos cósmicos, de baja energía, que chocan con las moléculas (o átomos) de oxígeno y nitrógeno, de la atmósfera, las excitan (les entregan energía) o las ionizan (les arrancan un electrón) y cuando retornan a su estado original (o fundamental) emiten luz de diversos colores según la energía adquirida en la interacción con los rayos cósmicos.
El viento de Atón
El hidrógeno y el helio son, sin dudas, los elementos más comunes en el universo y juntos dan cuenta de alrededor del 98% de toda la materia conocida. Sin embargo, en la Tierra (en Marte o Venus) no hay cantidades significativas de estos dos gases. Esto se debe a que la gravedad es muy débil en esos pequeños planetas como para retener aquellos elementos tan livianos, ellos simplemente escapan hacia el espacio exterior (27).
Sin embargo, el Sol, cuya gravedad es mucho más grande está constituido casi enteramente por hidrógeno cuyo núcleo tiene solamente un protón (partícula positiva). En el centro del Sol la presión gravitacional y la temperatura son tan grandes que es posible fusionar protones para obtener núcleos de helio.
El hidrógeno en el centro del sol es comprimido hasta alcanzar densidades 10 veces más grandes que la del plomo sólido. No obstante, allí no existe sólido alguno sino que, debido a la alta temperatura, la materia es un plasma formado por partículas positivas y negativas.
En el proceso de fusión una porción de la masa se convierte en energía (E = mc2) (28) y buena parte de ella nos llega en forma de radiación electromagnética (luz ultravioleta, visible e infrarroja). Además, el infierno del sol, también expulsa materia en forma de viento solar. Este es un flujo de partículas cargadas, principalmente protones, electrones y partículas alfa. Al expandirse el viento solar arrastra el campo magnético del sol formando lo que se llama campo magnético interplanetario (29). Este campo magnético interactúa con el terrestre y produce efectos apreciables sobre las actividades electromagnéticas del planeta y, por otra parte, las partículas del viento solar chocan con las moléculas de la atmosfera terrestre, principalmente en las inmediaciones del círculo polar, contribuyendo a las auroras.
Por otra parte, el viento solar no es constante. Depende de la actividad del sol, que se percibe a través de las manchas que aparecen sobre la superficie de nuestra estrella. Este es un proceso cíclico y de intensidad variable. El campo magnético asociado al viento solar interactúa con los rayos cósmicos desviándolos de la tierra y disminuyendo la cantidad que de ellos llegan a la atmosfera. La consecuencia de este efecto tiene influencia sobre el clima terrestre. Efectivamente, los rayos cósmicos afectan la cubierta de nubes bajas la que juega un importante rol en el balance de radiación electromagnética que escapa o ingresa a la Tierra. (30)
Como hemos visto, la cantidad de radiación cósmica que nos alcanza depende de los ciclos del sol, de la altitud y de la latitud.
En efecto, a nivel del mar, la porción que recibimos (ubicados a 550 de latitud) es de 0.05 mSv (31) por hora, mientras que un viajero en un avión de línea (a 10.000 m de altitud) recibe una dosis de alrededor de 4 mSv/hora (32). Un valor que es del orden de la radiación medida en las zonas aledañas a la planta nuclear de Fukushima, durante los días posteriores al accidente (33).
La radiación interior (34)
Hemos visto que cuando los rayos cósmicos impactan con los núcleos de los gases de la atmósfera se producen partículas secundarias. Los neutrones generados en esos choques pueden a su vez colisionar con átomos de nitrógeno y convertirlos en átomos de carbono.
14N + neutrón ® 14C + protón (35)
Lo interesante, además, es que el 14C es inestable y decae emitiendo radiación beta (b-, electrón acelerado).
14C ®14N + b-
Sin embargo, tiene una vida media larga (5730 años). Ello significa que para que una cierta cantidad de 14C se reduzca a la mitad deben pasar 5730 años.
Esos átomos de carbono se oxidan en la atmósfera y se convierten en dióxido de carbono (CO2). Este gas, a su vez, es absorbido por las plantas verdes (fotosintéticas) y transformado en azúcares. A partir de allí se distribuye por todo el mundo biológico, incluidos nosotros. En todo nuestro cuerpo tenemos átomos de carbono radioactivo emitiendo partículas beta.
En nuestras vísceras, además, encontramos muchos elementos radioactivos: plomo, torio, etc. Todos en pequeñísimas cantidades. No obstante hay un elemento al que debería mirarse con interés.
Un hombre de 70 kg tiene en su organismo unos 140 g de potasio (en forma de iones K+). Este elemento es imprescindible para la vida y se acumula dentro de las células. En la naturaleza, del total de potasio existente el 0.0118% es 40K que emite partículas beta, decayendo con una vida media muy larga. Sin embargo, aunque no se le presta atención a sus efectos sobre el material genético (ADN), cada minuto que pasa el 40K bombardea el interior de nuestras células con más de 260.000 partículas beta.
En definitiva, debido a todos los elementos radioactivos que forman parte de nuestro cuerpo, recibimos una dosis de radiación aproximada de 0.5 mSv/hora, durante todas las horas de nuestra vida.
La radioactividad es parte de nuestro mundo y ha existido desde sus orígenes. Materiales radioactivos naturales están presentes en la corteza terrestre, en los pisos y en las paredes de nuestras casas, de las escuelas u oficinas y en los alimentos y bebidas. En definitiva, el hombre ha estado siempre expuesto a la radiación natural surgida de la tierra o proveniente del espacio exterior. De tal forma, nuestra exposición a la radiación originada en fuentes naturales es de alrededor de otros 0.3 mSv/hora. (36)
La radiación ionizante -de ella hemos estado hablando- en altas cantidades produce daños que se conocen bien. Una dosis muy grande recibida en todo el cuerpo, durante un corto tiempo, producirá la muerte en pocos días. Sobre tales efectos, mucho se aprendió del estudio de los registros de sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki. Por ello se sabe que algunas de las consecuencias posibles debidas a la exposición a la radiación no aparecen, a menos que se absorba una cierta dosis bastante alta. Sin embargo, muchos otros efectos, especialmente cánceres fácilmente detectables, se producen con frecuencia con dosis moderadas. Cuando las dosis son bajas y de lenta aplicación las células y los tejidos pueden recuperarse.
La mayoría de los estudios realizados no han sido capaces de detectar un aumento del riesgo de cáncer entre las personas expuestas a bajos niveles de radiación. No obstante, científicos y entes reguladores acuerdan sobre que la radiación aumenta el riesgo aún a bajas dosis. (37)
Por otra parte, la radiación ionizante es una forma eficiente de tratar ciertos tipos de cáncer. Efectivamente, durante la irradiación terapéutica, altas dosis de radiación son dirigidas hacia el cáncer produciendo la muerte de las células cancerosas. En principio, este proceso podría producir alteraciones del material genético (mutaciones del ADN) en las células normales que sobreviven a la irradiación y conducir al desarrollo de un cáncer secundario. Sin embargo, la experiencia muestra que la terapia radioactiva no parece ser una causa importante de cánceres secundarios.
La energía nuclear
Hemos visto como en las estrellas, incluido nuestro sol, la fusión nuclear produce una enorme cantidad de energía. Como sabemos, se han fabricado bombas de hidrógeno basadas en ese principio. Por otra parte, desde hace mucho tiempo, se llevan a cabo diversos programas de investigación y desarrollo para lograr un uso controlado de la fusión. Sin embargo, aún hoy la posibilidad de lograrlo parece lejana (38).
¿Cómo se obtiene energía en las plantas nucleares?
El origen de la energía nuclear controlable y aplicada a la generación de energía eléctrica proviene de un fenómeno denominado fisión nuclear.
En párrafos precedentes vimos como un neutrón puede ser absorbido por el núcleo de un átomo de nitrógeno produciendo un átomo de carbono y un protón. Sin embargo, la mayoría de los isótopos cuando capturan un neutrón liberan la energía en exceso como radiación gamma.
No obstante, para ciertos elementos pesados, notablemente uranio (U) y plutonio (Pu) (39), se observa un camino alternativo: la división del núcleo en dos fragmentos masivos en un proceso de fisión.
Si un neutrón colisiona con 235U aquel es capturado y se forma otro isótopo del uranio (40) (236U). Si se compara la masa del 236U formado, con la suma de las masas del neutrón y el 235U iniciales, se ve que esta suma es mayor. La pequeñísima cantidad de masa desaparecida en el proceso se ha convertido en energía (E = mc2) y el 236U que se forma está, entonces, excitado (41).
235U + n ® (236U)*
Esa cantidad de energía en exceso es suficiente para causar la fisión. Lo que tenemos en ese momento son dos núcleos cargados positivamente a una distancia muy pequeña. La fuerte repulsión electrostática dispara ambos fragmentos con gran energía cinética (42). Los fragmentos separados pierden los electrones atómicos y se convierten en iones que se desplazan a altas velocidades. Estos perderán su energía por interacción con los átomos y moléculas del medio circundante. La energía térmica resultante es recuperable si la fisión se produce en un reactor nuclear. Durante la fisión, además se producen neutrones y rayos gamma (g).
Vale la pena aclarar que material fisionable es aquel que sufre fisión con neutrones lentos (baja energía) y el único isótopo natural que puede ser fisionado por tales neutrones es el 235U.
Los productos de fisión pueden ser varios. Un ejemplo es:
235U + n ® 90Kr + 144Ba + 2 n + energía donde el uranio-235 captura un neutrón y genera kriptón-90 y bario-144. Además se liberan dos neutrones y energía.
Entre los productos de fisión se encuentra muchos que no son estables. En nuestro ejemplo el 90Kr es altamente inestable y decae en pocos segundos iniciando una serie de transformaciones:
90Kr ® 90Rb ® 90Sr ® 90Y ® 90Zr
En cada etapa se emite una partícula beta (b-) debido a la conversión de un neutrón en un protón mientras se mantiene constante la suma total de ambos e igual a 90. Después de un par de minutos los dos primeros miembros de la serie (kriptón y rubidio) habrán desaparecido. Sin embargo, el estroncio-90 tiene un tiempo medio de vida de casi 30 años, en tanto que el ytrio-90 vivirá unos pocos días.
En definitiva un reactor nuclear aprovechará la energía liberada en forma de calor para vaporizar agua y usar ese vapor para impulsar una turbina que generará, a su vez, energía eléctrica.
En una planta nucleoeléctrica se debe asegurar la contención del material radioactivo, el control de la reacción en cadena y de la temperatura.
La mayoría de los neutrones que se liberan en la fisión son rápidos y su captura tiene baja eficacia, siendo mucho más eficaces los neutrones lentos. Para corregir esta situación se introduce en el sistema una sustancia que contenga átomos livianos. De tal forma, se logra que los neutrones rápidos pierdan energía por sucesivas colisiones con los átomos livianos, logrando una mayor cantidad de neutrones lentos. Ese papel de moderador de neutrones lo cumple muy bien el agua (H2O) que, además, disipa el calor producido en el reactor.
Desde luego, la posibilidad de la reacción en cadena involucrando neutrones en una masa de combustible nuclear (oxido de uranio: 235UO2) (43) no sólo depende de la eficacia en la captura neutrónica. Adicionalmente, deben tenerse en cuenta el tamaño, la forma y la disposición de los materiales.
La gran amenaza
Para alcanzar un reacción en cadena auto-sostenida, sin requerir el suministro de neutrones desde el exterior, es necesario tener una “masa crítica” de uranio-235.
Supongamos que tenemos una esfera de unos pocos gramos de 235U. La introducción de un neutrón inicia una cadena de varias reacciones, produciendo más neutrones. No obstante, la mayoría de ellos escapará a través de la superficie de la esfera y la reacción se detendrá. Una tal cantidad de combustible se dice que es “subcrítica”. Si ahora, hacemos crecer la masa de combustible hasta los 50 kg de 235U, estamos en el caso donde la producción de neutrones compensa las pérdidas y el sistema se auto-sostiene sin agregados posteriores. El tamaño de esta esfera es el volumen crítico y la cantidad de combustible la “masa crítica”. En todos los casos la reacción se inicia con el agregado de neutrones externos y, si la masa es crítica, aquella continúa con los producidos en el sistema.
Cuando la cantidad de masa sobrepasa el valor crítico se convierte en “supercrítica” y en esa situación se producen más neutrones que los que se pierden. En consecuencia, tenemos una creciente generación de neutrones que produce un aumento de la velocidad de la reacción en cadena hasta que se produce la explosión atómica.
En los reactores nucleares se trabaja en condiciones críticas y por lo tanto tal riesgo está excluido.
Además, el combustible –en forma de pellets- se introduce en el reactor dentro de cilindros, construidos con una aleación metálica (44), como si fueran un atado de varillas. En los huecos que dejan los tubos con combustible se introducen otros que contienen, por ejemplo, una aleación de cadmio, plata e indio que es capaz de absorber neutrones con lo que se puede controlar la actividad del reactor hasta detenerlo.
El agua que refrigera del núcleo del reactor puede contener ácido bórico, H3BO3. Esta substancia tiene la particularidad de absorber neutrones fuertemente, en forma proporcional a la cantidad de átomos de boro (B) y de esa forma se inhibe la multiplicación de neutrones.
La generación de energía a partir de combustible nuclear es única en el sentido de que cantidades grandes de combustible deben estar presentes todo el tiempo, para que la reacción en cadena continúe.
Por el contrario, un automóvil funciona aún cuando el tanque de gasolina este casi vacío. En un reactor nuclear existe una sutil relación entre el combustible y otros factores como el consumo, la potencia, el flujo de neutrones, la criticalidad y el control.
La posibilidad de que una planta nucleoeléctrica se convierta en una bomba atómica está descartada. Además, para el público en general, la exposición a radiación proveniente de este tipo de plantas es despreciable en comparación con la existencia de otro tipo de riesgos cotidianos. Sin embargo, pueden ocurrir accidentes como el de Fukushima.
Conviene señalar que las explosiones, observadas en la central de Fukushima durante el incidente, tuvieron una causa química. Al fallar la refrigeración la temperatura del reactor aumentó tanto que el vapor de agua, muy caliente y a presión, reaccionó con los metales circundantes y generó hidrógeno que al ponerse en contacto con el aire fue el causante de las detonaciones.
Accidentes en plantas nucleoeléctricas
La primera central nuclear fue puesta en funcionamiento en Inglaterra en el año 1956 y desde entonces el uso de la energía nuclear se ha propagado hasta contar hoy con alrededor de 450 centrales distribuidas por todo el globo.
Lo que hemos visto aquí, en una escueta síntesis, y la experiencia existente sugieren que la causa más común de accidentes está relacionada con los sistemas de refrigeración.
En estos casi sesenta años de la industria se han conocido sólo tres accidentes notables. El primero de ellos ocurrió en 1979 en el reactor Three Mile Island, ubicado en Pensylvania (USA). Durante ese episodio una pequeña cantidad de radioactividad fue liberada y un cierto número de personas fueron evacuadas o dejaron el lugar voluntariamente por un corto lapso.
El problema, en ese caso, fue una falla en la refrigeración con una secuencia de hechos que se pareció a la sucesión de acontecimientos ocurridos en el reciente episodio de Japón. El resultado final fue que la planta quedo fuera de uso y que las consecuencias del accidente sobre la salud de la población de la región fueron indetectables.
Años después, en 1986, ocurre otro accidente muy serio en el reactor de Chernobyl. Este estaba ubicado próximo a la ciudad de Kiev, en la URSS. Allí se produjo una explosión que abrió un gran hueco en el techo del edificio que contenía el reactor y el grafito, que se usaba como moderador, se prendió fuego. Estos sucesos provocaron que una gran cantidad de material radioactivo fuera liberado a la atmósfera. El grave incidente ocasionó la muerte de un cierto número de trabajadores de la planta y fue causa de que las localidades vecinas resultaran fuertemente contaminadas.
En Three Mile Island todo empezó con una válvula cerrada por error, en tanto que en Chernobyl el origen del desastre fue una violación a las reglas por parte de los operadores durante un ejercicio de prueba. Además, aquí deficiencias de diseño del reactor contribuyeron a aumentar la magnitud del accidente. Además, las autoridades ocultaron el problema y, en lugar de actuar rápidamente, demoraron varios días en atender a la población afectada.
En este caso las consecuencias sobre la salud de la gente fueron notables. Especialmente la aparición de cáncer y leucemia entre la población infantil. Ello fue debido, probablemente, a la ingestión de 131I. Aunque, en ningún caso los hechos avalan los pronósticos apocalípticos que se hicieran. (45)
El iodo-131 se acumula en la tiroides. Eso permite que se lo use para hacer estudios radiológicos de la glándula o su aplicación en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, si la cantidad de iodo radioactivo acumulado es muy grande puede producir un tumor. Ese posible efecto es controlable administrando, a la población, iodo normal que impide la absorción del radioactivo. Este procedimiento fue utilizado en el caso de Fukushima. Como hemos dicho al principio, allí no se registraron consecuencias perceptibles en la salud de la población. Por otra parte, la vida media del iodo radioactivo es de unos pocos días y ello significa que en pocas semanas su concentración, en el ambiente, decae a niveles no peligrosos.
Basurero nuclear, paraíso natural
Hemos visto que años de explosiones nucleares no han dejado sobre el planeta mayores consecuencias. Este hecho también fue considerado por James Lovelock (46) quién concluia que “hay varias e interesantes consecuencias de aquellas vastas explosiones. Ellas liberaron en la atmosfera global tanta radioactividad como la que provendría de dos desastres de Chernobyl cada semana durante un año entero. Los vientos estratosféricos llevaron los desechos radioactivos alrededor del mundo y nosotros todos respiramos, o tragamos aquellos productos de fisión como cesio-137 y estroncio-90 y el plutonio no consumido en las explosiones. Muy pronto fue posible demostrar la presencia del isotopo de estroncio en los huesos de cualquier habitante del globo. Cualquiera que sea el daño producido por esos test nucleares y sus consecuencias, no existe evidencia o conclusiones teóricas que sugieran que se haya reducido, por ello, nuestra creciente expectativa de vida….”
Por otra parte, una de las cosas sorprendentes sobre los lugares contaminados por elementos radioactivos es la riqueza de la vida salvaje que allí se desarrolla. Esto es evidente también en los alrededores de Chernobyl. Aquel lugar se ha convertido en un destino turístico muy visitado por viajeros de todo el mundo. La zona de exclusión se ha transformado y es hoy una enorme reserva natural de gran valor. Allí no es posible detectar efectos visibles de la radiación (47) sobre la flora y la fauna.
No sólo animales viven en aquel lugar, un grupo de antiguos habitantes han regresado a su hogar y se alimentan con vegetales que cultivan en sus quintas.
Una consecuencia importante de estas observaciones es que desmienten a quienes afirman que los residuos nucleares constituyan un tenebroso legado. Por el contrario, si los repositorios se establecieran en zonas de exclusión, se estaría dando a la naturaleza la oportunidad de generar santuarios donde la vida silvestre prosperaría vigorosa sin intromisión humana.
Nadie excepto nosotros mismos puede liberar nuestras mentes
No tengas miedo de la energía atómica
Porque ninguno de ellos puede detener el tiempo
Redemption Song, Bob Marley, 1979
Referencias
1 Marie Curie, física de origen polaco. Se casó con el científico francés Pierre Curie.
2 La información sobre el terremoto fue obtenida en http://earthquake.usgs.gov
3 El descubridor de la radioactividad fue H.Becquerel. Este junto con el matrimonio Curie recibieron el premio Nobel de Física en 1903 y Marie Curie recibió un segundo premio Nobel, esta vez de Química, en 1910.
4 François Jacob en El Juego de lo Posible, Ed.Fondo de la Cultura Económica.(1989)
5 Enola Gay era el nombre del bombardero B29 que arrojó la bomba sobre Hiroshima. Asi se llamaba la madre del piloto, coronel Paul Tibbets.
6 Little Boy, nombre que los tripulantes habían puesto a la primera bomba atómica
7 A DIMLY BURNIG WICK – Memoir from the ruins of Hisoshima. Sadako Teiko Okuda with Pamela Bea Wilson Vergun. ALGORA PUBLISHING (2008).
8 Ver ref.7
9 Gorgon: personajes femeninos de la mitología griega. Medusa era una de ellos.
10 Albert Camus, 1956, durante la guerra de Argelia trata de convencer a los contendientes de que preserven su inocencia y llama a un cese del fuego.
11 Se extendió desde el fin de la II Guerra hasta la disolución de la URSS.
12 URSS es el acrónimo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
13 Franklin D. Roosvelt, presidente de USA.
14 El Proyecto Manhattan dirigido científicamente por el físico Julius R. Oppenheimer condujo a la fabricación de la primera bomba atómica.
15 Albert Einstein fue el presidente del Comité. Otros miembros fueron: Prof. Hans A. Bethe de la Universidad de Cornell; Dr. Leo Szilard de la Universidad de Chicago; Prof. Harold C. Urey de la Universidad de Chicago, premio nobel; Prof. T.R. Hogness de la Universidad de Chicago; Prof. Victor Weisskof del MIT; Prof.Philip M. Morse del MIT; Prof. Linus Pauling de CALTECH; Dr. Edward U. Condon, presidente de la American Physical Society. La mitad de ellos trabajaron en el Proyecto Manhattan.
16 Prof.Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Quimica en 1954.
17 John F. Kennedy presidente de los Estados Unidos y Nikita Krushchev primer ministro de la URSS.
18 Discurso pronunciado por Linus Pauling al recibir el Premio Nobel de la Paz en 1963.
19 Alvarez Jonte, pequeño pueblo del partido de Punta Indio (antes Partido de Magdalena), cuando aún no había llegado la energía eléctrica.
20 El sistema solar se encuentra en los bordes de la Vía Láctea.
21 A THIN COSMIC RAIN. Particles from outer space. Michel W. Friedlander. Harvard University Press.
22 Partícula sub-atómica de carga negativa y masa 200 veces la del electrón.
23 Espiritu del guerrero. Mitología Nórdica.
24 Bulfinch´Mythology. Proyect Gutenberg.
25Los Inuits son llamados esquimales y los Saamis lapones.
26 Pueblo del norte de América.
27 FUSION, the energy of the Universe. G.Mc Cracken and P. Stoff. Elsevier Academic Press.
28 E= mc2 es la conocida ecuación debida a Einstein, que relaciona masa y energía. Aquí c es la velocidad de la luz en el vacío.
29 EL SOL. Marta Rovira. EUDEBA
30 Cosmic Rays, Clouds, and Climate. N. Marsh and H. Svensmark. SPACE SCIENCE REVIEWS 100 [2000] 1-16
31 Radiación medida en micro Sievert. Un Siever es la unidad de la dosis biológica efectiva. Un micro Siever es un millón de veces menor que el Siever y es una exposición a radiación muy pequeña.
32 Cosmic Ray implications for human health. M.A. Shea and D.F.Smart. SPACE SCIENCE REVIEWS 93[200]187-205
33 Los datos sobre Fukushima pueden verse en la http://www.iaea.org/, pagina de la International Atomic Energy Agency.
34 Un átomo tiene un núcleo formado por protones (cargados positivamente) y neutrones (sin carga). Alrededor de ese núcleo se encuentran los electrones (con carga negativa). La masa del electrón es 1836 veces menor que la del protón y la de este es ligeramente menor que la del neutrón. Ello implica que la masa del átomo se halla concentrada en el núcleo. El número de electrones es igual al de protones y el átomo es eléctricamente neutro. Si el átomo pierde electrones se convierte un ión cargado positivamente. Lo que define al átomo es el número de protones. Por ejemplo, el hidrógeno tiene un protón. Sin embargo, puede tener además un neutrón y sigue siendo hidrógeno, pero más pesado (deuterio) o dos protones y se lo llama tritio. Los tres son isótopos del hidrógeno, todos tienen un protón y difieren en el número de neutrones. Esto ocurre con todos los elementos. En la naturaleza, generalmente, uno de los isótopos es el más abundante. En muchos casos, alguno de los isótopos suele ser radioactivo. Por ejemplo, el tritio es el isótopo radioactivo del hidrógeno.
35 14N indica que es un átomo de nitrógeno, cuyo símbolo es N, en el cual la suma de neutrones + protones es igual a 14. El nitrógeno tiene 7 protones. El 14C es un isótopo radioactivo del carbono cuyo isotopo más abundante es el 12C, el carbono tiene 6 protones en su núcleo.
36 ATSDR. Agency for toxic substances and disease registry(USA).
37 AMERICAN CANCER SOCIETY (www.cancer.org) .
38 FUSION. The energy of the Universe. G.Mc Cracken and P.Stoff. Elsevier Academic Press.
39 NUCLEAR ENERGY. An Introduction to the Concepts, Systems, and Applications of Nuclear Processes. Raymon L. Murray. Ed. Butterworth-Heinemann.
40 El uranio en la naturaleza es una mezcla de tres isótopos: 238U (99,284%), 235U (0.711%) y el resto es 234U. Como el fisionable es el 235U, el mineral debe someterse a un enriquecimiento previo a su uso como combustible nuclear. El uranio tiene 92 protones en su núcleo. El átomo se completa con igual cantidad de electrones que compensan la carga positiva de los protones.
41 El asterisco en la ecuación indica la condición de especie excitada
42 La energía cinética es la que se atribuye a un cuerpo que se desplaza con una cierta velocidad.
43 La sustancia que contiene el uranio es el óxido de uranio.
44 Es una aleación a base de zirconio denominada zircaloy.
45 Para tener una información detallada sobre el accidente de Chernobyl y sus consecuencias puede verse la pagina web de la IAEA: http://www.iaea.org/
46 The Revenge of Gaia. Earth´s climate crisis and the fate of humanity. Ed. Basic Books.
47 Declaraciones de Sergey Gaschak, del Laboratorio Internacional de Radioecología de Chernobyl.
Dr. Mario R. Féliz
Profesor Titular Dedicación Exclusiva
Química Inorgánica
Facultad Ciencias Exactas
Universidad Nacional de La Plata
Investigador Principal
Comisión de Investigaciones Cientïficas de la Provincia de Buenos Aires
INIFTA (Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas)
CC16 SUC4 LA PLATA (1900)
Por Mario R. Féliz
“Nothing in life is to be feared,
It is only to be understood”
Marie Sklodwska-Curie (1)
Introducción
En la costa nordeste de Japón, el fondo marino se precipita abruptamente hacia uno de los abismos más profundos del planeta y, a no más de 150 kilómetros mar adentro, hacia el oriente, la hondura alcanza los 10.000 metros.
A lo largo de la fosa oceánica de Japón, la placa del pacífico se introduce debajo de la norteamericana, sobre la que se encuentra parte del archipiélago, y se hunde en dirección oeste debajo de Asia.
Desde aquellas profundidades, en pleno invierno boreal, emergió un terremoto de magnitud 9 (2), el más grande de la historia de el país Nipón.
A la cercana prefectura de Fukushima llego con una intensidad de grado 6. Sin embargo, la gran ola -Tsunami- que alcanzó alturas de hasta 10 metros, se abalanzó sobre la tierra arrasando todo a su paso, incluida la usina eléctrica que contaba con 6 reactores nucleares. El terremoto dejo sin electricidad el sistema de enfriamiento de algunos reactores y la ola puso fuera de servicio la refrigeración de emergencia.
El fenómeno natural produjo grandes daños y alrededor de 40 mil víctimas fatales. Sin embargo, ninguna persona fue afectada por la crisis que envolvió a los reactores nucleares. A pesar de ello, la atención de la prensa estuvo focalizada en el “potencial peligro radioactivo” enterrando rápidamente, en el olvido, la verdadera tragedia ocasionada por el seísmo.
No siempre la radioactividad fue mirada con desconfianza y temor. Ciertamente, cuando a fines del siglo XIX y principios del XX, fue descubierta (y estudiada) la radiación ionizante que emitían algunas sustancias naturales, el hallazgo produjo gran entusiasmo. Los trabajos de Marie Curie (3) -entre cuyos resultados estuvo el descubrimiento del radio (Ra) y del polonio (Po), obtenidos a partir de minerales uraníferos, tuvieron enorme repercusión en el mundo científico y social. Efectivamente, cuando Marie, en 1921, viaja a Estados Unidos es despedida con un multitudinario acto en la Opera de París y, al llegar a New York, recibida en el puerto por una muchedumbre entusiasmada.
Muchos años después comenzó a crecer el mito, alimentado por algunos y aceptado por muchos, que hoy se encuentra fuertemente instalado. Desde luego, existen razones objetivas para sustentarlo pero, como siempre, hay muchas exageraciones y falsedades.
Se ha escrito que: “Desde cierto punto de vista, mito y ciencia cumplen una misma función. Los dos proporcionan al espíritu humano una representación del mundo y de las fuerzas que lo animan. Los dos delimitan el campo de lo posible” (4). En este ejercicio, trataré de llevar a quien lo lea la realidad de los hechos y sus consecuencias, el punto de vista de la ciencia y no el del mito.
Recuerdos de la bomba
Un día radiante de verano el Enola Gay (5) cruzaba un cielo claro y azul. Transportaba una única bomba. Aquella mañana, apenas pasadas las ocho, Little Boy (6) estallaba cuando aún faltaban 600 metros para tocar el suelo.
Sadako Okuda recuerda esa jornada de agosto: “Me encontraba en Osaki-shimo, una tranquila isla en el mar interior de Hiroshima. Y aunque estaba a sesenta kilómetros de la ciudad fue claro que algo terrible había sucedido…No importó que estuviera tan lejos del sitio de la devastación –el resplandor enceguecedor dañó mi visión y mi oído”.
Tiempo después, cuando ya tenía 93 años, sus recuerdos fueron publicados fuera de Japón (7) y en un breve prólogo de aquel libro Sadako decía al lector: “Quiero que sepas cuanto creo en un mundo en paz…y cuanto lamento que Japón haya comenzado la guerra.”
Se ha estimado (8) que, hacia fines de 1945, unas 140.000 personas habrían muerto en Hiroshima y otras 70.000 en Nagasaki, como consecuencia de las explosiones atómicas.
Una inmensa bola de fuego vaporizó los cuerpos de aquellos que se encontraban en el hipocentro de la explosión. La vasta mayoría de las muertes se debieron a quemaduras, por el extremo calor producido por la bomba, y a la sofocación originada en la tormenta de fuego que consumió el oxígeno del aire.
Sin embargo, aquel apocalipsis fue sólo el acto final de una guerra cruel –como todas- que costó entre 50 y 70 millones de muertos. De aquellos solamente un tercio formaban parte de las tropas en conflicto. La mayoría de las víctimas fueron niños, mujeres, ancianos, hombres comunes que murieron bajo las bombas o de hambre, por enfermedades o asesinados, dentro y fuera de campos de concentración. Millones sufrieron imperdonables torturas y vejaciones…
Sin duda, “las grandes tragedias de la historia, con frecuencia, fascinan a la gente por la proximidad del horror. Paralizados, no encuentran que hacer y sólo esperan. Y mientras esperan, un día, el Gorgon (9) los devora. Sin embargo, me gustaría convencerlos… de que la fuerza del corazón, la inteligencia y el coraje son suficientes para detener el destino y revertirlo.” (10)
Hoy Hiroshima es una ciudad vibrante, una metrópolis moderna. Su determinación para reconstruirse es un testimonio del poder de la vida sobre la destrucción.
Invierno nuclear
La Guerra Fría (11), surgida de los crecientes enfrentamientos entre Este y Oeste encabezados por la Unión Soviética y los Estados Unidos, tuvo sus puntos calientes. Fueron estos los que recibieron mayor atención en los países del “tercer mundo”, donde las batallas tenían lugar (África, Indochina, etc.). Sin embargo, un gran peligro se cernía sobre la humanidad: la posibilidad de una guerra nuclear, el Armagedón.
Durante ese período, mientras USA y la URSS (12) acumulaban armas atómicas, otros países se sumaban al club de la bomba: Francia, Gran Bretaña y China. Todos ellos hacían pruebas en diversos lugares del planeta. Un gran número de artefactos nucleares (de fisión o fusión) fueron detonados sobre la superficie terrestre -en la atmosfera- y debajo de ella -en ensayos subterráneos o submarinos.Los primeros en alarmarse, por los imaginables resultados de una guerra nuclear, fueron algunos científicos “atómicos”. Entre ellos el mismísimo Einstein quien, en 1939, escribiera una carta al Presidente Roosevelt (13) informándolo de que los alemanes estaban embarcados en la fabricación de una bomba atómica e impulsándolo para que USA se movilizara en un esfuerzo similar. Aquella carta fue, seguramente, el acta de nacimiento del Proyecto Manhattan (14).
Sin embargo, en el primer semestre de 1946 Einstein y otros académicos formaban el Comité de Emergencia de Científicos Atómicos (15) y su primer acto sería una declaración donde se leía: “Nuestro mundo enfrenta una crisis aún no percibida por aquellos que poseen el poder de tomar las grandes decisiones, para bien o para mal. La liberación del poder del átomo ha cambiado todo excepto nuestros modos de pensar y así nos dirigimos hacia una catástrofe sin paralelo.
Los científicos que liberamos ese inmenso poder tenemos la abrumadora responsabilidad, ante esta lucha global entre vida y muerte, de dominar el átomo para beneficio de la humanidad y no para su destrucción.”
El objetivo inicial del Comité, llevar a la ciudadanía el conocimiento de los simples hechos sobre la energía atómica y de sus implicancias para la sociedad, fue posteriormente ampliado. Un protagonista principal de la gesta fue uno de sus miembros. Linus Pauling (16) extendió sus desvelos hasta convertirse en un activista de la lucha por la paz y por la suspensión de todas las pruebas con armas nucleares. De tal forma, en 1958, presentaría ante las Naciones Unidas una petición firmada por 11.000 científicos. Esta y otras acciones condujeron al primer tratado sobre prohibición de tales ensayos acordado, entre Kennedy y Khrushchev, (17) en 1963. Por sus muchas contribuciones a la paz Pauling fue premiado con el Nobel.
A pesar de aquel tratado y otros posteriores, desde la primera prueba en 1945, se realizaron más de 2000 explosiones nucleares experimentales, en una docena de sitios diferentes, alrededor del mundo. El test nuclear más reciente se llevó a cabo en Corea del Norte en mayo de 2009.
El peligro de un holocausto nuclear no ha desaparecido. Tal vez algún día la amenaza se extinga definitivamente. Mientras tanto vale la pena recordar las palabras de Pauling ante el Comité Nobel: “Trabajando para abolir la guerra, también trabajamos por la libertad del hombre, por los derechos individuales de cada humano. La guerra y el nacionalismo, junto con la explotación económica, han sido los grandes enemigos de cada hombre. Creo que, sin guerra en el mundo, habrá un mejoramiento de los sistemas sociales, políticos y económicos en todas las naciones, para beneficio de toda la humanidad.”18
Esperando a Godzilla
El atolón de Mururoa, la isla del gran secreto de la Polinesia Francesa, puede verse desde el cielo como un óvalo irregular formado por una cinta que se extiende a lo largo de 28 kilómetros, encerrando una laguna azul.
Allí se realizaron, entre 1966 y 1974, 41 pruebas nucleares atmosféricas y, desde entonces hasta 1995, 137 ensayos submarinos.
En la actualidad el ejército francés mantiene en el atolón un dispositivo de vigilancia de la evolución geológica y radiológica de la región. ¿Cuáles son los rastros que hoy quedan de aquella actividad?
A pedido del gobierno francés, la Agencia Internacional para la Energía Atómica (IAEA) organizó un estudio de la situación radiológica del atolón. En el trabajo, que se extendió por 2 años, participaron 55 expertos de 21 países y el material recogido en el lugar fue analizado en 18 laboratorios de 12 países.
Las conclusiones finales de aquellas investigaciones, informadas en 1998, permitieron concluir que ninguna acción de remediación es necesaria para proteger los suelos ahora o en el futuro y que no se necesitan más mediciones con el propósito de protección radiológica. En consecuencia, observamos que después de un bombardeo sistemático con artefactos nucleares -de fisión y fusión- durante 30 años, y luego de transcurridos apenas 15 desde la última explosión, no quedaban rastros de radiación en las playas y las aguas del atolón.
Mururoa pudo ser, quizás, el hogar de Godzilla. Aquel monstruo de apariencia jurásica, nacido de una simpática iguana verde afectada por la radiación nuclear. Un mito, seguramente, porque nadie le ha visto, aún.
Radiante universo
Recuerdo alguna noche de verano, en la quinta de Jonte (19), alejada convenientemente de la ciudad de forma que el resplandor de sus luces era imperceptible. Allí me veo, recostado en una reposera, bajo un cielo sin nubes y sin luna, envuelto en la oscuridad. Oscuridad que el infinito manto de estrellas, que me cubría, impedía que fuese completa. Así, desde este rincón de sus arrabales, disfrutaba de la vista de la Via Láctea (20). Mientras tanto, desde ella y otras galaxias, remotas e invisibles a los ojos, llegaba la lluvia cósmica (21).
Los rayos cósmicos, que bañan continuamente nuestro planeta, incluyen esencialmente iones de todos los elementos de la tabla periódica. Alrededor del 89% son núcleos de hidrógeno (protones), 10% núcleos de helio (partículas alfa), y el restante 1% está constituido por elementos más pesados. Los más abundantes son iones de carbono (C), oxígeno (O), magnesio (Mg), silicio (Si) e hierro (Fe). Esas partículas llegan a la tierra, día y noche, con energías tan altas que son proyectiles capaces de producir gran daño a las moléculas de la vida. Sin embargo, vivimos bajo el cielo sin advertir su presencia y sin que nadie nos atemorice con los terribles efectos de la radiación… cósmica.
Al llegar a las capas superiores de la atmosfera la mayor parte de las partículas provenientes del cosmos colisionan con los átomos (en realidad, con sus núcleos, donde se concentra su masa), de los gases que componen la atmosfera (nitrógeno y oxígeno), y en esos choques ceden buena parte de su energía originando una lluvia de nuevas partículas y radiación electromagnética (fotones gamma). Algunas de tales partículas (y/o radiaciones) secundarias llegan a la superficie de la tierra con energías muy inferiores a las originarias. Más del 70% -de las partículas que alcanzan el nivel del mar- son muones (22), alrededor del 9% neutrones y el resto fotones. La atmósfera cumple, así, el rol de escudo protector. Pero, no es el único. El campo magnético terrestre hace lo suyo, también.
La danza de los espíritus
Las valquirias montadas en sus caballos y armadas con lanzas brillantes, transportan su carga hasta el Valhalla. Los guerreros, recogidos en el campo de batalla y convertidos en einherjar (23), servirán en el ejército de Odin que afrontará el Ragnarök, la batalla final (24), donde casi todo el universo será destruido.
Durante el viaje, los extraños destellos luminosos multicolores que desprenden sus armaduras cubren el cielo boreal y forman lo que los hombres conocen como aurora.
En realidad todos los pueblos que viven en las proximidades del círculo polar cuentan historias sobre el origen de las luces del norte. Los habitantes del ártico, Inuits y Saamis (25), tienen diversas explicaciones para el fenómeno. Algunas atribuyen las luces a los espíritus de sus antepasados. Una visión que es compartida por la nación Cree (26), cuyos miembros consideran a la aurora como la danza de los espíritus.
Lo cierto es que los rayos cósmicos antes de llegar a la atmosfera se topan con el campo magnético terrestre y, debido a su carga eléctrica, son desviados por este hacia los polos y aún fuera de la tierra. Algunas partículas, de alta energía, chocan con los núcleos de los átomos de la atmósfera terrestre y producen los rayos secundarios. Unas pocas llegan hasta la superficie terrestre. La mayoría son desviadas a lo largo de las líneas de fuerza del campo magnético. En consecuencia, el número partículas cósmicas que alcanzan la alta atmósfera en latitudes próximas al círculo polar ártico es mucho mayor que las que llegan al ecuador.
Por otra parte, los rayos cósmicos, de baja energía, que chocan con las moléculas (o átomos) de oxígeno y nitrógeno, de la atmósfera, las excitan (les entregan energía) o las ionizan (les arrancan un electrón) y cuando retornan a su estado original (o fundamental) emiten luz de diversos colores según la energía adquirida en la interacción con los rayos cósmicos.
El viento de Atón
El hidrógeno y el helio son, sin dudas, los elementos más comunes en el universo y juntos dan cuenta de alrededor del 98% de toda la materia conocida. Sin embargo, en la Tierra (en Marte o Venus) no hay cantidades significativas de estos dos gases. Esto se debe a que la gravedad es muy débil en esos pequeños planetas como para retener aquellos elementos tan livianos, ellos simplemente escapan hacia el espacio exterior (27).
Sin embargo, el Sol, cuya gravedad es mucho más grande está constituido casi enteramente por hidrógeno cuyo núcleo tiene solamente un protón (partícula positiva). En el centro del Sol la presión gravitacional y la temperatura son tan grandes que es posible fusionar protones para obtener núcleos de helio.
El hidrógeno en el centro del sol es comprimido hasta alcanzar densidades 10 veces más grandes que la del plomo sólido. No obstante, allí no existe sólido alguno sino que, debido a la alta temperatura, la materia es un plasma formado por partículas positivas y negativas.
En el proceso de fusión una porción de la masa se convierte en energía (E = mc2) (28) y buena parte de ella nos llega en forma de radiación electromagnética (luz ultravioleta, visible e infrarroja). Además, el infierno del sol, también expulsa materia en forma de viento solar. Este es un flujo de partículas cargadas, principalmente protones, electrones y partículas alfa. Al expandirse el viento solar arrastra el campo magnético del sol formando lo que se llama campo magnético interplanetario (29). Este campo magnético interactúa con el terrestre y produce efectos apreciables sobre las actividades electromagnéticas del planeta y, por otra parte, las partículas del viento solar chocan con las moléculas de la atmosfera terrestre, principalmente en las inmediaciones del círculo polar, contribuyendo a las auroras.
Por otra parte, el viento solar no es constante. Depende de la actividad del sol, que se percibe a través de las manchas que aparecen sobre la superficie de nuestra estrella. Este es un proceso cíclico y de intensidad variable. El campo magnético asociado al viento solar interactúa con los rayos cósmicos desviándolos de la tierra y disminuyendo la cantidad que de ellos llegan a la atmosfera. La consecuencia de este efecto tiene influencia sobre el clima terrestre. Efectivamente, los rayos cósmicos afectan la cubierta de nubes bajas la que juega un importante rol en el balance de radiación electromagnética que escapa o ingresa a la Tierra. (30)
Como hemos visto, la cantidad de radiación cósmica que nos alcanza depende de los ciclos del sol, de la altitud y de la latitud.
En efecto, a nivel del mar, la porción que recibimos (ubicados a 550 de latitud) es de 0.05 mSv (31) por hora, mientras que un viajero en un avión de línea (a 10.000 m de altitud) recibe una dosis de alrededor de 4 mSv/hora (32). Un valor que es del orden de la radiación medida en las zonas aledañas a la planta nuclear de Fukushima, durante los días posteriores al accidente (33).
La radiación interior (34)
Hemos visto que cuando los rayos cósmicos impactan con los núcleos de los gases de la atmósfera se producen partículas secundarias. Los neutrones generados en esos choques pueden a su vez colisionar con átomos de nitrógeno y convertirlos en átomos de carbono.
14N + neutrón ® 14C + protón (35)
Lo interesante, además, es que el 14C es inestable y decae emitiendo radiación beta (b-, electrón acelerado).
14C ®14N + b-
Sin embargo, tiene una vida media larga (5730 años). Ello significa que para que una cierta cantidad de 14C se reduzca a la mitad deben pasar 5730 años.
Esos átomos de carbono se oxidan en la atmósfera y se convierten en dióxido de carbono (CO2). Este gas, a su vez, es absorbido por las plantas verdes (fotosintéticas) y transformado en azúcares. A partir de allí se distribuye por todo el mundo biológico, incluidos nosotros. En todo nuestro cuerpo tenemos átomos de carbono radioactivo emitiendo partículas beta.
En nuestras vísceras, además, encontramos muchos elementos radioactivos: plomo, torio, etc. Todos en pequeñísimas cantidades. No obstante hay un elemento al que debería mirarse con interés.
Un hombre de 70 kg tiene en su organismo unos 140 g de potasio (en forma de iones K+). Este elemento es imprescindible para la vida y se acumula dentro de las células. En la naturaleza, del total de potasio existente el 0.0118% es 40K que emite partículas beta, decayendo con una vida media muy larga. Sin embargo, aunque no se le presta atención a sus efectos sobre el material genético (ADN), cada minuto que pasa el 40K bombardea el interior de nuestras células con más de 260.000 partículas beta.
En definitiva, debido a todos los elementos radioactivos que forman parte de nuestro cuerpo, recibimos una dosis de radiación aproximada de 0.5 mSv/hora, durante todas las horas de nuestra vida.
La radioactividad es parte de nuestro mundo y ha existido desde sus orígenes. Materiales radioactivos naturales están presentes en la corteza terrestre, en los pisos y en las paredes de nuestras casas, de las escuelas u oficinas y en los alimentos y bebidas. En definitiva, el hombre ha estado siempre expuesto a la radiación natural surgida de la tierra o proveniente del espacio exterior. De tal forma, nuestra exposición a la radiación originada en fuentes naturales es de alrededor de otros 0.3 mSv/hora. (36)
La radiación ionizante -de ella hemos estado hablando- en altas cantidades produce daños que se conocen bien. Una dosis muy grande recibida en todo el cuerpo, durante un corto tiempo, producirá la muerte en pocos días. Sobre tales efectos, mucho se aprendió del estudio de los registros de sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki. Por ello se sabe que algunas de las consecuencias posibles debidas a la exposición a la radiación no aparecen, a menos que se absorba una cierta dosis bastante alta. Sin embargo, muchos otros efectos, especialmente cánceres fácilmente detectables, se producen con frecuencia con dosis moderadas. Cuando las dosis son bajas y de lenta aplicación las células y los tejidos pueden recuperarse.
La mayoría de los estudios realizados no han sido capaces de detectar un aumento del riesgo de cáncer entre las personas expuestas a bajos niveles de radiación. No obstante, científicos y entes reguladores acuerdan sobre que la radiación aumenta el riesgo aún a bajas dosis. (37)
Por otra parte, la radiación ionizante es una forma eficiente de tratar ciertos tipos de cáncer. Efectivamente, durante la irradiación terapéutica, altas dosis de radiación son dirigidas hacia el cáncer produciendo la muerte de las células cancerosas. En principio, este proceso podría producir alteraciones del material genético (mutaciones del ADN) en las células normales que sobreviven a la irradiación y conducir al desarrollo de un cáncer secundario. Sin embargo, la experiencia muestra que la terapia radioactiva no parece ser una causa importante de cánceres secundarios.
La energía nuclear
Hemos visto como en las estrellas, incluido nuestro sol, la fusión nuclear produce una enorme cantidad de energía. Como sabemos, se han fabricado bombas de hidrógeno basadas en ese principio. Por otra parte, desde hace mucho tiempo, se llevan a cabo diversos programas de investigación y desarrollo para lograr un uso controlado de la fusión. Sin embargo, aún hoy la posibilidad de lograrlo parece lejana (38).
¿Cómo se obtiene energía en las plantas nucleares?
El origen de la energía nuclear controlable y aplicada a la generación de energía eléctrica proviene de un fenómeno denominado fisión nuclear.
En párrafos precedentes vimos como un neutrón puede ser absorbido por el núcleo de un átomo de nitrógeno produciendo un átomo de carbono y un protón. Sin embargo, la mayoría de los isótopos cuando capturan un neutrón liberan la energía en exceso como radiación gamma.
No obstante, para ciertos elementos pesados, notablemente uranio (U) y plutonio (Pu) (39), se observa un camino alternativo: la división del núcleo en dos fragmentos masivos en un proceso de fisión.
Si un neutrón colisiona con 235U aquel es capturado y se forma otro isótopo del uranio (40) (236U). Si se compara la masa del 236U formado, con la suma de las masas del neutrón y el 235U iniciales, se ve que esta suma es mayor. La pequeñísima cantidad de masa desaparecida en el proceso se ha convertido en energía (E = mc2) y el 236U que se forma está, entonces, excitado (41).
235U + n ® (236U)*
Esa cantidad de energía en exceso es suficiente para causar la fisión. Lo que tenemos en ese momento son dos núcleos cargados positivamente a una distancia muy pequeña. La fuerte repulsión electrostática dispara ambos fragmentos con gran energía cinética (42). Los fragmentos separados pierden los electrones atómicos y se convierten en iones que se desplazan a altas velocidades. Estos perderán su energía por interacción con los átomos y moléculas del medio circundante. La energía térmica resultante es recuperable si la fisión se produce en un reactor nuclear. Durante la fisión, además se producen neutrones y rayos gamma (g).
Vale la pena aclarar que material fisionable es aquel que sufre fisión con neutrones lentos (baja energía) y el único isótopo natural que puede ser fisionado por tales neutrones es el 235U.
Los productos de fisión pueden ser varios. Un ejemplo es:
235U + n ® 90Kr + 144Ba + 2 n + energía donde el uranio-235 captura un neutrón y genera kriptón-90 y bario-144. Además se liberan dos neutrones y energía.
Entre los productos de fisión se encuentra muchos que no son estables. En nuestro ejemplo el 90Kr es altamente inestable y decae en pocos segundos iniciando una serie de transformaciones:
90Kr ® 90Rb ® 90Sr ® 90Y ® 90Zr
En cada etapa se emite una partícula beta (b-) debido a la conversión de un neutrón en un protón mientras se mantiene constante la suma total de ambos e igual a 90. Después de un par de minutos los dos primeros miembros de la serie (kriptón y rubidio) habrán desaparecido. Sin embargo, el estroncio-90 tiene un tiempo medio de vida de casi 30 años, en tanto que el ytrio-90 vivirá unos pocos días.
En definitiva un reactor nuclear aprovechará la energía liberada en forma de calor para vaporizar agua y usar ese vapor para impulsar una turbina que generará, a su vez, energía eléctrica.
En una planta nucleoeléctrica se debe asegurar la contención del material radioactivo, el control de la reacción en cadena y de la temperatura.
La mayoría de los neutrones que se liberan en la fisión son rápidos y su captura tiene baja eficacia, siendo mucho más eficaces los neutrones lentos. Para corregir esta situación se introduce en el sistema una sustancia que contenga átomos livianos. De tal forma, se logra que los neutrones rápidos pierdan energía por sucesivas colisiones con los átomos livianos, logrando una mayor cantidad de neutrones lentos. Ese papel de moderador de neutrones lo cumple muy bien el agua (H2O) que, además, disipa el calor producido en el reactor.
Desde luego, la posibilidad de la reacción en cadena involucrando neutrones en una masa de combustible nuclear (oxido de uranio: 235UO2) (43) no sólo depende de la eficacia en la captura neutrónica. Adicionalmente, deben tenerse en cuenta el tamaño, la forma y la disposición de los materiales.
La gran amenaza
Para alcanzar un reacción en cadena auto-sostenida, sin requerir el suministro de neutrones desde el exterior, es necesario tener una “masa crítica” de uranio-235.
Supongamos que tenemos una esfera de unos pocos gramos de 235U. La introducción de un neutrón inicia una cadena de varias reacciones, produciendo más neutrones. No obstante, la mayoría de ellos escapará a través de la superficie de la esfera y la reacción se detendrá. Una tal cantidad de combustible se dice que es “subcrítica”. Si ahora, hacemos crecer la masa de combustible hasta los 50 kg de 235U, estamos en el caso donde la producción de neutrones compensa las pérdidas y el sistema se auto-sostiene sin agregados posteriores. El tamaño de esta esfera es el volumen crítico y la cantidad de combustible la “masa crítica”. En todos los casos la reacción se inicia con el agregado de neutrones externos y, si la masa es crítica, aquella continúa con los producidos en el sistema.
Cuando la cantidad de masa sobrepasa el valor crítico se convierte en “supercrítica” y en esa situación se producen más neutrones que los que se pierden. En consecuencia, tenemos una creciente generación de neutrones que produce un aumento de la velocidad de la reacción en cadena hasta que se produce la explosión atómica.
En los reactores nucleares se trabaja en condiciones críticas y por lo tanto tal riesgo está excluido.
Además, el combustible –en forma de pellets- se introduce en el reactor dentro de cilindros, construidos con una aleación metálica (44), como si fueran un atado de varillas. En los huecos que dejan los tubos con combustible se introducen otros que contienen, por ejemplo, una aleación de cadmio, plata e indio que es capaz de absorber neutrones con lo que se puede controlar la actividad del reactor hasta detenerlo.
El agua que refrigera del núcleo del reactor puede contener ácido bórico, H3BO3. Esta substancia tiene la particularidad de absorber neutrones fuertemente, en forma proporcional a la cantidad de átomos de boro (B) y de esa forma se inhibe la multiplicación de neutrones.
La generación de energía a partir de combustible nuclear es única en el sentido de que cantidades grandes de combustible deben estar presentes todo el tiempo, para que la reacción en cadena continúe.
Por el contrario, un automóvil funciona aún cuando el tanque de gasolina este casi vacío. En un reactor nuclear existe una sutil relación entre el combustible y otros factores como el consumo, la potencia, el flujo de neutrones, la criticalidad y el control.
La posibilidad de que una planta nucleoeléctrica se convierta en una bomba atómica está descartada. Además, para el público en general, la exposición a radiación proveniente de este tipo de plantas es despreciable en comparación con la existencia de otro tipo de riesgos cotidianos. Sin embargo, pueden ocurrir accidentes como el de Fukushima.
Conviene señalar que las explosiones, observadas en la central de Fukushima durante el incidente, tuvieron una causa química. Al fallar la refrigeración la temperatura del reactor aumentó tanto que el vapor de agua, muy caliente y a presión, reaccionó con los metales circundantes y generó hidrógeno que al ponerse en contacto con el aire fue el causante de las detonaciones.
Accidentes en plantas nucleoeléctricas
La primera central nuclear fue puesta en funcionamiento en Inglaterra en el año 1956 y desde entonces el uso de la energía nuclear se ha propagado hasta contar hoy con alrededor de 450 centrales distribuidas por todo el globo.
Lo que hemos visto aquí, en una escueta síntesis, y la experiencia existente sugieren que la causa más común de accidentes está relacionada con los sistemas de refrigeración.
En estos casi sesenta años de la industria se han conocido sólo tres accidentes notables. El primero de ellos ocurrió en 1979 en el reactor Three Mile Island, ubicado en Pensylvania (USA). Durante ese episodio una pequeña cantidad de radioactividad fue liberada y un cierto número de personas fueron evacuadas o dejaron el lugar voluntariamente por un corto lapso.
El problema, en ese caso, fue una falla en la refrigeración con una secuencia de hechos que se pareció a la sucesión de acontecimientos ocurridos en el reciente episodio de Japón. El resultado final fue que la planta quedo fuera de uso y que las consecuencias del accidente sobre la salud de la población de la región fueron indetectables.
Años después, en 1986, ocurre otro accidente muy serio en el reactor de Chernobyl. Este estaba ubicado próximo a la ciudad de Kiev, en la URSS. Allí se produjo una explosión que abrió un gran hueco en el techo del edificio que contenía el reactor y el grafito, que se usaba como moderador, se prendió fuego. Estos sucesos provocaron que una gran cantidad de material radioactivo fuera liberado a la atmósfera. El grave incidente ocasionó la muerte de un cierto número de trabajadores de la planta y fue causa de que las localidades vecinas resultaran fuertemente contaminadas.
En Three Mile Island todo empezó con una válvula cerrada por error, en tanto que en Chernobyl el origen del desastre fue una violación a las reglas por parte de los operadores durante un ejercicio de prueba. Además, aquí deficiencias de diseño del reactor contribuyeron a aumentar la magnitud del accidente. Además, las autoridades ocultaron el problema y, en lugar de actuar rápidamente, demoraron varios días en atender a la población afectada.
En este caso las consecuencias sobre la salud de la gente fueron notables. Especialmente la aparición de cáncer y leucemia entre la población infantil. Ello fue debido, probablemente, a la ingestión de 131I. Aunque, en ningún caso los hechos avalan los pronósticos apocalípticos que se hicieran. (45)
El iodo-131 se acumula en la tiroides. Eso permite que se lo use para hacer estudios radiológicos de la glándula o su aplicación en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, si la cantidad de iodo radioactivo acumulado es muy grande puede producir un tumor. Ese posible efecto es controlable administrando, a la población, iodo normal que impide la absorción del radioactivo. Este procedimiento fue utilizado en el caso de Fukushima. Como hemos dicho al principio, allí no se registraron consecuencias perceptibles en la salud de la población. Por otra parte, la vida media del iodo radioactivo es de unos pocos días y ello significa que en pocas semanas su concentración, en el ambiente, decae a niveles no peligrosos.
Basurero nuclear, paraíso natural
Hemos visto que años de explosiones nucleares no han dejado sobre el planeta mayores consecuencias. Este hecho también fue considerado por James Lovelock (46) quién concluia que “hay varias e interesantes consecuencias de aquellas vastas explosiones. Ellas liberaron en la atmosfera global tanta radioactividad como la que provendría de dos desastres de Chernobyl cada semana durante un año entero. Los vientos estratosféricos llevaron los desechos radioactivos alrededor del mundo y nosotros todos respiramos, o tragamos aquellos productos de fisión como cesio-137 y estroncio-90 y el plutonio no consumido en las explosiones. Muy pronto fue posible demostrar la presencia del isotopo de estroncio en los huesos de cualquier habitante del globo. Cualquiera que sea el daño producido por esos test nucleares y sus consecuencias, no existe evidencia o conclusiones teóricas que sugieran que se haya reducido, por ello, nuestra creciente expectativa de vida….”
Por otra parte, una de las cosas sorprendentes sobre los lugares contaminados por elementos radioactivos es la riqueza de la vida salvaje que allí se desarrolla. Esto es evidente también en los alrededores de Chernobyl. Aquel lugar se ha convertido en un destino turístico muy visitado por viajeros de todo el mundo. La zona de exclusión se ha transformado y es hoy una enorme reserva natural de gran valor. Allí no es posible detectar efectos visibles de la radiación (47) sobre la flora y la fauna.
No sólo animales viven en aquel lugar, un grupo de antiguos habitantes han regresado a su hogar y se alimentan con vegetales que cultivan en sus quintas.
Una consecuencia importante de estas observaciones es que desmienten a quienes afirman que los residuos nucleares constituyan un tenebroso legado. Por el contrario, si los repositorios se establecieran en zonas de exclusión, se estaría dando a la naturaleza la oportunidad de generar santuarios donde la vida silvestre prosperaría vigorosa sin intromisión humana.
Nadie excepto nosotros mismos puede liberar nuestras mentes
No tengas miedo de la energía atómica
Porque ninguno de ellos puede detener el tiempo
Redemption Song, Bob Marley, 1979
Referencias
1 Marie Curie, física de origen polaco. Se casó con el científico francés Pierre Curie.
2 La información sobre el terremoto fue obtenida en http://earthquake.usgs.gov
3 El descubridor de la radioactividad fue H.Becquerel. Este junto con el matrimonio Curie recibieron el premio Nobel de Física en 1903 y Marie Curie recibió un segundo premio Nobel, esta vez de Química, en 1910.
4 François Jacob en El Juego de lo Posible, Ed.Fondo de la Cultura Económica.(1989)
5 Enola Gay era el nombre del bombardero B29 que arrojó la bomba sobre Hiroshima. Asi se llamaba la madre del piloto, coronel Paul Tibbets.
6 Little Boy, nombre que los tripulantes habían puesto a la primera bomba atómica
7 A DIMLY BURNIG WICK – Memoir from the ruins of Hisoshima. Sadako Teiko Okuda with Pamela Bea Wilson Vergun. ALGORA PUBLISHING (2008).
8 Ver ref.7
9 Gorgon: personajes femeninos de la mitología griega. Medusa era una de ellos.
10 Albert Camus, 1956, durante la guerra de Argelia trata de convencer a los contendientes de que preserven su inocencia y llama a un cese del fuego.
11 Se extendió desde el fin de la II Guerra hasta la disolución de la URSS.
12 URSS es el acrónimo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
13 Franklin D. Roosvelt, presidente de USA.
14 El Proyecto Manhattan dirigido científicamente por el físico Julius R. Oppenheimer condujo a la fabricación de la primera bomba atómica.
15 Albert Einstein fue el presidente del Comité. Otros miembros fueron: Prof. Hans A. Bethe de la Universidad de Cornell; Dr. Leo Szilard de la Universidad de Chicago; Prof. Harold C. Urey de la Universidad de Chicago, premio nobel; Prof. T.R. Hogness de la Universidad de Chicago; Prof. Victor Weisskof del MIT; Prof.Philip M. Morse del MIT; Prof. Linus Pauling de CALTECH; Dr. Edward U. Condon, presidente de la American Physical Society. La mitad de ellos trabajaron en el Proyecto Manhattan.
16 Prof.Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Quimica en 1954.
17 John F. Kennedy presidente de los Estados Unidos y Nikita Krushchev primer ministro de la URSS.
18 Discurso pronunciado por Linus Pauling al recibir el Premio Nobel de la Paz en 1963.
19 Alvarez Jonte, pequeño pueblo del partido de Punta Indio (antes Partido de Magdalena), cuando aún no había llegado la energía eléctrica.
20 El sistema solar se encuentra en los bordes de la Vía Láctea.
21 A THIN COSMIC RAIN. Particles from outer space. Michel W. Friedlander. Harvard University Press.
22 Partícula sub-atómica de carga negativa y masa 200 veces la del electrón.
23 Espiritu del guerrero. Mitología Nórdica.
24 Bulfinch´Mythology. Proyect Gutenberg.
25Los Inuits son llamados esquimales y los Saamis lapones.
26 Pueblo del norte de América.
27 FUSION, the energy of the Universe. G.Mc Cracken and P. Stoff. Elsevier Academic Press.
28 E= mc2 es la conocida ecuación debida a Einstein, que relaciona masa y energía. Aquí c es la velocidad de la luz en el vacío.
29 EL SOL. Marta Rovira. EUDEBA
30 Cosmic Rays, Clouds, and Climate. N. Marsh and H. Svensmark. SPACE SCIENCE REVIEWS 100 [2000] 1-16
31 Radiación medida en micro Sievert. Un Siever es la unidad de la dosis biológica efectiva. Un micro Siever es un millón de veces menor que el Siever y es una exposición a radiación muy pequeña.
32 Cosmic Ray implications for human health. M.A. Shea and D.F.Smart. SPACE SCIENCE REVIEWS 93[200]187-205
33 Los datos sobre Fukushima pueden verse en la http://www.iaea.org/, pagina de la International Atomic Energy Agency.
34 Un átomo tiene un núcleo formado por protones (cargados positivamente) y neutrones (sin carga). Alrededor de ese núcleo se encuentran los electrones (con carga negativa). La masa del electrón es 1836 veces menor que la del protón y la de este es ligeramente menor que la del neutrón. Ello implica que la masa del átomo se halla concentrada en el núcleo. El número de electrones es igual al de protones y el átomo es eléctricamente neutro. Si el átomo pierde electrones se convierte un ión cargado positivamente. Lo que define al átomo es el número de protones. Por ejemplo, el hidrógeno tiene un protón. Sin embargo, puede tener además un neutrón y sigue siendo hidrógeno, pero más pesado (deuterio) o dos protones y se lo llama tritio. Los tres son isótopos del hidrógeno, todos tienen un protón y difieren en el número de neutrones. Esto ocurre con todos los elementos. En la naturaleza, generalmente, uno de los isótopos es el más abundante. En muchos casos, alguno de los isótopos suele ser radioactivo. Por ejemplo, el tritio es el isótopo radioactivo del hidrógeno.
35 14N indica que es un átomo de nitrógeno, cuyo símbolo es N, en el cual la suma de neutrones + protones es igual a 14. El nitrógeno tiene 7 protones. El 14C es un isótopo radioactivo del carbono cuyo isotopo más abundante es el 12C, el carbono tiene 6 protones en su núcleo.
36 ATSDR. Agency for toxic substances and disease registry(USA).
37 AMERICAN CANCER SOCIETY (www.cancer.org) .
38 FUSION. The energy of the Universe. G.Mc Cracken and P.Stoff. Elsevier Academic Press.
39 NUCLEAR ENERGY. An Introduction to the Concepts, Systems, and Applications of Nuclear Processes. Raymon L. Murray. Ed. Butterworth-Heinemann.
40 El uranio en la naturaleza es una mezcla de tres isótopos: 238U (99,284%), 235U (0.711%) y el resto es 234U. Como el fisionable es el 235U, el mineral debe someterse a un enriquecimiento previo a su uso como combustible nuclear. El uranio tiene 92 protones en su núcleo. El átomo se completa con igual cantidad de electrones que compensan la carga positiva de los protones.
41 El asterisco en la ecuación indica la condición de especie excitada
42 La energía cinética es la que se atribuye a un cuerpo que se desplaza con una cierta velocidad.
43 La sustancia que contiene el uranio es el óxido de uranio.
44 Es una aleación a base de zirconio denominada zircaloy.
45 Para tener una información detallada sobre el accidente de Chernobyl y sus consecuencias puede verse la pagina web de la IAEA: http://www.iaea.org/
46 The Revenge of Gaia. Earth´s climate crisis and the fate of humanity. Ed. Basic Books.
47 Declaraciones de Sergey Gaschak, del Laboratorio Internacional de Radioecología de Chernobyl.
Dr. Mario R. Féliz
Profesor Titular Dedicación Exclusiva
Química Inorgánica
Facultad Ciencias Exactas
Universidad Nacional de La Plata
Investigador Principal
Comisión de Investigaciones Cientïficas de la Provincia de Buenos Aires
INIFTA (Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas)
CC16 SUC4 LA PLATA (1900)
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