Ex capitán del Ejército, está sospechado de ser el responsable de la desaparición del conscripto Roberto Suárez, en 1977. Es uno de los nueve asesores del presidente de la AFA y ejerce esa función desde hace una década.
Por Gustavo Veiga – Página 12
El represor que asesora a Grondona
El capitán Alberto Julio Candioti nunca había trascendido como militar hasta que adquirió cierta notoriedad gracias al fútbol. Su cargo de asesor de Julio Grondona en la AFA –lo ejerce hace más de diez años– y la vicepresidencia que ocupó en Colón de Santa Fe resultaron funcionales para neutralizar evocaciones incómodas sobre su pasado en el Ejército, más precisamente en el Batallón de Ingenieros Anfibios 601 de Santo Tomé. Una sospecha enlaza su historia con la de Sebastián Suárez, nacido en cautiverio el 24 de marzo de 1977. El joven, empleado de la Secretaría de Derechos Humanos santafesina y militante de H.I.J.O.S., cree que ese hombre alto, calvo, que luce en el ojal del saco una divisa con los colores rojo y negro del club, tuvo algo que ver con la desaparición de su padre, el soldado conscripto Roberto Daniel Suárez.
En su última aparición pública, Candioti asistió el jueves 17 a la ceremonia de egresados del Instituto Superior de Arbitraje de la AFA –del que es apoderado– y aplaudió a cada uno de los 24 referís promocionados en el salón de reuniones del tercer piso. El ex juez internacional Juan Bava, director general de la escuela, dijo unas palabras alusivas. A Suárez (h), en cambio, le resulta indiferente el fútbol, aunque le atribuye mucha importancia al testimonio que pueda brindar el dirigente y abogado en la causa judicial donde se investiga cómo desapareció su padre mientras cumplía con el servicio militar.
“Yo me enteré de quién era Candioti hace pocos años, aunque me di cuenta de que goza de los beneficios del poder. En la Conadep hay una denuncia anónima de 1983 donde está mencionado. Su número de legajo es el 1421”, le informa a Líbero Sebastián Suárez, quien nació cuando la dictadura militar cumplía su primer aniversario. “Un karma”, agrega, sin que haga falta explicarlo.
El periodista santafesino Nicolás Lovaisa publicó el 14 de este mes una investigación en www.notifedeportivo.com en la que aporta un testimonio reciente que involucra al capitán en el secuestro y desaparición del conscripto. “Fue el propio Candioti quien secuestró a Suárez, al interceptarlo en la zona de la costanera, en el momento en que descendía del colectivo.” El testigo, según la página web, aseguró además que Mario Carmelo Ferger, con prisión domiciliaria y único imputado en la causa por la desaparición de Suárez, “está dispuesto a hablar, pero tiene miedo porque es un tipo de setenta y pico de años, y teme las amenazas que está recibiendo de Candioti”.
La investigación del caso le corresponde al juez federal de Santa Fe, Reynaldo Rodríguez, quien también hizo la instrucción durante cinco años de la llamada megacausa. Esta, la principal por violaciones a los derechos humanos que se tramita en la provincia, tomó el nombre de Víctor Hermes Brusa, un ex juez de la dictadura acusado de ser cómplice de genocidio.
La querella espera que el magistrado cite a Candioti o pedirá su declaración ya que, como señaló el medio santafesino, “en el momento de la desaparición de Suárez era superior directo del único imputado (por Ferger), según consta en el listado de Personal de Oficiales de la Agrupación de Ingenieros Anfibios 601 del año 1977”.
El capitán fue vicepresidente del directivo más emblemático de Colón en las últimas dos décadas, José Néstor Vignatti. También lo enfrentó en las elecciones del 16 de junio de 2002 como cabeza de la lista 555 y presentándose como “un presidente para ser campeón”. Perdió, pero nunca abandonó su cargo de asesor adscripto a la presidencia de la AFA, como consta sucesivamente en las distintas memorias y balances de la asociación desde mediados de la década del ’90. Cuando Vignatti lo derrotó por gran diferencia de votos, uno de sus eslóganes de campaña había sido que el militar gobernaría el club a control remoto desde Buenos Aires, donde se desempeña como abogado.
Candioti es uno de los nueve asesores del presidente Grondona que figuran en la última memoria de la AFA aprobada en octubre pasado: allí están mencionados Eduardo Deluca, Jorge Antico, Carlos De Giácomi, Héctor Domínguez, Damián Dupiellet, Reinaldo Baisplelt, Marcelo Martín y Roberto Bentrón.
La formalidad de la nómina no está exenta de cierto afán de figuración. En la AFA –se sabe–, los dirigentes o ex dirigentes comenzarían así a pulular como satélites, buscando su oportunidad para situarse bien cerca del poder. A no todos les hace falta, pero llama la atención cuán extensas son las nóminas de asesores en cada una de las secretarías de la asociación. Candioti es de las primeras camadas.
El 15 de junio de 2000, el entonces diputado nacional y hoy gobernador de Chubut, Mario Das Neves, denunciaba al presidente de la AFA por la presunta violación de la Ley Penal Tributaria y el delito de administración fraudulenta. La causa 61.484 quedó radicada en el juzgado de Juan José Madhjoubian, quien más adelante sería destituido. El relativo bajo perfil del capitán del Ejército le había permitido pasar inadvertido hasta ese momento. Aquella vez su visibilidad fue inevitable. Tenía que defender a Grondona en su rol de abogado. Ahora vuelve a salir en los medios, pero por su pasado como oficial del Ejército sospechado de participar en la desaparición de un soldado.
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