Nos guste o no, la Doctrina Nacional Justicialista, marcó una Tercera Posición ideológica en un mundo que reconocía sólo a dos actores, el Capitalismo y el Marxismo.
Por el Dr. Jorge Enrique Alfredo Yunes (*)
El Siglo XX no sólo se caracterizó por las dos grandes Guerras Mundiales que sumieron a gran parte del mundo en denigrantes penurias, sino porque marcó una verdadera grieta que dividió al planeta en dos puntuales bloques, el Capitalista y el Marxista.-
Aquellos países que no participaron de estas dos descomunales conflagraciones, y que tampoco fijaron una posición política al respecto, se veían incómodamente encorsetados en la antinomia Capitalismo - Marxismo.-
La Argentina, por su parte, tenía su propia grieta y antinomia, Riqueza - Pobreza.-
Un País extremadamente rico para pocos y que miraba con nostalgia a la Europa desarrollada, volviendo su rostro ante los ojos de los humildes trabajadores que, extenuados, dejaban la vida y su dignidad humana en manos de una oligarquía europeizante, soberbia y despiadada.-
Cuando irrumpe en la escena política nacional el Crnel. Juan Domingo Perón, desde su Secretaría de Trabajo con rango Ministerial, la realidad del Pueblo trabajador dio un giro Copernicano.-
Nos guste o no, la Doctrina Nacional Justicialista, marcó una Tercera Posición ideológica en un mundo que reconocía sólo a dos actores, el Capitalismo y el Marxismo.-
Si no hubiera existido el Gral. Perón y su Doctrina Nacional Justicialista, sin duda el País hubiera caído en las garras del Marxismo más extremo, ante las desigualdades sociales imperantes, las que representaban un virtual caldo de cultivo para la siempre voraz y camaleónica Izquierda.-
En materia de política internacional, la Doctrina Nacional Justicialista proclamó la Tercera Posición. Es decir, una posición independiente de los dictados de las dos grandes potencias, EEUU y la URSS, que se habían repartido, según sus conveniencias estratégicas, el mundo de la posguerra.-
La Tercera Posición es una concepción filosófica y política. No fue casual que el Gral. Perón percibiera claramente la falacia ideológica de presentar como ineludible la opción entre Capitalismo y Marxismo.-
La Tercera Posición es una concepción filosófica y política. No fue casual que el Gral. Perón percibiera claramente la falacia ideológica de presentar como ineludible la opción entre Capitalismo y Marxismo.-
Los dos grandes sistemas de pensamiento anteriores al Justicialismo, es decir, el Individualismo Liberal Capitalista y el Socialismo "Científico" Clasista y Estatista, estaban encarnados en el mundo de la posguerra en dos grandes bloques geopolíticos e ideológicos antagónicos, los que se mantuvieron Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, frente a las potencias del Eje, es decir, la Alemania del Tercer Reich, la Italia Fascista y el Imperio del Japón.-
La culminación de la guerra con la derrota de las potencias del Eje, en Europa con la ocupación de Alemania por las tropas aliadas, y luego en el Pacífico con la utilización de la bomba atómica contra las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki en Japón, abrirá una etapa de reacomodamiento geopolítico mundial que se plasmará solemnemente en las Conferencias de Yalta y de Potsdam. En ellas, los Aliados, dividirán el mundo en dos grandes esferas de influencia: Una bajo la hegemonía Norteamericana y otra bajo la hegemonía Soviética. También partirían a Alemania en dos: La República Democrática Alemana al Este (bloque Soviético) y la República Federal Alemana al Oeste (bloque Capitalista). En consecuencia se levantaría el Muro de Berlín, símbolo de la división del mundo en dos grandes sistemas, el Capitalista y el Marxista, y sin ningún tipo de anestesia.-
Por primera vez en la historia de las civilizaciones, dos grandes imperios, que surgirían como "aliados" en la Segunda Guerra Mundial, culminarían como "enemigos" en la Posguerra. Pero además, por primera vez también, ambos bandos sostenían y defendían convicciones ideológicas antagónicas e irreconciliables: Las democracias liberales, de desarrollo capitalista por una parte, y los socialismos, de economías centralmente planificadas, por otra.-
La culminación de la guerra con la derrota de las potencias del Eje, en Europa con la ocupación de Alemania por las tropas aliadas, y luego en el Pacífico con la utilización de la bomba atómica contra las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki en Japón, abrirá una etapa de reacomodamiento geopolítico mundial que se plasmará solemnemente en las Conferencias de Yalta y de Potsdam. En ellas, los Aliados, dividirán el mundo en dos grandes esferas de influencia: Una bajo la hegemonía Norteamericana y otra bajo la hegemonía Soviética. También partirían a Alemania en dos: La República Democrática Alemana al Este (bloque Soviético) y la República Federal Alemana al Oeste (bloque Capitalista). En consecuencia se levantaría el Muro de Berlín, símbolo de la división del mundo en dos grandes sistemas, el Capitalista y el Marxista, y sin ningún tipo de anestesia.-
Por primera vez en la historia de las civilizaciones, dos grandes imperios, que surgirían como "aliados" en la Segunda Guerra Mundial, culminarían como "enemigos" en la Posguerra. Pero además, por primera vez también, ambos bandos sostenían y defendían convicciones ideológicas antagónicas e irreconciliables: Las democracias liberales, de desarrollo capitalista por una parte, y los socialismos, de economías centralmente planificadas, por otra.-
En síntesis, y para concluir, esta resulta ser precisamente la gran deuda histórica que la Nación Argentina, y Latinoamérica toda por cierto, tendrán siempre para con este verdadero Estadista, Líder y Genio Político que fue el Gral. Perón, y que nunca podrán pagar. Todo lo demás resulta anecdótico y circunstancial y prefiero dejarlo para despuntar las sanas y entretenidas charlas de café, a las que somos tan afectos los Argentinos.-
(*) Abogado; Dr. en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista Político; e-mail:estudiojuridicoyunes@gmail.com
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