Este sería el plantel que mostrará el peronismo para las próximas elecciones, dejando la idea de “Fulano” (uno de los tres varones de la foto) al Gobierno - Cristina al poder. Igual que en Brasil, Haddad al Gobierno - Lula al poder…
¿Bastará la actual situación para terminar de destruir a la Argentina?
Codicia, ausencia de escrúpulos y desapego de la ley, más corrupción y desorden, e inacción en determinadas áreas sensibles, entre otras manifestaciones generadas o consentidas por el Gobierno.
Ante el escenario de gran incertidumbre política, económica y social por la que atraviesa la Argentina, cabe preguntarse si la patológica e ilegal conducta armada y sostenida por los Gobiernos K durante más de una década, será suficiente fuerza como para lograr desestabilizar totalmente al país.
Es visible claramente que la situación general está muy mal, y que cuesta mucho encaminarse, salir de este estruendoso despiste a la banquina que padeció la Argentina toda. Es lo dicho, tan indiscutible aseveración, como palmario lo es el hecho de que no sería justo atribuírsele a los aludidos gobernantes santacruceños, la exclusividad en la culpa del desastroso panorama.
La historia plena de desaciertos y corrupción del país, viene de lejos, y de tan conocido que esto será para los lectores, no es necesario distraer a los mismos con su recordatorio. Lo que sí merece una mención especial, en estos momentos, es la actitud de ayuda que requiere la Argentina para la continuidad del país como un Estado soberano, ayuda que debe partir de los argentinos mejor intencionados y más prudentes. También desde los Partidos Políticos y desde las empresas más serias y tradicionales en la Argentina, pasando por las entidades más prestigiadas, para salir todos adelante.
Un escenario, en fin, al que el mismo Gobierno ha contribuido, mediante la complacencia y tolerancia extrema de la corrupción aún existente y hasta probablemente aumentada en algunos sectores. Y ese servicio ha sido provisto por el Gobierno de “Cambiemos”, el que en muchos aspectos no ha modificado hasta hoy en nada lo conocido como muy malo, es decir las conductas tan negativas puestas en práctica por los Gobiernos anteriores al actual.
¿El macrismo no sale de esos equivocados caminos por temor a algún tipo de circunstancia digna de ser temida?.
Dentro del mismo oficialismo, MAURICIO MACRI debe escuchar hoy a consejeros que le dicen que mantenga el sistema populista todo lo posible, aunque esa modalidad habrá terminado endeudando a la Argentina en cifras de casi doscientos mil millones de dólares, cuando el país enfrente sus elecciones presidenciales de 2019.
Es masivamente sabido que uno de los principales impulsores del mantenimiento de un sistema de gobierno populista y socialista como el que “Cambiemos” implementa en la actualidad, es JAIME DURÁN BARBA, quien no sólo es hoy socialista sino que hasta su mediana edad integró agrupaciones vinculadas con ideólogos comunistas internacionales. Y otros personajes del peronismo, al cual con frescura MAURICIO MACRI dijo pertenecer, en sentido amplio. Recientemente, EDUARDO AMADEO, antiguo político de origen peronista, y por consiguiente con formación inevitablemente populista, aunque hoy mudado a una alianza política integrante del PRO, lanzó una frase que ocupó los titulares de los principales Diarios del país, al decir que “Si echamos a todos los vagos del Estado vamos a tener una guerra civil”.
Eso más que un pensamiento de un Estadista se parece a una operación de prensa, destinada a paralizar al Gobierno y a la ciudadanía en general.
En realidad, el temor a golpes o desestabilizaciones graves, se genera en la misma Casa Rosada, en la medida en que MAURICIO MACRI, y HORACIO RODRÍGUEZ LARRETA y MARÍA EUGENIA VIDAL siguiendo las instrucciones del primero, especialmente estas tres figuras, no estén dispuestas a achicar los enormes gastos del Estado, y también los tres continúen otorgándole a un par de delincuentes que dirigen los movimientos sociales “truchos” que extorsionan al Presidente y a los dos Gobernadores nombrados, enormes cifras de dinero, provenientes de los contribuyentes, y que los dirigentes de los “vagos” a los que alude AMADEO, utilizan para armar actos y concentraciones en los lugares estratégicos de la ciudad. El esfuerzo de los ajustes, del achicamiento de gastos, seguirá así siendo soportado enteramente por los contribuyentes. Y la Argentina, mientras tanto, continuará sin recibir un solo peso en carácter de inversión genuina.
La pregunta del subtítulo de la presente nota, puede repetirse ahora, algo aumentada: ¿Bastarán estos elementos para terminar de destruir a la Argentina? ¿Alcanzarán los malvados y malintencionados políticos, empresarios y operadores de ambos, más los propios errores del Gobierno, voluntarios o involuntarios, a provocar tanto daño que finalmente se hará cierto lo del helicóptero…?
Hoy no es fácil saber la respuesta a semejante pregunta. Lo que sí puede afirmarse, es que no hay que “tirar la toalla”, antes de tiempo…
ENFOQUES POSITIVOS
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