“Oficialmente” no se conoce cuál ha sido el destino de los que sumados intereses, serían cerca de U$S. 1.000.000.000, que pertenecen a Santa Cruz. Nadie dice nada.
Por Edgardo Civit Evans
Por Edgardo Civit Evans
Santa Cruz vive momentos difíciles.
Desde la aparición del libro “El amo del feudo” de Daniel Osvaldo Gatti; pasando por el caso del procurador, echado sin causa por el ex gobernador Kirchner, pero con orden de reincorporación por la justicia; siguiendo por la querella que éste promoviera contra el abogado Bernardino Zaffrani, quien fuera defendido por la “Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente”, no han sido fáciles las cosas en la antes rica provincia patagónica.
Llueven las denuncias sobre supuestos casos de corrupción expuestos por diferentes medios de difusión. Recordemos la adjudicación de tierras del Municipio de Calafate a los Kirchner, sus parientes y funcionarios del gobierno, compradas a precios viles y vendidas con suculentas ganancias.
Es común oír hablar de los casos de Rudy Ulloa Igor, Lázaro Báez, Cristóbal López; las empresas Gotti, Conarpessa, Austral, Electroingeniería, y otras; de veloz crecimiento en los últimos años.
Sin duda que la “perla negra” está constituida por los fondos recibidos por Néstor Kirchner de Carlos Menem en compensación por regalías petrolíferas. En aquel momento, 1995, consistían en cerca de U$S. 600.000.000.
Llevaron a Kirchner a proclamar a Menem como su amigo y el “mejor presidente en los últimos años” después del “general”. Luego olvidaría esas afirmaciones.
Muchos periodistas y economistas, como Adrián Salbuchi, han intentado seguir el derrotero de ese monto. Varios mencionan a un conocido banquero menemista como posible intermediario en operaciones realizadas en el exterior, con probable triangulación en Suiza e islas del caribe.
“Oficialmente” no se conoce cuál ha sido el destino de los que sumados intereses, serían cerca de U$S. 1.000.000.000, que pertenecen a Santa Cruz. Nadie dice nada.
La provincia siguió andando, beneficiada por varias leyes de promoción, como la N º 23.681 de energía eléctrica, que aportamos todos los argentinos de nuestras factura de luz. ¿Se hizo alguna obra con ese monto?
La situación se ha puesto difícil. Tras la derrota electoral, se ha conocido la grave situación financiera de Santa Cruz, que se habría visto obligada a pedir cerca de $ 1.900.000.000 al Fideicomiso Fiduciario, y otros $ 450.000.000 al Banco Nación, con garantía de las regalías petrolíferas y los fondos coparticipables, para afrontar obligaciones inmediatas.
Santa Cruz no sería la única provincia en crisis. Es un modelo que, a pesar de los discursos, ha fracasado.
Porque no se sustenta en el desarrollo del trabajo y la producción, sino en la dávida vergonzante y el clientelismo político.
Que como lo demostró el 28 de junio la gran mayoría, no alcanza para gobernar un país.
Edgardo Civit Evans
Asesor Económico Financiero
www.edgardocivitevans.com
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