sábado, 22 de octubre de 2016

EL PLAN SISTEMÁTICO DE VENGANZA





¿Por qué decimos que es un plan?

Es un plan porque responde a los requisitos que caracterizan a esta planificación sistemática para la acción. Es de carácter nacional, tiene un objetivo bien definido, en este caso, la venganza, oculta en "memoria, verdad y justicia". Tiene una metodología que se repite en todos los juzgados federales y en los principales medios de comunicación social.

¿Por qué decimos que es sistemático?

Es sistemático por que articula distintas instituciones en un abordaje coordinado para desarrollar estrategias que llevan al objetivo ya mencionado (venganza).

La venganza es lo diametralmente opuesto a la justicia. Mas, cuando se da ella, no existe justicia.

Memoria es una construcción subjetiva que no siempre va en paralelo con lo fáctico de la historia. Se construye con mitos, y cargando como principal, hechos que son marginales y truculentos, pero muy espectaculares.

Además, la memoria es parcial, visualiza solo una parte.

¿Cuáles son las principales instituciones que articulan este plan sistemático de venganza?

Son varias, pero haremos referencia a las dos mas importantes: el Poder Judicial y la Prensa.

El primero es el principal ejecutor, es como la punta de lanza del plan.

Para que este poder actúe como tal, fue necesario cooptarlo por el Poder Ejecutivo, quien ofició como planificador e impulsor del Plan Sistemático de Venganza.

Desde su cabeza, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se dictaron fallos que pasaron a ser jurisprudencia, donde se amañó el Derecho y se violaron prescripciones constitucionales, como por ejemplo, lo sostenido en el Artículo 18 de la Constitución Nacional, cuando se refiere a que nadie puede ser juzgado por leyes posteriores a la comisión del hecho.

Esta jurisprudencia creada por la SCJN dio las bases para que las instancias inferiores, Cámaras, juzgados, fiscales, etc. tomaran como propios los principios de imprescriptibilidad de lo que interpretaron tendenciosamente como delitos de lesa humanidad.

A esto se le debe sumar la coerción, ya sea por amenaza de abrir juicios políticos, presiones políticas, coimas, etc., que se ejerció desde el poder absolutista, sobre jueces y magistrados.

Otra de las acciones sobre el poder judicial, fue la creación de la agrupación "justicia legítima", verdadera interna política, que intenta dominar el sector.

También se pueden incluir los continuos y abundantes recursos y facilidades otorgados a los querellantes en los juicios por lesa y los aportes dinerarios a las organizaciones defensoras de los DDHH.

La otra institución importante en este Plan Sistemático de Venganza, es la prensa, autodenominada cuarto poder.

Ya en la antigüedad Platón decía "Sin doxa no hay política". Él se refería a doxa como opinión pública, y sin movilización de la opinión pública, es muy difícil hacer política, difundir verdades y contrarrestar un Plan Sistemático de Venganza de esta envergadura.

Los medios de comunicación fueron presionados por los recursos que otorga la pauta pública por un lado, o colocando periodistas militantes, que pasaban a ser correas de transmisión de objetivos del gobierno anterior (2003 - 2015), los cuales prestaron una invalorable contribución al Plan Sistemático de Venganza.

Por otro lado se censuró sistemáticamente las opiniones de los sectores perseguidos por este plan, creando una sensación de que transmitir noticias o cuestionamientos al Plan Sistemático de Venganza, era incorrecto políticamente.

Podemos decir que hubo censura para los que combatieron a la agresión terrorista de los años `70 o para difundir hechos históricos que contradecían la historia oficial.

¿Qué pasa ahora?

Esta es la gran pregunta a la que no tengo respuesta. Antes teníamos un régimen que este Plan le otorgaba una buena cobertura para desarrollar un saqueo al Estado, que hoy podemos ver.

Pero el régimen ha cambiado, hay un gobierno que proclama la unidad de los argentinos, pero el Plan Sistemático de Venganza continúa vigente.

¿Quien lo maneja ahora?

Juan Sin Libertad



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