Por Juana Marco
Si nos remontamos a las democracias de la historia de la región que, en ocasiones se veían interrumpidas por gobiernos militares a causa de las convulsionadas situaciones sociales de cada país .Dándole entonces a las fuerzas armadas una oportunidad que nunca resultaba transitoria, ya que se suponía que una vez que se lograba recuperar cierta estabilidad social se debía convocar inmediatamente a elecciones, sin embargo, se establecían como gobiernos estables.
Períodos que en general se daban en forma cíclica y conjunta en la mayoría de los países de la región, Luego comenzó una etapa que buscaba restablecer la democracia definitiva como un sistema permanente, Fue entonces que cada país tomó la determinación de evitar que las Fuerzas Armadas volvieran a asumir esa responsabilidad política Sin embargo , algunos países de la región afrontaron “golpes cívicos “promovidos por alguna extracción partidaria opositora que lograba destituir a sus presidentes en ejercicio..
Mientras en Venezuela un militar, Chávez, se postuló con un discurso de integración nacional para luego tomar la presidencia como " un motín de guerra" y adueñarse del domino del país, evitando la pluralidad de ideas y la representación independiente de las Instituciones.
Ahora bien, esta formas de gobiernos democráticos sin dar espacio a las Fuerzas Armadas parecía ir dando una geografía nueva en lo político a la región Salvo el país recientemente mencionado y otros que encuentran artilugios para perpetuarse en el poder como Bolivia, Ecuador etc...
Luego en algunos países surgía lo que se denominó “el neoliberalismo”, que se alternó con las propuestas de izquierda, anteriores y posteriores Como por ejemplo La Argentina.
Para ciertos gobernantes la revancha de un pasado de enfrentamientos y tan cuestionado daba como resultado el rencor, promoviendo desde el poder la división No permitiendo un proyecto político superador que pudiera proyectar un futuro próspero.
Con todo, hubo otros que supieron dar ese paso superador y poner la mirada hacia adelante superando los recuerdos del pasado y combatiéndolos con procesos bastante exitosos y de cierta integración, Como los sucesivos gobiernos de Chile, cuya etapa de la Concertación de partidos por la Democracia culminó al final del mandato de la ex presidenta Bachelet Ya que luego el color político de sus adversarios logró finalmente quebrar esa continuidad y salir electo con la Coalición por el Cambio, representado por Piñera..
También se podría nombrar a Uruguay, al destacar que un ex guerrillero asumió recientemente como Jefe de Estado y asombra en ocasiones por sus renovadas políticas de apertura y cambio.
Así mismo cabe destacar a Brasil, ya que el proceso de transformación lo supo plasmar un sindicalista de extracción obrera, Lula Da Silva, a pesar de haber sido cuestionado durante su gestión de gobierno en varias oportunidades y haber tenido que efectuar diversos cambios en su gabinete para fortalecer su estabilidad. No obstante, salió airoso.
Fue entonces como el país más extenso territorialmente de la región logró su predominio y posicionarse como referente de surcontinental .Un presidente que priorizó la inversión en pos de lograr mayor cantidad de fuentes de trabajo y maximizar sus recursos, alentando a nuevos capitales que apostaran por su país, a los que no solo les brindaba garantías sino también oportunidades.
Aunque en esta última década la región no fue acompasada en sus procesos políticos, pero comparten la insipiente democracia A pesar de aquellos que bajo la formas participativas logran engañar y establecer regímenes dictatoriales con un poder unilateral debilitando las instituciones Asimismo buscan el empobrecimiento para lograr controlar a la población .Tal el caso de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina en su intento, que es de esperar sea fallido.
Mientras este panorama territorial se va configurando marcando características tan particulares, parece que surge otra nueva etapa, la de predominio de la mujer Es decir, son ellas las que van asumiendo como presidentes en varios países de la región, casi como una conquista de género que imponen los tiempos actuales y como una particularidad que pareciera inevitable. La última ha sido Dilma Roussel quien recientemente asumió en Brasil
Es de esperar que en algún momento todos vuelvan a alcanzar la unidad que les permita conformar una integración regional, para avanzar en las grandes propuestas en todas las áreas, en lo social, seguridad, de inversión, de intercambio comercial y de exportación hacia el resto del mundo.
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