Nada les queda por mancillar

En su odio al vicepresidente Cobos los Kirchner no han dudado en denigrar la figura del General San Martín, no han sabido distinguir la egregia figura del prócer de la pendencia personal.

Por Jorge Omar Alonso

Estos bravucones parecen no tomar en cuenta que con cada impudicia que llevan acabo en su manejo espurio del poder, más y más se llevan a cuestas el aborrecimiento de franjas más grandes de la población. Ejemplo, la réplica de los habitantes de Yapeyú.

Pisotean impunemente a las instituciones de la República en cuanta oportunidad se les presenta. Gobiernan a través de la mentira y pretenden convencer con el doble discurso.

No poseen ni un gramo de las calidades personales de las gentes de bien, menos aún de las condiciones que se requieren para gobernar para el bien común. Con los peores y los sumisos armaron su gabinete, su justicia, su parlamento y el sumidero partidario.

No puede decirse que denigraron a la política porque no la han practicado. Todo se redujo a cambio de favores económicos y aprietes canallescos. Están muy lejos de conocer el arte de la Política, puesto que solo han sabido practicar una política de mercado vil y autoritaria.

Creyeron que habían sido elegidos para conquistar el poder y no para ejercerlo.

Con una fecundia maléfica de demagogos pretenden captar las ilusiones complacientes de nuestro pueblo, cada vez menos convencido de sus mentiras.

Nada les queda por mancillar del lacerado cuerpo de la República.

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