Es la primera vez que un jefe de Estado de Chile viaja a Cuba en 37 años. La presidenta Michelle Bachelet llegó a La Habana, invitada por su par cubano Raúl Castro, para renovar los lazos de cooperación con la isla. No se reunirá con la disidencia.Por Valeria Perasso
Ningún mandatario del país sudamericano había estado en Cuba desde que lo hiciera Salvador Allende, en 1972, para reunirse con su amigo y aliado Fidel Castro.
"Es para Cuba un acto profundamente simbólico y motivo de regocijo recibirla, después de más de tres décadas desde que el presidente Allende visitó nuestro país", manifestó el canciller cubano, Felipe Pérez Roque.
Durante su estadía, de cuatro días, la mandataria inaugurará la Feria del Libro de Cuba, dedicada en esta edición a la literatura chilena, sostendrá conversaciones con Raúl Castro y, según se anticipa, podría reunirse con el ex presidente Fidel Castro, tal como lo hizo la presidenta argentina Cristina Fernández recientemente.
La reunión privada con el líder revolucionario -que no hace apariciones en público desde hace más de dos años- fue solicitada por el gobierno chileno, según fuentes de prensa, aunque hasta el momento no estaría confirmada.
La polémica de los disidentes
En la agenda de Bachelet, sin embargo, no figuran encuentros con los disidentes al régimen castrista, por lo que la mandataria fue duramente criticada en su país, no sólo por la oposición, sino también por otras figuras públicas de la Concertación gobernante.
El Partido Demócrata Cristiano (PDC) exigió una reunión con la oposición de la isla como condición para que sus parlamentarios formaran parte de la comitiva presidencial.
La opositora Unión Demócrata Independiente (UDI) hizo un pedido similar antes de la gira, como gesto de rechazo al gobierno de La Habana, al que acusan de proteger a dos chilenos inculpados en el asesinato de un senador de derecha en 1991.
Aunque el líder opositor cubano Vladimiro Roca y una organización de familiares de presos políticos solicitaron el mes pasado ser incluidos en los planes de la presidenta, recibieron una negativa a través del embajador de Chile en La Habana, Gabriel Gaspar.
Expectativas
Fuentes del gobierno chileno indicaron que el encuentro con la disidencia quedaría fuera de agenda porque, al tratarse de una reunión protocolar, Bachelet deberá atenerse a las actividades propuestas por sus anfitriones.
Tras la polémica, existen expectativas sobre si la mandataria chilena abordará la cuestión de los derechos humanos.
"No hay ningún tema del que no se pueda conversar", dijo al respecto el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, quien forma parte de la delegación.
Además del canciller, el numeroso grupo que viajó a La Habana está integrado por empresarios, figuras del mundo de la cultura, legisladores y otros ministros, entre ellos la de Agricultura, Marigen Hornkophl, la de Cultura, Paulina Urrutia, y el de Trabajo, Claudio Serrano.
Fusil simbólico
El último presidente chileno en visita oficial a Cuba había sido el socialista Salvador Allende, quien llegó a La Habana en diciembre de 1972 y fue recibido con honores por Fidel Castro.
A los dos mandatarios los unía una amistad entrañable. Tan sólo un año antes, había sido el turno del cubano de realizar una extensa gira protocolar por Chile, que duró 23 días y lo llevó de norte a sur del país.
En esa ocasión, Castro le obsequió un fusil AK-47 a Allende, con su propia dedicatoria, como un símbolo de la lucha revolucionaria.
Tras su muerte, durante el asalto militar al Palacio de la Moneda el 11 de septiembre de 1973, Allende se convirtió en un símbolo en Cuba, donde escuelas y plazas llevan su nombre.
Luego, ninguno de los tres presidentes que se sucedieron en Chile desde el retorno de la democracia, en 1990, hizo un viaje oficial a la isla caribeña.
Bachelet, en cambio, había manifestado su intención de concretar una visita desde que asumió su cargo, en 2006.
BBC
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